Yo nunca tuve miedo al clima, he viajado mucho, con niebla, lluvia, nieve, calor extremo. Incluso hice un viaje en coche hasta Dinamarca y en camping, hasta el estrecho de Kategat. Más de la mitad de ese viaje estuvo presidido por la lluvia y el viento báltico y la tienda de campaña incluso en un momento nocturno se plegó sobre sí misma y nos tuvimos que refugiar en el coche. Lo cierto es que en tierra de agricultores se sabia mucho sobre el clima y algunos sabían predecir el tiempo que haría al día siguiente pero como yo no era agricultor nunca me interesé por ello, simplemente vivía de espaldas al clima y nunca consultábamos las predicciones de Mariano Medina, me refiero tanto a mi como al resto de conciudadanos míos.
Pero reconozco que hoy tengo miedo al tiempo y no por los últimos sucesos sino porque existe una atmósfera de miedo, de impredictibilidad.
Pero es verdad que algo le ha pasado al clima y los que estamos por encima de los 70 tenemos un buen segmento histórico de observación. Cuando era joven y estoy hablando del clima de Castellón y su provincia, llovía en Septiembre, hacia calor en Julio, refrescaba en la segunda quincena de Agosto y hacia frio (nunca demasiado) en invierno, nevaba en raras ocasiones (solo vi nieve dos veces en Castellón). Las estaciones estaban muy marcadas y ahora parecen haber desaparecido. No deja de ser curioso que hoy 3 de Noviembre y a pesar de la DANA tengamos 20 ª y un 83% de humedad, es decir lo que antes llamábamos basca,
Es cierto, el clima ha cambiado, pero mi percepción es que se ha prolongado la estación cálida y que las tormentas son más agresivas pero siguen siendo cíclicas en nuestra zona. «Gota fría» le llamábamos antes cuando llovía en Septiembre. Otra cosa es saber el motivo de este cambio: la comunidad científica está dividida y hay quién piensa que este cambio es atribuible al hombre mientras otro grupo de estudiosos creen que se debe al metabolismo del sol. La verdad es que estos episodios de gota fría son endémicos en las costas valencianas, y se conocen desde antiguo cuando el cambio climático no era atribuible a la acción del hombre. Mi opinión es que estos fenómenos son cíclicos y aun admitiendo que son mucho mas agresivos hoy, me cuesta entender la atribución a una causa humana, sin tener en cuenta otras variables como por ejemplo la urbanización de las torrenteras. Lo cierto es que el cambio climático sea cierto o no, es también un negocio, que lleva aparejado cambios alimentarios (insectos y gusanos en lugar de vacas), cambios en la red hídrica (supresión de embalses), energías renovables, coches eléctricos etc. Es decir existe toda una industria detrás de ese cambio que se pretende sea universal.
¿Gota fría o DANA?.-
Cambiarle el nombre a las cosas siempre es sospechoso, pues nuestra percepción sobre un determinado fenómeno no es la misma. Además es muy posible que la mayor parte de la gente no entienda ese acróstico de siglas en inglés, pero sepa muy bien qué es la gota fría.
Mas claramente: Se le llama DANA para que no caigamos en la cuenta de que antes le llamábamos gota fría, para que no caigamos en que se trata del mismo fenómeno. Si le cambias el nombre a un fenómeno cualquiera la percepción que tenemos de él es distinta. En este caso un misterioso fenómeno del cambio climático. Ese gran negocio.
En el lado contrario, los conspiranoicos apelan a un organismo misterioso llamado HAARP que manipula el clima quién sabe para qué objetivos, así HAARP genera erupciones volcánicas, terremotos, inundaciones, incendios, y toda clase de fenómenos extremos. Pero lo cierto es que el clima no se manipula. Basta con manipular las palabras como bien sabía Gramsci, se llama neolenguaje.
