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Cartografía del Superyó (II)

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Habremos de considerar que, desde el punto de vista metapsicológico, el masoquismo estaría causado por la existencia de un “plus” sobrante de energía tanática, que no logró ligarse adecuadamente con las energías de vida llamadas Eros. (Fernando Maestre)

 

 

disociacion

Según Freud el Superyó tiene al menos dos partes: el Yo ideal y el Ideal del Yo. Una parte del Superyó es consciente y otra parte inconsciente.

El Yo ideal es el Yo al servicio del Ello, es decir de los instintos-pulsiones. En el extremo es el Superyó del psicópata: es bueno lo que para mi es bueno, es bueno lo que me proporciona placer. En el centro: es bueno lo que todo el mundo piensa que es bueno, hay que ser como los demás creen que hemos de ser. La moral socialdemócrata con todos sus rastros “buenistas” es un buen ejemplo de ello: “Es bueno que sea así luego es asi”.

La falacia moralista es una buena apoyatura de esta instancia psíquica que efectivamente es moral aunque enfocada hacia nuestros intereses.  Y a la mayor parte de las personas les gusta sentir que son buenos, es por eso que los dictámenes de la mayoría social se siguen sin crítica. Es verdad porque es bueno que así sea.

El Ideal del Yo, por el contrario es la parte punitiva del Superyó, es la que nos castiga cuando nos desviamos de la norma introyectada, la responsable de la culpa y del remordimiento. Cuando hacemos algo que sabemos “malo” o no damos la talla que nos exigimos nos castiga de una u otra forma: con ideas culpables o con malestares corporales, con caidas intempestivas o con accidentes. “Es bueno que sea así porque ciertas coerciones son necesarias para la vida”.

El Ideal del Yo es el representante de la primera instancia punitiva que conocimos en nuestra infancia, representante de la madre o del padre. Más abajo hablaré de cómo nos identificamos con esa instancia dependiendo de nuestras figuras parentales y de los mecanismos que usamos para defendernos de sus embates. El Ideal del Yo es un potente inhibidor de la agresión.

Lo importante es comprender que mientras el Yo Ideal sigue el rastro del principio del placer (ser bueno por el placer y las ventajas de serlo), el Ideal del Yo es una instancia antiinstintiva que censura y castiga ese mismo placer. Mientras que el Yo ideal es una fuerza pro-narcisista el Ideal del Yo es profundamente anti-narcisista y se opone a la grandiosidad del Yo tan típica en ellos. Es por así decir su antítesis, la pócima anti-narcisista por naturaleza.

disociacion II

Entendiendo la disociación.-

La mejor forma de entender la disociación es imaginarse a un viajero con una maleta. En la secuencia siguiente pensar en esa maleta abandonada en una estación de tren. La maleta sin su viajero es un objeto sospechoso y que hoy la policía vigilaría muy de cerca: podría contener explosivos. Una maleta abandonada carece de sentido, una maleta sin viajero es una imagen de la nostalgia y quizá del abandono, de la perdida o de la escisión.

Como este hombre de aquí arriba a quien el Sol parece haberle suplantado en lo más intimo: su cabeza, su cara, su semblante.

¿Qué es lo que escinde el masoquista?

Para contestar esta pregunta haré un pequeño recorrido por un supuesto de crianza. Suponga que usted es mujer y que tiene una madre intratable, no vamos a considerar o adjetivar a esa madre, simplemente diremos que es una mujer insoportable y además encargada de su corrección, de la tarea punitiva de la familia, esa que le castiga cuando es necesario y que no pierde oportunidad de lastimarla. Usted tiene con ella una cuenta pendiente de injusticias.. A su lado hay un padre cariñoso, insuficiente pero suficientemente bueno para que usted lo idealice. Precisamente idealizar a ese padre es para usted una necesidad, aunque conoce bien que es un “calzonazos”, y un hombre que nunca supo imponerse a su mujer. Usted lo idealiza, precisamente porque le odia. Usted también tiene con él una cuenta pendiente.

Usted escinde a ese padre en dos partes, una es idealizada y otra donde se asienta el odio y el rencor, ambas partes no se conocen y no mantienen entre sí ninguna relación. Usted puede conseguir de este modo mantenerse a salvo junto con sus imágenes infantiles. hasta que conoce a un hombre de carne y hueso y mantiene relaciones intimas con él.

Lo diré con otras palabras extraídas de este blog:

A través de la idealización se libera de carga a la figura original, pero no del resentimiento que sigue latente en algun lugar del inconsciente, hasta que un día a través de la erotización encuentra salida y la venganza con el padre se escenifica a través de un objeto distinto, en el y de forma erotizada se vuelca aquel resentimiento para conseguir regresar y curar esa herida, escenificando a través de un juego aquellas carencias, aquel padre que derivó siempre la disciplina en la madre, aquel otro que no tenía tiempo para prestar la suficiente atención y en el cual todas las provocaciones caían en saco roto o aquel otro que no fue capaz de enfrentarse a la madre. Así toma forma la venganza del ideal, contra la realidad, buscando la disciplina negada, la reacción a las llamadas de atención o el enfrentamiento contra esa madre metáforica personalizada en si misma, con el añadido que ahora la venganza es doble, porque el padre las ha elegido a ellas, aunque para ello se hayan tenido que parecer y mejorar al objeto de todas sus tormentas: su madre.

Es la ecuación perfecta, el ideal queda salvaguardado libre de resentimiento, la identificacion lleva al triunfo sobre el objeto original, se da un desquite a las carencias a traves de un “padre” incompleto pero que asegura una ley y un orden a través del erotismo.

No se busca un segundo “padre” si no solo aquello, que le falta a ese ideal, eso incluye ser poseida y castigada por el y de alguna manera de forma inconsciente vengarse del padre..

Naturalmente el autor de este blog está hablando del masoquismo reparador que puede llegar a establecerse con el uso de un erotismo consensuado. Es como una dramatización sanadora. Se trata del masoquismo reparador del que habla Rosenberg.

La masoquista erógena busca restablecer su imagen paterna a través de un sustituto masculino protector pero firme en el terreno de lo erótico (lo que le faltaba a su padre) y busca además un triunfo edipico sobre la madre (la posesión del padre), al tiempo que se somete a ciertos castigos escenificados según rituales pactados de antemano donde la sangre no llega al rio. Por lo demás la masoquista no es masoquista todo el tiempo tal y como nos contó Anita Phillips (1996). El masoquismo erógeno “cura” o sostiene de esta forma el masoquismo moral, el individuo puede sanar si es capaz de establecer vínculos duraderos más allá de las catarsis puntuales que procuran sus escenarios exóticos.

El masoquismo moral.-

La forma mas común de masoquismo moral es ese catálogo de victimizaciones y quejas que el masoquista va recolectando a lo largo de su vida y que cuando metemos el microscopio bajo toda esta serie de colección de injusticias nos damos cuenta de que el masoquista sufre de algo llamado akrasia desde Aristóteles,  esa manía por elegir siempre lo más inconveniente para sus intereses.

Akrasia remite a aquellas situaciones en que uno se aleja de lo que considera mejor para sí mismo y obra en contra de su juicio e interés. La reflexión filosófica y psicológica sobre este tema se vuelve fundamental, de ella surge la pregunta: ¿por qué el hombre pierde el control y el gobierno de su vida para obrar en contra de su interés, de su propia existencia y de sí mismo, así como para involucrar sus afectos en relaciones interpersonales opuestas a sus sentimientos? Esto significaría palpablemente haber dejado de buscar el placer para sumirse en una atracción por permanecer en la incertidumbre, el dolor moral y el displacer. La filosofía había analizado conceptualmente la akrasia en términos de debilidad de la voluntad y autoengaño, pero fue Freud quien estudió teórica y clínicamente una de las formas que toma la akrasia, como es el masoquismo moral.

Fue Freud el primero en caer en la cuenta de que placer y dolor no eran emociones opuestas y es por eso que ciertas prácticas nos parecen aberrantes en tanto que parecen convocar el dolor, el sacrificio, la falta de libertad o el sometimiento y la humillación en lugar del placer y la autonomía personal que es precisamente la prescripción social políticamente correcta.

Fue  en 1924, cuando Freud señaló que el masoquismo moral estaba presente en muchas de las manifestaciones de la conducta del hombre no necesariamente sexuales sino cotidianas, incluso en aquellas consideradas como nobles y elevadas. Por ejemplo, el sufrimiento dentro de las historias de amor, la abnegación, las hazañas heroicas o el altruismo.

Es relativamente nueva la idea de que el masoquismo también pudiera estar relacionado con alguna forma inconsciente que tiene el individuo de superación, elevación y, finalmente, un modo de manejar las desgracias a través de las fantasías, así como de una transformación humana vía el dolor “redentor”, que busca un equilibrio y cuya consecuencia es el sufrir. Dicho de otra manera, existirían ciertas formas de masoquismo que pueden o deben cumplir una función que no es meramente perversa (maligna).

Deseo, excitación, placer, goce, y recompensa.-

Aquello que nos excita bien puede no terminar en placer, la prueba está en que nos gustan las películas de miedo, nos hacen sufrir y sudar y no obtenemos de ellas ningún placer, la excitación termina con la película y los rótulos del final. La mayor parte de los coitos que las mujeres llevan a cabo no acaban en orgasmo a pesar de que casi el 100 % de los hombres terminan con él. Se puede sentir mucho placer sin consumación del mismo, sin orgasmo genital. Hay una recompensa ahí.

Hoy sabemos que nuestro sistema apetitivo es mucho más robusto que nuestro sistema hedonístico que es grácil y difícil de manejar, mucho más en las mujeres que en los hombres. Pero nuestro sistema dopaminérgico no solo se recompensa a través de la descarga de opiáceos correspondiente, sino que puede operar transitivamente: la excitación por si misma puede terminar por recompensar el cerebro de tal modo que aun sin orgasmo una mujer puede quedar satisfecha. Lo importante es que la pulsion parcial no quede abandonada a su suerte. Ahí se convierte en letal: si la pulsión de muerte (tanática) queda sola o desemparejada. Pues solo Eros puede neutralizar a Tanatos. El viajero ha de seguir viaje con su maleta.

La maleta sola acaba por perderse, o por explotar.

Para una mujer siempre será más importante ser deseada que deseante, ser pasiva que activa, ser objeto que sujeto. Su orgasmo es conceptual y cerebral, para un hombre hidráulico, sin eyaculación no hay orgasmo.

Y no cabe duda de que el castigo es también una forma de prestar atención a algo. Y un prestar atención que tiene todo el marchamo de ser equivalente a un niño malo que necesariamente ha de ser castigado por un padre (o madre) preñado de autoridad y que al mismo tiempo nos protege de nosotros mismos. Está es la dinámica del masoquismo erógeno en la mujer, bastante diferente a la dinámica del hombre masoquista.

El hombre masoquista lo que busca es una madre inalcanzable y es por eso que usualmente  los rituales Ama-hombre no terminan con el coito. El coito está aquí prohibido -a diferencia del ritual Amo-mujer- y es así como el hombre masoquista preserva su integridad de un padre castrador.

Pero aun hay más. Me refiero al concepto de goce (juissance), un concepto lacaniano que vale la pena recordar para entender que algo puede ser placentero aqui y doloroso alli. Algo puede ser muy doloroso para el Yo pero placentero para el Superyó.

Y a veces hemos de optar por uno de esos Amos, ¿a quién favorecer?. Si nos acostumbramos a pensar lo erótico junto a lo tanático y la imposibilidad de fragmentarlo y optar solo por lo placentero (como pretende la mayor parte de la población) nos encontraremos de bruces con la siguiente fórmula:

Placer es lo que se añade a la vida, goce es lo que se sustrae a la muerte.

Sumar o restar son operaciones que parecen inversas pero depende que cual sea el sumando o el restando.

Por ejemplo:

Si usted siente envidia de alguien (la envidia es siempre inconsciente y es probable que ni usted mismo sepa que está envidiando a ese alguien) pueden pasar dos cosas: usted puede sentir placer cuando obtiene un logro personal que le iguala con el envidiado o bien usted puede sentir goce si las cosas se le tuercen a su envidiado o le acaece una desgracia. El primero de estos supuestos se inscribirá en el Yo (sumando) y el segundo de ellos se adscribirá al Superyó (restando). El primero rinde tributo a Eros el segundo a Tanatos. Placer y goce.

Van juntos aunque lo más probable es que en el segundo caso esa inscripción de goce acabe sepultada en su inconsciente.

No me gustaría despedir este post sin hacer un homenaje a Billie Holiday que nos cuenta en esta canción (Jim) qué es lo que la ata a este hombre. De paso me gustaría hacer notar la relación que existe entre su atormentada vida y su masoquismo moral, quizá las fuentes de su talento musical y su creatividad.

Bibliografía.-

Un buen texto sobre las funciones reparadoras del masoquismo.

Anita Philips: Una defensa del masoquismo (1996). Alba editorial.



Experiencias cumbre

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Seminario de metaformación impartido por el Dr Antonio Grandio en el Consorcio Hospitalario de Castellon  acerca de la experiencias cumbre de Maslow y las vias de aproximación a las mismas. Un resumen de su tesis “Las experiencias cumbre y no duales: una aproximación transpersonal”, leida en la Universidad Jaime I el dia 26 de Enero del corriente.


Sepultando a Freud

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O´sullivan

Suzanne O´sullivan es una neuróloga y neurofisióloga irlandesa especialista en epilepsia que recientemente acaba de publicar un libro sobre los trastornos psicosomáticos, eso que en medicina conocemos con el nombre de trastornos sin explicación médica y que según ella representan un tercio de los pacientes que consultan a un médico.

En su libro nos presenta casos diversos de ese tipo de patologias “psicosomáticas” donde los médicos no suelen encontrar justificación y que acaban – por descarte- en manos de neurólogos, psiquiatras o psicólogos.

Con independencia de si representan o no un tercio de todas las consultas médicas, lo cierto es que este tipo de trastornos son muy frecuentes en la población general, si bien la mayor parte de ellos suelen ser leves y pasajeros. Los sintomas psicosomáticos más frecuentes son el dolor y la fatiga, seguidos a cierta distancia por las perdidas de conocimiento (con o sin convulsiones) y el mareo. Naturalmente los casos que presenta O´Sullivan en su libro son casos graves en los que las pseudoconvulsiones representan uno de los sintomas principales de su interés, del mismo modo que las distonias psicógenas..

positivo

Joseph Babinsky fue un neurólogo discípulo del gran Charcot que estaba muy interesado en encontrar un signo que pudiera diferenciar las convulsiones epilépticas de las pseudoconvulsiones que usualmente presentaban sus enfermas de la Salpetrière. Fue asi que descubrió un reflejo -que lleva hoy su nombre- y que no es sino la respuesta refleja del sistema piramidal cuando es estimulado, en este caso por algún instrumento punzante en la planta del pie. Cuando la vía nerviosa está intacta y estimulamos la planta del pie con ese instrumento lo que sucede es un reflejo de flexión, es decir los dedos se flexionan (Babinsky negativo), mientras que en caso contrario (con lesión de la via piramidal) lo que sucederia es un movimiento de extensión (Babinsky positivo).

Otro hallazgo de interés para la Psiquiatría es la descripción de la anosognosia (desconocimiento de una enfermedad) y la anosodiaforia (más conocida como belle indiférence), un estado animico (indiferencia) bien distinto a la normal preocupación de las personas que presentan sindromes médicos convencionales.

Lo orgánico y lo psicógeno.-

Pueden existir convulsiones sin epilepsia, del mismo modo puede existir dolor sin daño, vómitos sin tóxicos alimentarios, diarrea sin patologias de colon, parálisis sin daño nervioso o fatiga extrema sin cansancio.

Sin embargo O´Sullivan no termina de aclarar en su libro como es posible que una enfermedad sea al mismo tiempo real e imaginaria (como aparece en el subtitulo del libro y en esta entrevista). Los pacientes rechazan los diagnósticos de aflicciones psicológicas por varias razones, pero no cabe duda de que una de estas razones es la dificultad en la comprensión de que un sintoma “real” pueda ser al mismo tiempo imaginario (psicógeno), lo que viene a reducir la etiqueta a, “Yo mismo me lo hago”,o “me lo he inventado”. Para el publico en general, un dolor de carácter psicógeno es lo mismo que un dolor inventado. Un dolor ha de tener una causa aunque esta causa no sea fácil de encontrar por saltarse las leyes de la anatomia. Decir psicológico, para un paciente psicosomático es lo mismo que deslegitimar su sufrimiento. Y es por eso por lo que los pacientes se adhieren a la organicidad de sus sintomas y buscan obsesivamente explicaciones médicas para su malestar.

El caso Pauline.-

Pauline es una de las pacientes que O´Sullivan nos cuenta en su libro, se trata de una paciente afecta de un cuadro psicosomático severo de varios años de evolución. Comenzó muy precozmente (13 años) en forma de infecciones urinarias recidivantes sin explicación médica y que requirió multiples tratamientos, exploraciones e incluso rehabilitación miccional. Pauline tenia que orinar sirviendose de una canula debido a los espasmos del esfinter de su vejiga y alternaba periodos de remisión con recidivas de infecciones y obstrucciones.

Al cabo del tiempo,comenzó un cuadro de dolor abdominal, con dolores que no cedian ante ningun tratamiento, fue explorada con gastroscopias y colonoscopias que no aporatron ningun dato causal. Pauline era dada de alta en cuanto los médicos descartaban su origen orgánico, hasta que un dia y estando en el Hospital hizo una parálisis de ambas piernas. Por primera vez alguien habló de un “trastorno conversivo”. Con esta etiqueta se la despidió del Hospital recomendándole a un fisioterapeuta con el que terminó emparejándose y mejorando de su parálisis poco a poco aunque a veces necesitaba apoyarse en muletas. Su enamorado se encargaba de ella casi completamente a la vez que planeaban irse a vivir juntos.

Casi a continuación vuelven a aparecer las infecciones urinarias, la fiebre y la fatiga extrema y es entonces cuando aparecen las convulsiones y entra en escena el neurólogo, en este caso la Dra O´Sullivan que después de someterla a unas cuantas sesiones de telebservación. La Dr O´Sullivan que ha podido observar estas convulsiones en directo llega a una conclusión definitiva: sus convulsiones no son epilépticas sino “disociativas”. Dicho de otro modo: el origen de las mismas no es orgánico sino psicógeno. Pauline es una histérica, aunque nadie utiliza esta palabra en ningún momento, su mal es psicológico, algún tipo de estrés. Para entonces Pauline está tomando 8 medicamentos diferentes.

Pero tanto Pauline como el fisioterapeuta y la propia familia de Pauline rechazan el diagnóstico. No puede nadie creerse que uno pueda autoprovocarse semejantes dolencias mentalmente. Sus infecciones son reales, sus dolores, incapacidades y perdidas de conciencia son reales ¿Cómo puede alguien atreverse a dudar de la veracidad de estos síntomas?¿Es que Pauline es una mentirosa? ¿Es que Pauline finge? y en cualquier caso ¿para qué?.

Compasíon y comprensión de las enfermedades.-

Las enfermedades no tienen todas el mismo prestigio. El lector puede visitar este post donde avanzo esta idea de que las enfermedades más comprendidas por la población general e incluso por los médicos son aquellas donde el paciente puede perder la vida a consecuencia de esta enfermedad. Le siguen las incapacidades crónicas aunque no representen ningún riesgo para la vida. Pero las enfermedades psiquiátricas convocan una escasa solidaridad entre nuestros ciudadanos. Es por eso que existe lo que nosotros llamamos el estigma, es decir es como si hubiera algún déficit moral en las personas que sufren ciertas enfermedades. En las ultimas posiciones de este reconocimiento se hallan las enfermedades psicosomáticas (como la fibromialgia por ejemplo), siempre recubiertas de una cierta sospechade simulación o teatralidad. El ultimo puesto lo ocupan las enfermedades que proceden de un cierto estilo de vida como el SIDA o el alcoholismo, quizá tambien la obesidad.

