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Realidad, ficción y sujeto operatorio

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Todo lo que existe es material (Gustavo Bueno)

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Tres anillos enlazados (no confundir con el nudo borromeo lacaniano) para ilustrar la realidad, la ficción y al sujeto operatorio.

Conviene empezar por tanto por definir qué es la realidad. Y la realidad es una materia especial, una materia ontológica. Y la ontología es una rama de la filosofía que estudia “lo que hay”, lo realmente existente y las relaciones que establecen entre sí esas entidades o la relación entre un acto y sus participantes. La realidad es un campo que despliega propiedades operatorias. Más abajo volveré sobre esta cuestión cuando hable del sujeto operatorio.

Hay muchas dificultades a la hora de pensar la realidad, una forma ingenua seria decir que realidad es el conjunto de las cosas realmente existentes. El problema es que hay cosas que realmente existen y que no son nada intuitivas, por ejemplo las ondas de radio o de radar o el espectro electromagnético. Se trata de sustancias materiales que no podemos percibir pero que realmente existen si bien no son observables de una manera directa. Gustavo Bueno resuelve este problema hablando de la materia ontológica general que contendría a aquellas entidades que no tienen forma (M) . Pero existen otras materialidades que nombra como M1, el mundo de las cosas materiales y el cuerpo humano. M2 la vida interior etológica, psicológica e histórica de origen supra individual y M3 los objetos que resultan de operaciones de abstracción y sus propiedades o los formalismos, siendo la idea de materia ontológica la que organiza las relaciones entre estos géneros.

Una vez delimitado el campo de la materialidad, es decir de la realidad según Gustavo Bueno vamos a compararlo con la definición de lo Real según Lacan. Para Lacan lo real no es la realidad sino lo imposible, es decir aquello que no existe. Para entender mejor este concepto os remito a la explicación que hace Juan Manuel Martinez -un psicoanalista lacaniano- sobre este concepto.

Naturalmente Gustavo Bueno no estaría de acuerdo con Jacques Lacan al que acusaría de metafísico pues el registro de “lo Real” carece de materialidad y está más cerca de Hegel -del idealismo alemán- que del materialismo filosófico. Más bien parece que este concepto de lo real sea una ficción de la que hablaré luego para ver las relaciones que mantienen la realidad con la ficción.

El sujeto operatorio.-

El concepto de sujeto operatorio es también una idea de Gustavo Bueno que en mi opinión viene a superar la dualidad en la que se encuentran inmersos nuestros conceptos  psicológicos y que puede resumirse de este modo: “No es el cerebro ni la mente, es el sujeto operatorio”. Véase este texto -extraído de Marino Perez- por Felix Piñerua.

El concepto de sujeto operatorio sugiere «sujeción» a la realidad que media y «operación» entre y sobre unas y otras realidades (físico-corpóreas, ideas, conceptos, teorías). Porque es el cuerpo como un todo el que se mueve en el mundo (va de aquí para allá, hace esto y lo otro), es decir, el que opera en la realidad, etc., no el cerebro en el cráneo ni la mente pensando y procesando información. Si el sujeto humano se dedicara a pensar o procesar información no llegaría a homo faber.
En una escala evolutiva, sin la conducta de los organismos no se puede entender nada, incluyendo los mismos genes. Aun cuando los genes suponen el programa de vida de los organismos, la conducta es lo que mueve el mundo y así modifica y crea ambientes que pueden seleccionar los genes. Al final, los genes dependen de la conducta de los organismos que los ponen y pongan en juego y por lo demás el juego de la vida es tan contingente como necesario. Unos genes pueden ser seleccionados y otros no según el modo de vida y costumbres de los organismos.
El sujeto operatorio, sin dejar nunca de ser sujeto psicológico, con sus sentimientos, cogniciones, voliciones, es también dadas las circunstancias sujeto lógico, gnoseológico o trascendental, capaz de tratar de formas abstractas con y entre medias ideas generales, conceptos, entidades corpóreas, la materia física, etc. El sujeto operatorio se ofrece como alternativa al cerebro y a la mente. En este sentido el sujeto operatorio es un sujeto trascendental.

Referencia
Pérez, Marino. (2011). El Mito del Cerebro Creador. Cuerpo, Conducta y Cultura. Madrid: Alianza.

Trascendental, en la acepción positiva (no escolástica) de la que hablo, es la característica de aquellas determinaciones que, aun habiendo comenzado en un tiempo y lugar positivo del mundo de nuestra experiencia, lejos de permanecer en la inmanencia de su lugar y tiempo de origen, desbordan los límites de ese lugar y origen y, por recurrencia (por tanto, a posteriori, no a priori), van determinando constitutivamente a sucesivos círculos de la realidad y, en el límite, al mundo en general. En este sentido Bach es trascendental a pesar de ser un sujeto operatorio como cada uno de nosotros.

