Según Temple Grandin, la investigadora que más sabe del mundo sobre autismo (o al menos es su mayor divulgadora), existen al menos dos tipos de procesamiento de la infomación que nos llega del medio ambiente. Aunque existen 5 sentidos, esto es, canales por donde discurre la información, en nuestra especie los más importantes son la vista y el oido.
De manera que existirían dos tipos de personas, aquellos donde predomina un tipo de procesamiento sobre otro, tal y como sucede en algunos autistas (como ella) que piensan en imágenes y que parte de su vida profesional la ha dedicado a explorar qué sucede en estos tipos de procesamiento que parece están entre las razones por las que estos individuos son tan talentosos a la hora de expresarse plásticamente. Lo más probable es que exista un hiper-cableado en las estructuras neuroanatómicas que procesan la visión o la audición y que hacen de estas personas individuos superdotados tanto para las artes plásticas como para la musica o la literatura, incluyendo a la poesía entre ellos.
Lo cierto es que estas particularidades visuales o auditivas suponen una especie de espectro, en el sentido de que todos nosotros —los neurotípicos— tenemos una especie de especialización en uno u otro canal. Yo por ejemplo soy muy auditivo, aprendo más oyendo que leyendo o mirando. Son muy malo para el dibujo, para todo lo que sea plástico. Estoy especializado en las palabras, en el oido y en la escucha. También en la musica como comentaré ahora.
Cuando era joven estaba muy interesado en la música hasta tal punto en que me debatí durante mucho tiempo entre la Psiquiatría y la música. hasta que me encontré a alguien que me sacó de dudas:
Tanto la musica como la Psiquiatría son de oido.
Y tenia razón, lo cierto es que mi formación musical había sido autodidacta, no tenía base y todo lo tuve que aprender de nuevo, desde cero. Tenia ese hándicap, así y todo, la musica me fascinaba tanto que incluso ya mucho tiempo después volvía una y otra vez sobre ella para componer cosas que me rondaban en la cabeza durante años. Había melodías que estaban siempre rondando en mi memoria —pugnando por emerger— intentando que alguien las pusiera en blanco y negro y pudiera estrenarlas. Lo logré con una opera rock y una suite orquestal pero con poco éxito, al menos para vivir de ello. Todo esto lo hice mientras estudiaba medicina o ya estaba trabajando en la clinica psiquiátrica, podríamos decir que complementaba la vida musical con la vida estrictamente profesional. Algo muy dificil de llevar a cabo. Hasta que un día comprendí lo que significaba aquel consejo que alguien me dio sobre el oido.
Efectivamente, existen dos formas de oido, uno es lo que oímos procedente del medio ambiente, la llamamos escuchar y es algo más que oir. La escucha es algo que añade cierto refinamiento a lo que se oye —relatos— y yo hice de esa escucha una profesión, me hice psiquiatra pero orientado hacia la psicoterapia.
Pero además de ese oido externo, existe algo más —como los artistas plásticos tienen un ojo interno— tenemos un oido interno, a través del cual oímos nuestros pensamientos. vale la pena detenerse un momento para recordar que los esquizofrénicos son los que oyen realmente sus propios pensamientos, los neutotípicos como yo, en cualquier caso decimos que los oímos pero no los percibimos externamente, no alucinamos pues, pero este oido interno tiene mucho que ver con nuestra mente musical. Más concretamente lo que descubrí es que la mente opera como la música. A través de sus leyes, gramaticales en este caso.
Los pensamientos son lenguaje, se construyen con las reglas gramaticales, sintácticas y semánticas del lenguaje. Les pasa un poco lo mismo que le sucede a la musica.
La musica tiene una serie de reglas que equivalen a la gramática de las palabras. Piense por ejemplo en una canción que le guste, la que quiera y ahora proceda según le indique:
La canción arranca con un tema, le podemos llamar sujeto (como sucede en la musica clásica) o exposición, para abreviar le vamos a llamar tema. En las canciones la musica lleva letra, de manera que el tema equivale a una estrofa más o menos. Luego el tema se repite y quizá cambia o modula a través de varios tonos con la letra que sigue en otra estrofa, la segunda vez aparecen adornos o ritmos para darle más presencia al tema en cuestión. Lo importante del tema es que no se resuelve nunca en el plano más fuerte, se limita a señalar la tónica y a dirigirse raudo al estribillo.