La enfermedad de Pauline discurre entre la yatrogenia médica y la estigmatización.

No es de extrañar pues que los pacientes se resistan a ser catalogados como enfermos mentales (locos en la tradición popular), tener un trastorno psicosomático le situa a uno en lo más bajo de la jerarquía del sufrimiento. Uno sufre porque quiere, según dicen los propios pacientes a la vez que rehusan este tipo de diágnosticos.

Pero lo cierto es que la histeria y la simulación son cosas bien distintas.

Neurociencia de la conversión histérica.-

En un estudio pionero, Marshall, Halligan, Fink, Wade y Frackowiak (1997) utilizaron RMf para el estudio de una paciente con parálisis de conversión motora en su pierna izquierda. Observaron que, durante la preparación y la ejecución del movimiento de la pierna sana, se activaba primero la corteza prefrontal dorsolateral (CPFDL) y luego las áreas premotoras y la corteza sensoriomotriz contralaterales al déficit. De la misma manera, cuando la paciente preparaba el movimiento con la pierna paralizada se activaba la CPFDL. Sin embargo, cuando la paciente intentaba ejecutar el movimiento con la pierna paralizada —y fallaba en la ejecución del mismo—, la corteza sensoriomotriz y las áreas premotoras no llegaban a activarse. En su lugar, se activaban áreas límbicas específicas: la corteza cingulada anterior (CCA) y la corteza orbitofrontal (COF). En consecuencia, estas áreas fueron identificadas como las responsables de inhibir los movimientos voluntarios de la paciente. Esto es, de inhibir los efectos de la CPFDL sobre las áreas motoras primarias.

Estos estudios con resonancia magnetica funcional se han repetido con pacientes normales (controles) y con pacientes simuladores. las conclusiones han sido que los tres patrones neuroanatómicos difieren, lo que significa que la conversión histérica no es una simulación, pues los simuladores presentan patrones de estimulación de áreas motores bien distintas.

Conclusiones preliminares.-

Los que quieran saber más sobre la evolución de Pauline harán bien en leer el próximo post. De momento lo que nos interesa señalar son algunas cuestiones: 1) En todo el periplo clinico de la paciente no ha concurrido ningún psiquiatra y salvo O´Sullivan nadie ha sospechado en un trastorno de tipo histérico: la negación del paciente es similar a la negación de los médicos. 2) Los pacientes psicosomáticos se adhieren a las etiquetas orgánicas para eludir el estigma de ser considerados simuladores o exagerados, eludir la estigmatización parece ser el objetivo aun aceptando la yatrogenia que procede de las sucesivas exploraciones y tratamientos. 3) hasta el momento no sabemos nada de la historia personal de Pauline, ni de las causas del susodicho estrés. El estrés es una etiqueta impersonal que usamos para no hablar directamente de lo psicogénico.¿Pero de qué estrés estamos hablando?

Y por fin: 4) la enfermedad de Pauline destaca por otro hecho fundamental: la variabilidad de sus síntomas que afectan a casi todos los aparatos, lo “proteico” de sus síntomas y la variabilidad, así como su tendencia a la perpetuación. Todo pareciera señalar en que cuando un síntoma ha cedido en un determinado lugar aparece en otro donde nadie lo esperaba.

Todo parece darle la razón a Hipocrates y su vieja concepción del útero, es como si el órgano femenino viajara a través del cuerpo provocando síntomas aquí y allá.

Bibliografía.-

Marshall, J. C., Halligan, P. W., Fink, G. R., Wade, D. T. & Frackowiak, R. S. (1997). The functional anatomy of a hysterical paralysis. Cognition, 64, B1-B8.

Freud, S. (1894/1998). Las neuropsicósis de defensa (ensayo de una teoría psicológica de la histeria adquirida, de muchas fobias y representaciones obsesivas, y de ciertas psicosis alucinatorias). En Sigmund Freud. Obras completas (vol. 3, pp. 47-61). Buenos aires: amorrortu.


Freud revisited

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cingulado anterior

Corteza cingulada anterior

Pierre Janet (1859-1947), fue un médico francés discipulo de Charcot y que le sucedió al frente de la Salpètriere. Sin embargo sus teorías sobre la histeria no coincidían con las de su maestro.

Janet -al contrario de Charcot- pensaba que la histeria no era una enfermedad orgánica (del cerebro) sino psicogénica y que su origen era traumático. Fue el primero en hablar del inconsciente y sobre todo el primero en describir la disociación. Su instrumento de trabajo era la hipnosis y fue hipnotizando a sus pacientes (Lucille e Irene  eran sus pacientes VIP) cuando cayó en la cuenta de que en ellas existía una personalidad subordinada, inconsciente, con sus propios recuerdos y memoria (usualmente amnésica) y que podia recuperarse a través de la hipnosis. Concluyó que el psiquismo de estas pacientes estaba “desagregado”, es decir disociado, una parte de su personalidad (Yo ejecutivo) ignoraba la presencia de esa otra personalidad (el observador escondido según Hilgard) y que puede describirse de la siguiente manera: “Es el que puede percatarse pero no sabe”.

“El observador escondido” puede percatarse de un dolor que la parte consciente desconoce. Este hallazgo de la hipnosis clinica puede explicar el hecho de que algunos pacientes “crean no poder ver aunque vean”, “puedan creer que sus piernas están inmóviles aunque puedan moverlas”. Creer y saber pueden ser realidades cerebrales bien distintas, del mismo modo que algo puede saberse (en un lugar) y no saberse (en otro lugar) como conté en este post sobre Susana y los viejos.

Es muy probable que ese “observador escondido” tenga alguna relación neuroanatómica con el cortex cingulado anterior, un circuito frontal que opera como inhibidor. Tal y como recogía en el post anterior, se sabe por técnicas de neuroimagen que es precisamente esta estructura la que se activa en los casos de “conversión” donde el paciente presenta como sintoma esencial el “no poder hacer algo”, es decir que parece que esta estructura nerviosa encargada del control consciente deberia estar apagada y paradójicamente se encuentra encendida en los casos de parálisis histéricas y más: parece que es la parte contralateral al movimiento propiamente dicho la que se mantiene encendida. Este dato publicado por Marshall y Halligan en 1997 tiene múltiples interpretaciones pero yo voy a dar la mia: hay como una disonancia cognitiva, una especie de antagonismo entre las áreas motoras que se encuentran parcialmente activadas y la parte del cingulado anterior del hemisferio contralateral que parece indicar que existe una contradicción entre lo percibido (imposibilidad de mover la pierna) y lo que se “sabe” sin saberse (la puedo mover a voluntad).

La histeria representa el siguiente dilema:: “algo que no se quiere hacer pero que se quisiera llevar a cabo”. O “algo que se quisiera hacer pero no llevarse a cabo”. Y para entender mejor las dimensiones del sufrimiento humano y establecer una mejor comprensión etre las diferencias entre “conversión” “somatización”, “trastorno facticio” y “simulación de enfermedad” necesitamos movernos en tres ejes.

ejes-x-y-y-z

1.- Un eje consciente-inconsciente (y).

2.- Un eje voluntario-involuntario  (x).

3.- Un eje intencional-no intencional (z)

En este sentido un sintoma conversivo seria inconsciente, involuntario e intencional.

Un sintoma psicosomático o por somatización seria inconsciente, involuntario y no intencional.

Un sintoma facticio (El sindrome de Munchausen por ejemplo) seria inconsciente, voluntario e intencional.

La enfermedad simulada seria consciente, voluntaria e intencional.

Nótese que en el caso de la conversión histérica, las razones para desarrollar este sintoma son inconscientes, se producen de forma involuntaria pero tienen un carácter intencional. Intencional no significa necesariamente que sean una especie de lenguaje simbólico que nos quiere señalar algo, significa que están comunicando algo, usualmente una exposición de un cierto sufrimiento que no puede comunicarse de otra manera, una intencionalidad inconsciente. Esto explica porque los síntomas histéricos están siempre sobreexpuestos, aparecen cuando hay testigos (a diferencia de los psicosomáticos), las convulsiones suceden cuando alguien está mirando, eventualmente en la sala de espera del médico, en los Hospitales durante una hospitalización o cuando el paciente va a someterse a un EEG. Contrariamente a lo que la gente piensa esto no es debido a un intento de manipulación sino a la ingenuidad del propio paciente (que se verá así descubierto) y llama la atención sobre qué queremos decir con “intencionalidad”, algo que no debe confundirse con la “voluntariedad”.

Una intencionalidad que al mismo tiempo sea inconsciente tiene la misma definición que un sueño, no alcanza pues ese nivel simbólico que el lenguaje despliega y por tanto está sujeta al equívoco.

Pidiendo hora al Dr Freud para consultar el caso de Pauline.-

Durante su estancia en Paris, Freud conoció a Charcot y a Janet. Las ideas originales de Janet fueron suscritas por Freud, del mismo modo que el origen traumático de la histeria. En el Freud original, la causa de la histeria era haber sufrido abusos sexuales (entre otros) en la infancia. Freud asumió las ideas sobre disociación de Janet e incluso abrazó el metodo hipnótico que siguió aplicando al comenzar su carrera en Viena junto con Josef Breuer su mentor.

Pero Freud con el tiempo cambió de opinión y lo hizo cuando cayó en la cuenta de que sus pacientes le contaban lo que queria oir. Un sesgo de confirmación que le hizo dudar sobre su idea original. Al fin y al cabo las pacientes querian complacer al maestro que las escuchaba con amabilidad y queria llegar al fondo de la cuestión, ellas sabian qué buscaba Freud y le allanaban el camino.

Hoy sabemos que uno de los efectos secundarios de la hipnosis es la creación de recuerdos falsos, de modo que la intuición de Freud era razonable, su fama y la popularidad de su técnica crecían día a día y sus pacientes querian agradarle confirmando su hipótesis de la seducción.

Pero no era cierta. Fue por eso que Freud abandonó la hipnosis y la sustituyó por la asociación libre, al tiempo que cambió la etiologia traumática (seducción infantil) por la teoria del impulso inaceptable, al tiempo que enunció uno de los mecanismos defensivos de la mente más conocidos: la represión.

Lo que se reprimiría seria una idea, imagen o afecto inaceptable para el sujeto, bien porque resultaría inmoral o bien por estar cargada de miedo, verguenza, culpa o bien por disminuir la autoestima del sujeto, Idea que posteriormente se transformaria en síntoma. Lo reprimido (que antes de ser reprimido pudo estar en la consciencia), es desplazado al fondo del armario y enquistado alli de tal manera que no pase a la consciencia. La represión en este sentido es de arriba-abajo, mientras que la disociación seria transversal, entre distintos módulos de la mente. Represión y disociación serian los dos mecanismos fundamentales de la histeria.

Y ambos están presentes en Pauline y son responsables tanto de sus sintomas psicosomáticos como de sus sintomas conversivos. En este sentido estarían justificados ambos diagnósticos.

Y Freud nos dió hora para dentro de pocos dias, en el próximo post.


Freud y Pauline

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Una vez que ya conseguimos cita con el Dr Freud es el momento para recordar el caso de Pauline que la Dra O´Sullivan nos presentó en su libro “Todo está en tu mente”, recordaremos brevemente su sintomatología y recordaré el post donde hablé más en profundidad sobre el caso.

Pauline es una jóven que padece desde los 13 años de toda clase de enfermedades psicosomáticas y de conversión, episodios proteiformes que van y viene y que interfieren gravemente en su vida y su bienestar. Padece según la Dra O´Sullivan de trastornos psicosomáticos, diagnóstico que la misma Pauline y su familia rechazan. recientemente ha estado ingresada en un Hospital donde ha sido monitorizada para observar sus convulsiones durante todo el día. La conclusion de O`Sullivan es definitiva: no se trata de epilepsia, sino de convulsiones disociativas (pseudoconvulsiones).

El primer intento de la Dra es convencerla de que su trastorno no precisa de tratamiento antiepiléptico al tiempo que le recomienda visitar un psiquiatra para hacerle una evaluación, dicho de otra forma: tratar de romper su anclaje con la enfermedad física, algo de cuya dificultad hablé precisamente en el post anterior. Que el paciente renuncie a la causalidad física es muy importante de cara a su evolución, cuanto más tarde Pauline en operar ese cambio mental más difícil será el abordaje por la vía psicológica. Cuanto más tiempo transcurra en la convicción de que su epilepsia es real peor para su recuperación. En el post anterior ya conté algunas peculiaridades de los rechazos a los diagnósticos psicogénicos.

No obstante y antes de derivarla la Dra O´Sullivan intenta proceder de forma hipocrática y averiguar cuando comenzó su enfermedad,¿qué estaba pasando en la vida de Pauline?, “dime todo lo que recuerdes con independencia de que lo consideres trivial”. Pauline tenia 13 años y sus padres se divorciaron por aquella época, esa debió ser la primera hipótesis de O´Sullivan, pero no. Los padres se divorciaron mucho después de comenzar ella con sus infecciones urinarias. Efectivamente, el divorcio de los padres puede resultar muy estresante para los niños de esa edad, pero esa hipótesis no coincidía con el tiempo en que Pauline comenzó con sus extrañas infecciones de orina sin “mecanismo médico explicativo”.  Pero Pauline cuenta:

-Por aquel entonces mi padre se peleó con mi tio, su hermano y le prohibió volver a visitarnos. Fue una mala época en mi casa puesto que mi tío era una buena persona y habitual en nuestra casa.

-Y eso por qué? ¿Qué sucedió?

-Al parecer le acusaron de haber abusado de una chica, pero todo resultó falso según he sabido más tarde.

-¿Y la familia no le apoyó?.

-No y mi padre fue muy radical al no permitirle visitarnos. Aun siguen sin hablarse

Silencio de la Dra O´Sullivan.

-Ya se lo que está pensando, no, a mi nunca me hizo nada.

-Por qué piensas que estaba pensando en eso?

-Lo vi en Internet, estas enfermedades psicosomáticas suelen presentarse en personas que sufrieron abusos sexuales en su infancia. Pero mi tío nunca me tocó, por otra parte esa niña que le denunció era bastante mentirosa según dicen.

-¿La conocías?

-Solo de vista.

Después de esta conversación Pauline comenzó  a mejorar, la Dra O´Sullivan no volvió a verla pero su psiquiatra fue informándola de sus progresos. Las convulsiones desaparecieron pero no del todo, sus paresias mejoraron pero aun a veces necesitaba apoyarse en muletas para caminar. Se fue a vivir con su fisioterapeuta y parecía que todo iba a ir bien pero su mejoría no acababa de ser total y aun mantenía ciertas restricciones de movimientos, fobias (relativas a lo sexual) y algún episodio de dolor inexplicable, etc.

El Dr Freud contesta mientras fuma su eterno cigarro habano:

-Pauline hizo una fuga hacia la salud (flight to the health)

¿Y eso qué es?- exclamamos todos casi al mismo tiempo.

-Qué se ha curado para que no sigaís indagando.

La fuga hacia la salud es un mecanismo observado por diversos especialistas (Freud y Tausk entre ellos) que se refiere a una especial forma de resistencia. El paciente primero transformó una idea en un síntoma y cuando es requerida para recordar qué idea se encuentra ahí enquistada y dando problemas el paciente se resiste a abrir ese quiste y lo hace por el miedo al dolor. Pauline sabe que ha tocado el quiste en algún punto, aun no sabe qué contiene ese quiste, lo que es seguro es que está relacionado con su tío y su problema con la policía en cuanto al abuso que se le atribuye sea verdadero o falso. El recuerdo se olvida y la paciente queda libre de recuerdos intrusivos a cambio de permanecer enferma. Pero en algún punto de su psiquismo sabe que hay un quiste y sabe que en ese quiste está el episodio relatado. Y la solución:

Freud, dice:

Es un caso que me recuerda mucho a Elisabeth R., ella tambien enfermó después de morir su hermana, pero no lo hizo a consecuencia del duelo consiguiente sino por albergar un deseo. Un deseo prohibido: el de esposar a su viudo. Una idea que estuvo en el consciente alguna vez y que se desplazó al inconsciente precisamente por la censura moral. Para Elisabeth R. era intoleranle tener este pensamiento y es por eso que lo reprimió, disociándolo de su memoria. El “impulso inaceptable” no es un trauma propiamente dicho pero se comporta como tal. No hay que buscar en este caso un trauma sino un secreto.

-Y cual podria ser ese secreto?, pregunté.

-Algo asi como esta idea:

¿”Y QUE TIENE ESA CHICA QUE NO TENGA YO”?, ¿es que la QUIERE A ELLA MÁS QUE A MI?.

Si una idea puede generar un movimiento, del mismo modo una idea puede generar parálisis. Los sintomas de Pauline pueden ser vistos precisamente como fluctuaciones de sintomas hiper y sintomas hipo relacionados con el movimiento. Se trata de movimientos descascarillados, sin emociones asociadas, sin voluntad pero intencionales. las emociones se detienen precisamente a cambio de transformarlas en síntomas. No son las emocioens las que generan sintomas sino las ideas asociadas, restos cognitivos plegados en el inconsciente que se comportan como focos de pus. De lo que se trata es de abrir ese foco de pus para que sane: de dentro afuera.

Y nos fuimos con cara de tontos de la consulta del Dr Freud.

Nota liminar.-

El caso de Pauline es verdadero y está en el libro de la Dra O´Sullivan mencionado pero el desenlace y la consulta con Freud es una licencia literaria del autor. Se trata de una ficción, del mismo modo que el desenlace teórico de la causa inicial de su enfermedad.

Solo una hipotesis, ¿pero es verosimil?

 

Bibliografia.-

La fuga hacia la salud


El dolor y la dolor

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Los humanos sentimos como dolor cosas que no están etiquetadas como dolorosas en otras especies porque los ancestros que estuvieron motivados para buscar ayuda sobrevivieron en mayor número que los ancestros que eran más duros o estoicos. Es decir, que somos descendientes de quejicas. (Barbara Finley).

La mayor parte de la gente cree que el dolor es una señal de que algo anda mal en nuestro cuerpo. Identifican el dolor con el daño y lo piensan además de abajo-arriba. Si nos duele un pie es porque nos hemos dado un golpe o un traspiés, la sensación viaja desde el pie al cerebro y alli informa de algo va mal iniciandose la cascada de la inflamación para proteger la integridad de ese pie. Pero en nosotros los humanos nos puede dolor el pie, quedarnos paraliticos  o sufrir distonías en ese mismo pie sin muestra alguna de daño, es decir existen dolores sin explicación médica.

En este sentido podemos afirmar que ciertos tipos de dolor son alucinaciones del daño.

Es como si pensáramos que el dolor está ahi para servir de algo. En el caso del golpe en el pie para detenernos y descansar. Se trata de ese tipo de dolor que se cura o mejora con el reposo. Pero el dolor no es la sensación automática del daño,  viéndolo desde un punto de vista evolucionista, los animales sienten dolor cuando sirve para algo -usualmente huir de un depredador-, y carecen del repertorio de conductas que llamamos “conducta de enfermedad” (sickness behavior), patrimonio exclusivo de los humanos, ningún animal puede permitirse ese lujo. Heridos o dañados, no tienen más remedio que seguir adelante. Es por eso que la percepción del dolor es distintiva de cada especie. ¿Cómo es posible que este ñu pueda dar a luz enmedio de la sabana sin aparentes muestras de dolor?

Como podemos ver en este breve documental acerca de las migraciones periódicas que recorren los herbíboros a través de la sabana, dar a luz es un proceso fácil,  indoloro y planificado pero sometido a múltiples amenazas. Unas amenazas que hacen que la cría haya de madurar motóricamente en pocos minutos, ha de ponerse en pie o servir de cena a sus merodeadores.

Si comparamos el dolor del ñu con el dolor de la hembra humana en sus partos, obtendremos un indicador muy interesante para entender como el dolor ha evolucionado según a qué especie afecte ese dolor. Es obvio que el cuello del útero humano ha evolucionado para que el parto sea doloroso a diferencia de otras especies de mamíferos.