Lo cual no significa que el cambio climático no exista sino que no está claro si es por la acción del hombre. Es simplemente una forma para controlar a la gente y llevarla como un rebaño a los bebederos. No es necesario negar el cambio climático para darse cuenta de que ahí hay trampa.
¿Para qué sirve la predicción del tiempo?
¿Para qué sirve AEMET?
Es verdad que este organismo gubernamental sirve para predecir el clima, sobre todo los fenómenos tormentosos, las nevadas, el tiempo en la mar, el calor extremo o la niebla, es decir todo aquellos fenómenos que son peligrosos para la conducción en carretera, la deshidratación en verano o golpes de calor y las terribles inundaciones que estamos viendo estos días. Sin embargo lo que está sucediendo en la Comunidad valenciana era un cisne negro, es decir algo que no se podía prever en toda su intensidad. Se trata de una teoría de Nicholas Taleb que más o menos dice así:
La teoría del cisne negro o teoría de los sucesos del cisne negro es una metáfora que describe un suceso sorpresivo (para el observador), de gran impacto socioeconómico y que, una vez pasado el hecho, se racionaliza por retrospección (haciendo que parezca predecible o explicable, y dando impresión de que se esperaba que ocurriera). Fue desarrollada por el filósofo e investigador libanés Nassim Taleb. Ejemplos de «cisnes negros» pueden ser: el inicio de la Primera Guerra Mundial, la gripe de 1918 o los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Dicho de otro modo:
Un cisne negro no se puede prever pero cuando ya ha sucedido se racionaliza y se buscan las causas —generalmente culpógenas— de su origen. Y suelen encontrarse.
El problema del cisne negro implica:
- El desproporcionado papel de alto impacto, difícil de predecir, y los sucesos extraños que están fuera del ámbito de las expectativas normales de la historia, la ciencia, las finanzas y la tecnología.
- La no computabilidad de la probabilidad de los sucesos raros consecuenciales utilizando métodos científicos (debido a la naturaleza misma de las probabilidades pequeñas).
- Los sesgos psicológicos que hacen a las personas individual y colectivamente ciegas a la incertidumbre e inconscientes a la naturaleza masiva del suceso extraño en los asuntos históricos.
A diferencia del problema filosófico anterior del cisne negro, la teoría del cisne negro se refiere solo a los sucesos inesperados de gran magnitud, consecuencia y su papel dominante en la historia. Estos hechos, considerados atípicos extremos, colectivamente juegan un papel más fundamental que los sucesos regulares.
¿Pero entonces para qué sirven los sistemas de predicción del clima si no pueden predecir los cisnes negros?
Si se puede predecir entonces no es un cisne negro
Lo que predicen son fenómenos de una probabilidad media, pero siempre operan sobredimensionando el problema (excepto cuando es un cisne negro). Es por eso que el publico cada vez le tiene más miedo al clima, por el continuo bombardeo de alarmas y de predicciones caso siempre apocalípticas. Y paradójicamente le hacen menos caso a las predicciones como en el cuento de Pedro y el lobo.
Predicciones y alarmas que son del todo redundantes: que en verano Xativa llegué a 40ª es normal, que nieve en el Pirineo es normal, que llueva en Galicia es normal tanto como la gota fria en el Este ibérico. ¿Hace falta todo ese despliegue de profesionales prediciendo lo usual, aquello que no debería ser noticia?
¿Qué impacto tiene todo este despliegue en la población?
Todos pensamos que estamos protegidos y tenemos un exceso de confianza, pero no lo estamos frente a los cisnes negros, que son —recordémoslo— impredecibles.
Ahora bien lo que sucedió después de que se desencadenara la inundación ya no es un cisne negro, se llama negligencia. De todas las administraciones. Todos nos han fallado.
Algo que le viene muy bien a los que pretenden hacer negocio con el cambio climático, ¿pues quién va a negarlo después de lo que hemos visto en Valencia?
Mis condolencias a mis conciudadanos valencianos