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El dilema del libre albedrío

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Escribo este post mucho tiempo después de haber participado en uno de esos debates que a veces se inician en Internet sobre el libre albedrío (free will) y que terminan en un infinito empate. Un debate inacabado y a mi juicio estéril como después aclararé. Para ir haciendo boca sobre el tema daré una definición:

“Libre albedrío significa la posibilidad de elegir”, una definición que me gusta más que la que propone Pablo Malo en este magnifico post: “Libre albedrío es la posibilidad de hacer lo contrario de lo que se llevó a cabo”. Tomaré este post como referencia para prolongarlo con mis propias apreciaciones.

Parece que la neurociencia ha demostrado que el libre albedrío es imposible y que de alguna forma estamos “predestinados” a llevar a cabo acciones que no hemos elegido, algo que parece desprenderse del experimento de Libet y otros argumentos que podéis encontrar en el post citado.

Hay tres tipos de opiniones sobre el asunto:

1-    Libertarios: creen que las leyes del Universo no son deterministas (no reconocen el determinismo causal que implica que toda causa tiene una causa previa y así hasta el origen del Universo) y que tenemos libre albedrío.

2-    Compatibilistas: reconocen que el determinismo causal es cierto (o puede serlo) pero creen que el libre albedrío es compatible con un Universo donde las leyes son deterministas.

3-    Escépticos del libre albedrío o incompatibilistas duros (Pereboom): son los que creen que no existe el libre albedrío. Consideran que las leyes del universo son deterministas y que el determinismo es incompatible con el libre albedrío. Tanto los libertarios como los escépticos del libre albedríos son incompatibilistas, es decir creen que determinismo y libre albedrío no pueden existir a la vez. La diferencia es que los libertarios creen que lo que no existe es el determinismo mientras que los escépticos del libre albedrío creen que lo que no existe es el libre albedrío.

En esta clasificación falta un grupo al que pertenezco: los que creemos que el libre albedrío existe y no existe. No se trata de un ejercicio de equidistancia o de compatibilismo. Se trata de que tengo un concepto bien distinto de la causalidad que se maneja como referencia. ¿Qué significa determinismo?

El determinismo puede existir en ciertos sistemas lineales pero no significan nada en relación con lo mental que se rige por leyes bien distintas: se trata de sistemas no lineales donde la determinación carece de contenido. Es cierto que toda conducta humana necesita un soporte biológico (no hay conducta, ni pensamiento ni subjetividad) sin un soporte pero el soporte es condición necesaria pero no suficiente, quien habla o piensa es una persona en una totalidad y no un trozo de su cerebro. Usualmente confundimos reaccionar (una célula puede hacerlo) con responder solo una persona puede responder a un otro que pregunta.

En mi opinión es imposible defender la no-creencia en el libre albedrío y prescindir del inconsciente, si quitamos al inconsciente de esta ecuación y solo admitimos la racionalidad como motor de nuestro psiquismo entonces si existe el libre albedrío podemos elegir, lo que nos conviene, la mejor opción o la que tiene menos riesgos, también podríamos elegir de quién nos enamoramos o nuestra orientación sexual, pero ¿cómo explicar la continua caída en decisiones estúpidas o peligrosas?, ¿cómo explicar que a veces decimos cosas que no creemos o que no quisimos decir, que cometemos estupideces que sabemos que no nos traerán nada bueno?, ¿cómo explicar los síntomas neuróticos que suceden siempre más allá de la voluntad?¿Por qué no podemos dejar de fumar usando la voluntad o la razón? ¿Por qué caemos siempre en el mismo patrón que ya sabemos -por experiencia- que nos lleva al fracaso? ¿Por qué tenemos actos fallidos?

Es en la clínica donde vamos a encontrar cientos de ejemplos que demuestran que los síntomas neuróticos no están ahí porque los hayamos elegido y la vida cotidiana nos da ejemplos bien conocidos que parecen apoyar esa idea.

Ahora bien el debate entre el libre albedrío sufre en mi opinión de varios adyacentes que superan el problema filosófico en sí mismo. En el articulo se plantea Pablo Malo el tema de la libertad pero lo lleva a extremos metafísicos cuando se pregunta ¿Podemos elegir donde nacemos? ¿Pedimos acaso nacer? Obviamente no, se trata de una pregunta absurda, ningún feto puede tomar decisiones y nos llevaría demasiado lejos en los planes de la vida si es que la vida tiene planes después de todo. Más enjundia tiene cuando se plantea si somos libres para elegir haber nacido en este o aquel país, en un barrio determinado, en un tiempo determinado.