¿Por qué las hembras humanas tienen partos con dolor?

Al margen de la maldición biblica, nuestra especie se caracteriza por la inmadurez de nuestros bebés. A diferencia de otros mamiferos el tiempo de maduración de un niño  es sorprendentemente superior a cualquier otro ser vivo y todo parece indicar que el parto es tanto más doloroso cuando más inmaduro es el feto y más cuidados necesita para salir adelante y que superan al destete en nuestra especie. Además la hembra humana sufre muchas más complicaciones derivadas del parto por esta circunstancia. El parto es peligroso, no solo por los accidentes y de las dificultades del hecho de dar a luz y que requiere ayuda por parte de otras personas (a diferencia del resto de especies) sino por las infecciones y las hemorragias. Todo parece señalar en la dirección de que el parto no es peligroso porque duela sino que el dolor nos avisa de los riesgos posteriores al propio hecho de parir.

Es por eso que la evolución trabajó en la dirección de hacer mas doloroso el parto en nuestra especie y tomando esta idea en otro sentido más amplio:

El umbral para el dolor en nuestra especie viene regulado a la baja para acaparar ayuda de otros.

El dolor no es sólo una percepción de daño sino que también puede ser “creado” ex novo pues tal y como nos enseña la psicología evolucionista (que se ocupa de las causas remotas pero no de las causas próxima) venimos diseñados de serie para quejarnos, pues obtener ayuda tiene premio evolutivo (reproductivo y de supervivencia). El dolor es mitad sensación y mitad percepción y es además subjetivo y no puede medirse cuantitativamente, es una experiencia cualitativa, no disponemos de “dolorómetros” para medirlo.

O por decirlo en términos más comprensibles:

“El que no llora no mama”.

Pero el lector hará mal en suponer que existen dolores “verdaderos” y dolores “fingidos”. No es así de sencillo.

El beneficio secundario de la enfermedad.-

El beneficio secundario de una enfermedad son las ventajas, prebendas, apoyos, cuidados, o simpatías que una persona extrae del hecho de estar enfermo. En ciertos casos extremos de “simulación de enfermedad”, el beneficio es muy obvio: estar de baja, cobrar una indemnización, retirarse de un trabajo agobiante son conductas tan comprensibles que no vale la pena detenerse en ellas. Pero cualquier tipo de enfermedad conlleva una ganancia secundaria al menos en forma de cuidados o atenciones, a veces mimos. En otras ocasiones una enfermedad puede conseguir por sí misma retener a un marido poco comprometido con la crianza o la familia, que no salga por la noche o que deje de beber. En una especie social y gregaria como la nuestra es imposible deslindar la enfermedad de la conducta de enfermedad y los beneficios secundarios

Pero los efectos secundarios de la enfermedad no son causales, es decir no enfermamos para obtener esas ventajas. Cada cual enferma -y me estoy refiriendo ahora a las enfermedades psicosomáticas- por una causa individual si bien es cierto que:

En un sentido evolucionista, la ayuda que proporcionan los demás es la causa última de algunos tipos de dolor.

Sufrimiento y dolor.-

Más arriba conté que el dolor no siempre se corresponde con un daño. Y que hay un dolor que opera de arriba-abajo, es decir del cerebro hacia el cuerpo. O mejor de la mente hasta el cuerpo, hablamos entonces de “trastorno por dolor”, un epígrafe mal conocido que se clasifica entre los trastornos por somatización. Estas enfermedades sin embargo recogen pocas simpatías y probablemente son de entre todas las enfermedades las peor valoradas y mal recibidas no solo entre los mismos familiares del enfermo, sino incluso por los propios médicos. La fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica son dos ejemplos de esta falta de reconocimiento. Un ejemplo que parece desmentir la idea más arriba citada de que estamos diseñados para obtener simpatías por nuestra enfermedad.

Sucede por una cuestión. El dolor y el cansancio son experiencias individuales y muy bien conocidas por todos nosotros. ¿Quién no ha experimentado alguna vez un dolor de muelas o un cólico nefrítico o una cefalea? ¿Quién no se ha sentido exhausto después de un día agotador o después de una temporada de estrés?

Ser una experiencia tan corriente y al mismo tiempo tener la experiencia de que el dolor cesa o el cansancio se revierte con el reposo, le quita credibilidad a aquellos cuyo dolor no cesa sin que haya ninguna razón médica o a aquellos que no reparan a través del sueño su cansancio patológico. Pensamos que exageran, que mienten, que intentan manipularnos, en suma lo que sentimos (pues tendemos a compararlos con nuestra propia experiencia), es que simulan estar más enfermos de lo que están.

Todo parece indicar que sentimos más simpatia por aquellas enfermedades que ponen en riesgo la vida y no tanto por aquellas que se manifiestan por incapacidad o a las que atribuimos un cierto tufo fraudulento.

Y sucede porque ninguno de nosotros tiene la experiencia privada de que el sufrimiento y el estrés puede llegar a enfermarnos fisicamente. Todos nos movemos en un cierto umbral de estrés pero no todos tenemos el mismo umbral y por supuesto la vida de las personas, usualmente los primeros años de vida (que es cuando construimos ese umbral) es bien diferente para unos y otros. De modo que no podemos comparamos con nadie para medir nuestro o el sufrimiento del otro, pero todos sabemos que nos moriremos a pesar de que vivimos de espaldas a esta realidad. La compasión obviamente se moviliza ante la presencia de la muerte que nos recuerda a la nuestra, la verdadera.

Es por eso que el cáncer obtiene siempre más comprensión y compasión que la depresión, y no solo comprensión sino fondos para su investigación.

El estrés y las enfermedades.-

Un libro de Robert Sapolsky muy interesante y que se titula ¿Por qué las cebras no padecen úlcera? se plantea la siguiente pregunta. ¿Por qué las cebras no padecen úlcera gastroduodenal si su vida discurre en un constante estrés a fin de escapar de las garras de sus depredadores?

Es obvio que la vida de una cebra debe ser bastante invivible, solo que ella no lo sabe. la cebra come, fórnica, se reproduce, camina, migra y vuelta a empezar. carece de una conciencia abstracta o de la capacidad imaginaria que le permita anticipar los accidentes que pueden llevarla a la muerte aunque dispone de memoria para anticipar los peligros y no parece plantearse ningún problema más allá de no servir de cena a una leona.

Los seres humanos somos capaces de simbolizar y de abstraer, por tanto no son los depredadores naturales los que nos asustan sino cuestiones más o menos simbólicas o abstractas. Es por eso que el sufrimiento no es exactamente igual al dolor. Se puede sufrir mucho sin dolor y se puede sentir dolor sin sufrimiento, también podemos sentir dolor moral y sentirlo además en el plano físico. El objetivo del sufrimiento es el balance que hacemos de nuestra vida co sus insatisfacciones, las adversidades y las desgracias y las teorías que construimos para explicarnos a nosotros mismos tal cúmulo de adversidades.

Pero aun hay más: el sufrimiento precoz puede modificar nuestra respuesta al estrés. Nuestros sistema endocrino y autoinmune depende en gran manera del eje del estrés que involucra sobre todo al cortisol. Un buen funcionamiento de este eje predice que la respuesta hormonal y autoinmune oscilará según las necesidades de defensa del organismo. Pero algunas personas quizá a través de la sensibilización precoz de este eje pueden ser hipo-respondedoras al estrés. Este tipo de personas son las que mas dolor músculo-esqueletico van a presentar pues su respuesta no es lo suficientemente elástica para diferenciar claramente entre cansancio-dolor o reparación-relajación.

No es que estas personas no sepan relajarse como usualmente se dice sino que están demasiado relajadas. Y una musculatura demasiado relajada (sin tono muscular) es fácil presa de contracturas crónicas ante un mínimo esfuerzo. Probablemente esto es lo que les sucede a los enfermos de fibromialgia y seguramente lo que está detrás del dolor sin explicación médica.

Este estrés a veces puede ser identificado pero a veces no. No es necesario hablar de grandes traumas puesto que cada cual construye su propio umbral de resistencia al estrés según sus propias experiencias. No tenemos referencias validas sino lo que hemos vivido y lo que hemos interpretado de esa vida. Uno no puede dolerse sino de aquello que le duele.

El dolor psicosomático es inconsciente (sus causas quedan fuera de la consciencia), involuntario (no está generado por la voluntad) pero es intencional, es decir está ahí para mostrarse. Es en este sentido que la psicología evolucionista y la psicología convencional pueden llegar a confluir con la seguridad de que cada persona construye su dolor por sus propias razones y causalidad, es precisamente porque -según Finlay-, hemos cogido el módulo de conducta materno-filial y lo hemos expandido.

Pues al fin y al cabo nos quejamos para que nos hagan caso. Y más: es imposible discriminar que tanto por cien de búsqueda de apoyo y que tanto por cien de daño real existe detrás de un dolor. Tampoco podemos medir el sufrimiento que hay detrás de una dolencia física objetiva, de manera que la actitud médica más inteligente es la compasiva y tratar cada dolor como si fuera el primero que vemos en la consulta y devolverle al paciente su dignidad de enfermo doliente.

Bibliografia.-

El dolor del altruismo, post de Pablo Malo de donde tomé prestadas algunas ideas para la confección de este post.

Barbara Finley: “The pain of altruism” 1995.


Histeria, Briquet y psicopatia

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dad-cad

La mayor parte de las personas que conozco estarian de acuerdo con la siguiente idea: “la psicopatía no es una enfermedad” y por tanto los psicópatas son merecedores de castigo cuando incumplen las reglas. Sobre la histeria no haré esa pregunta porque hoy la histeria ha desaparecido de los manuales psiquiátricos, tiene muy mala prensa y el público en general usa este término más como un insulto o un calificativo que como sinónimo de una patología.

Sucede porque la gente por lo general no sabe que la existencia de psicopatología no implica necesariamente enfermedad. Y más: histeria y psicopatía proceden del mismo material genético. Un material que en los hombres daria como resultado una psicopatía y en las mujeres la susodicha histeria. Los mismos genes pero distintos efectos según el sexo. La histeria sería una forma menor de la psicopatía.

Lilienfeld en 1986 en una sistemática investigación sobre el trastorno por somatización reivindicó de nuevo el nombre de Pierre Briquet; según su investigación en nuestras opulentas sociedades occidentales, el número de afectados por esta enfermedad sigue siendo muy similar a las cifras que había detallado el propio Briquet a pesar de la desaparición de los hospicios y aunque la histeria ya ha pasado a formar parte de las categorías olvidadas de nuestra época, el sindrome de Briquet sigue siendo estable y afectando al 3% de la población femenina. Lo que nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta ¿Si la histeria ya no se admite como trastorno mental y el sindrome de Briquet sigue siendo estable, donde están los pacientes que antaño llamábamos histéric@s o afectadas por un sindrome de Briquet?

Recientemente los hallazgos de Lilienfeld han sido replicados por otros investigadores y  sabemos que la psicopatía es al menos moderadamente heredable ( Hicks et al., 2004 ). Curiosamente, parece agruparse con la histeria en familiares de primer grado, pero la sociopatía se expresa en los machos y en las hembras la histeria. Harpending y Sobus (2015) sostienen que “la histeria es la expresión en las mujeres del mismo material genético que conduce a la sociopatía en los hombres”.

El sindrome de Briquet es un cuadro de somatización múltiple y persistente que presentaban sobre todo aquellas mujeres que Pierre Briquet atendía pero teñido de algo más: ese algo más que presentaban las pacientes de Briquet es una conducta de victimización, una conducta de queja, una conducta -tal y como decimos hoy- de enfermedad y de búsqueda de remedios, cuidados médicos o espirituales, exploraciones o consultas y sobre todo atención. Briquet entendió que aquellas quejas que sus pacientes presentaban no se basaban en lesiones orgánicas, sus dolores no seguian los patrones neurológicos aceptados por la ciencia y sus relatos eran exagerados y mutables. Sus listas de sintomas interminables, sus quejas imposibles de catalogar, sus síntomas cambiantes y su estado de ánimo atravesado por una emoción que en aquel entonces se acuñó como “la bélle indiference”, una indiferencia frente al malestar que recordaba el estoicismo griego cuando no a una disociación de afecto que más tarde Babinsky bautizó con el nombre de anisodiaforia, una especie de discrepancia en lo que uno dice y en como lo cuenta, una forma de afectividad incongruente y que describió en pacientes orgánicos.

Dicho de otra forma: la histeria clásica y el sindrome de Briquet son la misma enfermedad.

¿Pero es realmente una enfermedad?.

No, es un subproducto de la evolución, o dicho de otra forma una estrategia relacionada con la reproducción.

Dos definiciones evolucionistas.-

¿Qué es ser un psicópata en terminos evolutivos?

Ser un tramposo, aprovecharse de los demás y seducir hembras sin atender a sus necesidades. Un psicópata es lo contrario a un macho proveedor. Un psicopata es un merodeador.

¿Qué es una histérica en terminos evolutivos?.

Una histérica es una mujer exigente que se mueve en un entorno de inversión parental baja en los machos. Cuando los hombres no son buenos socios para la inversión parental las hembras ajustan su comportamiento en consecuencia. Una caracterización clínica común del síndrome de Briquet es una mujer que exagera necesidad, dolores, necesidad de cuidados, incapacidad o que exige altos niveles de atención e inversión y que engaña al principio de la relación en cuanto a sus requisitos y “prestaciones”. La estrategia (adquirida o heredada) tiene sentido para una mujer con una alta exposición a los machos de baja inversión parental. Machos inconstantes y móviles que pueden ser controlados sólo en el corto plazo. ( Harpending y Draper, 1988 ).

O dicho de otra manera: la histeria es una contraestrategia para enfrentar a los psicópatas no-proveedores. Una estrategia a largo plazo.

La caja de Pandora se abrió -en opinión de Peter Frost- en la transición del paleolitico al neolitico. La revolución agricola tuvo grandes implicaciones no solo en una mayor disponibilidad de alimentos y la concentración de los mismos en ciudades y lugares de poder centralizado sino tambien en las relaciones entre hombres y mujeres. Mientras que en el estilo de vida cazador-recolector hombres y mujeres eran fundamentalmente monógamos y los hombres y las mujeres invertían decididamente en su descendencia, en el periodo agrícola los hombres optaron por la poliginia y el engaño. Esta elección tenia que ver con la multiplicación de los asuntos en los que se podia engañar (difícilmente en un grupo de cazadores, un hombre podia engañar al resto) y a la extensión y movilidad de los engañadores. Cuando un hombre ya no podia engañar a sus conciudadanos podía desplazarse a otro lugar donde no fuera conocido para seguir engañando. Al fin y al cabo criar gallinas siempre es más complicado que robarlas.

En una comunidad más grande, un sociópata puede evadir la detección suficiente como para reproducirse con éxito y transmitir sus rasgos mentales. Por último, en algunas culturas puede usar sus habilidades manuales para dominar la comunidad, convirtiéndose en un “gran hombre” y disfrutar de muy buenas oportunidades para la reproducción.

Retener a un hombre resultaba más difícil para las mujeres en periodo agrícola en parte porque  la agricultura había aumentado considerablemente la autonomía reproductiva femenina. A través de la agricultura durante todo el año, las mujeres podrían proporcionar para ellas y sus niños un mayor aporte de alimentos con menos asistencia masculina. Y no cabe duda de que esta situación que sucedió hace 10.000 años es bastante parecida a la que tenemos hoy en dia. Las mujeres en su mayor parte son autónomas para mantenerse a sí mismas y a sus hijos, lo que hace que los hombres se comprometan menos y tengan mas hijos fuera del hogar que en él. O bien que no los tengan en absoluto gracias a que las mujeres hoy controlan la descendencia de los hombres. En cualquier caso lo que parece haber entrado en dacadencia es el rol de macho proveedor. Los hombres se han librado de las cargas que las mujeres les imponian y se han hecho más holgazanes y promiscuos.

La diseminación de los genes psicopáticos y  briquetianos sin embargo continuan en expansión gracias a la movilidad de los portadores. Se supone que los genes implicados en el síndrome de Briquet (transtornos psicosomáticos persistentes) alcanza a un 3% de la población femenina y 7 de cada 10 son mujeres.

En definitiva los genes que inclinan hacia el engaño y el autoengaño parecen ser los mismos solo que tienen efectos distintos entre hombres y mujeres.

El tipo de entorno cultural actual favorece a los seductores y manipuladores de sexo masculino en lugar de proveedores masculinos (estrategias cad en lugar de dad). Por el contrario, se han seleccionado positivamente para las mujeres que sólo sienten una necesidad intermitente para la compañía masculina y que de vez en cuando son capaces de convencer para su asistencia a otros familiares..

O dicho de otra manera este entorno favorece a las mujeres que tienen bajos deseos sexuales, mientras que desfavorece a aquellas que tienen altos deseos sexuales. Y más probablemente los trastornos psicosomáticos tipo Briquet son más frecuentes en las mujeres que mantienen pocas relacioens sexuales (tienen pocos deseos) mientras que en las mujeres con más deseos sexuales serian más frecuentes otros desarrollos.

¿Pues cómo combinar las necesidades sexuales femeninas con la inexistencia de machos proveedores y con una expectativa de  baja inversión parental?

 


Dimensiones del síntoma

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La neurogénesis subsume -pero no anula-  a la miogénesis @pacotraver

Aquellos de ustedes que hayan leido los post anteriores recordarán sobre todo, una idea que, en principio es dificil de pillar. Me refiero a la coexistencia -en determinados síntomas- de ciertas dimensiones que parecen contradictorias. Y nos parecen contradictorias porque nos representamos al síntoma en una o dos dimensiones. Asi o bien pensamos en un continuo, por ejemplo el que estaria representado por una linea de puntos que recorreria la dimensión consciente-inconsciente o bien por un eje de abscisas y ordenadas que combinaría la anterior dimensión con otra: el eje voluntario-involuntario.

Asi es como nos solemos representar un sintoma sea mental o médico. El sintoma tiene una dimensión inconsciente e involuntaria. Una parálisis conversiva por ejemplo tendría esta consideración: seria involuntaria, esto es, no depende de la voluntad y es inconsciente, es decir ignoramos las razones de la citada parálisis. Ignoramos tanto el por qué como el para qué. En realidad estas dos dimensiones son las mismas para los síntomas orgánicos, somáticos o de causa conocida y tambien para los sintomas psicosomáticos. Por ejemplo, un acúfeno, una convulsión epiléptica o una crisis hipertensiva, son sintomas inconscientes (sus mecanismos causales están por debajo de la consciencia) y son involuntarios, es decir no pueden ser causados a voluntad. Lo mismo sucede con los sintomas psicosomáticos (por ejemplo la diarrea urgente del colón irritable: es involuntaria y es inconsciente.

Trate usted de regularse sus niveles de azúcar o sus cifras tensionales con su mente, trate de quitarse esa jaqueca con la mente, esa fatiga o esa urgencia por defecar. Se dará cuenta de que no puede: lo inconsciente no puede hackearse.

Es por esta razón que hemos de añadir una tercera dimensión, la que recorre el eje intencional-no intencional y es el cubo el mejor recurso para representárnoslo.

cubo

Pero no demos por sabido que entendemos qué es cada una de estas dimensiones. Vamos a verlas una a una y veremos luego algunos ejemplos.

¿Qué es consciente, qué es inconsciente?

Podemos definir consciente como algo cuyo procesamiento mental sucede en la consciencia, lo percibido sería el campo donde se juega el partido de lo consciente, un darnos cuenta, un percatarse.

Nótese, sin embargo en que no todo lo que es consciente sucede dentro del campo de nuestra atención. Los bordes quedan siempre emborronados por falta de enfoque. No nos apercibimos de todo lo que es consciente o sucede en el campo de nuestra percatación de modo que. hay una linea borrosa que podriamos llamar -siguiendo a Freud- preconsciente donde podemos ocultar tanto lo irrelevante como lo amenazante. “Simplemente no lo vi o no me dí cuenta”.

¿Qué es voluntario, qué es involuntario?

