Aquellos que leyeron el post anterior ya estarán familiarizados con la idea fuerte del libro que cité allí: se trata de la idea de que las psicosis se establecen en dos tiempos. En el primero de estos tiempos, el individuo a lo largo de su infancia, construiría un agujero en la simbolización de ciertos significantes (forclusión) que tendrían como efecto principal una amputación de las redes semánticas relacionadas con ciertos significados. Puse el ejemplo de la separación de la madre y los mecanismos usados para explicar esta oscilación entre presencia-ausencia.
Las personas que presentan estos agujeros (que son en realidad huecos de la conectividad) no desarrollan inmediatamente una enfermedad mental y no lo hacen por varias razones: la principal es que a lo largo de su maduración irán encontrando sustitutos, muletas o prótesis que compensen estos déficits. De ellos, es decir de los mecanismos compensatorios que eluden el desencadenamiento de una psicosis hablaré en el próximo post. Otra de las razones por las que no todos los agujereados desarrollarán una psicosis es porque la red semántica comprometida no tiene efectos en la prueba de la realidad, así una persona puede comportarse de un modo absolutamente normal, y estar bien adaptado a su ambiente habiendo desarrollado un delirio que no interfiere en la vida corriente. Un ejemplo de ello son ciertas creencias como por ejemplo, la idea de que la tierra es plana. O que los animales son personas. Estas dos ideas delirantes no interfieren gravemente en la vida corriente de las personas de modo que pueden aparentar que son personas normales y realmente lo son exceptuando ese cambio creencial enquistado.
La paranoia.-
La paranoia es uno de esos diagnósticos que parecen haber sucumbido en favor del diagnóstico de esquizofrenia, hasta el punto de que ha desaparecido del DSM, sin embargo existen algunas diferencias entre una patología y la otra:
- -La paranoia no presenta síntomas cognitivos, ni afectivos de deterioro. Usualmente se presenta con lucidez en todos los sistemas mentales.
- -Los delirios no necesariamente contienen errores o falsedades en su presentación. Muchas veces las creencias pueden ser verdaderas y sin embargo su autor es un paranoico. El caso de Semmelweis que descubrió que las fiebres puerperales eran debidas a la falta de lavado de las manos es un ejemplo que un delirio puede corresponder a una creencia verdadera.
- -Lo que diferencia a la paranoia de la esquizofrenia es haber llegado a la conclusión definitiva de saber quién es el perseguidor. Alguien que tiene nombre, FBI, el OPUS, los comunistas, etc. Los esquizofrénicos sin embargo parecen ignorar durante toda su vida quién y qué quiere su perseguidor.
- -El delirio puede afectar tan solo a un área temática y no se identifica si no se habla de él. Es decir el individuo puede estar loco solo en un tema determinado, mientras el resto de su personalidad queda inmune. Por ejemplo un cirujano puede ser un magnifico profesional aun creyendo que hay un sistema de túneles que comunica Madrid con Paris, donde se esconde una raza de reptiles.
- -Los delirantes suelen ser reticentes, es decir no hablan espontáneamente de sus delirios para que no les tomen por locos. Los que hemos tratado hospitalariamente a ciertos enfermos sabemos como disimulan al haber aprendido que el silencio sobre ciertos temas es el mejor aliado para ser dado de alta.
- -El sentido de misión es típico de los paranoicos, arreglar el mundo su tarea. Una tarea para la que se encuentra personalmente concernido, como si hubiera sido elegido para ello.
- -La paranoia es una psicosis que puede ser silenciosa y mantenerse indiagnosticada durante muchos años e incluso pasar desapercibida. De manera que es el mejor paradigma para representar a ese primer tiempo en el que el individuo trata de remendar mediante su delirio ese agujero de significaciones.