Yo soy español pero no soy español por azar, nací en Castellón y tampoco lo fue por azar, mis padres y mis abuelos y hasta donde yo se eran españoles y yo soy el producto de una fusión de gametos que se dio en Castellón y no en el Congo. Es imposible que yo naciera en el Congo, imposible.Dicho de otro modo, soy el producto de la regeneración de una estirpe concreta, algo que está en otro lugar bien distinto a la libertad individual.

Mezclar el libre albedrío con esa concepción inalcanzable de libertad me parece que no aporta nada al debate sobre si somos o no libres para elegir. Y ahora me gustaría decir algo más sobre la determinación.

¿Qué es determinación y en qué soporte se encuentra tal cosa?¿Es algo biológico, genético, psicológico, social, metafísico?

Supongamos que eso que llamamos inconsciente es la determinación, hay algo en nuestro inconsciente individual que habla en nosotros (por ejemplo en los actos fallidos o en las alucinaciones auditivas), hay algo que nos impulsa a hacer lo que no queremos hacer (por ejemplo lavarnos las manos compulsivamente) o algo que nos impulsa a hacer algo que no queremos hacer (por ejemplo dañar a otro). ¿Por què lo hacemos entonces?. ¿Puede un terrorista no hacer estallar la bomba que llevaba incrustada en el cuerpo?¿Puede ese tirador de Kansas que se ha llevado por delante hoy a tanta gente haber tomado otra determinación?

Para eso tenemos que saber más de los síntomas, un síntoma es un significante (S) y un significante puede ser una palabra, un objeto pero también un síntoma neurótico, psicopático o psicótico. Un síntoma es en cualquier caso algo forzado, algo que aparece como impostado, algo sin sentido. “No pude hacer otra cosa”, suelen decir los asesinos apragmáticos ytambien dicen la verdad cuando afirman “No se por qué lo hice” o “No puedo hacer nada por detenerlo” dicen los obsesivo-compulsivos”. O “no puedo dejar de amarle” dicen las histéricas maltratadas.

Y lo que habita en el inconsciente son significantes, junto con restos eróticos y agresivos..

Pero se trata de una significante especial y con una diferencia sobre la teoría lingüistica de Saussure. El significante está arriba y el significado abajo, mientras que en Saussure lo encontramos al revés: el significado está arriba y el significante abajo. Para Lacan el significante es el amo, los significados son múltiples y confusos, de alguna forma individuales.

Dice Lacan:

“El inconsciente está estructurado como un lenguaje”. Nótese que no dice que el inconsciente es un lenguaje sino que es un “como si” fuera un lenguaje. Para ser un lenguaje efectivamente le falta algo. Le falta el significado pues el significante inconsciente es un significante vacío. Si charlamos y nos hacemos entender es porque las palabras tienen significados comunes. El inconsciente no puede charlar pero tampoco puede callar.

De manera que para hablar de determinismo necesitamos meter en la ecuación ese significante vacío: un determinismo vacío. Necesitamos cambiar nuestro punto de vista sobre el determinismo, no hay una teleología para lo determinado sino que se encuentra sobredeterminado y por eso los síntomas son diferentes en los distintos personas. Si el significante tuviera un significado único todos tendríamos el mismo síntoma neurótico o el mismo acto fallido, eso que habla en el lugar del hablante:

Yo quiero (lo que digo) decir.

Yo quiero decir algo pero digo otra cosa ¿pero que culpa tengo yo de que “ternura” y “ternera” se distingan por una letra? Yo quise decir que eres una persona muy tierna pero lo que dije es que eres una ternera.

Pues el lenguaje nos atraviesa desde antes de nacer, tiene más años que nosotros y necesitamos usarlo para formular nuestras demandas, siempre a través de un código (lengua con sus leyes gramaticales) dirigido a alguien , un otro que lee nuestro mensaje y nos atiende en nuestro pedido (en el mejor de los casos) pero que también formula las prohibiciones pertinentes. El receptor del mensaje puede o no satisfacernos pero en la necesidad existe algo que siempre cae fuera del campo semántico, así:

Necesidad- Demanda=Deseo

Hay algo pues del deseo que queda como un significante vacío en el inconsciente, como un fisura, un agujero, sin contenido, sin significado.

Ya sabemos pues algo más: el soporte de la determinación no es biológica, ni psicológica sino lingüistica. Estamos determinados por campos semánticos.

Es por eso que el debate entre si el libre albedrío existe o no carece de solución sin meter al inconsciente en la ecuación. Ese que habla en nosotros.

Y de ahí viene mi idea de que el libre albedrío existe y no existe como el gato de Schrodinger, depende del observador.

Nota liminar.-

Yo pude escribir este post o no escribirlo.


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