El termino probiótico fue introducido por primera vez por Lilly y Starwell en 1965 y se refiere a ciertos microorganismos que tienen la capacidad de estimular o modular el crecimiento de otros, sin que tengan ningún efecto perjudicial sobre el huésped, al que aportan numerosos beneficios.
Prebiótico sin embargo es una sustancia no digerible que aportan efectos beneficiosos al huésped estimulando selectivamente bacterias autóctonas del mismo. Siendo los simbióticos sustancias que combinan efectos pre con probióticos.
Hace ya más de un siglo que el premio Nobel Illya Metchnicow intuyó que ciertos microorganismos estaban relacionados con la longevidad y postuló que eran las bacterias acido-lácticas las responsables de este efecto sobre la salud.
Los probióticos son tres clases de microorganismos, todos ellos relacionados con la fermentación: los lactobacilos, los bifidobacilos que son bacterias y los hongos Sacharomyces boulardii y el Sacharomyces serevisiae (la levadura de ceveza).
En realidad se trata de dos hongos comercializados desde antiguo, el Sacharomyces boulardii, es la conocida Ultra-levura que se usa en medicina desde hace mucho tiempo para el tratamiento de las diarreas postantibióticos.
Con respecto al uso de los probióticos, su uso es hoy en cierta forma experimental, porque aun no se conocen las enfermedades concretas que pueden beneficiarse de unos u otros. El lector interesado tiene en la bibliografía una magnifica revisión del tema recogida en forma de tablas sobre qué microorganismo y qué patologia concreta puede tratarse con él, asi como las dosis-
También podrá encontrar una amplia gama de enfermedades y cual es el estado de la investigación sobre ellas, así los autores hablan de evidencias, acciones demostradas y usos experimentales de los distintos grupos de microorganismos.
En el siguiente cuadro podemos observar los efectos sistémicos que tienen los probióticos.
Las enfermedades sobre las que los probióticos han demostrado algún tipo de eficacia son las siguientes:
- Diarrea del viajero.
- Diarrea y cólico del lactante.
- Diarrea infecciosa pediatrica.
- Diarrea post antibiótica y post radiación.
- Colón irritable.
- Colitis ulcerosa (ciertas evidencias)
- Enfermedad de Chron (ciertas evidencias)
- Enterocolitis necrotizante (ciertas evidencias)
- Depresión y ansiedad (ciertas evidencias)
- Diarrea por quimioterapia.
- Enfermedad de Alzeheimer (ciertas evidencias)
- Artritis reumatoide (ciertas evidencias).
- Erradicación el Helicobacter pylori y la ulcera gastroduodenal.
- Asma y rinitis.
- Vaginitis
- Eccema atópico.
De todos estos efectos los más interesantes en mi opinión son los que están relacionados con la cascada de la inflamación y la demostración por O´Mahony et alters en 2005 que las citoquinas -mediadoras de la inflamación a través del cerebro pueden ser moduladas por ciertos lactobacillus que a su vez podrían ser tratamientos eficaces para la depresión. Dicho de otra forma: la depresión-ansiedad y el síndrome de intestino irritable estarían conectados a través de las citoquinas cerebrales, siendo el vago su autopista principal.
Es por eso que algunos autores hablan de que los probióticos deben ser considerados psicofármacos.
Mi experiencia personal actual está relacionada con el tratamiento del colón irritable y se circunscribe al uso de tres cepas: el “Lactobacillus rhamnosus” (Ergyphillus) el “Lactobacillus reuteri” y la ya nombrada “Sacharomyces boulardii” (Ultra levura).
Todos baratos y no financiados por la seguridad social, claro.
Bibliografía.-
Otra mucho más sistemática de la revista gastroenterology.