La mayor parte de las personas que conozco estarian de acuerdo con la siguiente idea: “la psicopatía no es una enfermedad” y por tanto los psicópatas son merecedores de castigo cuando incumplen las reglas. Sobre la histeria no haré esa pregunta porque hoy la histeria ha desaparecido de los manuales psiquiátricos, tiene muy mala prensa y el público en general usa este término más como un insulto o un calificativo que como sinónimo de una patología.
Sucede porque la gente por lo general no sabe que la existencia de psicopatología no implica necesariamente enfermedad. Y más: histeria y psicopatía proceden del mismo material genético. Un material que en los hombres daria como resultado una psicopatía y en las mujeres la susodicha histeria. Los mismos genes pero distintos efectos según el sexo. La histeria sería una forma menor de la psicopatía.
Lilienfeld en 1986 en una sistemática investigación sobre el trastorno por somatización reivindicó de nuevo el nombre de Pierre Briquet; según su investigación en nuestras opulentas sociedades occidentales, el número de afectados por esta enfermedad sigue siendo muy similar a las cifras que había detallado el propio Briquet a pesar de la desaparición de los hospicios y aunque la histeria ya ha pasado a formar parte de las categorías olvidadas de nuestra época, el sindrome de Briquet sigue siendo estable y afectando al 3% de la población femenina. Lo que nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta ¿Si la histeria ya no se admite como trastorno mental y el sindrome de Briquet sigue siendo estable, donde están los pacientes que antaño llamábamos histéric@s o afectadas por un sindrome de Briquet?
Recientemente los hallazgos de Lilienfeld han sido replicados por otros investigadores y sabemos que la psicopatía es al menos moderadamente heredable ( Hicks et al., 2004 ). Curiosamente, parece agruparse con la histeria en familiares de primer grado, pero la sociopatía se expresa en los machos y en las hembras la histeria. Harpending y Sobus (2015) sostienen que “la histeria es la expresión en las mujeres del mismo material genético que conduce a la sociopatía en los hombres”.
El sindrome de Briquet es un cuadro de somatización múltiple y persistente que presentaban sobre todo aquellas mujeres que Pierre Briquet atendía pero teñido de algo más: ese algo más que presentaban las pacientes de Briquet es una conducta de victimización, una conducta de queja, una conducta -tal y como decimos hoy- de enfermedad y de búsqueda de remedios, cuidados médicos o espirituales, exploraciones o consultas y sobre todo atención. Briquet entendió que aquellas quejas que sus pacientes presentaban no se basaban en lesiones orgánicas, sus dolores no seguian los patrones neurológicos aceptados por la ciencia y sus relatos eran exagerados y mutables. Sus listas de sintomas interminables, sus quejas imposibles de catalogar, sus síntomas cambiantes y su estado de ánimo atravesado por una emoción que en aquel entonces se acuñó como “la bélle indiference”, una indiferencia frente al malestar que recordaba el estoicismo griego cuando no a una disociación de afecto que más tarde Babinsky bautizó con el nombre de anisodiaforia, una especie de discrepancia en lo que uno dice y en como lo cuenta, una forma de afectividad incongruente y que describió en pacientes orgánicos.
Dicho de otra forma: la histeria clásica y el sindrome de Briquet son la misma enfermedad.
¿Pero es realmente una enfermedad?.
No, es un subproducto de la evolución, o dicho de otra forma una estrategia relacionada con la reproducción.
Dos definiciones evolucionistas.-
¿Qué es ser un psicópata en terminos evolutivos?
Ser un tramposo, aprovecharse de los demás y seducir hembras sin atender a sus necesidades. Un psicópata es lo contrario a un macho proveedor. Un psicopata es un merodeador.
¿Qué es una histérica en terminos evolutivos?.
