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La histeria del trauma (VII)

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La disociación es un mecanismo arcaico que representa el tertium ínter pares, entre los dos grandes: la lucha y la huida. Está muy representado en toda la escala animal. al menos entre los mamíferos y ha recibido varios nombres: el “freezing”, la congelación o la convulsión critica. Algo así como “hacerse el muerto” que es una manera de despistar al depredador que está cableado para perseguir comida viva.

Pero la disociación tiene costes y a pesar de que es una estructura neurológica evolucionada para procurar analgesia y anestesia para momentos difíciles, como por ejemplo en las experiencias cercanas a la muerte, pero también tiene costes derivados de su ejecución a largo plazo. La disociación es un mecanismo que puede operar e interferir no solo sobre la motilidad (convulsiones disociativas, o parálisis conversivas, sino también sobre la memoria (amnesia disociativa), sobre la sensibilidad (dolor), sobre la identidad sexual (confusión de identidad sexual), sobre los objetos protectores o amenazantes (como en algunos trastornos de la personalidad) y sobre la identidad personal (no recordar nada sobre la propia historia), sobre la conducta y sobre la cognición. La disociación es un mecanismo robusto con pocas sutilidades que ejerce su función a través de la compartimentalización: desagrega contenidos del recuerdo y separa lo que necesariamente ha de estar unido. La disociación es como una maleta abandonada en una estación. No sabemos lo que contiene ni a quién pertenece.

La disociación según Putnam.-

De acuerdo con Putnam (Putnam, 1994), disociación es un proceso que produce una alteración en los pensamientos, sentimientos o actos de una persona de forma que, durante un periodo de tiempo, ciertas informaciones que llegan a la mente no se asocian o integran con otras, como sucede en condiciones normales.
Por otro lado, M. Steinberg (Steinberg, 1994) comenta que las experiencias disociativas se caracterizan sobre todo por una “compartimentalización de la consciencia”. Esta expresión se refiere al hecho de que ciertas experiencias mentales de las que se espera normalmente que se procesen juntas y al mismo tiempo (pensamientos, emociones, sensaciones, recuerdos y el sentido de la identidad), se encuentren aisladas funcionalmente unas de otras permaneciendo en algún caso inaccesibles a la consciencia o a su recuperación amnésica voluntaria.

En este sentido, la disociación puede ocurrir en el ámbito de la percepción (p.ej. atención focalizada como en la absorción), conducta (p.ej. acciones automatizadas como conducir un coche), afecto (p.ej. el embotamiento de la respuesta emocional ante circunstancias abrumadoras), memoria (p.ej. amnesia de acontecimientos traumáticos) e identidad (como la inseguridad respecto de la propia identidad durante una despersonalización).

El “continuum” disociativo.-

Esta gradación de menos a más de fenómenos disociativos estaría constituida por una secuencia que iría de uno a siete, de la siguiente manera:

1. Estados de absorción (*)
2. Despersonalizaciones transitorias
3. Fenómenos hipnóticos
4. Trastorno de despersonalización
5. Amnesia disociativa
6. Trastorno de somatización
7. Trastorno de identidad disociativo

Todos ellos van desde la normalidad constituida por los fenómenos de absorción a las más graves formas de Trastorno de identidad disociativo.

La disociación explica nada más y nada menos que los siguientes trastornos o fenómenos psicopatologicos:

Despersonalización, desrealización, pensamientos / sensaciones intrusas, flashbacks, pérdidas de control y sentimientos de “lo ya hecho”, atención disminuida, estados de posesión y trance, sugestiones hipnóticas, absorción, atención dividida, amnesia psicógena, alteración de identidad e identidades múltiples, confusión de identidad, y los llamados síntomas médicos “inexplicables”.

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La teoria neodisociativa de Hilgard (1977).-

Ernest R. Hilgard en su libro Divided Consciousness. Multiple controls in human thought and action. 1986.”, introduce algunos conceptos fundamentales:

Sus planteamientos han sido considerados, por algunos autores, como el resurgir de las concepciones clásicas de Janet y, por otros, como una posición menos extrema y más innovadora que la postura clásica. El principal postulado de la esta teoría afirma que el funcionamiento mental está organizado en una serie de subestructuras de control de la conducta y pensamiento dispuestos en un orden jerárquico y de interdependencia. La teoría neodisociativa asume tres ideas básicas sobre el funcionamiento cognitivo (Hilgard, 1994): 1) Existen sistemas cognitivos subordinados o subestructuras de control, cada uno con cierto grado de unidad, persistencia y autonomía de funciones; 2) Existe algún tipo de control jerárquico que maneja la interacción o competición entre las estructuras; y 3) Debe existir una estructura de control a un nivel superior. Para Hilgard (1977) la «superestructura de control central» o ego ejecutivo unifica la experiencia consciente, planifica, maneja, y controla las funciones y conductas iniciadas por el resto de subestructuras.

