“El sexo cuya inversión parental sea normalmente mayor que el del sexo opuesto se convertirá en un recurso limitado para ese sexo” (Trivers)
¿Les gustan a los hombres las mujeres mayores?
Desde luego nosotros los humanos no somos la especie mas longeva del planeta pero es posible afirmar que somos el mamífero más longevo de la tierra, si descontamos a ciertos cetáceos (aqui hay un ranking sobre longevidad).
Lo que es cierto es que longevidad de los humanos no ha hecho sino incrementarse a lo largo de la Historia muy probablemente por los avances de la medicina, el conocimiento de las enfermedades y la mejora de las condiciones de vida, asi hoy en España se supone que la esperanza de vida es para los hombres de 79 años, mientras que para las mujeres es de 84 años, algo que usted seguramente ya sabrá por ese endiablado proyecto del Gobierno con las pensiones que quieren hacer modular a través de esa esperanza de vida, lo que significa cobrar menos, claro.
La verdad es que aunque hayamos prolongado nuestra vida al menos cuantitativamente todos nosotros estamos programados para morirnos despues de la edad reproductiva. Es posible afirmar que si no nos morimos en los 40 (tal y como era predecible en la epoca clasica) es porque hemos eludido a la muerte por alguna u otra razón, pero que es seguro que nos espera en algun otro lugar, como sucede en el cuento sufi.
Los animales se mueren casi inmediatamente despues de enfermarse y dan señales de enfermedad a través de lo que se conoce como conducta de enfermedad. Los que tengan mascotas ya saben que los animales parecen deprimidos cuando están enfermos y si no los llevamos al veterinario es muy probable que mueran poco después, a ellos no les gusta hacerse de rogar y la naturaleza es implacable, un animal enfermo no sirve de mucho en entornos natural por más que en un piso de una gran urbe pueda dar satisfacciones a sus amos.
Esa es una gran diferencia, nuestra longevidad es un guiño, una trampa a la naturaleza. Enfermamos, nos curamos y volvemos a nuestra vida habitual. Es poco probable que en nuestro mundo una enfermedad nos lleve a la muerte con prontitud, hay siempre un periodo libre, un descansillo de la vida. Incluso podemos salvarnos hoy de enfermedades que hace solo 20 años eran una sentencia de muerte, el cáncer por ejemplo.
Lo que no podemos evitar es envejecer y envejecer es precisamente un proceso que se encuentra en tensión con la longevidad. ¿Qué sentido tiene vivir muchos años cuando se pierden facultades y uno no hace sino deteriorarse con el tiempo. Sentido evolutivo, claro.
Menos sentido evolutivo aun si pensamos en que las personas mayores (usualmente las mujeres mayores) quedan infértiles. Es decir tienen eso tan misterioso que se llama la menopausia y que es un hecho diferencial con el resto de los mamiferos. Nuestra especie no es la unica que tiene menopausia pero si la más prolongada y la más alejada de la muerte.
Y que introduce una variación entre los sexos (otra más), los hombres seguimos con la espermatogénesis de por vida mientras que las mujeres dejan de ovular en la década de los 40-50 años más o menos. Un hombre puede ser padre incluso más allá de los 90 años según el ultimo caso reportado.
¿Qué sentido tiene pues la menopausia? ¿No contradice una de las leyes de la evolución natural? ¿Tiene sentido estar vivo sin reproducirse?
Recientemente se ha publicado un articulo a través de una modelización matemática de la menopausia, se trataba de inducir un cese de las reglas espontaneamente en un sistema cuando se dieran ciertas cirunstancias, dicho de otra forma que la menopausia emergiera al cambiar ciertos parámetros de condiciones de vida, el más importante de los cuales seria evidentemente la edad de la madre, aunque no parece que el modelo matemático haya dado ningún resultado o arrojado alguna luz sobre las hipotesis evolucionistas que se manejan para explicar este fenómeno humano.
Obviamente desde el punto de vista evolutivo, la edad de la madre supone un enorme riesgo para tener hijos, la idea sería más o menos ésta: ¿para qué invertir en hijos que probablemente no seran sanos del todo o que muestren taras por el envejecimiento materno? ¿Por qué tomar riesgos?