Una histérica es una mujer exigente que se mueve en un entorno de inversión parental baja en los machos. Cuando los hombres no son buenos socios para la inversión parental las hembras ajustan su comportamiento en consecuencia. Una caracterización clínica común del síndrome de Briquet es una mujer que exagera necesidad, dolores, necesidad de cuidados, incapacidad o que exige altos niveles de atención e inversión y que engaña al principio de la relación en cuanto a sus requisitos y “prestaciones”. La estrategia (adquirida o heredada) tiene sentido para una mujer con una alta exposición a los machos de baja inversión parental. Machos inconstantes y móviles que pueden ser controlados sólo en el corto plazo. ( Harpending y Draper, 1988 ).
O dicho de otra manera: la histeria es una contraestrategia para enfrentar a los psicópatas no-proveedores. Una estrategia a largo plazo.
La caja de Pandora se abrió -en opinión de Peter Frost- en la transición del paleolitico al neolitico. La revolución agricola tuvo grandes implicaciones no solo en una mayor disponibilidad de alimentos y la concentración de los mismos en ciudades y lugares de poder centralizado sino tambien en las relaciones entre hombres y mujeres. Mientras que en el estilo de vida cazador-recolector hombres y mujeres eran fundamentalmente monógamos y los hombres y las mujeres invertían decididamente en su descendencia, en el periodo agrícola los hombres optaron por la poliginia y el engaño. Esta elección tenia que ver con la multiplicación de los asuntos en los que se podia engañar (difícilmente en un grupo de cazadores, un hombre podia engañar al resto) y a la extensión y movilidad de los engañadores. Cuando un hombre ya no podia engañar a sus conciudadanos podía desplazarse a otro lugar donde no fuera conocido para seguir engañando. Al fin y al cabo criar gallinas siempre es más complicado que robarlas.
En una comunidad más grande, un sociópata puede evadir la detección suficiente como para reproducirse con éxito y transmitir sus rasgos mentales. Por último, en algunas culturas puede usar sus habilidades manuales para dominar la comunidad, convirtiéndose en un “gran hombre” y disfrutar de muy buenas oportunidades para la reproducción.
Retener a un hombre resultaba más difícil para las mujeres en periodo agrícola en parte porque la agricultura había aumentado considerablemente la autonomía reproductiva femenina. A través de la agricultura durante todo el año, las mujeres podrían proporcionar para ellas y sus niños un mayor aporte de alimentos con menos asistencia masculina. Y no cabe duda de que esta situación que sucedió hace 10.000 años es bastante parecida a la que tenemos hoy en dia. Las mujeres en su mayor parte son autónomas para mantenerse a sí mismas y a sus hijos, lo que hace que los hombres se comprometan menos y tengan mas hijos fuera del hogar que en él. O bien que no los tengan en absoluto gracias a que las mujeres hoy controlan la descendencia de los hombres. En cualquier caso lo que parece haber entrado en dacadencia es el rol de macho proveedor. Los hombres se han librado de las cargas que las mujeres les imponian y se han hecho más holgazanes y promiscuos.
La diseminación de los genes psicopáticos y briquetianos sin embargo continuan en expansión gracias a la movilidad de los portadores. Se supone que los genes implicados en el síndrome de Briquet (transtornos psicosomáticos persistentes) alcanza a un 3% de la población femenina y 7 de cada 10 son mujeres.
En definitiva los genes que inclinan hacia el engaño y el autoengaño parecen ser los mismos solo que tienen efectos distintos entre hombres y mujeres.
El tipo de entorno cultural actual favorece a los seductores y manipuladores de sexo masculino en lugar de proveedores masculinos (estrategias cad en lugar de dad). Por el contrario, se han seleccionado positivamente para las mujeres que sólo sienten una necesidad intermitente para la compañía masculina y que de vez en cuando son capaces de convencer para su asistencia a otros familiares..
O dicho de otra manera este entorno favorece a las mujeres que tienen bajos deseos sexuales, mientras que desfavorece a aquellas que tienen altos deseos sexuales. Y más probablemente los trastornos psicosomáticos tipo Briquet son más frecuentes en las mujeres que mantienen pocas relacioens sexuales (tienen pocos deseos) mientras que en las mujeres con más deseos sexuales serian más frecuentes otros desarrollos.
¿Pues cómo combinar las necesidades sexuales femeninas con la inexistencia de machos proveedores y con una expectativa de baja inversión parental?