Con el término «Neodisociación», Hilgard propone una nueva visión de los fenómenos disociativos y establece alguna discrepancia respecto a la teoría clásica de Janet. Así, la disociación “per se” no es un fenómeno patológico puesto que abarca experiencias que van desde la normalidad (p.ej., automatismos) hasta la patología, planteando ya la idea del «continuo disociativo» (Bernstein y Putnam, 1986; Frankel, 1990, 1996) que comenté más arriba. Por otra parte, y al igual que Janet, asume la noción de disociación parcial, en la que se dan interferencias entre las estructuras porque la desconexión no es total (Hilgard, 1991)

 

Interesa estos tres conceptos: el concepto de “observador escondido”, es decir de aquella instancia psíquica que “ se percata pero no sabe” junto con los de “distanciamiento” y “compartimentalización”.

Esta conceptualización “del que se percata pero no sabe” se encuentra en relación con la forma de percibir no consciente, implícita, fruto de la investigación en la hipnosis clínica y de la percepción inconsciente (Perrig, Wippich y Perrig – Chiello).

Todas estas aproximaciones de larga tradición en Psicopatologia nos permiten acercarnos paso a paso a las más recientes concepciones de J.R. Brown ( Brown, 2006) sobre la reorganización nosográfica de los dos grandes grupos de fenómenos disociativos, es decir, los fenómenos llamados de compartimentalización y los denominados de “distanciamiento” o “desvinculación” (detachment). La vieja idea de Freud de que el trauma unas veces se comporta como un quiste y a veces como una repetición.

La teoria neodisociativa de Hilgard supone una organización horizontal de la conciencia en lugar de una división vertical como Freud supuso en su conceptualización de lo inconsciente y se aproxima más a la idea clásica de Janet.

Veamos en primer lugar el grupo de los fenómenos de distanciamiento o desapego (detachment).

DISTANCIAMIENTO / DESAPEGO

Este grupo lo constituyen, de acuerdo con el planteamiento de Brown, las siguientes experiencias psicopatológicas:

1) EMBOTAMIENTO EMOCIONAL
2) DESPERSONALIZACIÓN
3) DESREALIZACIÓN
4) EXPERIENCIAS DE FUERA – DEL – CUERPO (Heautoscopia)
5) AMNESIA POR DEFICIT DE CODIFICACIÓN

COMPARTIMENTALIZACIÓN

Por otro lado, entre los fenómenos de COMPARTIMENTALIZACIÓN encontramos los siguientes:

1) SÍNTOMAS NEUROLÓGICOS NO EXPLICABLES
2) FENÓMENOS HIPNÓTICOS
3) EXPERIENCIAS DE LO “YA HECHO”
4) IDENTIDADES MULTIPLES
5) AMNESIA DEBIDA A UN DEFICIT DE RECUPERACIÓN

Habría un síntoma que se describe “a caballo” entre ambos grupos que sería la llamada “confusión de identidad”, es decir la sensación subjetiva de incertidumbre, perplejidad o conflicto en relación con la propia identidad de uno.

A continuación veamos las bases biológicas de estos dos tipos de fenómenos psicopatológicos.

Bases biológicas del distanciamiento o desapego.-

Según Holmes (2005), siguiendo a Sierra y Berrios (1998), se trata de un mecanismo de defensa biológico desarrollado para minimizar los efectos potencialmente debilitantes de una experiencia emocional extrema en situaciones de amenaza. Se desencadenaría cuando un aumento importante de la ansiedad provoca que desde el lóbulo prefrontal medial se inhiba el procesamiento emocional por el sistema límbico consiguiendo así una respuesta simpática reducida. El resultado es un estado deprivado de experiencia emocional que facilitaría la conducta adaptativa frente a una amenaza.

Como respuesta a corto plazo ante situaciones ocasionales de peligro es eficaz, pero se torna contraproducente para el sujeto si persiste o debe cronificarse ante amenazas traumáticas continuas.
Así se construiría por ejemplo un trastorno de despersonalización.

A nivel psicofisiológico se caracteriza por:

Medidas de la reactividad emocional:

1) Reducción significativa de las amplitudes de la conductancia de la piel y
2) Latencias de conductancia cutánea aumentadas A ESTIMULOS DESAGRADABLES pero no a neutrales o inespecíficos.

