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¿Fertilidad o sexualidad? (II)

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Aquellos de ustedes que leyeron el post anterior ya sabrán a estas horas que es en la familia donde se dan cita dos de las funciones que encabezan este post: la sexualidad y la fertilidad actualmente disociadas como plantearé más abajo. Pero lo primero es una definición ¿qué es una familia?

bustamante

En este momento me gustaría dirigirles a un viejo post que escribí hace algunos años y donde intentaba dar una definición, de manera que ahora solo me resta dirigir al lector a esa lectura y añadir que una familia es una institución social que comparten dos o más personas de distintas generaciones, que conviven durante un tiempo indefinido en un mismo lugar y donde al menos hay una pareja fértil que se reproduce, y además dónde las distintas generaciones no se reproducen al mismo tiempo. Significa que la familia es un nicho ecológico social que acoge a aquellos que se regeneran. Sin regeneración no hay propiamente familia aunque pueden existir parejas que a su vez tengan familias de origen.

Todos tenemos familias en nuestro origen pero el término “familia” remite a la capacidad para crear familias ex novo. Naturalmente a partir de la reproducción (propia o ajena) puesto que las adopciones también se integran en una familia aunque los padres sean estériles (el cuaternio, es decir se trataría de niños que tienen dos padres y dos madres).

Y se regeneran porque existen dos sexos: masculino y femenino, vamos a verlos en un gráfico:

rombo

Como puede observarse en este rombo, el eje horizontal representan la disposición masculino-femenino, el eje que llamaremos sexual y que es el responsable de la atracción siempre y cuando estos dos sexos se encuentren en cierta tensión y asimetría. Si hay demasiada poca polaridad no hay atracción como les sucede a los niños pequeños y si hay demasiada polaridad entonces lo que sucede es que hay rechazo y aversión o miedo al otro sexo. En cualquier caso la ruptura de esa asimetría fundacional viene seguida de rechazo o de desinterés.

Pero atendamos ahora al otro eje del rombo, el vertical, veremos que en este eje se sitúa el Poder, en el vértice superior situamos a los poderes visibles, el Gobierno, el Estado, la Ciencia, el derecho, el dinero, etc. En el vértice inferior situamos a los poderes ocultos, los que operan en el obscenario y no se muestran: crímenes, abusos, violaciones, delitos de sangre, corrupción, lo que llamamos el Mal, lo demoniaco, etc. se trata del poder oculto y caótico que se opone en cierta medida al poder del vértice superior que es Orden mientras que el poder del vértice inferior es Caos.

Las relaciones entre lo femenino y lo masculino están presididas pues y delimitadas por el eje vertical del Poder. Un Poder que en parte es visible en escena, pero hay otra parte del poder que es opaco y no se muestra. Lo mismo sucede en el sexo, hay una parte que es apariencia y que es visible y otra parte que está oculto, más concretamente los genitales están ocultos. Y también se oculta la enorme cantidad de poder que tiene una mujer si está bien iniciada en los misterios del sexo.

Naturalmente existe una agenda transhumana que favorece la polarización de los sexos. ¿Qué es el feminismo sino una ideología que trata por todos los medios de separar y enfrentar a los sexos? Lo que es interesante es que el Poder apoya este movimiento indiscutiblemente; en nuestro país no existe ningún partido con representación en el Congreso que esté en contra de estas políticas, curiosamente tampoco hay ningún partido político que se preocupe de favorecer la natalidad (siendo como es un problema de primera fila en toda Europa).

Todo parece indicar que estamos frente a una agenda de desfertilización de las sociedades avanzadas.Naturalmente a cargo de esos poderes ocultos que no se muestran puesto que seria obsceno que los políticos salieran defendiendo esta idea de desfertilización. Lo que no se puede decir se oculta detrás de otras decisiones que parecen no estar relacionadas con ella.

El Poder en su vértice superior (a través de la ciencia) inventó los anticonceptivos, lo que no podían imaginar sus descubridores es que la generalización de estas tecnologías del engaño acabarían provocando en los imaginarios de nuestros conciudadanos una disociación entre fertilidad y sexualidad.

Y esta disociación tiene efectos colaterales.

El principal efecto es que la afectividad y la actividad sexual se han divorciado para siempre, de lo que se trata es de tener mucho sexo y pocos hijos o ninguno, muchas parejas, eventualmente desconocidas que agregar a un listado de éxitos o hazañas sexuales relacionadas co el consumo. No importa si estos contactos no son nada placenteros, o si son en sí mismos decepcionantes, hay que estar en el mercado, al día, y una muchacha tomando anticonceptivos puede ser tan promiscua como un hombre. De eso se trataba: de descubrir y ¿disfrutar? de la sexualidad libremente.

Dicho de otra manera: la ramera y la mujer común han borrado sus diferencias aparentes pues la ramera era la mujer traumatizada y consagrada al sexo que equilibraba las oportunidades sexuales. La virtud femenina ha desaparecido del panorama social. Ni las casadas se libran como fue de esperar en las sociedades traidicionales; hoy todas las mujeres son accesibles teóricamente claro, lo que induce a una enorme confusión en los hombres mas desorientados que no llegan a comprender que las mujeres eligen los mejores genes cuando pueden y que la selección sexual está en sus manos.