La Tónica es el tono (el canal) por donde discurre la canción. su atmósfera, lo importante es que la tónica no solo abre sino que también cerrará la canción, después de dar una serie de rodeos. Si la tónica es un tono menor o mayor así será en el cierre.
El rodeo más importante es la aparición del tiempo más fuerte, le llamamos estribillo y le llamamos asi porque es una disgresión del tema principal, una tercera por abajo o una quinta por arriba, si la tónica es menor suele modular a un tono mayor o al contrario. En cualquier caso el estribillo es aquello que se repite (con la misma letra) dos o tres veces en la canción. Y es lo que hace que la recordemos
Peces de ciudad de Sabina, un ejemplo.-
Se peinaba a lo garçon
La viajera que quiso enseñarme a besar
En la gare d’Austerlitz
(Tema)
Primavera de un amor
Amarillo y frugal como el sol
Del veranillo de San Martín
Hay quien dice que fui yo modulación del tema
El primero en olvidar
Cuando en un si bemol de Jacques Brel
Conocí a mademoiselle Amsterdam
En la fatua Nueva York
Da más sombra que los limoneros
La estatua de la libertad tema
Pero en Desolation Row
Las sirenas de los petroleros
No dejan reír ni volar
Y, en el coro de Babel
Desafina un español
(Modulacion del tema)
No hay más ley que la ley del tesoro
En las minas del rey Salomón
Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel
Por mis sueños va, ligero de equipaje
Sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje
(Estribillo)
Luciendo los tatuajes de un pasado bucanero
De un velero al abordaje de un, de un no te quiero querer
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar
Al país donde los sabios se retiran
Del agravio de buscar labios que sacan de quicio
Mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen
El cristal de los acuarios de los peces de ciudad
Que mordieron el anzuelo, que bucean a ras del suelo
Que no merecen nadar
El Dorado era un champú
La virtud, unos brazos en cruz
El pecado, una página web
En Comala comprendí
Que al lugar donde has sido feliz
No debieras tratar de volver
Cuando en vuelo regular
Pisé el cielo de Madrid
Me esperaba una recién casada
Que no se acordaba de mí
Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel
Por mis venas va, ligero de equipaje
(Estribillo)
Sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje
Luciendo los tatuajes de un pasado bucanero
De un velero al abordaje, de un, de un liguero de mujer
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar
Al país donde los sabios se retiran
Del agravio de buscar labios que sacan de quicio
Mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen
El cristal de los acuarios de, de los peces de ciudad
Que perdieron las agallas en un banco de morralla
En una playa sin mar.
(Cierre en la tónica original)
Lo importante para comprender el cerebro musical es que no estoy hablando de talentos musicales sino de gramática. Hay personas neurodivergentes pero también neurotípicas que tienen un enorme talento musical (no hace falta ser autista para ser un genio de la musica) pues sin esas 10.000 horas necesarias para hacerse un experto nadie llegaría al nivel de Mozart o al de Michael Jackson. Dice Temple Grandin que:
Talento+crianza= éxito
Es algo que vemos no solo en la musica, sino en los deportes, el caso de Federer por ejemplo en el tenis, los ajedrecistas rusos o el propio Mozart discípulos obligados de padres narcisistas o francamente abusadores que convirtieron a sus hijos en expertos fuera de serie. De manera que el talento por si solo no garantiza el éxito, pero sin ese talento musical, deportivo o matemático (reconocer patrones en el ajedrez) nadie llegaría a convertirse en un genio.
De manera que no estoy hablando de talento sino de como opera un cerebro musical: lo hace a través de las reglas que rigen en el mundo de las palabras, pues la musica discurre por los mismos senderos que el pensamiento. Lo hace a través de la literatura pues la literatura es el equivalente lingüistico de la musica.
Me refiero, naturalmente a la ficción.