Una definición operativa de lo voluntario seria hacerla equivalente al “querer” una “determinación de la voluntad por su espontánea decisión o antojo”.

Por ejemplo si accidentalmente y al levantarme le doy un pisotón a mi vecino, este acto seria consciente e involuntario. “Lo hice sin querer” solemos decir. Tambien decimos muchas cosas sin querer, cualquier acto o conducta responde a una lógica automática en la que no reconocemos nuestra autoría. ¿Cuantas veces solemos arrepentirnos o avergonzarnos de cosas que hemos dicho o hecho casi sin pensar y que no responden realmente a nuestras intenciones de decirlas.?

Soy responsable de mi voluntad y de todo lo que sucede por ese “querer” pero no soy responsable de aquello que simplemente sucede, y de lo que no me siento autor. No soy responsable del automatismo mental.

¿Qué es intencional, qué es no-intencional?

Este es un concepto un poco más dificil de entender que los anteriores que son bastante intuitivos. E implica la imposibilidad de dejar de ser sujeto. Un sujeto que sabe más allá de lo que cree saber.

La intencionalidad se refiere tanto al contenido de la mente o la conciencia, como a la relación entre la conciencia y el mundo. Fundamentalmente, la intencionalidad significa que la actividad de la mente se refiere a, indica o contiene un objeto. Desde otro punto de vista, se puede decir que gracias a la intencionalidad un sujeto es capaz de conocer la realidad que lo circunda y que además tiende naturalmente hacia ella, y, al mismo tiempo, al propio yo, no como objeto, sino en cuanto sujeto del hecho o estado psíquico. La intencionalidad no se reduce al estudio de la intención de la voluntad. No debe confundirse con el concepto que en francés se llama intensión y en inglés intensionality, concepto que pertenece a la lingüística. Es en la rama de la teoría del conocimiento o gnoseología donde la intencionalidad adquiere todo su valor, porque todo saber es intencional es decir se refiere a algo ya sea de dicto o de re; . (De la wikipedia).

Es decir lo intencional está relacionado con lo noético, un acto de intelección o intuición, un acto comprensivo y de comprehensión. Lo intencional se situa más allá de lo voluntario en el sentido de “algo que se quiere hacer” y de lo consciente en el sentido de “lo percibido”. Lo intencional comunica algo a alguien. Lo no-intencional no comunica nada.

Es por eso que algo puede ser hecho sin intención de ser llevado a cabo. Y algo puede ser intencional a la vez que es involuntario.

Reflejos primitivos y reflejos maduros.-

Embriológicamente hablando nuestro cuerpo podria definirse como una manifestación de una escalada desde la miogénesis hacia la neurogénesis, de un proceso de centralización o de frontalización. Un proceso jerárquico que tiende a privilegiar módulos del cerebro especializados en el control y manejo de otros órganos distantes. Un proceso de Rodolfo Llinás ha llamado interiorización.

En un determinado momento de la ontogenia cada motoneurona establece contacto con su fibra adecuada y entonces es la médula espinal la que toma el mando del movimiento, sucede entonces que la contractibilidad miogénica es ya superflua puesto que ya ha sido absorbida por la contractibilidad neurogénica.

Podriamos decir que la contractibilidad neurogénica pertenece a un rango o jerarquia superior de motilidad y cuando se establecen esas nuevas coordenadas de contractibilidad, la anterior, su precursora cesa. Decimos entonces que la neurogénesis ha interiorizado -se ha apropiado- de la miogénesis.

Lo mismo sucede entre el tronco cerebral y la medula espinal: otra vuelta de tuerca hacia la encefalización, es decir hacia el mando supremo del sistema nervioso central, asi todo movimiento es sobre todo algo que comienza en el encéfalo, y luego desciende a través del tronco del encefalo y la médula espinal y termina en un movimiento coordinado y sinérgico entre grupos musculares y una voluntariedad que no puede estar en otro lugar sino en el cerebro: más concretamente en la red corticotalámica.

Ontológicamente se trata de un proceso que pretende sustituir los reflejos primitivos por otros posturales. De lo que se trata es de impedir que los reflejos arcaicos interfieran con el movimiento, algo que se logra subsumiendo el reflejo original en otro mucho más complejo y adaptativo. Pensemos en el reflejo de succión y como es sustituido por el reflejo de masticación. Algo que es muy util si el niño ya tiene dientes, pero que no serviria de nada mientras mama. Sin embargo el reflejo de succión permanecerá activo durante toda nuestra vida, es por eso que podemos beber refrescos con pajitas durante nuestra vida entera. Tambien podemos observar estos reflejos no sólo en los bebés de pocos meses sino tambien cuando padecemos ciertos parkinsonismos, como el rabbit syndrome. El reflejo puede activarse voluntariamente y hacerse runaway (descontrolado) por causas patológicas.

Madurar significa abandonar las costumbres miogénicas  y los reflejos primitivos  y sustituirlos por otros más complejos y adaptados a la vida del adulto. Dicho de otra forma, de lo que se trata es de que el cerebro tome el mando de la mayor parte de nuestro sistema musculo-esqueletico mientras lo arcaico (el sistema nervioso autónomo) sigue gobernando sus parcelas.

Conversión y somatización.-

La conversión es un mecanismo que implica sobre todo sintomas pseudoneurológicos, bien motores, bien sensoriales. Los ultimos estudios sobre este tipo de sintomas arroja anomalias en el procesamiento de señales motoras. No hay que olvidar que las emociones son movimientos plegados, de manera que los pacientes conversivos serian aquellos que padecen algun tipo de disfunción para el procesamiento emocional-motor.

Lo que diferencia al sintoma conversivo (histérico clásico) del sintoma psicosomático es que el primero depende del sistema nervioso somático y el segundo del sistema nervioso autónomo. Una parálisis o una distonía se refiere al sistema nervioso somático, pero una diarrea o un vómito está relacionado con el sistema nervioso autónomo.

Pero tanto lo convertido como lo psicosomatico comparten entre si, dos cuestiones: son inconscientes e involuntarios, lo que les diferencia de los trastornos ficticios, pero se distinguen en otra cuestión: lo conversivo es intencional y lo psicosomático es no-intencional.

¿Y cual es la intención de un síntoma de conversión?: naturalmente mostrarse.

Mostrar el sufrimiento a fin de obtener ayuda, consuelo o recursos es una estrategia bien implantada en los mamíferos y que tiene que ver con el apego y también con el engaño. No cabe ninguna duda de que estos síntomas evolucionaron desde nuestras aptitudes para el engaño. El llanto es un buen ejemplo de ello, una conducta que evolucionó como advertencia de que algo iba mal y de señalización para la madre o el grupo. Llorar es una manera de obtener ayudas adicionales  y la única forma que tiene un bebé de nuestra especie de comunicar que algo va mal, aunque ni él mismo sepa qué es lo que no va bien.

Lo curioso de este “mostrar” el sufrimiento es que implica a mecanismo nerviosos bien distintos a aquellos sufrimientos que suceden en privado o se ocultan. Por ejemplo una cefalea no se muestra sino que más bien se pasa en silencio y en aislamiento, un despeño diarreico (en un colón irritable) es casi siempre inesperado y nos pone en un aprieto. No sabemos porque algunos sufrimientos son superficiales y se muestran mientras otros son más profundos o suceden en capas de lo somático más alejadas de la intención. Pero es muy probable que este fenómeno necesite de otros hallazgos a fin de poderlos entender mejor.

Uno de estos hallazgos es la teoría polivagal, de la que hablaré en un próximo post.

 



De lo oculto y lo sutil

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“De lo oculto y lo sutil” es una novela que escribí allá en el siglo pasado y que trata de un caso clínico. Se trata de un relato de ficción que nos puede servir para hablar del genero, del sexo, de las contradicciones del deseo, del abandono, del desamor y de esa generación llamada X que parece haberse caido por las grietas de la historia.

Hicimos un seminario de metaformación en el Consorcio Hospitalario de Castellón a propósito de este relato.

 

 


Lo genético y lo adquirido

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gemelosGemelos: comparten el 100% de sus genes

Recientemente he tenido ocasion de leer completo el libro de Judith Harris que se titula “El mito de la educación” del que ya he hablado en otras ocasiones y me propongo disertar en este post sobre el fondo de esta cuestión. La cuestión que anima a Judith Harris a plantearse la siguiente pregunta: “¿Influyen los padres sobre sus hijos?”

La hipótesis de Harris es que por lo menos sobrevaloramos nuestra influencia sobre nuestros hijos, no somos la principal influencia. Harris sostiene la idea de que los padres en realidad tienen muy poca influencia sobre sus hijos. Sobre este tema volveré más abajo.

En realidad esta pregunta es muy genérica y esa teórica influencia que les suponemos a los padres con respecto a sus hijos ha de clarificarse un poco más. Tanto como asi:

1.- ¿Los padres influyen en la personalidad de sus hijos?

2.- ¿Los padres influyen en el éxito de sus hijos?

3.- ¿Los padres influyen en la salud mental de sus hijos?

4.- ¿Los padres influyen en la inteligencia de sus hijos?

5.- ¿Los padres influyen en la orientación sexual de sus hijos?

En un post que escribí hace poco traté de recoger las opiniones de mis lectores sobre esta cuestión. Una encuesta que revela las creencias populares, la psicología popular.

Como el lector puede comprobar observando los resultados de la encuesta, los encuestados creen que los padres tienen mucha influencia sobre la salud mental de sus hijos, pero muy poca en la orientación sexual de los mismos, quedando la inteligencia, el éxito y la personalidad en un término medio. Dicho de otra manera, atribuimos a la crianza un valor predictivo respecto a la futura salud mental de nuestros hijos, tambien al desarrollo de su personalidad. La crianza pues, según la creencia popular es muy importante si bien tiene poco valor en otros items como la inteligencia o la orientación sexual según los encuestados.

Las ideas de Harris.-

Comenzaré por nombrar las tres leyes biológicas -genéticas- que gobiernan los rasgos conductuales y que fue expuesta por Turkheimer en el año 2000 en un articulo de culto y muy provocador titulado “Tres leyes de la genética de la conducta y su significado“. Sin duda uno de los hallazgos fundamentales de la psicologia cientifica a la que por cierto siguen sin asumir gran parte de los psicólogos y no digamos ya los politicos, los jueces y el publico en general. Son estas:

1.- Todos los rasgos conductuales humanos son hereditarios.

2.-El efecto de criarse en una misma familia es menor que el de los genes.

3.- Una porción sustancial de la variación de los rasgos conductuales humanos no se explica ni por los efectos de los genes ni por las familias.

Los valores de heredabilidad de un rasgo conductual se situa aproximadamente en torno al 0.25-0,75, siendo la media el 0,5, lo que a efectos prácticos significa que la mitad de la variación de la inteligencia y de los rasgos de personalidad son hereditarios.

Si la mitad de la variación es genética es evidente que la otra mitad será atribuible al medio ambiente.

¿Qué es medio ambiente?.-

Lo lógico es que cuando hablamos de medio ambiente pensemos enseguida en la familia y en los entornos de crianza, pero “medio ambiente” es algo que va mucho más allá de eso, un niño puede haber tenido una enfermedad, un accidente o cualquier otra calamidad en su infancia que tambien debe ser contabilizada como “medio ambiente”, por no hablar del entorno fetal que también lo es, es por eso que los genetistas hablan de medio ambiente compartido (aquel que comparten todos los hermanos o miembros de una familia) y el medio ambiente exclusivo que difiere para cada caso particular (un hermano tuvo la meningitis y el otro no).

El asunto sorprendente es que el medio ambiente compartido solo representa el 10% o menos de toda la varianza, lo que significa que en términos estadísticos es irrelevante, y señala en la dirección de que el medio ambiente exclusivo es más importante que el medio compartido, es decir que las experiencias que nos distinguen con nuestros hermanos, experiencias con nuestro propio grupo social, con amigos o iguales tiene más importancia e influyen más en nuestra personalidad que la crianza que compartimos con nuestros hermanos.

Los datos sugieren que la genética explica las semejanzas entre hermanos, o padres e hijos pero no explica las diferencias. Y tampoco lo explica el medio ambiente compartido.

Es por ello que los investigadores hablan de medio ambiente compartido (el que comparten todos los hermanos) y medio ambiente exclusivo. Pero lo cierto es que es complicado hablar de un medio ambiente compartido, por una razón fundamental: cada niño se desenvuelve en un microambiente que le es propio. No es lo mismo ser el hijo preferido que el que plantea problemas de crianza. No es lo mismo haber sido deseado que haber venido al mundo por accidente. No es lo mismo tener el sexo deseado por los padres que el contrario. Y por último está el tema del orden de la fratria.

El orden de la fratria.-

Leyendo el libro de Harris se tiene la sensación de que la psicóloga no sabe a qué carta quedarse. Hasta puede notarse una cierta sensación de confusión al tratar de explicar las dificultades que ella misma tuvo en la crianza de sus dos hijas, una fácil (su hija biológica) y otra dificil (su hija adoptada). Todo parece indicar que el propósito de Harris es poner en duda la opinión ciertamente compartida por el publico en general de que los padres tienen mucha influencia en el desarrollo, éxito y rendimientos intelectuales de sus hijos. Y para ello pone en juego mucha evidencia tanto de un lado como del otro.

Por ejemplo, en el tema del orden de los hermanos parece que no se han encontrado diferencias según el orden que uno ocupe en la familia, sin embargo tomados los datos de una manera menos lineal llegamos a la conclusion de que hay algo que comparten los hijos mayores y algo que comparten los benjamines. Los primeros suelen ser más responsables y los pequeños acumulan más envidias de los hermanos mayores por haber recibido más atenciones de los padres. Los hermanos mayores tratan de dominar a los más pequeños y los segundones tratan de protegerse del dominio de sus mayores, esta es la realidad empírica. Aunque no hay evidencia cientifica de que esto  tenga  influencia en la personalidad de los hermanos a largo plazo. ¿Alguien puede creer que no la tiene? Nuestros instrumentos de medida son bastante imperfectos y quizá el error consista en tratar de encontrar ese instrumento. Quizá lo más inteligente sea preguntar al propio sujeto como se llevaba con su hermano mayor o con el mimado de la casa.

La verdad puede ser rabiosamente individual.

La falacia genético-ambiental.-

La falacia de todos estos datos se encuentra en pensar que las influencias genéticas o las influencias del medio son separables y matematizables desde una perspectiva mecanicista, es decir lineal, con sumas y restas. Atribuir la influencia genético-ambiental al 50-50 es salirse por la tangente, puesto que lo innato y lo adquirido forman una unidad,una symploké. Un entrelazamiento de las cosas que constituyen una situación (efímera o estable), un sistema, una totalidad o diversas totalidades. La clave está en la palabra “entrelazamiento”. Una symploké es una totalidad enmarañada y con forma (fenotipo) donde no podemos conocer los elementos que la conforman (análisis) sin perder de vista la totalidad (síntesis).  La symploké es una síntesis y una síntesis -una vez estalecida- es opaca a la observación de sus elementos y se comporta como un todo. Un todo que no permite operaciones estadísticas ni artiméticas, pues no estamos tratando de lineas de puntos sino de haces de causalidad (Jose Carlos Aguirre). No es una suma de sus elementos sino la emergencia de algo nuevo. Cada individuo en este sentido es una symploké indivisible.

Conclusiones.-

Después de leer el libro de Harris uno tiene la sensación de que la ciencia tiene límites. No nos es posible adentrarnos con seguridad en ese terreno que llamamos subjetividad. Al hacerlo caemos en el error de utilizar instrumentos de medida lineales. la estadistica con sus operaciones aritméticas no parece sernos de ayuda para entender el impacto que determinadas experiencias tempranas tienen sobre los sujetos pues ¿Cómo medir la influencia temprana que tuvo la segunda hija de Harris mientras estuvo en el orfanato?. Más concretamente no somos capaces de atrapar las sutilezas que un cerebro individual puede construir para sobrevivir a ciertos entornos.

Eso que ha venido en llamarse el entorno exclusivo es la clave. Pero es entorno exclusivo tambien las construcciones mentales indivivduales que llevamos a cabo para adaptarnos a un evento o una serie de eventos. Lo que Freud nos aportó ya hace casi 100 años sobre esta cuestión es que lo verdaderamente importante no es lo que sucedió sino como nos influyó aquel evento y qué hicimos para lidiar con él. Naturalmente la ciencia no puede llegar a saber nada sobre esta cuestión pues contradice el objeto de su estudio. Cada persona es un arquitecto de sus propias soluciones y además discurren fuera del campo de nuestra conciencia.

Lo cierto es que los padres influyen sobre sus hijos al menos al proporcionarles un entorno para que se desarrollen sus potencialidades o se colapsen. Aunque es cierto que algunas de ellas como la inteligencia, o el éxito profesional no dependen tanto de los estilos de crianza sino de otros aspectos. Tambien puede ser cierto que algunas potencialidades como la orientación sexual dependan más de lo que en otro lugar llamé la civilidad compartida que del propio entiorno familiar.

Con todo el libro heterodoxo de Harris merece la pena ser leído si queremos escapar de las verdades compartidas por los medios de comunicación, fuertemente ideologizadas y que parecen haber sido inventadas para una especie bien diferente a la nuestra.

Bibliografia.-

Turkheimer, E. (2000). The three laws of behavioral genetics. Current Directions in Psyhological Sciences

 

 


La medicina bajo sospecha

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Solo hay una medicina: la que funciona (MInchin).

rechazo

No deja de ser curioso la campaña que ya hace algunos años se desencadenó en las redes sociales contra la homeopatía. Es curiosa por lo virulenta que se está volviendo y que ya alcanza ya a los propios Laboratorios Boiron, a los que se les acusa de timadores y ladrones y lo peor: de vender productos que ni ellos mismos saben como funcionan. Los que con tanta acritud arremeten contra la homeopatía cometen sin embargo varias falacias como por ejemplo la de decir que la homeopatía no hace nada y al mismo tiempo proclamar su peligrosidad. Circulan chistes sobre la homeopatía, como ese que se rodó en Urgencias donde el medico prescribe un medicamento homeopático a una persona en coma o ese otro donde se recurre a la supuesta peligrosidad de ciertos fármacos homeopáticos al tiempo que se habla de efectos adversos o secundarios.

¿Pero no habíamos quedado en que las sustancias que contienen los medicamentos homeopáticos son inertes?

¿Tiene el placebo efectos secundarios?

Que las redes ardan en ciertos temas politicos forma parte de la agitación social y de la propaganda, ¿pero qué sentido tiene arremeter contra la homeopatía?

A mi me recuerda mucho al toro de Tordesillas. La polémica digo. Una polémica moral.

Unos cargados de razones “morales”, los animalistas antitaurinos y otros de razones “científicas” aducen que la homeopatía es un peligro para la salud.

El único peligro para la salud consiste en dejar de tomar un tratamiento eficaz para tomar uno homeopático o alternativo, como recientemente ha sucedido con este caso. Lo mismo sucede con los del toro de Tordesillas, el único peligro es ponerse delante del toro. Pero para usted y para mi el toro no representa ningún peligro.

Pero para algunas personas -capturadas por la falacia moralista- esto no es así. El toro de Tordesillas es malo por si mismo luego hay que acabar con esa fiesta si o si, porque es mala por razones morales, es bueno que así sea (falacia moralista). El problema es que los que quieren ponerse entre sus cuernos defienden la tradición por razones parecidas pero opuestas: razones culturales, razones identitarias.

“Toreamos el toro porque somos de aqui y ustedes no lo comprenden porque son forasteros.”

Algo muy parecido sucede con los movimientos antivacunas. No vacuno a mis hijos porque son mis hijos y nadie ha de decirme lo que tengo que hacer para proteger su salud. Y siempre habrán argumentos contra las sospechosas vacunas, ¿Pues no pertenecen a ese oscuro negocio de la Big Pharma?

Los antivacunas son naturalistas y enfrente tienen a los militantes del integrismo médico.

¿Y quien tiene razón?

