Quantcast
Channel: neurociencia neurocultura
Viewing all articles
Browse latest Browse all 778

La personalidad, una entidad rugosa (XXV)

$
0
0

Es seguro que habéis comido alguna vez espaguettis y también estoy seguro de que saben como se comen. Se trata de enredarlos con el tenedor -que se coge con la mano derecha (si es usted diestro)- y después usar la cuchara -que reposara en la mano izquierda- y usarla como plataforma para aplanarlos y poder hacer de ellos un bocado. A veces algún espaguetti se enreda y no tenemos mas remedio que pillarlo al vuelo con la boca y cortarlo con los dientes. Es imposible comerse los espaguettis de uno en uno y por eso no hay más remedio que hacer con ellos un ovillo usando cuchara y tenedor.

Fue así -comiendo espaguettis que caí en la cuenta de que sería una perfecta metáfora de lo que quiero decir sobre la personalidad. Recordaré no obstante algo que dije más atrás: el temperamento es unidimensional, puede representarse en una recta, una especie de continuum entre un extremo y otro, por ejemplo, el par miedoso-temerario, cualquier niño puede ser clasificado según ese continuo y la mayor parte de ellos ocuparán una posición central: el poder de la medianía. El carácter añade una segunda dimensión que se puede dibujar en un plano cartesiano y la personalidad añadirá una tercera dimensión cuando el carácter se haya establecido. Y no parará de cambiar con el tiempo, pues el tiempo, la cuarta dimensión añade complejidad a la personalidad que además cambia con la edad.

Lo importante es que el paso de 1 a 2 dimensiones en el carácter no sucede sin transiciones y lo mismo sucede con la personalidad y con mi plato de espaguettis. No hay mejor imagen para esquematizar la personalidad (aunque podamos imaginarla como un cubo) que un plato de espaguettis pues sus dimensiones parecen fluctuar entre dos y tres dimensiones; en cualquier caso para comerlos hay que aplanarlos pues siempre están enredados unos con otros. Entre 2 y. 3 dimensiones hay infinitas probabilidades decimales, pero esta idea no es mía propia sino que procede originalmente de Benoit Mandelbrott.

Posiblemente, el artículo más famoso del genio polaco fue aquel que versaba acerca de la infinitud de la línea de costa de los países. Su premisa era sencilla, las costas están llenas de entrantes y salientes, tanto a la escala geográfica (bahías, cabos, golfos, rías) como de las rocas, como a la de los átomos. Eso significa que, si tomamos una cinta métrica de 1 kilómetro y tratamos de ajustarla a la costa para medir su contorno, nos comeremos entrantes y salientes haciendo que nuestra medida se quede corta. A medida que tomemos cintas métricas más pequeñas la medida será más real y larga, haciendo a la línea de costa (en teoría) infinita si tuviéramos la cinta métrica adecuada.

De hecho, se dio cuenta de que, si bien una línea no fractal tiene 1 dimensión y que un plano tiene dos dimensiones, las extrañas costas de los países en su infinitud de pliegues, debían estar en algún punto entre esas dos dimensiones. Así es como la costa de Sudáfrica tiene una dimensión de 1,02 mientras que la de Gran Bretaña alcanza la dimensión 1,25.

Dicho de otra manera: la geometría que usamos -euclidiana- es una geometría ideal, pero la realidad tiene accidentes donde nuestros instrumentos de medida no sirven de nada. Es por eso que Mandelbrott inventó la escala fractal como instrumento de medida, es decir la geometría fractal.

Pero el eneagrama es también una estructura geométrica, de ahí que sea procedente usar la geometría fractal aplicada a la personalidad, a lo que hasta ahora he llamado fractales: estructuras autosimilares que se repiten en distintas escalas a través de los eneatipos. Es así que podríamos decir que la personalidad tiene entre dos y tres dimensiones y más que eso: contiene rugosidades como la costa gallega o cualquier otra.

Como mi plato de espaguettis.

El mundo real es rugoso, no uniforme.

Y es por eso que la personalidad es tan difícil de atrapar con las clasificaciones clásicas que parten de una concepción estática y lineal de la misma.

Autosimilitudes en los eneatipos.-

No existen personalidades cerradas y todos los eneatipos participan de una manera u otra en otros, si bien a distintas escalas y con distintas motivaciones -pues lo que define un eneatipo es la motivación-, así:

El E1 tiene tendencia a la excelencia como el E3 pero el primero se esfuerza en hacer las cosas como deben hacerse según piensa él, y el E3 según lo que valoran los demás o lo aceptado socialmente.