Y, en relación con respuestas neurales ante imágenes aversivas:

1) Respuestas neurales reducidas en regiones cerebrales típicamente activadas por estímulos emocionales (insula y cortex occipito – temporal) y

2) Respuestas neurales aumentadas en regiones asociadas con la regulación emocional (cortex prefontral ventral)

Bases biológicas de la compartimentalización.-

1) El fenómeno, según Holmes et al. (2005) y Cardeña (1994), incluye un déficit en la capacidad de controlar deliberadamente acciones o procesos que se encontrarían normalmente bajo control: incapacidad para codificar de manera integrada (p.ej. procesos o acciones inconciliables)

3) El déficit no puede ser superado por un acto de voluntad

4) El déficit es, en principio, reversible. Y

5) Puede ser demostrado que las funciones aparentemente interrumpidas operan normalmente y continúan influenciando los procesos cognitivos, las emociones y la acción.

Esta definición incluye síntomas como:

Amnesia disociativa, fugas, T. de Identidad Disociativos, síntomas físicos de conversión y somatoformes.

Fenómenos similares como amnesia, anestesia, pseudoalucinaciones, alteraciones motoras etc. que pueden ser producidos usando sugestión hipnótica también se incluyen dentro de los fenómenos de compartimentalización.

Extraído de este post de Francisco Orengo.

 

 

En otro orden de cosas recientemente escribí un post sobre la histeria y que titulé “Sick or disease” ya hablé de estos fenómenos disociativos en la histeria, de modo que no voy a volver a repetirlos aquí sino para señalar que:

La disociación que observamos en la histeria es el mismo fenómeno que observamos en otros desarrollos distintos de la esfera del trauma. Y : que la conversión no es posible sin disociación. De manera que la disociación es el fenómeno central de todo proceso psicotraumático.

Contrariamente a esta idea, no todos los sujetos traumatizados desarrollaran disociación, de donde podemos deducir que la disociación puede explicarse mejor desde una psicofisiología del “terreno”. Algunas personas son más susceptibles de disociarse que otras, mientras que una minoría de entre ellas pueden disociarse a voluntad: hablamos entonces de virtuosismo disociativo.

Disociación y neurociencia.-

Otra forma de pensar la disociación es a partir de ciertos postulados o hipótesis que la neurociencia ha ido poniendo a punto desde Freud para acá. Me refiero sobre todo a la hipótesis de Fodor de que la mente está fragmentada o compartimentalizada. En este post de Pablo Malo podemos leer algunas cuestiones relativas a este hecho.

Lo más importante de la teoría modular de la mente son estas cuestiones relevantes:

1.- Los distintos módulos de la mente están especializados en cierto tipo de tareas, del mismo modo suelos órganos de cuerpo.

2.- Cada módulo evolucionó con independencia de sus vecinos por tanto es posible que un modulo lleve su tarea con completa ignorancia para su vecino.

3.- Ciertos módulos se encuentran en la conciencia o cerca de ella, mientras otros son inconscientes.

4.- Los módulos no ocupan un lugar determinado sino que se encuentran distribuidos por toda la red.

5.- Los módulos representan subrutinas del mismo modo que sucede en los sistemas operativos de los ordenadores, algunos colaboran unos con otros, otros compiten pero la mayoría ni siquiera se conocen.

Significa que un módulo puede operar competitivamente con otro, mientras otros pueden cooperar entre sí. Si un módulo desconoce las actividades de otro representaría una explicación de la disociación: sencillamente una parte de nuestros módulos querría una cosa y otra serie de módulos perseguiría otros objetivos y más sencillamente: lo que aquí es displacer allí puede ser placer. Lo que aquí se conoce allí es un insabido.

Bibliografía.-

Hilgard, E.R. (1977). Divided Consciousness: Múltiple Controls in Human Thought and Actions. Nueva York: Wiley.

Hilgard, E.R. (1984). The hidden observer and múltiple personality. International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 32, 248-253.

Hilgard, E.R. (1986). Divided Consciousness: Múltiple Controls in Human Thought and Actions. (Versión ampliada). Nueva York: Wiley.

 

Los fenómenos disociativos: una revisión conceptual 2002. Sandra Perez y Mª Jose Galdón

(*)  La absorción se ha definido como «una disposición a entrar, bajo determinadas circunstancias, en estados psicológicos caracterizados por una reestructuración de ¡a fenomenología del Yo y el mundo (es decir, de la forma en que la persona experimenta el propio Yo y lo que le rodea). Estos estados más o menos transitorios pueden tener carácter de experiencia disociativa o integrativa aguda. Pueden reflejar además un foco interno o externo de reminiscencias, imágenes o imaginaciones» (Tellegen, 1992)



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