Eso no importa, lo que realmente importa es por qué algunos padres han decidido no vacunar a sus hijos, otros recurrir a la homeopatía, a la medicina germánica o a la descodificación biológica. Los casos en los que una persona bien informada abandona un tratamiento eficaz, -por ejemplo una quimioterapia para un cáncer de mama- y recurre solo a una terapia alternativa son muy escasos y representan el extremo de la fanatización o la desesperación. La mayor parte de las personas que recurren este tipo de terapias lo hacen de forma complementaria, sin abandonar sus tratamientos convencionales.

Indudablemente la medicina “oficial”, o moderna, o científica, está hoy desprestigiada a ojos de muchos. Cualquier médico habrá oido en su consulta esta frase “No quiero química” o “no quiero pastillas” Su hándicap es precisamente el argumento de autoridad, la medicina convencional se percibe como adicta al statu quo, a los mecanismos de poder. Desliza el antes romántico ejercicio de la medicina hacia los sospechosos entresijos del capitalismo. Distorsiona el significado de las relaciones de los médicos con la industria farmacéutica, la legislación sanitaria, los congresos profesionales o las guías de consenso. La ciencia, para muchos, huele a poder, a poder interesado en el lucro.

A este respecto me gustaria comentar una anécdota que contó Bessel Van der Kolk -uno de los expertos mundiales en el tema del trauma- respecto a la experiencia americana que siguió a los atentados del 11-S en un congreso que se llevó a cabo en mi ciudad.

El Gobierno después de los atentados proveyó de fondos para atender a la población expuesta con el fin de prevenir o tratar los sintomas de estrés postraumático que pudieran presentarse. Se confeccionaron dos listados, uno con las personas que tenian derecho a esta prestación y otra con los psiquiatras y psicólogos acreditados para el tratamiento del TEP.

Pasó el tiempo y Van der Kolk que pertenecia a la comisión de expertos que seleccionaba las técnicas y a los profesionales idóneos para tal menester cayó en la cuenta de que muy pocos habian optado por las terapias recomendadas segun los criterios que establece la ciencia.

Intrigado por este misterio se puso a investigar por su cuenta qué había sucedido con las victimas del suceso.

La mayor parte de ellos habian renunciado a los tratamientos propuestos por el gobierno y sin embargo habian optado por pagarse tratamientos de acupuntura, masajes, homeopatia y otros tratamientos alternativos.

Naturalmente ninguno de estos tratamientos está indicado para la prevención o el tratamiento del TEP.

Pero parece que las personas cuando han de seleccionar para sí un tratamiento no lo hacen siguiendo las recomendaciones de “la evidencia cientifica” sino siguiendo otra clase de criterios.

Van der Kolk concluyó que debiamos seguir investigando las razones por las que el público se muestra inclinado a seguir terapias no convencionales a sabiendas de que carecen de eficacia demostrada y rechazan las recomendaciones gratuitas que se le realizan desde las autoridades sanitarias.

Pero ya casi sabemos las razones por las que el público en general se ha polarizado tanto en estos temas y en otros como los políticos, sabemos porque una buena parte de la población está afiliada a la new age:

Mas allá de la multitud de supersticiones pasadas de moda, ridiculas o contradictorias, la New Age responde a un sufrimiento real provocado por una dislocación psicológica, ontológica y social. (Houellebecq)

Y también:

La New Age manifiesta una voluntad real de ruptura con el siglo XX, con su inmoralidad, su individualismo, sus aspectos libertarios y antisociales; expresa que ninguna sociedad es viable sin el eje federador de una religión cualquiera  y constituye una poderosa llamada a un cambio de paradigma.

O dicho de otro modo: más vale una superstición con sentido que un tratamiento convencional impersonal o administrado por un autómata.

Mi recomendación.-

Pero si usted tiene una enfermedad seria no lo fie todo a las supersticiones o a la simpatía de su terapeuta. Busque soluciones convencionales y después haga lo que quiera, al fin y al cabo la mayor parte de los sufrimientos que padece no son enfermedades.

Un post muy interesante y relacionado: Lo Natural como destino


Identidad e identidades fugitivas (I)

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No deja de ser curioso que mientras la personalidad haya sido la gran perseguida en cuanto a investigación en las teorías psiquiátricas, psicológicas y psicoanalíticas, la identidad se haya constituido en la hermana pobre del psiquismo. ¿Qué sabemos de la identidad?¿Sabemos al menos qué significa este concepto?

No tenemos más remedio que recurrir a un psicoanalista llamado Eric Erikson si queremos averiguar algo sobre ella y su ontología.

Para empezar recomiendo al lector que hurgue en este post donde hablé de un concepto fundamental en Erickson: el concepto de difusión de la identidad.

Podríamos definir la identidad como “ese sentido de continuidad en la experiencia de nosotros mismos, una continuidad histórica, generacional, nacional, que incluye valores, creencias y un sentido de pertenencia a algo supraindividual, a algo que está más allá de nosotros mismos trascendente o banal pero que en cualquier caso es una experiencia compleja que incluye a la memoria, a la autoimagen, a la vivencia del tiempo y a las emociones y valores, sobre todo a esa dificil síntesis entre el apego y a la autonomía personal”.

La difusión de la identidad podría definirse como “no saber quien es uno” o al menos dudar respecto a las posibilidades de ser, lo que es lo mismo que decir que existen múltiples identidades pululando sobre nuestro imaginario como un menú desplegable en el que sólo hay que elegir para decir, “ese soy yo” ahora y quizá otro mañana. Sin embargo no hay que confundir el concepto de difusión de identidad con el trastorno de personalidad múltiple. En este trastorno, -más un trastorno novelesco que real- una identidad no conoce a la otra, es decir existe una disociación total entre una identidad  y otra. La difusión de la identidad supone una posibilidad de elección virtual entre una identidad y otra, una diseminación de oportunidades de ser pero no supone de entrada disociación entre unas partes y las adyacentes.

¿Quien soy yo?

Toda identidad es ilusoria y sin embargo -parafraseando a Erikson- solo podemos sentirnos vivos con un sentido de identidad. Agenciarse una identidad propia desgajada del común es una tarea que consume recursos de por vida, siempre está en movimiento y es un proceso dinámico y cambiante. Se trata de una tarea inconclusa pero para entendernos mejor vamos a ocuparnos de cómo y con qué materiales se construye la identidad sobre todo en la transición desde la infancia a la adolescencia hasta la coagulación casi definitiva en la edad adulta.

La difusión de la identidad es un constructo creado por E. H. Erikson y que se manifiesta en un sentimiento subjetivo de incoherencia , en una dificultad o impredictibilidad para asumir roles y elecciones laborales u ocupacionales y sobre todo en una tendencia a confundir en las relaciones íntimas los atributos, emociones y deseos propios con los de otra persona y temer por tanto la pérdida de la identidad cuando la relación termina o cuando nos entregamos o nos fundimos en el otro como sucede en las relaciones sexuales. Erikson describió tambien cómo algunos individuos tratan de escapar de este estado de confusión de la identidad merced a la asunción de una identidad negativa, esto es, con roles que resultan antivalores, inapropiados o inusuales dadas las caracteristicas socioeconómicas o de formación cultural de un determinado individuo.

Dicho de otro modo la difusión de la identidad implica territorios o dimensiones diversas . Estas dimensiones son 1) la sexual (amor o afectividad), 2) la política (o identidad social) , 3) los valores (religiosos o laicos) y 4) la vocación o identidad laboral o basada en habilidades.

cruz

Los primeros ladrillos con los que construimos nuestra identidad es a través de las identificaciones. Identidad e identificación son cosas bien distintas, mientras que la identidad hace referencia al resultado coagulado o adulto de una serie de operaciones binarias de nuestra mente, la identificación siempre es parcial. Lo que se elige como percha de la identificación es un aspecto puntual de alguno de nuestros progenitores o figuras de cuidado. El papá puede ser médico pero yo atraparé de él su prosodia, sus borracheras o su sentido del humor.

Si a un niño pequeño le damos objetos de distintos tamaños, colores y formas observaremos que ya el infante es un perfecto clasificador ¿Distinto o similar? El niño clasificará bien por tamaño, bien por color o bien por forma según sus preferencias, agrupará o separará los objetos según el criterio que adopte en cada momento, pero más adelante cuando ya sepa hablar y categorice el mundo se encontrará con una dificultad sobreañadida en su tarea de clasificar: además de objetos existen conceptos y los conceptos como abstracciones que son pueden ser contradictorios entre si, decimos entonces que son contrarios u opuestos: bueno-malo, noche-día, valiente-cobarde, guapo-feo y que son por tanto contradictorios lógicamente, no pueden darse a la vez, lo que nos obliga a un tipo de pensamiento de exclusión o categorial. Si elige uno será para abandonar otro, de esta manera el mundo gracias a nuestro pensamiento simbólico va perforando la realidad y dividiéndola paulatinamente en diversos mundos que sólo podemos habitar uno por vez y que socavan nuestro pasado que ya no podrá volver a vivirse. Una vez dividida la realidad en conceptos opuestos no se puede sino estar en uno de ellos instalado, mientras el otro opuesto se ignora (o se añora) definitivamente.

No hay identidad sin otro con el que compararse, pues compararse es una de las primeras operaciones cognitivas con intención objetal que se dan en los niños. Una de las primera decisiones que toma el niño (y que consiguientemente dividirá el mundo en dos) es ésta: ¿Qué quiero ser? ¿papá o mamá?. La segunda es ¿Cómo quiero ser? ¿Como papá o como mamá? Y esta es la tercera: ¿dónde seré? ¿en la posición de papá o en la posición de mamá?. Naturlamente estas elecciones tienen mucho que ver no sólo con las identificaciones sexuales sino tambien sobre eso que llamamos personalidad y el lugar que ocuparemos entre esos mundos escindidos que nuestra mania categorial han propiciado.

Y los papás son sobre todo dos cosas: seres sexuados (hay papás y mamás) y seres limitantes, normativos y que dicen “no” o “porque lo digo yo”.

La identidad sexual.-

Es por eso que las primeras identificaciones se llevaran a cabo a través de un ejercicio de comparación. “Soy un niño como papá, porque tengo pene” o “soy una niña como mamá porque no lo tengo (o tengo otra cosita)”. La anatomía es el destino como decía Freud y es por eso que nuestras primeras identificaciones nos vienen de serie: nos identificamos con lo similar, pero aquí entra en juego otro elemento, un elemento distorsionador tanto como las predisposiciones genéticas: el complejo de Edipo.

Es interesante introducir ahora un concepto que la mayor parte de la gente no llega a entender: la sexualidad infantil no es la misma sexualidad que la sexualidad adulta. Significa que la sexualidad infantil es también parcial y que el niño es un “perverso polimorfo”, es decir está abierto a cualquier inclinación “sexual” siempre y cuando no se obtenga por la fuerza o con daño de por medio. El niño con sus ventanas plásticas bien abiertas es susceptible de ser impresionado por cuestiones que a nosotros como adultos nos pueden parecer banales: la visión de una pierna desnuda, presenciar como el padre golpea a un hermano o la excitación de compartir el lecho con un adulto pueden provocar en su desarrollo psicosexual efectos inesperados y no lineales en relación con la intensidad del estimulo.

Es por eso que cuando hablamos del complejo de Edipo tenemos que entender que lo que les sucede a los niños con sus padres no tiene comparación con lo que nosotros entendemos como atracción sexual. El niño no siente atracción sexual por su madre a no ser que haya sido erotizado por ella, ni tampoco piensa en asesinar a su padre, sus instintos son parciales, su musculatura débil y su capacidad para planear estos hechos muy limitada.

En un post anterior ya hablé del concepto que tenemos hoy algunos psiquiatras sobre el Complejo de Edipo, de modo que solo recalcaré algunas consecuencias de nuestro Edipo revisado.

El Edipo puede llevarse a cabo con el padre o con la madre, la idea de que los niños se enamoran de la madre y las niñas del padre es una idea superada. Niños y niñas se enamoran (si puede decirse así) del padre más idóneo como soporte de la intimidad. De este modo dividen el mundo en un padre bueno y un padre malo, pero pueden obtener identificaciones de ambos. Pues el Edipo no es una cuestión de amor sexual (a pesar de que configurará todas nuestras elecciones posteriores) sino más bien una lucha por los recursos. Una lucha (con el resto de hermanos o con el padre malo) por la atención, protección y validación del padre, de la madre o de ambos. Una ganancia de poder e influencia en la familia, en suma, un lugar en el mundo familiar, una visibilidad.

Una buena manera de saber como fue el Edipo de alguien es pedirle al sujeto que califique entre 0 (muy malo) a 10 (muy bueno) a ambos progenitores. El que saca mayor puntuación es Layo, el padre del Edipo mítico y por supuesto puede ser tanto la madre como el padre. Lo usual, con todo es que los niños prefieran al padre más fuerte y las niñas al más cariñoso. Pero es mejor que no lleves a cabo este sencillo test porque la gente no te dirá la verdad, es mejor acudir al método indirecto para averiguar quién es el padre preferido.

La difusión de la identidad sexual se manifiesta en el adolescente con dudas acerca de las preferencias sexuales o bien con miedos acerca de llegar a “ser homosexual” o a que los demás sospechen esta inclinación, también con dudas con respecto al sexo “verdadero” o al género. Naturalmente esta situación es psicológicamente insoportable para el sujeto que puede ser presa de ansiedades arcaicas o de perplejidades casi psicóticas cursando en crisis, el resto del tiempo el sujeto puede vivir en una moratoria, una indefinición, un tiempo de espera hasta que algún evento externo promueva la definición.

Conviene visionar la cruz que más arriba colgué, para entender que la identidad es un forcejeo constante entre exigencias y necesidades sociales y sexuales, entre los valores de una familia, una cultura y las habilidades personales que con el tiempo darán lugar a una elección profesional. El sujeto ha de integrar todas estas fuerzas y ubicarse en el centro guardando un equilibrio más o menos estable, sin embargo esta construcción de la identidad está sometida a multiples averias de las que seguiremos hablando en el proximo post.

 

Bibliografia.-

El problema de la identidad del Yo. Erik Ericsson


Identidad e identidades fugitivas (II)

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La identidad va construyéndose con los materiales de la familia, el apego, las identificaciones preedípicas (arcaicas) y edípicas, y tambien naturalmente con las posibilidades genéticas. Hoy sabemos a través del concepto de “prepared learning” que existen unos aprendizajes fáciles (como la adquisición del lenguaje) y otros no tan fáciles que requieren ciertas disonancias entre lo percibido y lo real. No se puede elegir ser cualquier cosa, hay una serie de habilidades que todos tenemos y que con el tiempo iremos conociendo. Y una identidad segura es aquella que se construye con los ladrillos de nuestras habilidades y nuestra esencia (valores morales y culturales).

El primer problema identitario que se le plantea a un adolescente está relacionado con el mundo de la escuela. No me refiero ni a las guarderías, ni a la escuela primaria, sino a eso que llamamos en España ESO o Bachiller. Es ahi, en ese lugar donde la identidad va a sufrir nuevos tironeos que requieren un trabajo de transformación por parte del adolescente.

Un trabajo de tironeo que discurre entre estos pares binarios según el nivel de maduración alcanzado:

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La identidad social.-

Hay una distancia sensible entre la identidad ” de  casa” y la identidad”de la escuela”.Los muchachos han de abandonar periódicamente la identidad que adquirireron en su infancia para negociar con sus iguales. Y sus iguales son sus compañeros de escuela y ya no tanto sus padres. Según Judith Harris de la que hablé aqui, la influencia de nuestros iguales va a ser determinante en la construcción de nuestra personalidad y nuestra identidad, mucha más influencia de la que nuestros padres  y nosotros mismos suponemos.

Un adolescente funciona asi, padres=casa y amigos=otros entornos. Y ambos no se pueden mezclar. Es por eso que los adolescentes se avergüenzan de que sus amigos les vean con sus padres y explica porque se esfuerzan tanto en mantener ambos mundos separados. Para un adolescente lo más importante, lo vital es no ser diferente. Y lo que diferencia a un sujeto de otro es el entorno familiar, alli puede haber un padre invalido, una madre incompetente, un hermano ciego, una familia divorciada emocionalmente, etc. El adolescente tratará de mantener el secreto, pues lo importante en este momento de su vida es mantener esa coherencia con sus iguales, adquirir una identidad social totalmente separada de aquella que adquirió en su familia.

En el Bachiller el adolescente ha de tomar decisiones muy importantes: elegir amigos, elegir grupo y elegir enemigos. Intimidad en la amistad y repudio de “los otros” son los polos entre los que circula la identidad en ese tiempo. Hasta que llega el siguiente escollo.

Me refiero al amor o a los escarceos amorosos, con o sin sexo, incluido. Se trata de elecciones que muchas veces están sometidas al dictamen del grupo y destinadas a obtener popularidad o autoafirmación. Amoríos que discurren entre la intimidad y el aislamiento al que se trata de evitar a cualquier precio.

La sexualidad ha de integrarse con las expectativas y las demandas sociales, tambien con la capacidad de gestionar los conflictos que las relaciones sexuales producirán inevitablemente. La promiscuidad es precisamente una de estas conductas que podriamos llamar “identidad fugitiva” relacionada con la tensión en esta dimensión sexual-social.

Os pondré inmediatamente un ejemplo: vivir en una sociedad más o menos tolerante con el sexo como es la nuestra no impide los conflictos emocionales con la gestión del mismo. Es posible predecir que: a más precocidad sexual más conflictos emocionales vamos a encontrarnos con el sexo.

Una paciente nuestra de 15 años que se encuentra ingresada en nuestra Unidad Infanto-juvenil me decía el otro dia que tiene un novio y dos amantes (sic). Cuando discute con el novio -algo que sucede por guasap todos los dias- o bien se corta o bien -como venganza- se acuesta con uno de sus amantes disponibles. Naturalmente la libertad sexual no parece haberle ido muy bien a esta muchacha, todo parece indicar que su precocidad y promiscuidad sexual no hace sino sumergirla en conflictos más graves de los que tendría de no existir esa libertad sexual.

Se trata de un caso (por otra parte muy corriente) donde podemos observar esta disonancia entre una libertad externa aparentemente sin límites y unos recursos psicológicos muy pobres a la hora de gestionar los inevitables conflictos que surgen entre las personas que comparten una gran intimidad.

La promiscuidad es una forma de agenciarse una identidad separada de la familia y al mismo tiempo una identidad con prestigio en el grupo al menos en nuestro entorno. Tambien entre los chicos, las chicas fáciles tienen una gran popularidad. Hoy las chicas han dejado de ser víctimas de los chicos aunque sin saberlo se han convertido en sus propias víctimas pues el sexo sin intimidad profunda es muy disadaptativo para las mujeres y contribuye a crear un habito de vacío al tiempo que se configura como una opción de venganza frente a cualquier frustración. Una identidad enroscada en estas emociones está destinada sin duda a generar un campo de personalidad inestable o límite.

La promiscuidad puede ser considerada como una conducta de escape destinada a la regulación emocional y es tan eficaz como darse cabezazos contra la pared, una conducta que podemos observar en los chicos.

La identidad sexual y la identidad social forcejean constantemente pues no todo lo sexual puede socializarse, ni todo lo social debe sexualizarse. Pero aun existen otros dos gigantes en pugna relativos a la construcción de la identidad: los valores y la vocación.

 


Identidad e identidades fugitivas (III)

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La pérdida del sentido de identidad se expresa a menudo en una hostilidad desdeñosa y “snob” con respecto a los papeles que se presentan como apropiados y deseables en nuestra propia familia o en nuestra comunidad inmediata. Cualquier aspecto parcial, o la totalidad, del papel requerido, ya sea masculinidad o femineidad, nacionalismo o el ser miembro de una clase, puede volverse el objeto preponderante del agrio desdén de la persona joven. Ese desdén excesivo por su medio se encuentra entre las familias anglo-sajonas más antiguas y entre las familias latinas o judías más recientes; y fácilmente se transforma en un disgusto general por todo lo americano y en una hipervaloración irracional de todo lo extranjero. La vida y el vigor parecen existir, solamente, en el lugar en el cual uno no se encuentra, mientras que la decadencia y el peligro amenazan en cualquier lugar en el cual uno se encuentre. (E. Ericsson).