El E2 con el E7 coinciden en la parte Peter Pan de infantilismo, aunque el E2 es infantil de una más externa ( llamando la atención, conducta histriónica ) mientras que en el E7 el infantilismo se traduce más en una falta de compromiso y búsqueda de placer. 

El E4 comparte con el E8 la rebeldía y la intensidad. En el E4 es como un modo de demostrar su singularidad y en el E8 como una búsqueda de sensaciones y desafíos que lo hagan sentirse vivo.

El E3 con el E7 la hiperactividad. El E7 es por su tendencia a la dispersión y el E3 por ser competente en más cosas y sentirse más valorado así.  

El E5 con el E4 búsqueda de lo extraordinario, en el primero como manera de alcanzar un ideal o un descubrimiento único y en el E4 es una búsqueda más relacionada con su excentricidad.

El E5 con el E1 en la exigencia. El E5 no demuestra ser exigente con los demás de manera externa porque no tiene tendencia a la moralidad pero por dentro ha evaluado a los demás y a veces no es consciente de lo exigente que es con aquellos que considera de su confianza. El E1 si demuestra su exigencia y la impone. 

El E6 con el E1 por el sentido del deber y de la moral pero el E1 se rige por su propio criterio y el E6 se adapta al criterio del grupo para obedecer. 

El E7 tiene una fachada encantadora y tiende a la manipulación como los E2 . El E7 para conseguir objetivos concretos y favores que les satisfagan , y los E2 para conseguir vincularse y atraer a los otros.

El E8 tiene la capacidad de liderazgo de los E3 pero los E8 lideran dominando y los E3 con su don de gente y eficiencia. 

El E8 como el E2 es bastante invasivo e intrusivo. 

El E9 es indolente como el E5. Y tiene mucho aguante y resistencia. El E9 es así desde ese abandono de si mismo que prioriza el apego y el E5 desde la fortaleza mental y el desapego social.

Autosimilitudes en las alas.-

Los eneatipos guardan relaciones con sus vecinos a los que llamamos alas, así cada eneatipo tiene rasgos de una de sus alas y en sentido recíproco, Es por eso que algunas personas tienen dudas sobre su eneatipo porque saben que comparten rasgos con algún vecino, lo que les diferencia son matices en su motivación:

El E1 del ala E2 comparten su capacidad de persuasión, su lógica.

El E1 del ala E9 el pragmatismo.

El E2 del ala E1 la victimización de lo que los demás no hacen y él si.

El E2 del ala E3 la seducción y el deseo de aceptación.

El E3 del ala E2 estar orientado hacia el otro más que hacia si mismo.

El E3 del ala E4 la tendencia a compararse con los demás y resultar único.

El E4 del ala E3 el deseo de destacar, de tener éxito.

El E4 del ala E5 las ganas de saber para expandir su creatividad y originalidad.

El E5 del ala E4 la facilidad de introspección y su creatividad.

El E5 del ala E6 la capacidad de predecir por su capacidad de análisis para obtener seguridad.

El E6 del E5 para asegurarse que no está solo en sus opiniones.

El E6 del ala E5 tiene la capacidad para hacer un buen análisis mental de las situaciones. El E6 del ala E7 tiene la facilidad para ser aceptados en un grupo o aprovecharse de su desvergüenza.

El E7 del ala E6 tiene la ansiedad pero en E7 es una ansiedad por probar cosas para ver con cuál quedarse, cuál rellena su vacío y la ansiedad del E6 es por la indecisión y la duda de acertar. El E7 tiene del ala 8 la pasión por los excesos y el poder y la tendencia a la adicción.

El E8 tiene del ala E7 la independencia y la falta de ajustarse a una estructura, la falta de compromiso. El E8 tiene del ala E9 la habilidad para tranquilizar a los demás en su afán de protección.

El E9 tiene del ala E8 la terquedad. El E8 se impone o domina manteniéndose en su postura y el E9 se refugia en la idea y de ahí no sale por pura pereza a discernir si de verdad esta de acuerdo con ella o ha sido conducido hasta allí.  El E9 tiene del ala E1 su tendencia a mantener posturas más clásicas, su conservadurismo.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 778

Trending Articles