La familia es un seguro de vida para los individuos, un valor-refugio para cuando las cosas van mal, el único lugar donde es posible esperar solidaridad de por vida y amor sin condiciones. La familia es pues el enemigo a batir por cualquier sistema totalitario, la familia es un engorro para el Poder, ese que atraviesa de arriba abajo toda nuestra vida y que tiene su sombra demoniaca planeando por todos sus resortes.

Lo que explica porque el Poder no gasta un solo euro en propiciar más nacimientos y ventajas para las madres y se consumen ingentes cantidades de dinero en subvencionar campañas de “empoderamiento” feminista, financiando oenegés que supuestamente defienden la igualdad. El feminismo es enemigo de la maternidad y de la familia.

El feminismo es hoy un negocio.

Pero no solo el feminismo es un enemigo de la familia, hay otros intentos de socavar la familia y la necesario tirantez de los sexos, las campañas de visibilización LGTBI, el aborto prácticamente libre y el adoctrinamiento en las escuelas persiguen un mismo fin: la abolición de la familia y la disociación definitiva entre sexo y reproducción.

Para entender como se lleva a cabo este plan es necesario comprender mejor cómo opera este mecanismo universal que llamamos disociación. Y cómo estamos programados a través del trauma.


Programación mediante trauma (III)

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egipcios

Antes de comenzar este post -que sigue al anterior, – pero puede leerse autónomamente me gustaría avanzarle al lector una idea personal: creo que las enfermedades mentales de nuestra especie tienen un origen disociativo, es decir proceden de esa capacidad humana -aun mal conocida- que llamamos disociación.

Que nos viene de serie y que es nuestra mayor vulnerabilidad y al mismo tiempo una de nuestras fortalezas, puesto que la disociación es en esencia un mecanismo de neurodefensa, es decir un mecanismo que nos permite sobrevivir en ambientes hostiles, peligrosos o amenazantes. Un definición de disociación, la de Putnam:

“Un proceso que produce una alteración en los pensamientos, sentimientos o actos de una persona de forma que, durante un periodo de tiempo, ciertas informaciones que llegan a la mente no se asocian o integran con otras, como sucede en condiciones normales.
Por otro lado, M. Steinberg (Steinberg, 1994) comenta que las experiencias disociativas se caracterizan sobre todo por una “compartimentalización de la consciencia”. Esta expresión se refiere al hecho de que ciertas experiencias mentales de las que se espera normalmente que se procesen juntas y al mismo tiempo (pensamientos, emociones, sensaciones, recuerdos y el sentido de la identidad), se encuentren aisladas funcionalmente unas de otras permaneciendo en algún caso inaccesibles a la consciencia o a su recuperación mnésica voluntaria”. 

Dicho de una manera más clara:

  • La disociación es un mecanismo fisiológico que no implica patología. Todos somos susceptibles de disociarnos y es muy conveniente hacerlo cuando vamos a morirnos, las experiencias cercanas a la muerte son un ejemplo.
  • La disociación es un continuo.
  • La disociación completa implica una compartimentalización de la experiencia.
  • La disociación implica amnesia, y aunque no es necesario este síntoma, el no recordar algo es siempre una señal de compartimentalización, una experiencia guardada en varios cajones.
  • La disociación puede afectar a la memoria, la afectividad, la percepción, la conducta, al cuerpo o una parte del cuerpo o a la personalidad entera.

En este sentido la forma más leve de disociación son esas experiencias de desrealización que alguna vez hemos sentido cuando estamos muy cansados o hemos tomado más café o alcohol de la cuenta, muchas mujeres se disocian durante la excitación sexual y el trance hipnótico es la versión más comercial de este mecanismo; en el otro extremo tenemos la personalidad múltiple hoy llamada “trastorno de identidad disociativo” donde dos o más personalidades conforman lo que conocemos con el nombre de “múltiples”, esas personas que poseen “alters” a los que pueden o no conocer.

Una definición del Trastorno de identidad disociativo seria ésta:

:“Una disrupción de la identidad en la cual aparecen y/o se establecen dos o más estados de personalidad distintos (personalidades disociativas) asociados con marcadas discontinuidades en el sentido del Self (del Yo, del sentimiento de ser uno mismo) y de su capacidad ejecutoria.