 

 

Este párrafo que pertenece al trabajo de Erickson que se titula “El problema de la identidad del Yo”  que cité aquí, habla precisamente de la construcción de una identidad negativa o fugitiva por parte de aquellos que en su búsqueda no pudieron, supieron o quisieron identificarse con aquellos valores, familiares o culturales entre los que crecieron.

Algunas personas prefieren adquirir una identidad negativa que al menos garantice una cohesión personal que someterse al imperio del desmembramiento que supone la persistencia de una difusión continua de la identidad.

Generalmente los valores (o la falta de valores) que nos impregnan desde la edad más temprana en nuestra familia, entran en conflicto pronto o tarde con los valores que se defiende en nuestro grupo de iguales. La traición, la deslealtad, la mentira, la violencia o la falsificación pueden ser “valores” ampliamente defendidos por el grupo en oposición a la familia. Y tal y como comenté en el post anterior para un niño preadolescente lo importante es no ser considerado como diferente por sus iguales.

La construcción de la identidad sigue una serie de elecciones binarias que son necesarias para lidiar con las distintas ansiedades que van apareciendo en la maduración, pero lo importante es 1) Toda identidad es ilusoria, si bien agenciarse una identidad es absolutamente necesaria para el muchacho y 2) la diseminación de las oportunidades de ser genera no pocos conflictos en la adquisición de una identidad, tanto más como que en un entorno liberal como el nuestro tendemos a ver toda identidad como un derecho siendo la mayor parte de las veces un capricho, una ocurrencia 3) El muchacho ha de lograr encajar sus habilidades innatas y sus posibilidades de estar-en-el-mundo con una identidad aceptable, si bien es de destacar que la compulsión por la identidad, el ser diferente, notable y único tiene más valor que el ser auténtico, es decir ser realmente quien se es. Dicho de otra manera: ha de encajar en esa identidad su narcisismo o su autoimportancia, también su masoquismo o las exigencias del Superyó y conseguir debilitar o ocultar sus vulnerabilidad y ser aceptado por su grupo de iguales. No importa si es rechazado por el grueso de la sociedad. Ser un paria marginal o un personaje fronterizo también tiene sus beneficios.

Y para lograrlo ha de lograr integrar en cada paso un par de fuerzas o tendencias binarias, tendencias que dividirán en cada elección el mundo en dos y que suponen una bifurcación: superada la misma ya no habrá vuelta atrás.

Estos son los pares de fuerzas en discordia:

1.-Confianza-desconfianza

2.-Autonomia-vergüenza

3.-Iniciativa-culpa

4.-Eficacia-inferioridad

5.-Identidad-confusión

6.-Intimidad-aislamiento.

7.-Creatividad-estancamiento

8.-Integridad-falsedad

Durante la adolescencia los muchachos suelen pasar una fase de repudio de buena parte de lo que aprendieron en sus hogares durante su infancia. La identificación con sus iguales entra a veces en severas contradicciones con lo que sus padres esperan de él. En algunos casos la distancia entre ambos mundos es demasiado grande para poder ser gestionada de una forma inteligente, aunque la mayor parte de los adolescentes normales se las arreglan para no herir de muerte las relaciones familiares y conservar las amistades más significativas. Se trata de un periodo normal donde el individuo trata de resignificarse y de autoafirmarse a través de la divergencia. Pero para que haya divergencia ha de haber referencia.

El adolescente se revela contra lo aprendido en casa porque la rabia narcisista viene en su ayuda a la hora desprenderse de lo anticuado, pero no hay que olvidar que se trata de una rabía pro-activa que busca un objetivo: la diferenciación de lo mismo. No puede haber rebeldía si no hay reglas contra las que revelarse, ni puede haber diferenciación si no existe una atmósfera de cuidado o de limitación que sostenga las lineas rojas que no pueden traspasarse. No hay nada tan destructivo como no tener enfrente nada con lo que luchar o a lo que oponerse. Muchas veces es necesario incluso inventarse un enemigo que sostenga la experiencia de diferenciación. La proyección es el mecanismo universal de defensa frente a la culpa o la vergüenza infantiles que nos acechan en cada regresión.

Las ideas political suelen ser valores en los que los adolescentes y post adolescentes encuentran un terreno bien abonado para la confrontación. Padres “conservadores” e hijos “progresistas” son una combinación predecible, como también padres inmigrantes e hijos “nacionalistas” o padres inmigrantes integrados e hijos fanatizados.

La identidad ha dejado de ser una opción cerrada donde el individuo ha de elegir entre dos o tres platos bien conocidos y ha entrado en el capitulo de “identidades de autor”, se ha hecho política a la vez que se han legitimado todas las opciones en una especie de deriva hacia ” a ver quien la inventa mas gorda”. El publico asiste a esta kermesse de la identidad con una mezcla de perplejidad y de culpa pues todas las identidades han de ser reconocidas, legitimadas y aceptadas como parte de la diversidad humana. En un reciente articulo sobre este tema, el autor retrata perfectamente las relaciones de la corrección política con este fenómeno, al menos en el tema de la corrección sexual en el ámbito académico.Las malas ideas han acabado por normalizarse.

La adolescencia es considerada por Erikson como una moratoria psicosocial, durante el cual, el individuo en una libre experimentación de papeles, puede encontrar su ubicación en algún sector de la sociedad; ubicación que está claramente delineada y que, sin embargo, parece estar hecha únicamente para él. Al lograrlo, el joven adulto adquiere un sólido sentido de su continuidad interna y de su identidad social que unirá lo que él fue de niño, y lo que él está por llegar a ser, y reconciliará su concepto de sí mismo y el reconocimiento que la comunidad hace de él.

La difusión de la identidad tiene secuelas importantes y que atañen tanto a la psicopatología como a las dificultades de integración y proyección futuras. Una de estas secuelas es la impredictibilidad con respecto a proyectos a largo plazo. Muchachos de carácter errático o hundidos en el aislamiento social más nefasto pueden ser confundidos con pacientes psicóticos o bien con inadaptados crónicos u holgazanes sin proyecto vital. Pero afortunadamente la mayor parte de las veces son como dice Eriksson, “moratorias” esto es impasses o descansillos donde nos detenemos a coger aire. hablamos entonces de un paciente levemente perturbado como el caso de Rafael (nombre figurado) del que hablaré en el próximo post.

 

 


La neotenia psicológica (y IV)

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vendado

Hace cierto tiempo hablé en un post anterior de un fenómeno singular, me refiero a la evidencia de que a pesar de que somos cada vez más inteligentes parecemos más estúpidos. Decía entonces que:

Lo cierto es que el efecto Flynn contiene no pocas paradojas, como por ejemplo la evidencia de que efectivamente la gente joven de hoy día parece muy inteligente pero emocionalmente padece severos déficits no solo para gestionar sus emociones sino para mantener relaciones interpersonales solidas y duraderas. Dicho de otra forma: la gente parece muy inteligente para unas cosas y bastante idiota para otras, algo que ha merecido el nombre de smarts idiots.

Esta idea -el efecto Flynn- que algunos autores han relacionado con el proceso de domesticación humana o jibarización, tambien conocido como neotenia en relación a los rasgos fisicos – la gracilización de los mismos en nuestra especie- tambien tiene, al parecer correlatos con la personalidad.

Es por eso que algunos autores como Bruce Charlton suponen que la inteligencia (IQ) mantiene relaciones de vecindad (correlaciones) con “la apertura a la experiencia” pero tambien con una especie de “perdida del sentido común”, es decir la perdida de esa inteligencia práctica que guió a nuestra especie hacia una cumbre de adaptabilidad al medio ambiente cambiante que caracteriza nuestro mundo.

El sentido común fue definido por Jaime Balmes y tambien Henri Bergson se ha ocupado de ello a través del concepto de “lo razonable”; podemos definirlo como el don que nos permite saber distinguir todo lo que nos rodea: el bien, el mal, la razón y la ignorancia y nos permite agrupar lo similar con lo similar, lo diferente con lo diferente. Algo asi como un saber implícito, directo, concreto y no contaminado sobre las leyes que gobiernan el mundo, un saber compartido culturalmente y que representa un conjunto de axiomas que no precisan demostración.

La inteligencia general o factor G está probablemente relacionada con el sentido común o es en realidad el sentido comun. Según Charlton se afecta cuando ciertas variables de nuestra inteligencia -usualmente relacionadas con el pensamiento abstracto- interfieren y desvian ese potencial humano que es (probablemente) el factor G. Para Charlton es precisamente ” el contexto cognitivamente estratificado de comunicación casi exclusivamente con otros de similar inteligencia, el que genera opiniones y comportamientos carentes de sentido común sino tambien de ideas perversas”. Por ejemplo, el fenómeno de la “corrección política”; por el cual ciertas ideas tontas y falsas han llegado a dominar, y ser aplicadas moralmente por las elites dirigentes de naciones enteras.” (Charlton, 2009).

Dicho de otra forma: si usted es inteligente y solo se relaciona con personas tan inteligentes como usted corre el riesgo de perder el sentido común y de abrazar ideas falsas y estúpidas. Se trata del conocido caso “del profesor chiflado”, del “cientifico despistado”, del “politico buenista” o del “sabio idiota” que carecen de la mas mínima habilidad social o inteligencia práctica. Charlton le ha llamado “neotenia psicológica”, abriendo el melón de la idea de que la neotenia no solo afecta morfológicamente a nuestra especie sino tambien a las convicciones morales (efecto Flynn moral) y a las caracteristicas de la personalidad.

El caso Rafael.-

Rafael fue paciente mio en varias estaciones de su vida, le conocí cuando era un adolescente que buscaba una identidad desgajada del común a través de la música. Se debatía entre dos tendencias que parecian opuestas: la de seguir la profesión que su familia habia destinado para él, la de abogado o por el contrario seguir su tendencia natural a hacerse músico profesional.

La familia de Rafael era una familia conservadora que regentaba uno de los bufetes más prestigiosos de la ciudad, todo parecia dispuesto de manera que Rafael, -que por otra parte era un muchacho muy inteligente-, siguiera el rastro que su tradición familiar habia diseñado: primero estudiar Derecho y más tarde entrar como socio en el bufete y a la larga heredar el prestigioso despacho de su padre y otros familiares.

Pero Rafael no queria ser abogado (a pesar de que tampoco le disgustaba la profesión), queria dedicarse en cuerpo y alma a la música y emprender una carrera musical, después de terminar sus estudios.

Naturalmente su padre no estaba dispuesto a financiar lo que suponía un “capricho infantil de su hijo”, “que no sabe como está el mundo” y ambos llegaron a una solución de compromiso en aquel entonces. Rafael estudiaria derecho al tiempo que seguiría estudiando música en el conservatorio de su ciudad. Después Dios diria. El padre suponia que con el tiempo este “capricho” se desvaneceria.

Pero no fue asi, Rafael terminó Derecho y entonces exigió el cumplimiento del trato. Seguía queriendo ser musico e impuso a su padre el pago de su deuda. Rafael prosiguió sus estudios musicales a otro nivel de complejidad y en otra ciudad lejana.

Lo interesante de Rafael era su adhesión a una identidad “a la contra”, con ese tufillo de grandiosidad que detectamos en las personalidades naricisistas. Llamaba la atención la certeza con la que suponia que iba a “triunfar en el mundo de la música”, estaba completamente seguro de sus capacidades. Lo cierto es que consiguió que su padre siguiera financiando sus estudios que parecian no tener fin.

Le seguí viendo de forma discontinua a lo largo de su vida y por varias razones que contenian un denominador comun: su aislamiento social. Rafael era uno de esos hombres de “un solo libro” esas personas que solo saben hablar de sí mismos y de lo que se llevan entre manos, es decir de música y aunque era bien parecido y soliía tener mucho éxito con las chicas (como todos los bohemios narcisistas), lo cierto es que todas terminaban por abandonarle. Ninguna podia soportar el “brillo” de su genialidad.

En realidad Rafael era uno de esos pacientes “levemente trastornados” por una construcción defectuosa de su identidad que no habia logrado integrar los aspectos sexuales, sociales y vocacionales de sus potencialidades innatas. En lugar de eso aparecia como una persona timida en exceso, con pocas habilidades e intereses sociales, poca resonancia emocional con los otros, pocos intereses intelectuales o de conocimiento a pesar de su enorme inteligencia y facultades. En suma Rafael era un niño, un sujeto infantilizado que efectivamente podria calificarse con el término de neotenia psicologica. A pesar de sus casi 40 años, la impresión que uno se lleva al hablar con él es que Rafael es un adolescente que ha quedado fijado en aquella posición.

La neotenia psicológica o la neotenia de identidad es un concepto que viene bien para hablar del caso de Rafael que es común en muchos hombres actuales que no han sido capaces de articular una identidad que de cuenta de todas y cada una de sus potencialidades y alumbrar una respuesta adaptativa a ese problema. Evidentemente no es un problema de inteligencia sino de personalidad, inteligencia le sobra a Rafael, ese es precisamente el problema.

Pues una persona con un CI alto (entre 130-135) no tiene más remedio, si quiere sobrevivir que compartir su vida con alguien de sentido común, necesariamente con un CI más bajo.

Bibliografia.-

¿Por qué la inteligencia alta disminuye el sentido comun?

El sabio idiota



Compliance

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compliance

Compliance es una palabra inglesa que tiene en medicina una acepción especial, aunque vulgarmente se refiere al cumplimiento de una norma o a la conformidad. En medicina se usa la palabra como la capacidad de un órgano para dar de sí lo posible dentro de un rango de flexibilidad, asi hablamos de la compliance pulmonar. como equivalente a la capacidad de expansión del citado organo.

En este sentido compliance significaria lo que algo “puede dar de si” para dar cumplimiento a una función.

Compliance es tambien una pelicula de Craig Zobel acerca de un hecho real y que indaga sobre la capacidad de los humanos para obedecer órdenes si creemos que proceden de una autoridad y que conecta con los celebres experimentos de Stanford y de  Milgram.

El Dr Serguei Noroze llevó a cabo un seminario de metaformación en el Consorcio Hospitalario de Castellón el pasado 1 de Abril.


Civilización y barbarie

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voltaire

La compasión es la comprensión plena de la necesidad del mal (John Gray citando a Leopardi).

“Si el progreso es un mal tan grande, ¿Cómo es posible que no hagamos nada por deshacernos de él inmediatamente?… Estábamos hechos para vegetar, para dilatarnos en la inercia, y no para perdernos en la velocidad y en la higiene responsable de la enorme cantidad de seres desencarnados y asépticos que pululan por todas partes, de ese hormigueo de fantasmas donde todo se agita y nada está vivo. Una cierta dosis de suciedad es indispensable para el organismo (fisiología y mugre son términos intercambiables), por eso la perspectiva de una limpieza a una escala universal inspira una legítima aprensión. Deberíamos habernos atenido, piojosos y serenos, a la compañía de los animales, vivir al lado de ellos durante algunos milenios más, respirar el olor de los establos antes que el de los laboratorios, morir de nuestras enfermedades y no de nuestros remedios, dar vueltas alrededor de nuestro vacío y hundirnos suavemente en él… La civilización, nuestra droga, nos ha intoxicado a tal grado que nuestro apego a ella presenta los síntomas de un hábito mezclado con el éxtasis y de aborrecimiento. Tal y como va, acabará con nosotros, no hay duda; en cuanto a renunciar a ella, no podemos hacerlo, hoy menos que nunca.” E. M. Cioran.

Algunos pueblos prefieren un gobierno tiránico o dictatorial cuando salen de un guerra o de una catástrofe colectiva, una especie de gobierno autocrático que siendo más o menos benevolente asegure el orden y la convivencia bajo unas reglas mínimas aunque estas reglas no sean democráticas.

Se trata de una idea que empasta mal con nuestros ideales democráticos. ¿No es cierto que las potencias occidentales exigen de sus aliados (hasta donde pueden) ciertas prácticas como eso que hemos llamado “Derechos humanos”, elecciones libres o al menos si la alianza es demasiado necesaria, una especie de sucedáneo?. ¿Pero por qué la democracia liberal empasta tan mal con las tiranías o con los regímenes teocráticos de medio mundo?

Hay dos maneras de pensar la civilidad, una – la más frecuente- es pensarla desde una idea opuesta al caos, al desorden, imaginamos la civilización de un modo pulcro, a través de la supresión de todo lo indeseable, a través del blanqueamiento del mal (Baudrillard), de la moralización del pensamiento, a través del fortalecimiento de la cooperación, de la empatía, de la compasión yde la tolerancia. Este es en efecto la forma en que nos imaginamos la civilización. Algo opuesto a la barbarie, al desgobierno, al desorden.

Y sin embargo está manera de pensar es falsa,dicotómica y categorial. La realidad biologica o social no funciona de ese modo.Funciona como una amalgama de hechos, algunos de los cuales y en ciertos periodos de tiempo parece que apuntan a lo civilatorio mientras que en otros apuntan más bien al caos, son tiempos de hambre, guerras, persecuciones, desastres naturales, pestes y adversidades. Hay una alternancia entre civilización y barbarie,en forma de ciclos de mayor o menor duración pero inexorables.

Más aun, el paroxismo del bien parece que nos acerca paradójicamente al mal. Y que las buenas intenciones provocan -cuando se enfrentan a problemas complejos- nuevas lacras con las que no contábamos.

Todo sucede por una razón: en las ideas civilatorias se encuentran plegadas las ideas barbaras aunque ocultas. Y una de las ideas más perniciosas que existen en la naturaleza humana del hombre de hoy, es la idea de que los humanos somos perfectibles. Y que basta con inculcar reglas de perfectibilidad para que los ciudadanos mejoren y sean mas laboriosos, cooperativos, menos violentos y altruistas.

Uno de estos autores es John Gray.

El mundo se divide, en este sentido entre tres grupos de pensadores:

1.- Los que creen que la ciencia con el tiempo dará respuesta a todas las necesidades del hombre, siempre y cuando el hombre sea capaz de desembarazarse de las mentiras piadosas que la religión esconde como premio de consolación. En esta linea se encuentra Richard Dawkins por ejemplo.

2.- Los optimistas racionales como Ridley o Pinter nos presentan sus datos y sus gráficos un poco para convencernos de que el mundo es cada vez más pacífico, algo contraintuitivo. Pinker en su libro “Los ángeles que llevamos dentro” es un buen ejemplo de esta idea: el mundo va bien y en la buena dirección, solo necesitamos saber más sobre él.

3.- Y por el contrario hay otros, -que podríamos llamar los ilustrados oscuros- como John Gray que piensan en términos de una antigua tradición “pesimista racional” que estaría  presidida por el mismo Sigmund Freud y que podría traducirse en esta idea: ” el progreso no existe en términos morales”.Fue precisamente el propio Freud en su libro “El malestar en la cultura” uno de los primeros en intuir que nuestra naturaleza humana moriria de exito precisamente a causa de la incapacidad de encajar lo instintivo con las reglas de la civilización. El tema principal de la obra es el irremediable antagonismo existente entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura. Es decir, una contradicción entre la cultura y las pulsiones donde rige la siguiente regla: Mientras la cultura intenta instaurar unidades sociales cada vez mayores, restringe para ello el despliegue y la satisfacción de las pulsiones sexuales y agresivas, transformando una parte de la pulsión agresiva en sentimiento de culpa. Por eso, la cultura genera insatisfacción y sufrimiento. El eterno conflicto entre lo micro y lo macro, lo abarcativo-holistico que hoy llamamos globalización y lo individual y lo reductible a escala humana.

Es verdad que hay civilizaciones que son mejores o más cómodas que otras, pero Gray niega el carácter universal de este fenómeno que otros se imaginan como algo teleológico, algo que tiene una dirección predefinida como la trayectoria de una bala, algo inexorable.

