La idea de que la proporción de sexos (sex ratio) tiene consecuencias sobre las conductas de los individuos es una idea intuitiva y de la que tenemos noticia sobre todo, en relación con la guerra. Como es bien sabido la mayor parte de los muertos en las guerras son hombres y como consecuencia las mujeres quedan o bien solas durante la campaña, o bien viudas después de la guerra. Las guerras, con sus mortandades asociadas tienen importantes consecuencias en los emparejamientos posibles y también en hacer emerger roles y actitudes de aloparentalidad (ayuda mutua) y conductas emancipatorias, a veces incluso en ciertos lugares las mujeres toman el relevo de sus caídos en combate como hoy podemos observar en las mujeres kurdas.
El ejemplo que se pone mas comúnmente del exceso de mujeres de un pais es Rusia. En Rusia hay unos diez millones más de mujeres que de hombres.
Obsérvese el mapa mundial: en rojo, mayor proporción de mujeres, en azul mayor proporción de hombres. en verde porcentajes similares.
¿Qué consecuencias tiene esta desproporción en los individuos comunes?
Cuando en una comunidad hay más mujeres que hombres, las mujeres tienen como es obvio, más dificultades para emparejarse y entonces emergen -entre las mujeres- estas estrategias:
- O se rebajan los estandares (expectativas) hacia las parejas.
- O se renuncia al emparejamiento a largo plazo, que no necesariamente implica la renuncia al sexo ocasional.
Lo que parece que sucede en la realidad es que las mujeres tienden a arreglárselas solas invirtiendo más en sus propias carreras, en sus proyectos de vida o en sus familias, algo parecido a lo que sucedía en las postguerras. Lo que parece que sucede con menor frecuencia es que las mujeres rebajen sus expectativas de emparejamientos a largo plazo. Dicho de otro modo: prefieren quedarse solteras antes de «cargar» con un hombre inadecuado, tiránico o sin atractivo.
Por su parte los hombres, ante un exceso de mujeres tienden a la holgazanería, al abuso de alcohol y a aprovechar todas las oportunidades de sexo a corto plazo pero tienen aversión a comprometerse en el largo plazo.
En USA, tambien existe esta desproporción aunque no tan profunda como en Rusia, alli ciertos autores han estudiado los emparejamientos en relación con el estatus.
Un reciente articulo de Kahn y Carbones nos abre multitud de ventanas en la comprensión de este fenómeno de cómo está cambiando el matrimonio en la sociedad americana. Sin embargo la interpretación de los datos no es fácil, todo parece indicar que existen tendencias contradictorias o curvas bien diferentes según la población que estemos estudiando, más concretamente según su nivel socioeconómico: así en relación con la tendencia al divorcio, parece bastante sólido el argumento de que las mujeres más inteligentes y de más nivel profesional y económico se divorcian menos que las mujeres con bajos niveles educativos o con bajos salarios. Parece que las mujeres con alto estatus estan «mejor casadas» o al menos se sienten subjetivamente mejor casadas.
El largo y lento camino de emancipación de las mujeres ha incrementado su independencia. Las mujeres ya no tienen que casarse o permanecer casadas para criar niños, lo cual tiene consecuencias indeseables en otro segmento de población, los hogares monoparentales tan frecuentes en la población negra. Divorciarse sin culpa, ha ayudado a producir un treinta por ciento de reducción en la violencia doméstica y un descenso significativo en las tasas de suicidio de las mujeres y también ha hecho mucho más fácil para las mujeres tomar la decisión de abandonar maridos abusivos.
Pero estos factores no explican por qué los matrimonios y las familias de la élite son tan diferentes de los de la media de América.
Los psico-sociólogos Marcia Guttentag y Paul Secord explican que un cambio en la proporción de sexos – el número de hombres y mujeres en una comunidad – cambia el comportamiento de todo el grupo . Cuando los hombres superan a las mujeres, los hombres compiten por ellas. Se vuelven más ansiosos por casarse porque de lo contrario, podrían quedar sin pareja. Para ello, invierten más en las cosas que atraigan a las mujeres: trabajan más duro, se vuelven más fieles, incluso pueden llegar a ser más respetuosos de la ley. Las mujeres pueden elegir. Algunas preferirán hombres mayores con altos ingresos; otros podrían preferir los hombres mejor educados, o más divertidos, más ingeniosos o más atentos. Estos rasgos definirán las normas de la comunidad.
Sin embargo, las cuestiones complejas no admiten una interpretación lineal, pues no es solo la sex ratio, la variable única en esa ecuación, sino también el estatus, la educación y la salud las otras variables ocultas en este fenómeno que describen Guttentag y Secord. personalmente añadiría otra hipótesis. ¿Cómo influye la conquista del espacio publico por parte de las mujeres sobre los hombres?. ¿Por ejemplo en campos como la medicina o la justicia?
Hay otros ejemplo de esta misma complejidad. Como todos sabemos los suicidios son más frecuentes en el sexo masculino que en el femenino. Pero hay una excepción: en China se suicidan mas mujeres que hombres, y casi igual en otros paises vecinos como India. En China donde ser mujer es algo bastante cotizado no parece que sirva como contención a la hora de decidir quitarse la vida y quizá haya otras variables que incluir en la ecuación.
Los sistemas se autoregulan más allá de la voluntad de los individuos que los componen.
Lo interesante desde mi punto de vista es lo que en teoria del caos se llama una bifurcación, algo que sucede cuando un sistema se encuentra lejos de su equilibrio, como por ejemplo sucede cuando la población de mujeres supera a la población de hombres.
