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¿Educación o civilidad? (II)

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harrisAquellos de ustedes que leyeron el post anterior ya conocen a estas horas una de las razones que me animaron a escribir esta serie de post donde intento relacionar los axiomas de la civilidad con las enfermedades, trastornos o disfunciones sociales.

Terminaba aquel post con esta frase:

“No es la educación sino la civilidad, pues no se puede educar en valores en los que la civilización no cree”.

Este post precisamente va a abordar esta cuestión a propósito de un libro de Judith Harris titulado “El mito de la educación” y que es uno de esos libros heréticos que cuestionan gran parte de nuestras convicciones domésticas a la luz de las neurociencias y que de alguna manera denuncia el divorcio entre el poder politico, educativo y social en confrontación con los hechos, las evidencias científicas que van en la dirección contraria a lo que forma parte de las creencias compartidas por amplios grupos de población

Comenzaré por nombrar las tres leyes biológicas -genéticas- que gobiernan los rasgos conductuales y que fue expuesta por Turkheimer en el año 2000 en un articulo de culto y muy provocador titulado “Tres leyes de la genética de la conducta y su significado“. Sin duda uno de los hallazgos fundamentales de la psicologia cientifica a la que por cierto siguen sin asumir gran parte de los psicólogos y no digamos ya los politicos, los jueces y el publico en general. Son estas:

1.- Todos los rasgos conductuales humanos son hereditarios.

2.-El efecto de criarse en una misma familia es menor que el de los genes.

3.- Una porción sustancial de la variación de los rasgos conductuales humanos no se explica ni por los efectos de los genes ni por las familias.

Los valores de heredabilidad de un rasgo conductual se situa aproximadamente en torno al 0.25-0,75, siendo la media el 0,5, lo que a efectos prácticos significa que la mitad de la variación de la inteligencia y de los rasgos de personalidad son hereditarios.

Si la mitad de la variación es genética es evidente que la otra mitad será atribuible al medio ambiente.

Lo lógico es que cuando hablamos de medio ambiente pensemos enseguida en la familia y en los entornos de crianza, pero “medio ambiente” es algo que va mucho más allá de eso, un niño puede haber tenido una enfermedad, un accidente o cualquier otra calamidad en su infancia que tambien debe ser contabilizada como “medio ambiente”, por no hablar del entorno fetal que también lo es, es por eso que los genetistas hablan de medio ambiente compartido (aquel que comparten todos los hermanos o miembros de una familia) y el medio ambiente exclusivo que difiere para cada caso particular (un hermano tuvo la meningitis y el otro no).

El asunto sorprendente es que el medio ambiente compartido solo representa el 10% o menos de toda la varianza, lo que significa que en términos estadísticos es irrelevante, y señala en la dirección de que el medio ambiente exclusivo es más importante que el medio compartido, es decir que las experiencias con amigos o iguales tiene más importancia e influyen más en nuestra personalidad que la crianza que compartimos con nuestros hermanos.

El ambiente civiilizatorio compartido.-

De manera que falta algo pues lo heredable o lo genético, lo innato y lo adquirido todo junto no pueden explicar toda la variabilidad humana. Hemos de buscar en otro lado.

Pues la verdad es que el papel de los padres- a la luz de los datos presentados por Harris es más que dudosa si apelamos solo a eso que hemos llamado al “entorno compartido”. Aunque hay que recordar que esos estudios se hicieron con población normal y que no son superponibles a lo que sucede con la patología psiquiátrica, aunque no son de esperar grandes diferencias en cuanto a ella.

Dicho de otra manera: la influencia de la crianza en los accidentes psiquiátricos de los individuos son poco importantes, aunque pueden serlo en los extremos.

Si bien:

No puede dudarse de que las poblaciones psiquiátricas -en cualquier caso se hallarian en un extremo de la varianza y que los malos tratos en la infancia, las negligencias parentales, los abandonos o las perdidas tienen alguna relevancia entre la patologia psiquiátrica que presentan los pacientes reales, pero es cierto que esta varianza no puede explicar las diferencias entre hermanos criados en un mismo entorno compartido.

Mi opinión es que los padres tienen “alguna relevancia” en el futuro de sus hijos: la principal de ellas es la protección que hacen de sus vástagos en tanto son los que pueden decidir en qué grupo social van a desarrollarse o socializarse estos. Debe ser por esta razón por la que los defensores de la educación pública llevan a sus hijos a la educacion privada igual como hacen los conservadores o ricachones. Lo cierto es que es de sentido común la idea de que las compañías o el vecindario o barrio en el que se socialicen nuestros hijos -sobre todo si pasan mucho tiempo solos o en la calle- van a determinar su futuro mucho más de si estamos divorciados, las madres trabajan y no tienen demasiado tiempo para atenderlos o si la pareja parental es homosexual. Cosa que no agrada nada a la derecha.

Más importantes me parecen las creencias compartidas por la población, lo que llamo “ambiente civilizatorio compartido”. Algo muy parecido al concepto de zeitgeist, el espíritu de nuestro tiempo. Dicho de otra forma: el imaginario colectivo.

El espíritu de nuestro tiempo es un intangible que contiene claúsulas que se comportan como virus o mejor como memes: parasitan las mentes individuales y se contaminan de indviduo en individuo creando una masa critica de creyentes que operan como disuasores de cualquier desviación. Como los seres humanos estamos diseñados para ser gregarios o sociales y sabemos que lo mejor que podemos hacer para ser aceptados por el grupo es hacer y pensar como ellos, estos memes acaban reclutando un sin fin de “creyentes” en cualquier cuestión que afecte al espíritu del cuerpo social. Los herejes son sencillamente sometidos al marasmo y exiliados del grupo.

Sintomas psiquiátricos atribuibles al zeitgeist.-

Me gustaría en este momento que el lector diera un vistazo a los criterios operativos para el diagnóstico de TLP (trastorno border-line de la personalidad) que puede consultar en este enlace:

El lector sagaz ya habrá descubierto después de este vistazo que los síntomas de este síndrome derivan de tres condiciones paralelas:

  • Impredictibilidad para proyectos a largo plazo e inestabilidad.
  • Alteración de la Identidad y de la autoimagen.
  • Disregulacion del humor e incapacidad de suprimir emociones sobre todo las negativas.

Dicho de otra forma: algunas patologías psiquiátricas no dependen de la educación recibida, ni de la genética, ni de la crianza, sino del zeitgeist, esto es de las creencias compartidas por el cuerpo social y que se contaminan de cerebro en cerebro y son, por tanto, insensibles a la educación. Intente usted prohibir a sus hijos que chateen por Internet y verá lo que sucede,

La educación no puede educar en valores distintos al espíritu de nuestro tiempo, solo podemos moralizar sobre ello.

Una creencia de nuestro zeigeist es ésta de aquí:

“No sólo nos creemos con derecho a poder elegir cualquier cosa sino que cualquier cosa es elegible”.

Se trata de una creencia que no puede subsistir sin un cierto grado de repudio y por tanto de construcción de irrealidades, se trata de una creencia fácil de comprender y de seguir pues no implica esfuerzo en ningún caso. Se trata de una creencia que infiltra todos los dominios de la mente, la identidad y la inhibición de las conductas negativas, la erosión de la autoridad y la ganancia de conocimiento. Se trata de una creencia central en la vida moderna y es por eso que es generadora de enormes bolsas de sufrimiento cuando se confronta con la realidad.

Estamos en manos de un espíritu, el de nuestro tiempo.

Entrevista a Judith Harris



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