Al contrario, -y aunque  estos pensadores no niegan el progreso tecnológico ni el progreso médico por ejemplo-, son beligerantes con la idea de que existe una correspondencia moral. Piensan que la conciencia humana viene determinada por la civilización de origen y sobre todo en una cuestión seminal: la evolución de la conciencia es cíclica y no lineal, lo que viene a señalar que es posible el retroceso y que los valores que abrazamos en nuestra cultura no han venido aquí para quedarse. Todo puede venirse abajo, en la próxima vuelta de la rueda. especialmente si estos valores no son sostenibles y es seguro que no lo son.

Radiografias cuchillo cabeza

Entendiendo la escisión y la dualidad.-

La dualidad no es una cuchillada del pensamiento, o algo que nos inculcara Descartes, por error a través de su concepción de la mente humana, la dualidad nos viene de serie y es inevitable que seamos seres duales, no somos pues individuos sino dividuos como decía Schopenhauer.

No se puede acorralar al caos, ni se puede exiliar a la barbarie. Viven entre nosotros y han venido para quedarse.

Y paradójicamente la barbarie que pugna por emerger desde sus escondites culturales lo hará a través de la deriva moral. Nuestra civilización está enferma de moralidad y de valores intramitables.

“Como todo proceso evolutivo, el progreso moral occidental causa subproductos y consencuencias inesperadas. Entre ellos: la destrucción de la familia biológica y el declive demográfico de los pueblos de origen europeo es quizás el más grave, pero hay otros costos a pagar: aumento epidémico de las enfermedades depresivas, incremento en las “brechas de género” en personalidad, disminución paradójica de la movilidad social, la amenaza de nuevos patógenos (sí, los demonios existen), el infraestudiado problema del altruísmo patológico y un largo etcétera de limitaciones que sustentan el pesimismo racional”. (Eduardo Zugasti)

Bibliografía,.

John Gray 2015: El alma de las marionetas: Un breve estudio sobre la libertad del ser humano


La mujer y el mito

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marylin

 

La mujer.-

Marilyn Monroe, de verdadero nombre Norma Jean Baker (o Norma Jean Mortenson, apellido de su padrastro), nació el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles, en el estado norteamericano de California. Hija de Gladys Baker, -quien nunca le comunicó la identidad de su padre-, su primera infancia fue muy dura, incluso traumática. Su madre que probablemente era una enferma mental la dejó en manos de un matrimonio amigo hasta que cumplió siete años; entonces por fin se la llevó a vivir consigo. Pero un año más tarde Gladys fue internada en un sanatorio psiquiátrico en el que se le diagnosticó una esquizofrenia paranoide, enfermedad que luego Marilyn creería haber heredado, especialmente cuando era internada por sus frecuentes depresiones. Su infancia y adolescencia transcurrieron entre un orfanato (en el que ingresó a la edad de nueve años y trabajó como ayudante de cocina), la casa de sus abuelos y las de varias familias que la adoptaron. En una de estas casas de acogida sufrió al parecer abusos sexuales por parte del cabeza de familia cuando contaba ocho años.Y no podemos estar seguros de que no hubiera otros abusos secuenciales.

Su infancia estuvo pues presidida por la privación afectiva, en un hogar monoparental y criada por una madre incompetente. A lo que hay que añadir los más que probables abusos sexuales que sufrió en esa infancia atormentada por la incertidumbre y la ansiedad de separación. No es de extrañar que Marilyn se quejara constantemente de su miedo a ser abandonada, aunque no parecia ser consciente de que ella misma a veces se trasvestía de abandonadora o al menos de devoradora de hombres.

El TLP (trastorno limite de la personalidad) es hoy el más prevalente (1) de los trastornos de personalidad o desarrollos anomalos del carácter aunque fue descrito recientemente (1934) y por una psicoanalista (Helene Deutsch) que llamó la atención en sus descripciones sobre la idea de que en los TLPs nada parecia ser lo que era, no se trataba de neurosis ni de psicosis sino de algun tipo de desarrollo intermedio entre ambas. Quizá por eso habló de personalidad “como si”, “se parece pero no es”.

La hipótesis más compartida entre los profesionales es que los TPs en general son formas mitigadas de los trastornos psiquiátricos mayores, algo así como síndromes rebajados con agua.

El TLP se caracteriza por los siguientes sintomas:

1.- Un sentimiento crónico de vacio.

2.- Ataques de cólera o de depresión exagerados.

3.- Relaciones intepersonales tempestuosas.

4.- Fluctuación exagerada del estado de ánimo.

5.- Impredictibilidad en areas vocacionales, a largo plazo e incapacidad de mantener proyectos realisticos.

6.- Un patrón de impulsividad que incluye consumo de tóxicos, abuso de comida o promiscuidad sexual.

7.- Incapacidad para estar solo que incluye la incapacidad para mantener relaciones y parejas a largo plazo.

Si escarbamos en la biografia de Marilyn podemos observar que cumple casi todos los criterios para el diagnóstico del TLP si bien la Psiquiatría en aquella época todavia no habia conceptualizado esta patologia más allá del diván de algunos psicoanalistas. Para saber más sobre los TPs en general dirijo al lector a este post donde analicé las relaciones que existen entre los cambios sociales y los sufrimientos individuales. Es tambien importante señalar el concepto de difusión de la identidad de Eric Erikson para entender cual es el problema de fondo de este tipo de pacientes y por supuesto señalar los abusos sexuales infantiles como antecedente más conocido del TLP.

¿Qué sucede en la mente de un niño cuando sufre abusos infantiles?

Si atendemos a la psicopatologia de la Marilyn adulta lo que a mi más me llama la atención de su personalidad es la continua búsqueda de amor. Y Marilyn que declaraba “siempre me enamoro”es la misma mujer que es incapaz de mantener o retener una pareja. Tres matrimonios tuvo en su vida, primero un marido anodino, luego un jugador de beisbol y más tarde un intelectual. Con ninguno llegó a funcionar aunque -según declaró más tarde- al que más amó fue al famoso y mediático jugador de beisbol (Joe Di Maggio). Dejando aparte al primer marido anterior a su éxito en Hollywood es obvio que su emparejamiento con Arthur Miller es bastante incomprensible tanto por parte de él como por parte de ella. Es muy posible que en su busqueda y “fuga” del mito que ella misma hubo creado necesitara argumentos intelectuales de peso para sentirse protegida.

Confundir amor con sexo es algo bastante habitual en las mujeres que han sufrido abusos sexuales en su infancia y no cabe duda de que Marilyn era promiscua. Cuando una figura protectora (como un adulto) cruza ese Rubicón del incesto y se mete en la cama con una niña, sea o no su hija provoca una división de su mundo en dos partes, escinde el mundo infantil y provoca daños irreparables en su psiquismo pues el niño abusado jamás será capaz de separar las emociones que van ligadas a la parentalidad (apoyo, cariño, gratitud, respeto, confianza) con las que van aparejadas con el sexo. Cada vez que se sienta solo o triste o simplemente preocupado tratará de rellenar ese vacío con el sexo. El sexo se convierte en una prótesis, en un sucedáneo, un calmante de otras ansiedades que no pueden repararse con el sexo.

El sexo es algo divertido y que genera buena salud y apego entre las parejas pero tambien puede ser muy insaludable y lo es porque puede usarse al menos de varias formas espúreas 1) calmante ante la angustia y poder eludir el abandono, 2) como autoafirmación narcisista 3) como venganza. 4) como pago de favores 5) por dinero. Dicho de otro modo: los intercambios sexuales son muy ambigüos y no se deben en exclusiva ni al amor ni a la reproducción. Aunque es la reproducción lo que subyace a la pulsión sexual propiamente dicha (causa remota). El sexo es como un narcótico sirve para muchos tipos de dolor.

El amor adulto es una tarea complicada y que requiere muchos esfuerzos y “gastos”, pues no se trata sólo de encontrar una pareja, sino de mantenerla y retenerla en el largo plazo. La queja más frecuente de Marilyn era que “las personas a las que amo me abandonan” donde parece que está repitiendo la escena original de su infancia, pero no es capaz de entender que ella misma ponía en juego las estrategias necesarias para que asi fuera. Cuando un niño siente que ha sido abandonado por su madre (o padre) y Marilyn lo fue por los dos, tratará durante toda su vida de preservar moralmente a ambos. No poder retener a ninguna pareja era pues su misión, de lo contrario la madre (y el padre) hubieran quedado en muy mal lugar.

Fracasar en el amor era una forma de mostrar su lealtad hacia sus figuras de dependencia originales.

marylin mailer

El mito.-

Marilyn Monroe era una meta-actriz, es decir una actriz que se representaba a si misma. No fingía cuando actuaba en un papel determinado como hacen la mayor parte de los actores que saben bien que el teatro e sun simulacro de la realidad. Marilyn se dejaba llevar por su propia esencia, de ahi la autenticidad que desprenden todos sus papeles, la seductora ingenua, torpe, tonta y encantadora fue precisamente lo que la proyectó a la fama junto con su erotismo descarnado. muy del gusto de Hollywood en aquella época. Hoy ese erotismo nos parecería politicamente incorrecto y sexista, pero locierto es que Marilyn estaba representándose a si misma, a esa parte de si misma que ella tanto desdeñaba y aborrecía. La devoradora de hombres no pudo conseguir el amor al que tanto aspiraba. Ni el psicoanalisis, ni Strasberg consiguieron que Marilyn se sintiera satisfecha con su vida y con el marasmo que sentia a diario, con esa eterna sensación de aislamiento y soledad.

Norman Mailer el gran constructor de teorias de la conspiración escribió una biografia de Marilyn y presentando su suicidio como un escándalo politico que salpicaba a los Kennedy pues al parecer ambos hermanos habian mantenido una relación con ella. Pero todo el mundo sabe que Mailer era un novelista, un escritor de ficción y que la ficción no puede ser refutada con pruebas que no admite y no lleva a trámite. Por eso escribió una biografía apocrifa sobre Hitler y otra sobre Oswald. La novela es la novela y no un ensayo histórico.

Marilyn se suicidó porque era insoportable para Norma y eso es todo.

 

 

(1)  Los TPs Tienen una alta prevalencia al menos en las sociedades opulentas de nuestro entorno, concretamente entre el TLP (2%) el histriónico (2%), el paranoide (2%) y el antisocial (3%) suman una prevalencia estimada del 9%, y sin contar el resto de patologias de personalidad. EL TLP tiene una alta suicidabilidad y es más frecuente en las mujeres (7 de cada 10), en los hombres es más frecuente el trastorno antisocial de la personalidad, si bien existe un solapamiento entre ambos.


¿Sick or disease?

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No hay conversión sin disociación (Janet)

En inglés -a diferencia del castellano- hay dos maneras de referirse al hecho de sentirse enfermo: una posibilidad es tener una enfermedad (disease) y otra es sentirse enfermo sin enfermedad (sick).

Sentirse enfermo sin estarlo es mucho más frecuente que estar enfermo de verdad, lo que sucede es que la medicina actual carece de conceptualizaciones claras y comprensibles que den cuenta de esa grieta que separa mente y cuerpo. Es notable señalar que los médicos no hemos sido capaces de explicar a la población general ni a nosotros mismos y tampoco a nuestros enfermos el por qué podemos sentirnos enfermos sin estarlo.

Gran parte de la responsabilidad en este fallo a la hora de explicar nuestra dualidad fundacional procede del hecho de que es dificil separar la ficción del simulacro, por ejemplo escribir una novela es ficción ¿pero qué ocurre cuando uno habla de sí mismo en una especie de biografia novelada?. Lo que separa la ficciónde la no ficción es una linea muy delgada que traspasamos con frecuencia en nuestra vida diaria. Es difícil explicar que una persona puede sentir dolor, parálisis de un miembro, un defecto sensorial o un episodio convulsivo sin ninguna razón médica (material) que lo justifique. El dificil explicar que dolor no es lo mismo que daño.

O que ficción no es lo mismo que narrativa.

Y hasta la fecha las tentativas de explicación han fracasado. La palabra “histeria” cargada de condicionamientos negativos o peyorativos ha sido expulsada de los diagnósticos médicos y otras intentonas como el concepto de Smith de no enfermedad (no disease), no terminan de aportar la suficiente información ni para el publico en general ni para nuestros pacientes ni siquiera para los profesionales.

Lo que la gente entiende acerca de “lo psicógeno” es que si se padece una no-enfermedad es porque se quiere, por algun defecto del carácter o porque se es un mentiroso o un tramposo. Los médicos tambien abrazan en su mayor parte este prejuicio. Es imposible o parece imposible separar las no-enfermedades de la falsificación, la autosugestión o la búsqueda de prebendas.

Reconsiderando la disociación.-

Probablemente la disociación -aun siendo muy frecuente en la población general, al menos en sus versiones menores- es uno de los temas más desconocidos en medicina y psicología. La mayor parte de los clínicos saben identificar los fenómenos disociativos dentro de las entidades psiquiátricas más comunes. Por ejemplo en las depresiones, suele decirse que los ISRS son la opción cuando aparecen fenómenos disociativos en su curso. Pero lo cierto es que los clinicos han sido entrenados para identificar tan solo tres de los fenómenos disociativos más corrientes: la despersonalización, la desrealización y  o la heautoscopia.

La mayor parte de ellos, sin embargo no han oido hablar de la enantiodromia o metanoia de las experiencias cercanas a la muerte   ni por supuesto de los estados disociativos (hipnoides) de la psiquiatría clasica, ni de los estados segundos.  o la escritura automática.

La metanoia es una transformación de la personalidad que sucede sin explicación médica.No es posible encontrar una explicación con el único paradigma del cerebro, necesitamos saber algo sobre la mente (ese interface entre el cuerpo y el medio ambiente), necesitamos recordar que mente y  cerebro son y no son la misma cosa y que paradójicamente: una transformación de la mente no siempre lleva aparejada una modificación cerebral ni mucho menos puede decirse que esta transformación obedezca a una patologia determinada.

La disociación de la conciencia no debe considerarse de ningún modo un hecho patológico, se trata de un mecanismo primitivo de preservación, una especie de alarma neurobiológica diseñada para escapar de la intensa angustia que acompaña a ciertas experiencias que amenazan la preservación, la disociación es una alarma ancestral que compartimos con todos los mamíferos y que se encuentra filogenéticamente emparentada con la convulsión critica y con el freezing (congelación), sobre la que hablé precisamente en este post.

La histeria -comentada en el post anteriormente señalado- representaria el encendido (kindling) de estas alarmas primitivas en condiciones no relevantes para la vida aunque con repercusión emocional. Una especie de alarmismo excesivo e infundado: una hipérbole. Pues estos mecanismos fueron diseñados para aliviar el tránsito hacia la muerte, la verdadera, no las pequeñas muertes simbólicas que nos acaecen a lo largo de nuestra vida.

Su objetivo es facilitar analgesia, tranquilización y anestesia emocional, es por eso que las descripciones de este tipo de experiencias cercanas a la muerte recalcan la beatitud, la tranquilidad y una sensación de felicidad teñida de luz, de túneles protectores y de hipermnesia (la brusca aparición de escenas de la vida pasando a una intensa velocidad), como si el individuo viera una pelicula de su vida proyectada rápidamente, un documental de su trayectoria. Un epílogo.

Ahora bien la disociación es un mecanismo que hunde sus raices en algo mucho más profundo y que nos viene de serie: se trata de la asimetria de nuestro cerebro, dos hemisferios no simetricos separados por una grieta fundamental la cisura interhemisférica y que contiene dos cerebros unidos por un grueso cordón que llamamos “cuerpo calloso”. Nuestro hemisferio izquierdo contiene estructuras vinculadas al lenguaje y al habla y aunque estas estructuras se encuentran también en el hemisferio derecho, en éste tiene funciones bien distintas a las originales del area de Broca izquierda.

Muy probablemente y según cuentan todos los psicólogos evolucionistas que han estudiado la adquisición en nuestra especie del lenguaje,  todo parece señalar en la dirección de que: el lenguaje está estructurado con una gramática interna que da cuenta de esta disociación. El lenguaje nos divide o profundiza aun más en esta dirección disociativa. No solamente porque lo que designamos con las palabras no es la “cosa en sí” (sino su representación) sino tambien porque el lenguaje es categorial y binario. Es dificil para nosotros pensar en terminos de dimensiones, que operamos por defecto en terminos de “si” o “no” o de “verdadero” o “falso”.

Dicho de un modo más claro: venimos de serie dotados para disociarnos, para escindir el mundo en partes siguiendo el principio del placer. Y lo hacemos desde nuestro nacimiento, asi en el primer año de vida nos espcializamos en escindir lo bueno de lo malo. Lo que nos aportan nuestros cuidadores (la madre sobre todo) de placentero o displacentero. En el segundo año de vida cuando ya sabemos que estamos separados de nuestra madre entonces abordamos el tema del poder y del control. Escindimos otra vez el mundo en dos partes, aquello que nos somete y aquello que hacemos para controlar a los demás. Dos partes,en una nos sometemos y en otra reinamos sobre los demás. A los seis años nos especializamos en otra serie de disociaciones relacionadas con la autoestima y la autoafirmacion y dividimos el mundo en dos partes: aquellas que favorecen nuestro autoconcepto y aquellas que lo cuestionan.

Todo aquello que amenace el principio del placer corre el riesgo de ser disociado de oficio, entre lo bueno o permitido que permanece en la conciencia y lo amenazante o malo que pasa al inconsciente y es sellado por la represión. Es por esta razón por la que lo “traumático” siempre va acompañado de fenómenos disociativos en el largo plazo.

Y merece la pena recordar que el alcohol es el disociador más usado en nuestra cultura.

Ahora bien, la disociación tiene costes, pues no cabe duda que es el proceso contrario a la integración. La disociación mantiene separados elementos que deberian ir asociados y bien cosidos, y puede afectar a los recuerdos (memoria) a las cogniciones (pensamientos) a las emociones, a la conducta, la personalidad y la identidad. La disociación al menos rompe la continuidad de nuestra experiencia yoica y añade irrealidades a nuestra comprensión del mundo. La disociación es un mecanismo burdo (robusto) que carece de la gracilidad de la reflexión y la historicidad. Y una vez puesto en marcha se comporta como un vórtice o una espiral: atrapa cada vez más cogniciones, emociones y memorias y lleva la personalidad y la identidad hacia una incierta deriva cuando no hacia una escalada de inadaptación.

Disociación y neurociencia.-

Otra forma de pensar la disociación es a partir de ciertos postulados o hipótesis que la neurociencia ha ido poniendo a punto desde Freud para acá. Me refiero sobre todo a la hipótesis de Fodor de que la mente está fragmentada o compartimentalizada. En este post de Pablo Malo podemos leer algunas cuestiones relativas a este hecho.

Lo más importante de la teoría modular de la mente son estas cuestiones relevantes:

1.- Los distintos módulos de la mente están especializados en cierto tipo de tareas, del mismo modo suelos órganos de cuerpo.

2.- Cada módulo evolucionó con independencia de sus vecinos por tanto es posible que un modulo lleve su tarea con completa ignorancia para su vecino.

3.- Ciertos módulos se encuentran en la conciencia o cerca de ella, mientras otros son inconscientes.

4.- Los módulos no ocupan un lugar determinado sino que se encuentran distribuidos por toda la red.

5.- Los módulos representan subrutinas del mismo modo que sucede en los sistemas operativos de los ordenadores, algunos colaboran unos con otros, otros compiten pero la mayoría ni siquiera se conocen.

Significa que un módulo puede operar competitivamente con otro, mientras otros pueden cooperar entre sí. Si un módulo desconoce las actividades de otro representaría una explicación de la disociación: sencillamente una parte de nuestros módulos querría una cosa y otra serie de módulos perseguiría otros objetivos y más sencillamente: lo que aquí es displacer allí puede ser placer. Lo que aquí se conoce allí es un insabido.