Lo que sucede lejos del equilibrio es que el sistema se organiza -estabiliza- produciendo una serie de fenómenos que conocemos gracias a las matemáticas no lineales o, dicho de una forma más gráfica, a través de las leyes del caos.
Cerca del equilibrio encontramos fenómenos repetitivos y leyes universales, pero, a medida que nos alejamos de él, nos desplazamos de lo universal a lo único, hacia la riqueza y la novedad. Esta es, sin duda, una de las características bien conocidas de la vida.
Otro de los fenómenos interesantes de la teoría de Prigogine es la existencia de bifurcaciones, es decir, la “elección” de un camino que no puede ser pronosticado y que, en términos generales, termina en transformación o colapso del sistema.
Ejemplos.-
- En las sociedades donde los trastornos alimentarios (anorexia nerviosa y otras) son prevalentes también lo es la obesidad.
- Anorexia nerviosa con sus restricciones y contenciones aparece junto a la bulimia nerviosa, una enfermedad de sentido opuesto y caracterizada por la multiimpulsividad.
- En las sociedades con exceso de mujeres y de convenciones sexuales liberales existirán más mujeres desinhibidas que serán promiscuas y mujeres sin ínterés por el sexo, solteras, amenorreicas o con sintomatologia somatomorfa.
- En las sociedades con exceso de hombres habrá más rivalidad, más violencia, más agresiones sexuales, más conflictos con la ley en coexistencia con islas de orden: machos proveedores y comprometidos a largo plazo.
- En las sociedades opulentas hay más cáncer y más depresión que en las sociedades empobrecidas.
Todo parece indicar que cuando los sistemas se estiran demasiado aparecen bifurcaciones que se nos aparecen como paradojas.
En este punto me gustaria invitar al lector a darse una vuelta por el concepto de psicología del caos, del que hablé aqui y de cuyo post extraeré algunas conclusiones para explicar cómo es posible que variables sociales como la sex ratio tengan traducción a nivel individual.
El punto de vista del fractal.-
Desde este punto de vista podemos comprender mejor qué es lo que se trasmite desde una persona a otra de la misma familia: una familia y tambien una comunidad es aquel lugar donde se comparten fractales (patrones), es decir modos de entender el mundo e intercambios de solidaridad donde unos toman a cargo el sufrimiento de otros. Si un miembro de una familia rígida se cura o mejora de una enfermedad mental y otro enferma de un cáncer o de una enfermedad cardiaca por ejemplo podemos afirmar que el caos necesitó reorganizarse después del cese de un bucle diabólico en uno de sus miembros. Y el caos se manifiesta en cada individuo de una forma bien distinta. Lo que se trasmite no es pues un virus, sino un patrón energético que más arriba hemos llamado fractal.
Una familia en este sentido es una totalidad y la totalidad se manifiesta en las partes: no significa que la cada parte contenga un trozo de la totalidad sino que en cada parte se encuentra la totalidad entera, como sucede en el modelo holográfico de Pribram. Asi un individuo contiene a la totalidad de su familia como potencialidad en su generador propio de fractales y cada familia a su vez contiene las fractales (fracciones) individuales que cada cual construye por sí mismo siempre que no haya desviaciones importantes. De manera que la enfermedad de uno de sus miembros puede resultar en la obturación o deslizamiento de enfermedades o calamidades de otros y viceversa: las desviaciones de unos pueden ser benefactoras para otros. Es impredecible pues que una enfermedad en un miembro cualquiera de la familia vaya a resultar en pérdida o ganancia de salud en otros miembros pero es previsible que suceda en una forma u otra.
Del mismo modo es absolutamente imposible predecir si la curación de alguien redundará en beneficio o prejuicio de otros: todo depende de los fractales que compartan y seguramente no existen rutas iguales en ningun miembro. Por ejemplo, en una familia con pasión por la belleza, por el qué dirán o por aparecer ante los demás con su mejor versión, es previsible que aparezcan en distintas escalas, gustos, estilos de vida o patologías autosimilares: efectivamente las fractales son autosimilares pero no son idénticas y son además irregulares, aunque lo que en un miembro es rasgo o coraza en otro puede ser una anorexia mental y en otro un cáncer linfoide puesto que todos gravitan hacia un temor esencial: el miedo a la desvalorización de los otros que se constituye así en un algoritmo recursivo.
Todos los fractales de una familia determinada se parecen (como se parecen los padres a los hijos) puesto que todos comparten una matriz común: la pasión por el escaparate, el deseo de ser vistos, la idolatría del cuerpo o de la apariencia gravitan hacia un atractor: un miedo arcaico que tiene correspondencias con la supervivencia.
Naturalmente el conocimiento de estas estructuras disipativas de energia que llamamos fractales explican gran parte de estos fenómenos sociales como el que aqui me he permitido señalar: ¿Cómo afecta la sex ratio a los individuos concretos?
El lector sagaz podrá comenzar a sospechar como ciertos fenómenos sociales son bifurcaciones que surgen cuando un sistema se lleva lejos de sus condiciones iniciales. No hace falta que les cuente (o quizá si) como este fenómeno de la polarización del voto en España, es en realidad un fenómeno caótico pero predecible.
Predecible para aquellos que entienden algo de las leyes del caos. O la complejidad.
E impredecible en cuanto a sus resultados: cambio o colapso.
Bibliografía.-
Demasiadas mujeres el libro de Marcia Guttentag y Paul Secord analizado por Teresa A. Sullivan