Es naturalmente muy complicado saber como seria la consciencia primigenia a la que me referí en mi anterior post.y no tenemos más remedio sino hacerlo a través de ciertas pruebas que proceden de ámbitos de saber diversos, se trata pues de pruebas indirectas.
Algunas de estas pruebas proceden de la paleontologia, más concretamente sobre la consciencia del neanderthal , pues las investigaciones que se han llevado a cabo con el Erectus han llegado a la conclusión de que en cuaquier caso este homínido tendria una consciencia no muy distinta a las de cualquier primate. Las pruebas remiten pues a la consciencia neanderthal que segun Coolidge y Wynne no seria muy distinta a la nuestra.
Los neanderthales poseian el lenguaje si bien es muy posible que no dispusieran de un lenguaje tan complejo como el nuestro y sólo tuvieran algo similar a un registro denotativo. Su memoria de trabajo era bastante similar a la nuestra y estos investigadores han llegado a la conclusión de que la unica diferencia sensible entre neanderthales y sapiens seria la memoria fonológica más amplia en los sapiens.
Emiliano Brunner ha sugerido en esta entrevista que la diferencia podria estar en los lóbulos parietales, lobulos de asociación mucho más potentes en nuestra especie. Gooch, por su parte sugiere que la diferencia podria estar en la corteza cerebelar, en cualquier caso no hay evidencias fósiles de esta especialización y todo son especulaciones con mayor o menor rigor paleoneurológico.
Con todo, lo que sabemos de los neanderthales es bien poco si bien todos estos hallazgos juntos sugieren que la consciencia neanderthal no era en absoluto una consciencia animal, que habia habido cierto desarrollo simbólico (como sugieren los adornos de los muertos), una cultura lunar como sugiere Gooch (1977) y buenos conocedores del lenguaje de las estrellas, más concretamente de las Pléyades, una constelación que según Gooch y en aquel momento podria estar señalando la llegada de la primavera.
También sabemos (Coolidge y Wynn, 2003) que eran robustos y valientes (bajas puntuaciones en evitación del daño), que usaban las lanzas no para dispararlas a distancia sino para usarlas en cortas distancias por lo que sufrian enormes traumatismos en la cabeza en sus confrontaciones con las bestias arcaicas.
Probablemente sean los hominidos más cercanos a nuestra especie y de los que podemos inferir cómo era esa consciencia primordial que nos mantenía unos con la naturaleza antes de esa separación -ese bing bang- que transformó nuestra consciencia en una autoconsciencia, naturalmente estas pequeñas diferencias no explican su extinción en favor del sapiens quien ocupó su nicho ecológico.
Lo que nos permite inferir que esta emergencia de la autoconsciencia no fue de golpe sino gradual, el neanderthal pudo disponer de una consciencia embrionaria similar a la nuestra en prestaciones aunque más simple y seguramente más conectada a ese Todo cósmico del que hablé aqui, a proposito de la idea de Neumann sobre la intimidad urobórica.
Si esta gradualidad en la emergencia de una autonconsciencia fuera cierta sería descartable la idea de Jaynes sobre la catástrofe. La autoconciencia habría emergido paulatinamente a partir de la complejidad de ciertas funciones cerebrales tal y como propone Eagleman en su libro “Incógnito” del que hablé aqui.
Eagleman se imagina el cerebro como un conjunto de módulos (zombies) que se encargan de llevar a cabo tareas concretas tal y como planteó Fodor en su teoria multimodular de la mente. Sugiere un funcionamiento parecido al que llevó a cabo la evolución. Así, propone que estos módulos no se encontrarian separados unos de otros, sino entrelazados y enmarañados de tal modo que el módulo no estaria fisicamente en lugar alguno sino distribuido en toda la red a partir de su conectividad neuronal y de ahi la hegemonía que plantea Brunner de los lóbulos parietales como centros de asociación. La otra cuestión que plantea Eagleman es que estos módulos representarian rutinas competitivas unas con otras y no solamente artefactos que cooperan ciegamente sin saber con quién.
Esta idea de democracia parlamentaria basada en el conflicto, es bastante aproximada con nuestra experiencia subjetiva. Cuando hemos de tomar una decisión ¿no intervienen acaso partes en conflicto que enfocan el problema cada una de una manera llevándonos a un estado de duda? ¿No hay una “vocecita interior” que nos avisa, confronta y aconseja en sentido contrario de lo que deseamos? ¿No ha oído usted nunca una declaración como ésta: “Se que no me conviene pero le quiero”?
Dicho de otro modo: eso que llamamos Yo no tiene nada de unitario cuando estamos funcionando con nuestra mente corriente (autoconsciencia), un concepto que vale la pena retener para más adelante cuando hablemos de la conquista de la nueva consciencia o consciencia autotrascendente.
Estos módulos funcionan automáticamente y se les llama asi porque son tan estúpidos como cualquier programa de ordenador, solo que tienen tres caracteristicas que les hacen imprescindibles: 1) son automáticos, 2) son inaccesibles y 3) operan más allá de la conciencia, es decir son inconscientes.
Y en este momento vale la pena volver al concepto de inconsciente para señalar sus contenidos:
- Es inconsciente todo aquello que no se quiso saber o se rechazó (inconsciente freudiano)
- Son inconscientes todas aquellas secuencias o algoritmos motores que hemos automatizado despúes de haberlas aprendido como andar o ir en bicicleta.
- Son inconscientes las adaptaciones de nuestra especie que se traducen en conductas tal y como comenté en este post a propósito del libro de Timothy Wilson “Extraños para nosotros mismos”.
- Es inconsciente nuestra consciencia primordial o prepersonal, es decir aquella consciencia que existió antes y dejó rastros filogenéticos en nuestra especie, la consciencia que existió antes de que apareciera la recursividad de la misma (la consciencia personal).
De manera que es muy posible que nuestra mente -y basándonos en el criterio de Bergson de que tenemos una mente eliminativa- vaya ampliando cada vez más sus contenidos inconscientes a fin de despejar el camino de nuevos aprendizajes conscientes.
Y la idea más interesante: no podemos tener acceso a esos zombies pero podemos modificar su actividad y neutralizarla. El único inconsciente que nos es accesible es el freudiano que es en realidad un preconsciente histórico- personal y más allá de eso podemos acceder a la consciencia primordial a través de los sueños, las experiencias cumbre, las drogas y ciertos estados inusuales y también a través de la locura.
En este sentido me gustaria señalar ahora un hecho que me parece de interés: la consciencia primordial no es el jardin del Edén que mucha gente se imagina. Puede ser paraiso terrenal pero tambien un lugar poco recomendable para vivir, un lugar de inocencia pero tambien de ignorancia, un lugar en cualquier caso sin libertad.
Y sin separación del arquetipo de la Gran Madre no hay libertad. Neumann dice precisamente que la libertad consiste en socavar el poder de la gran madre y es precisamente esta idea la que me parece más interesante para explicar la emergencia de la autoconsciencia.
El hombre quiso ser libre y separarse de la naturaleza, es por eso que inventó el símbolo y la cultura en un ejercicio de riesgo y de busqueda de una mayor libertad.