No cabe ninguna duda de que España es el país que menos ayudas a la familia recibe tal y como podemos ver en el gráfico anterior. Algunos ven precisamente en eso la causa de que las mujeres españolas tengan tan pocos niños. ¿Quién se atrevería en meterse en todo este tema de la crianza de hijos sin unas buenas agarraderas públicas?
La proporción de hijos/mujer ha de llegar a ser de 2,6 para asegurar el reemplazo generacional pertinente, muy lejos del 1,4 de media en la mujer española. Según estos índices la política demográfica en Europa va hacia el colapso.
Se trata pues de un problema de estado ausente en los programas electorales de todos los partidos. Una ausencia bien elocuente.
Recientemente en “Informe semanal de RTVE” se llevó a cabo un reportaje sobre esta cuestión que se relaciona dramáticamente con otros fenómenos: la inmigración, la vivienda, los horarios de trabajo, etc. Todo parece estar relacionado con todo y de ello se deriva una conclusión: las mujeres no tienen hijos porque tener hijos es muy caro y el Estado no da ayudas suficientes. Dicho de otra manera: sin subsidios no hay niños.
Lo interesante de este informe es que se está pensando en un tipo muy concreto de mujer cuando pone el acento en el tema de la “conciliación”, al parecer si hubiera más conciliación -dicen algunos expertos- las mujeres se animarían a tener más hijos.
Pero lo cierto es que las mujeres que tienen un buen empleo o una carrera profesional que atender son una minoría. ¿Qué es lo que piensan esa gran mayoría de mujeres que trabajan por obligación?
Cuando se habla de estos temas suele ponerse el acento en estas otras soluciones:
- Más guarderías y gratuitas.
- Horarios laborales flexibles y a la carta.
- Subsidios por cada hijo (cheque-bebé).
- Ventajas fiscales a la familia, etc.
No deja de ser curioso que todo este paquete de medidas esté relacionado y destinado a conseguir que las mujeres trabajen al tiempo que se benefician de estas medidas. Es como si el trabajo de la mujer (fuera de casa) fuera algo sagrado que hubiera que preservar a toda costa.
¿Pero qué pasa con las mujeres que no trabajan?¿O que están en paro? O que han decidido dejar de trabajar para atender a sus familias?
Qué es un ama de casa.-
No cabe duda de que un ama de casa es una entidad poco deseable en el imaginario “progresista” actual. Las mujeres quieren trabajar, ya lo estoy oyendo, por aquello de la igualdad. ¿Pero qué sucedería si un partido político propusiera una renta similar al salario mínimo interprofesional para estas amas de casa?.
¿No hay ya un partido que propuso una renta universal a cambio de no hacer nada?
Yo propondría una renta de ama de casa pues es precisamente el ama de casa una de las ocupaciones con mayor retorno social , mucho más que un parado. Paradójicamente las amas de casa no pueden cotizar ni recibir una pensión a pesar de que son el eje vertebrador de la sociedad. Antes de protestar, pensad en como usaís a vuestras mamás. de no ser por las abuelas, la mayor parte de mujeres no podrían trabajar. Ellas se han liberado gracias a esclavizar a las abuelas.
Dicho de otro modo: la liberación de la mujer en España es posible gracias a la cohesión familiar de nuestra cultura, sin ella ninguna mujer se atrevería ni con el primero.
Un ama a de casa es una economista a escala, una enfermera, una monitora educativa, una acompañante de la tercera edad, una cocinera, una hilandera, un fontanero, una limpiadora. Dicho de otra manera un trabajador multitarea que mantiene vivo ese fuego que llamamos hogar y que no recibe a cambio de eso nada del Estado.
Un ama de casa es un intangible que no sale en los presupuestos del Estado pero que es el soporte de la sociedad.
Ni los subsidios, por hijo, ni las guarderías gratuitas -esos antros que tanto se parecen a las instituciones totales que Goffman describió- ni las deducciones fiscales por sí mismas procuran el mismo beneficio social que un ama de casa criando y educando hijos.
Cualquier política de familia ha de poner el punto de mira en un aumento de la demografía y no en facilitar el trabajo de las mujeres, no sea que esa facilitación -como es previsible- no se traduzca en un crecimiento de la población infantil.
Las abuelas ya están demasiado explotadas.
Las guarderias son lugares insalubres