En este sentido el concepto de “gen” cae por fuera del sujeto operatorio, sería M (materia sin forma), algo así sucede con el concepto del inconsciente freudiano, no tanto con el inconsciente procedural que es equivalente a la memoria. Dicho de otra forma solo es M2 aquello que podemos observar, sentir o pensar. Lo fenomenológico es lo más próximo a ese concepto de materialidad M2 de la que habla Gustavo Bueno. Lo sensible y lo inteligible están relacionados por enlaces que dan cuenta de la operatividad del sujeto. Así hacer inteligible lo sensible es una función de nuestro Yo operatorio, otra es naturalmente la conducta.

La salud mental consiste en hacerse compatible con la realidad, pues la realidad es un campo operativo inexorable con quienes la ignoran, la niegan o tienen un mapa erróneo de ella tal y como dice Jesus G. Maestro . He dicho hacerse compatible que no es lo mismo que adaptarse. Pues la adaptación en si misma tampoco es suficiente para tener una buena salud mental y muchas veces la hiperadaptación genera no pocas contrariedades en la vida.

Pero para hacerse compatible hay que tener un buen mapa de ella a riesgo de quedar triturado si el mapa contiene errores groseros. Algo que se logra con la educación, es decir como eso que en condiciones idóneas -como señala la paideia (I) griega- viene a superar la profunda ignorancia que traemos al nacer. En este post hablé de las relaciones de la ignorancia con la salud mental según Jesus G. Maestro.

La ficción.-

La ficción es el conjunto de actividades humanas (del Yo operatorio) que forman parte de la realidad pero no son la realidad en el sentido de que no son entidades operativas sino estructurales (Maestro 2009). La realidad concede existencia generosamente a la ficción siempre que se sepa que la ficción no es la realidad y le concede existencia en cuanto fábula. La literatura, la música, las artes plásticas, el cine, el teatro, la poesía y sobre todo las ideologías son ficciones toleradas por la realidad siempre y cuando mantengan ese estatuto nombrado de ficción o de utopía en el caso de las ideas políticas que muchas veces compiten con la realidad en su propio campo operatorio y que fracasan cuando se alejan demasiado de ellas.

Star wars es una historia que nunca sucedió, como sucede con los mitos o con los personajes literarios pero la batalla de Waterloo y Napoleon si existieron, son sujetos históricos y por tanto supraindividuales, son M2.

La realidad tampoco puede reducirse a un hecho psicológico, no es realidad lo que nosotros construimos como tal. este mentalismo de origen hegeliano que dice que la realidad es un constructo de nuestra mente es también falso y contradictorio con las ideas de Gustavo Bueno y gran parte de la psicología moderna positivista es una falacia y el reduccionismo biologicista también. La realidad es insoluble en deseo de M2.

Si yo pudiera añadir algo de mi propia cosecha a estas ideas me preguntaría donde están los sueños, la creatividad, el lenguaje, la culpa o el amor. En este sentido me parece procedente volver al concepto de lo Real en Lacan. Lo Real es la letra, la cifra, la fórmula que explica la realidad aunque ella misma carezca de materialidad. Es en realidad un Ideal como sucede con la geometría euclidea: no existe en la naturaleza, pero poco importa, pues el plano de una casa no es la casa aunque sin plano no habría casa.

En opinión de Lacan el lenguaje preexiste al habla -como la culpa al castigo-, es por eso que los niños no aprenden a hablar sino que son que son capturados por el lenguaje: de hecho un niño entiende lo que se le dice mucho antes de que sea capaz de hablar. ¿No es lo mismo lo que sucede con el amor?

Que preexiste al amante o al amado que en cualquier caso operan como señuelo, en este caso también el amor (o el odio) nos captura para después encontrar al amado o al enemigo. Todo delirio se culmina cuando se identifica al enemigo.

En este sentido -si Gustavo Bueno viviera- me gustaría preguntarle ¿A qué materialidad corresponden estos conceptos?

Pues no vale con decir que son constructos psicológicos: ni el amor, ni el lenguaje, ni la culpa son reducibles a algo psicológico.

Y como no me contestaría seguiré pensando en el mito: Eros hace concreta a Ananké (Necesidad).

Con lo que de nuevo estamos en el terreno de la metafísica. ¿Pero a quién le importa?

 

(I) Diferencias entre paideia y terapia


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