Engaño y autoengaño.-

No cabe duda de que si existe la posibilidad de sentirse enfermo sin enfermedad es porque poseemos módulos especializados en el engaño. Muy probablemente el engaño y la detección del engaño evolucionaron juntos y es también muy probable que -tal y como asegura Robert Trivrers- el autoengaño suponga una especialización relativamente moderna, una sofisticación del engaño, pues ¿existe una forma mejor de engañar que engañarse uno a sí mismo?

hipocritas

Es por eso que todos nos parecen hipócritas pues al fin y al cabo nuestros módulos de escrutinio de los demás son siempre más eficaces que los que nos autoevaluan probablemente porque son dos módulos diferentes.

La idea de Trivers es que el autoengaño evolucionó a partir del engaño: a fin de hacerlo más fiable en su propósito de engañar. Efectivamente los mentirosos con la repetición de sus mentiras corren el riesgo de ser descubiertos con lo que sus engaños resultarían cada vez mas ineficientes. Es por ello que la detección de mentirosos y la sofisticación de los engaños coevolucionaron.

Los humanos gracias a la aparición del lenguaje hemos refinado mucho nuestros métodos de engaño, hasta tal punto que Guidano supone que no hay conciencia humana sin autoengaño, o dicho de otra forma, el autoengaño parece ser la prestación por defecto de nuestro cerebro: de lo que se trata es de construir un mundo que encaje con el modelo original, un modelo coherente o de alta relevancia en relación con el contexto, hacer encajar un mundo cambiante con el modelo previo que el cerebro ya ha construido. Nuestro cerebro no está pues destinado a encontrar la verdad sino a hacer congruente lo que se encuentra ahi afuera con el mapa que tiene de sí mismo adentro: el autoconcepto.

La mejor forma de mentir es que los demás no detecten nuestras mentiras- a través de esas pequeñas señales psicosomáticas que delatan una falsedad- y la mejor forma de hacerlo es llegar a creerse las propias mentiras. Esto es precisamente el autoengaño, una adaptación destinada a incorporar nuestras mentiras y hacerlas inconscientes o poco visibles a fin de aparentar ser fiables pues todo engaño está destinado a la autopromoción.

Llegados a este punto parece que hemos llegado a un callejón sin salida. ¿Es pues sentirse sick (enfermo) una forma de engaño o autoengaño en ausencia de enfermedad real? ¿Es la disociación un mecanismo destinado a engañar a los demás y a nosotros mismos de un modo más eficiente?

La respuesta a esta pregunta es complicada, pero no imposible. Es evidente que nuestro cerebro evolucionó para hacernos  más valiosos para los demás y hacernos sentirnos a nosotros mismos más importantes de lo que somos, del mismo modo que evolucionó para captar recursos y no corresponder con nuestros esfuerzos, siempre será más cómodo robar gallinas que criarlas. De manera que siendo honestos con nosotros mismos hemos de admitir que lo más probable es que nuestro cerebro nos engañe.

Pero no nos engaña porque el sujeto (el Yo) quiera engañarnos sino porque es víctima de los engaños de su propio cerebro, algo que nos viene de serie y que es imposible hackear. Es por eso que es posible afirmar que podemos entrenarnos para desvelar no solo nuestras propias mentiras sino -más fácil aun-  las mentiras de los demás.

Estas personas que han especializado algún tipo de módulo en chequear las mentiras ajenas se llaman psiquiatras o psicólogos, quizá psicoterapeutas o psicoanalistas, con una condición: han de haber pasado a su vez por una serie de procesos personales que borren los escotomas o áreas oscuras de su propio psiquismo. Es difícil decir como se hace y más difícil es reglamentarlo. Una profesión imposible.

Pero si no lo haces corres el riesgo de convertirte en un hiperempático que puede reconocer cuales son las áreas oscuras de los demás pero no las tuyas.


Una teoria unificada de la enfermedad mental

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capture

El paradigma psiquiátrico predominante en la actualidad es el conocido como paradigma kraepeliniano y consiste en la convicción de que las enfermedades mentales son entidades naturales como las enfermedades médicas. No importa que ya sepamos que las enfermedades mentales son patoplásticas (sigan criterios culturales) estén fuertemente influenciadas por las creencias o zeitgeist de nuestro tiempo o muten hacia formas más benignas o más malignas. Seguimos creyendo que estas enfermedades son como las otras: entidades fijas que se repiten a sí mismas configurando una identidad sintomática. Además creemos tambien que estas entidades son discretas, esto es separadas unas de otras, a pesar de las fuertes evidencias de signo contrario.

Y la verdad es que cuesta mucho modificar ciertas creencias y agradecerle a Kraepelin sus esfuerzos en haber logrado identificar las tres grandes psicosis: paranoia, psicosis maniaco-depresiva y esquizofrenia y despúes despedirnos de él depositándolo en el museo de la historia de las conceptualizaciones psiquiátricas. Pero más allá de Kraepelin ha habido otros psiquiatras que pensaron la enfermedad mental de otro modo. Para empezar hay que recordar a Wilhelm Griesinger cuya conceptualización era bastante distinta a la del maestro.

Griesinger – y entre nosotros Bartolomé Llopis descriptor de la psicosis pelagrosa- defendieron la hipótesis de que los sintomas psiquiátricos constituían mas bien una macedonia de frutas y no tanto un plátano con color y sabor a plátano. Hablaron de un concepto muy importante sobre el que nosotros los psiquiatras volvemos una y otra vez: la psicosis unica. Es decir, la idea de que las enfermedades mentales tienen un mismo origen y diferentes destinos según la “especialidad” genética y probablemente bioeléctrica de cada cerebro.

David Kessler en su nuevo libro “Capture” propone una teoría unificada de las enfermedades mentales, con base en un análisis histórico de diferentes casos y personajes que han padecido diferentes enfermedades mentales y adicciones. Kessler considera que en todos los casos existe un proceso neurológico en común, al cual llama “captura” y define como una atención selectiva que se enfoca –muchas veces obsesivamente– en uno o en una serie de estímulos y no en otros (en los millones de estímulos que nos bombardean cada instante). Es decir, algo nos captura y esto echa andar un circuito de respuestas neurales que con el tiempo se convierten en una enfermedad. Esto sugiere que una enfermedad mental es, sobre todo, una forma de ver el mundo, una perspectiva que al reforzarse, al fijarse obsesivamente y recibir el peso de una atención psíquica constante, nos encasilla y encierra en un estado determinado (y por el peso y la presión nerviosa hace que se desgaste la estructura cerebral). Esta perspectiva altamente selectiva suele ser desequilibrada, pero no es el resultado de un desequilibrio o un desbalance químico primario del cerebro, sino es esta tendencia la cual al reproducirse tiene efectos químicos en el cerebro (en esto Kessler propone una teoría radicalmente divergente de lo que la medicina moderna supone). (Extraido de esta web)

En realidad la idea de Kessler no es nueva aunque aporta la novedad de que el desequilibrio mental no sería primariamente estructural sino más bien el resultado de un uso funcional exagerado de un determinado circuito cerebral que sufriría asi un desgaste y una degeneración. Además Kessler supone que las enfermedades mentales tienen un mismo origen que situa en una estructura neurológica que llama “Captura”, algo muy parecido a los que los psicoanalistas llamamos “fascinación” y que según describe parece tener relación con lo hipnótico, la autohipnosis o la autosugestión. En cualquier caso la captura se produce por un enfoque selectivo de nuestra atención hacia un determinado estímulo que capta para si el centro del campo perceptivo. Una captación obsesiva que echa a andar un circuito de respuestas neurales que con el tiempo se convierten en una enfermedad.

Pero tambien puede darse el caso contrario, esa captura obsesiva puede dar lugar a un hallazgo cientifico extraordinario, un gesta heroica o una obra de arte universal. Dicho de otra forma, esta “fijeza” a la hora de elegir estimulos parece estar en el origen tanto de la locura como del genio. No hay genio, ni tarea heroica sin obsesión. Se genera un bucle de realimentación negativa

La mayor parte de nosotros hemos tenido esa experiencia de captura y m,ucho más importantes son las capturas que hemos tenido en la infancia, cuando cualquier estimulo puede captar nuestra atención y configurarse como un atractor. Se trata de estimulos que nos fascinaron y atraparon nuestra atención, si bien la mayor parte de las veces los desechamos y los dejamos pasar, es decir no logran atraparnos.

Un ejemplo de captura.-

Observe la siguiente foto:

lenceria

A todos los hombres heterosexuales nos gustan estos elementos que clasificamos como lenceria sexy. Medias, bragas, sujetadores, ligueros y tambien a veces los pies, los zapatos de tacón, los pechos o el pelo de las mujeres, también los tatuajes y los piercings (según gustos). Se trata de una escena que nos captura, nos excita. ¿No es cierto?

Sin embargo podemos salir de su influjo a voluntad, simplemente podemos ponerle fin, nos captura y podemos descapturarnos.

Este fenómeno que habla “de nuestros gustos” puede llegar más lejos y se relaciona con la “fetichización” que podria definirse de esta manera: “Ha de ser asi y solo asi”. Son esos objetos parciales los que nos interesan, las medias en sí mismas, es por eso que algunas personas las coleccionan e incluso las roban para poder contemplarlas a voluntad.

Y ahora observen esta otra fotografía:

travestiS

Se trata de diferentes niveles de captura: en el primer caso la ropa interior es algo que se añade al erotismo, algo que suma a la excitación pero que mantiene al objeto entero sin fraccionar. No es la lencería sino la mujer que lleva lencería la que nos excita. En el segundo caso hay ya un proceso de fragmentación de “la parte por el todo”, el individuo fetichista busca el objeto inanimado en sí mismo y prescinde del objeto. En el tercer caso –trasvestismo fettichista– el individuo se transforma a sí mismo en aquello que desea. Tres destinos bien distintos para la excitación sexual. Tres destinos de captura.

De modo que lo que Kessel describe como “captura” atañe u mucho a lo que los psicoanalistas entienden como “fetichización”. Pero la pregunta que habría que hacerse en este momento es la siguiente: ¿Por qué esas medias, esos tacones o esa ropa se convirtieron en fetiches, por qué nos capturaron?

Oigamos a un fetichista famoso, oigamos a Rousseau:

“Quien creería- dice Rousseau- que este castigo de niño recibido a los 8 años por mano de una mujer de treinta decidió mis gustos, mis deseos y mis pasiones, para el resto de mi vida y todo eso en el sentido contrario a lo que debería ser habitualmente. Al mismo tiempo que mis sentidos se despertaron, mis deseos sintieron tan bien el cambio que les impartió lo que había experimentado, que no se atrevieron a buscar otra cosa”.

Y:

“Mi antiguo placer de niño, en lugar de desvanecerse, se asoció de tal manera al otro (relación sexual) que no pude nunca descartarlo de los deseos encendidos por mis sentidos: y esta locura, unida a mi timidez habitual, me ha vuelto siempre muy poco emprendedor con las mujeres.”

Según la experiencia de Rousseau -paradójicamente el filósofo del contrato social- para ser capturado ( en su caso por el masoquismo) hacen falta dos cosas, primero una experiencia infantil voluptuosa, – dice-, obsérvese que no dice erótica o sexual, sino voluptuosa y luego ya en la adolescencia, que esta experiencia se asocie a la pulsión sexual propiamente dicha.

Freud fue el primero en darse cuenta de que lo que importaba en las neurosis o en las perversiones sexuales no era el trauma en sí (exceptuando los traumas infantiles graves), sino la elaboración posterior que se hiciera de él. Se trata de la teoria de la impresión subjetiva o del impulso inaceptable: los traumas -por sí mismos- son banales en relación con el impacto que pueden llegar a causar dependiendo de los mecanismos que pongamos en marcha para computarlos, entenderlos o integrarlos.

Aqui de lo que estamos hablando es de una simple contemplación: contemplar una mujer desnuda, o ligeramente velada, una mujer desnudándose o espiar a una mujer mientras se desnuda, verla crecer cuando usa tacones a la vez que se propicia sus contorsiones de caderas, presenciar una escena fuertemente erotizada (en la mente de un niño) como por ejemplo un hombre que lava los pies a una mujer, contemplar el coito entre dos adultos o simplemente atisbar unos pechos detras de un albornoz, son experiencias muy excitantes para un niño varón y coinciden con el despertar de su sexualidad fálica.

Escenas que nos capturan porque nos excitan en un momento en que no sabemos qué significa esa excitación y no sabemos ponerle nombre. Pero hace falta algo más que la imagen en sí misma.

Hace falta algo más que el revelado, hace falta que esa fotografía se fije, y es por eso que se hace necesario hablar de la fijación.

Para Freud la fijación era aquel mecanismo mediante el cual la libido se une fuertemente a personas o imagos, reproduzca un determinado modo de satisfacción, permanezca organizada según la estructura característica de una de sus fases evolutivas. La fijación puede ser manifiesta y actual o constituir una virtualidad prevalente que abre al sujeto el camino hacia una regresión.
El concepto de fijación forma parte, en general, de una concepción genética que implica una progresión ordenada de la libido (fijación a una fase). Pero, aparte de toda referencia genética, también se habla de fijación dentro de la teoría freudiana del inconsciente, para designar el modo de inscripción de ciertos contenidos representativos (experiencias, imagos, fantasías) que persisten en el inconsciente de forma inalterada, y a los cuales permanece ligada la pulsión. (Tomado de la wiki)

Neuronas y guasaps.-

Hay una forma de entender mejor la fijación y es el mecanismo mediante el cual las neuronas se unen, se refuerzan y se consolidan.

Imagine que usted es una neurona y que su pareja es otra neurona. Usted y su pareja no están siempre juntos pero pueden estar conectados por el móvil. Podemos ir un poco más lejos y pensar que ustedes están conectados por “guasap”. El “guasap” supone un modo muy interesante de hiperconexion porque es permanente y no necesita la disponiblidad on line continua, usted puede escribir un mensaje y cuando su pareja lo reciba le contestará. “llegaré un poco más tarde a casa” y cosas asi.

Podriamos decir que usted y su neurona amiga mantienen entre ambas una conversación privada no-convencional (virtual), en cierta forma semejante a una conversación , uno dice, el otro contesta salvando las distancias en la conversación formal que se basa en la inmediatez. El “guasap” permite espaciar las respuestas y demorar esa cadencia estimulo-respuesta en que se basa cualquier conversación. Digamos que los mensajes sin contestar o sin leer pueden ir acumulándose.

Pero también hay grupos de guasap, usted tiene varios de esos grupos, uno de los amigos de su trabajo, otro su familia, otro los amigotes del futbol. cada uno de esos grupos son “neuronas” que se agrupan por afinidad, un día salieron de copas juntos y luego cuando hay que salir de copas usted recurre a ellos. Los grupos de guasap son una metáfora muy interesante para comprender porque las neuronas reclutan y se conectan con otras neuronas con gustos o intereses parecidos, a través de estímulos subumbrales hasta que consiguen consolidar su unión..

Y una vez constituido un grupo hay dos posibilidades:  el grupo se extingue, por falta de uso o bien se refuerza  a si mismo con nuevas neuronas reclutadas con intereses afines y con la participación activa de sus miembros.

Creo que esta idea puede ayudar a comprender mejor y desde un punto de vista neurofisiológico este fenómeno de fijación. Lo interesante es que sin fijación no puede haber regresión (una especie de túnel del tiempo que nos permite volver atrás en caso de apuro extremo), es decir sin ese montante de neuronas, escenas o imágenes cargadas de excitación -y que con toda seguridad se consolidaron en la infancia- no puede haber retorno del placer en la vida adulta. Es por eso que el placer siempre vuelve a sus orígenes, allí donde se generó por primera vez, en la sexualidad infantil, si bien no preside constantemente nuestra vida sexual adulta, pues el individuo puede ser “capturado” por otros goces.

Otro fenómeno que creo está relacionado con la captura de la que habla Kessel es el aferramiento del que hablan los yoguis. Según ellos el aferramiento o el apego sucede por nuestra ignorancia. nacemos ignorantes y es precisamente esta ignorancia la que nos lleva por el camino del Karma, esto es de la repetición. Aquí hay un post donde el lector puede profundizar en esta idea,

Naturalmente aquello que puede capturarnos no es siempre una escena erótica, puede ser una idea, una creencia, un ruido, una apatía, una manera de ser, una ocurrencia. Cualquier cosa puede ejercer de atractor y constituirse como un grupo de guasap que no dejara de crecer gracias a la realimentación continua que iremos dándole a lo largo de nuestra vida. Así Kessel a través de este mecanismo de captura pretende explicar ese origen común para todas las enfermedades mentales, no solamente de las parafinas, sino de las psicosis, las adicciones, la ansiedad y los trastornos afectivos. La sopa primordial de la que procederían todos estos desarrollos seria ese mecanismo que hace que determinados estímulos -banales a veces- se constituyan en los amos de nuestro psiquis y asimilen agregados posteriores que derivarían la psicopatología por uno u otro lugar.

¿Pero cual es -de entre los mecanismos conocidos por la neurociencia- aquel que Kessel describe como ese mecanismo neural que facilita esa captura?

No cabe duda de que Kessel está hablando del kindling (encendido).

QUÉ ES EL KINDLING

Kindling puede ser traducido como encendido o más bien como sensibilización o sea lo contrario de la habituación. Se trata de una hallazgo de Goddard que buscaba un modelo animal de epilepsia para el laboratorio, trabajando con ratas y varias especies animales descubrió que las repetidas señales eléctricas subconvulsivas podian operar a medio y largo plazo de forma acumulativa y disparar una convulsión. Una vez establecida este nuevo umbral ya no era necesario seguir estimulando al animal que quedaba asi convertido en epiléptico, es decir tenia convulsiones en ausencia de los estimulos.

El kindling puede establecerse mediantes descargas subconvulsivas eléctricas pero tambien con sustancias quimicas (picrotoxina, lidocaina, etc) y tambien – y de ahi su interés en la patologia humana- mediante experiencias ansiógenas o eventos estresantes. Un evento estresante cualquiera (en una personalidad vulnerable) puede encender el mecanismo que después irá incrementándose en la evolución del individuo y más tarde independizándose del sistema haciéndose automático (caótico en cuanto a desordenado pero previsible). El kindling se estableció como un modelo explicativo de muchas enfermedades mentales sobre todo para el trastorno de pánico, la dependencia al alcohol, y la cocaína, asi como un modelo perfecto para estudiar las oscilaciones del humor del trastorno bipolar y tambien los trastornos de personalidad interictales de la epilepsia, o la adicción al alcohol.

Si bien no se ha podido demostrar que el kindling animal (que siempre es posible objetivar por sus huellas en el EEG) sea el mismo fenómeno que se encuentra implicito en la evolución de un trastorno afectivo, es coherente desde el punto de vista explicativo invocar un modelo kindling-like para explicar las oscilaciones del humor. Sabemos sin embargo que los medicamentos antiepilépticos tienen propiedades como normotimicos pero tambien sabemos que aunque algunos de esta familia los tienen, el efecto anticonvulsivo es distinto al efecto normotimico. Tambien sabemos que algunos medicamentos, como los barbituricos, el diazepan, el clonacepan o las hidantoinas que son anticonvulsivantes carecen de efecto normotimico alguno, mientras que otros como se comportan como anticonvulsivantes y normotimicos. Otros por fin son normotimicos pero carecen de toda acción anticonvulsivante como el litio.

Por otra parte el agente inductor del kindling no es siempre el agente quimico o electrico sino muchas veces la ausencia del mismo. Por ejemplo en el alcoholismo es la abstinencia la que genera el kindling y tambien las convulsiones, mientras que en la dependencia a la cocaina es la cocaina misma la que provoca el efecto kindling pero no por sus efectos psicoestimulantes sino por sus efectos anestésicos. En las oscilaciones del humor lo que tiene importancia es la frecuencia de la ciclación, asi en los cicladores rapidos podemos afirmar que tienen más riesgo de hacer más fases, brotes y hospitalizaciones que aquellos que tienen pocos brotes lo que es coherente con la masa critica que es necesaria para convertir un sistema predecible y causal en otro aperiódico o caótico.

Bibliografia.-

Bartolome Llopis y la psicosis unica.

J.J. Rousseau: Confesiones.


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