Lo que no es explicable en todo caso es por qué la evolución se fijó solo en las mujeres mientras mantenía la espermatogénesis masculina de por vida. Se sabe que las continuas espermatogénesis del varón son responsables de un alto número de mutaciones en su genoma y que transmite a sus hijos y es probable que la edad del padre esté relacionada con la transmision de ciertas enfermedades mentales como la esquizofrenia.
La primera de estas hipótesis y seguramente la que goza de más popularidad es la hipótesis de la abuela.
En síntesis esta hipótesis (no confirmada) viene a decir que la menopausia no sería sólo un declive de la capacidad reproductiva sino una adaptación que tendria que ver con el apoyo materno a los hijos de los hijos ( a los nietos). Se trata de una variación de la hipótesis de Trivers (Trivers 1972) de la inversión parental, asi desde el punto de vista genético da igual criar un hijo que dos nietos: las posibilidades de transmitir nuestro ADN a las generaciones siguientes tienen una mejor oportunidad con esta estrategia.
Sin embargo siempre hay un hallazgo que parece desmentir las ideas generales de la ciencia: la excepción procede de las orcas, al parecer estos cetáceos son un poco machistas pues tienen la menopausia para ocuparse de sus descendientes machos, lo que parece contradecir la hipotesis de la abuela y señalar más bien hacia la organización social. las orcas al parecer se las arreglan para vivir en grupos feministas y liderados por orcas menopáusicas, siendo las hembras las más independientes y autosuficientes, los machos por el contrario necesitan más tiempo de cuidados por parte de sus mamás.
La hipotesis de Morton y Stone (2013) propone un nuevo punto de vista relacionado con la selección sexual: los hombres a través de sus preferencias por las mujeres más jóvenes (fértiles) determinarian un subproducto evolutivo que seria la menopausia en las mujeres, algo asi como que las mujeres pasarian a “calentar banquillo” cuando sus prestaciones reproductivas (su atractivo) cayeran en picado. Lo cierto es que la hipotesis de la abuela por sí misma fue incapaz de provocar menopausia (en su modelo simulado) pero cuando se metia en la ecuación el deseo masculino, la cosa dio resultado y viene a confirmar en parte la teoria del patriarca (Marlowe 2000)
Que a los hombres nos gustan más las mujeres jóvenes que las mayores es algo axiomático y que no precisa demostración, la mayor parte de los hombres se divorcian para ocuparse de una mujer más joven, léase fertil en puntos evolutivos. Sin embargo en el caso de las mujeres suele ser al revés. Se trata de algo que ha sido descrito por tantos investigadores que no vale la pensa insistir sobre ello más que para nombrar a David Buss y su Evolución del deseo.
Sin embargo en mi opinión falta algo. Y lo que falta es que el número de oocitos en la mujer está determinado desde su epoca fetal, de manera que cada mujer viene al mundo con una cesta de huevos concreta siempre minimizada para evitar que los embarazos se solapen con el envejecimiento, una estrategia evolutiva para disminuir el número de mutaciones. Lo que falta es cual fue el mecanismo que permitió pasar de una regla solar (dos veces al año) a una regla lunar (cada 28 dias). ¿Estaba este paso en el guión? ¿Cuando se dió esta circunstancia? ¿Tiene algo que ver esta continua disponibilidad sexual de la hembra humana con el hecho de que exista una inadaptación con el número de oocitos que la evolucion diseñó para ella?
Todo parece indicar que es precisamente ese paso de una regla solar a una regla lunar la adaptación clave en nuestra especie pese a que precisamente los costes en enfermedades que esta mutación ha tenido sobre nuestra especie, la más conocida de las cuales es -para las mujeres- el cáncer de mama un subproducto -un legado evolutivo- de la sobreexposición mamaria a la bomba estrogeno-progestágeno incesante.
Bibliografia.-
Trivers, R. L. 1972. Parental investment and sexual selection. In B. Campbell, ed. Sexual
Selection and the Descent of Man, 1871-1971, Aldine-Atherton, Chicago, pp. 136-179. (PDF)
Morton, R., Stone, J., & Singh, R. (2013). Mate Choice and the Origin of Menopause PLoS
Computational Biology, 9 (6) DOI: 10.1371/journal.pcbi.1003092