- -La paranoia es la cara opuesta de la melancolía y el enemigo siempre esta afuera. El individuo es completamente inocente mientras que en la melancolía el sujeto se siente culpable casi siempre por nimiedades. El caso Wagner es un buen ejemplo para entender que ciertos crímenes pueden suceder por altruismo (melancólico) o por venganza (paranoicos)
- A diferencia de la esquizofrenia en la paranoia no hay falta de control o de la voluntad.
Las causas del desencadenamiento.-
Hay muchas razones para desencadenar una psicosis y son todas profundamente individuales y derivadas de las experiencias de cada cual. La más común es cuando se cuestiona algún aspecto de las creencias o esta dejan de sostenerse, Pero hay una situación que merece la pena señalar, me refiero al concepto del tercero simbólico.
El tercero simbólico es la intrusión de un objeto entre dos sujetos.
El 2 representa la relación con la madre, mientras que el 3 está relacionado con la aparición del padre o su metáfora (todo lo que está mas allá de la madre). Para que aparezca el 3 hay que pasar antes por el 2 y hay que señalar que las relaciones con la madre no son siempre paradisíacas, la madre puede no estar disponible para el hijo, puede estar deprimida, o ser una persona abrumada por la responsabilidad y dependencia de su hijo, pero en cualquier caso, – en el mejor de los casos- la relación con la madre acaba siendo incómoda y alienante para el sujeto. No cabe duda de que se trata de una jaula afectiva de la que todos, pronto o tarde tratamos de escapar. Ahí aparece el padre. El 3. Lo que en psicoanálisis llamamos el complejo de Edipo. Se trata de una transición a veces difícil que no todo el mundo completa satisfactoriamente. Muchas veces los pacientes resuelven a trancas y barrancas este conflicto que es en realidad una transición que termina con la introyección de ciertos mecanismos relacionados con la prohibición de incesto pero también del lugar que ocuparemos en el futuro con nuestra sexualidad. Edipo es pues un límite, un límite de la relación con la madre.
Edipo no es algo que se tiene sino algo por lo que se pasó, una transición. Incluso algunos pacientes parecen no haber pasado por este dilema y presentan cuadros psicóticos insólitos como los que podemos ver en el TLP, un como si.
Lo simbólico no es solo el lenguaje sino la suma del lenguaje con la Ley, es decir las normas y las prohibiciones inscritas en la cultura.
El tercero simbólico es una situación que en la vida de las personas sucede con mucha frecuencia. Una pareja tiene un hijo, un amigo se enreda con una relación que nos excluye, la aparición de la sexualidad, una amiga del alma nos traiciona por un chico, tenemos una promoción en nuestro trabajo que nos impulsa a tener empleados a nuestras órdenes, alguien se pone. a vivir con nosotros en nuestra casa compartida con un amigo sin haber dado nuestra conformidad, nuestro padre se opone a nuestras elecciones sentimentales, etc.
Todos estos eventos pueden desencadenar una psicosis y causarían conflictos en casi cualquier persona, de modo que los dilemas que tenemos que enfrentar son muy parecidos tanto en las personas comunes como en aquellos que presentan agujeros. De ahí se desprende que la causalidad de las psicosis y de las enfermedades mentales -exceptuando los eventos traumáticos que son especiales en cuanto a su duración e intensidad- no está en lo que sucedió sino en qué mecanismos se utilizaron para rehuir un conflicto determinado a veces nimio y por eso invisible a la psiquiatría moderna.
La psiquiatría del DSM nunca admitirá la existencia de las psicosis ordinarias.
Hay que pasar muchas horas con un paciente determinado para llegar a entender qué le pasa y si lo que dice que le pasa es realmente lo que le sucede. Y lo mejor: si hemos identificado sus muletas estaremos en condiciones de proporcionarle ayuda concreta a la hora de recomendarle la creación de estas ayudas metafóricas que pueden construirse con el lenguaje. Pues es el lenguaje el que construye la ley y la realidad.
¿Hay alguna forma de reconocer a un psicótico sin desencadenar?