Cada estado de personalidad incluye su propio patrón de experimentación, percepción, concepción y relación con el Self (con el llamado también “si mismo”) así como con el cuerpo propio y su entorno.
Por lo menos dos estados de personalidad distintos toman de manera recurrente el control ejecutivo de la consciencia del individuo, así como de su funcionamiento en la interacción con los otros o con el entorno, como por ejemplo en relación con la realización de aspectos específicos de la vida diaria como puede ser el ejercicio del papel de padres, en el trabajo o en respuesta a determinadas situaciones (como por ejemplo aquellas que se perciben como amenazantes).
Los cambios en el estado de cada personalidad son acompañados por alteraciones relacionadas en las sensaciones, percepciones, así como con el afecto, cognición, memoria, control motriz y conducta global. Hay o existen episodios típicos de amnesia que pueden ser severos. (Francisco Orengo)

Lo más común es que en nuestro entendimiento de estos problemas disociativos los asociemos al trauma, solemos pensar que este tipo de fenómenos aparecen en personas que han sido sometidos a traumas graves y objetivos y cuando pensamos en traumas aparece sobre todo, el abuso sexual infantil, el maltrato recurrente o el presenciar escenas violentas con frecuencia como sucede en la guerra y otras atrocidades. No solemos ser conscientes de que el trauma no precisa de escenarios tan graves y de que existen varios grados de traumas, pues el trauma definido como la exposición a circunstancias violentas es también un continuo. Y que no existe una correspondencia entre la clínica y la intensidad del trauma.

Los traumas se dividen en dos grupos unos con T y otros con t cuando pensamos en su intensidad pero falta otro parámetro, el tiempo. No es lo mismo un trauma puntual que un trauma repetido. Así podríamos hablar de traumas Tt, TT. tt, y tT, según su intensidad y duración.

Además de la intensidad y el tiempo existe otro parámetro, si se da en un adulto o en un niño. Evidentemente los recursos para neutralizar los efectos del trauma no son los mismos en un adulto que en un niño. Además los niños tienen dos problemas que enfrentar dado que la amenaza puede proceder de sus cuidadores:

  • No pueden escapar del campo traumático
  • Y el perpetrador y el cuidador pueden ser la misma persona.

Si el “poli” malo y el “poli” bueno son la misma persona el niño no tiene más remedio que fracturar su experiencia y compartimentalizarla. Los cuadros más intensos de Trastorno disociativo múltiple se dan en estas circunstancias. Y más cuando que el niño es obligado al secretismo, es decir a no poder comentar con nadie su experiencia traumática.

El mecanismo responsable de la disociación es en cualquier caso el mecanismo conocido como “identificación con el agresor” 

Identificación.-

“Llamamos identificación a un proceso psíquico a través del cual se asimilan los patrones de vivencia y comportamiento, las propiedades o características y, en general, la manera de ser de una persona, por otra.
Dicha asimilación da lugar a un cambio de la persona que lo realiza: lo que se asimila y asume se vuelve parte de uno mismo.

Este mecanismo psíquico ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia en el psicoanálisis y Laplanche y Pontalis  dicen de él:” La identificación dejó de ser un mecanismo psíquico más, entre muchos otros, para convertirse en el proceso a través del cual se constituye el sujeto humano”.

Las identificaciones no se construyen al azar. La relación placer/dolor, la realización de deseos y la evitación de miedos las determinan. Por ello la identificación puede ser usada como mecanismo de defensa. El caso de la identificación con el agresor es un ejemplo de “solución enferma- neurótica” del uso de la identificación como mecanismo de defensa”.

Habría dos formas, según Mentzos, de aplicación de la identificación como
mecanismo de defensa en la histeria:
1º) Identificación con la persona amada como compensación a una
perdida o de una renuncia. Esta forma esta muy extendida, es en parte
normal, pero también en parte neurótica.
2º) La forma mas común en la histeria es la identificación proveniente de
la tendencia y del deseo de colocarse en la misma posición que la persona
de la que es tomada la conducta que se asimila. (Un ejemplo de ello sería el caso de una histeria en masa entre chicas jóvenes porque una de ellas recibe una carta de un amante secreto que le confiesa una infidelidad y se desmaya.

Dicho de otra forma, nos identificamos con los que amamos pero también con aquellas posiciones que nos gustan de otras personas.

Las otras también querrían tener un amante. No se desmayan también por compasión, sino por una identificación patológica).

Sigue Mentzos:” …si tenemos en cuenta que la histeria es la gran imitadora de muchas enfermedades no solo somáticas, sino también psíquicas y si la neurosis de carácter histérico implica la toma de una conducta de rol determinada, entonces resulta evidente que, en todos estos síntomas, patrones de conducta y formaciones caracteríales están,
actúan, como procesos identificatorios. (Aquí se nutren los enfermos histéricos de las pautas culturales y étnicas más dominantes, como es conocido). Las identificaciones son sin embargo pseudoidentificaciones pasajeras, no duraderas que crean “sujeto”. (tomado de Francisco Orengo 2019)

Programación.-

El trauma es la manera en que determinados poderes totalitarios capturan la voluntad de las personas, lo sabemos por la forma en que operan las sectas y también por ciertos programas militares ilegales como el MK-ultra. aunque el interés por el control mental es tan antiguo como la humanidad y para ello se ha recurrido a drogas, al adoctrinamiento y a la programación mediante trauma. El objetivo es construir personalidades esclavas a través de iniciaciones sistemáticas y duras para programar prostitutas y asesinos sobre todo, también soldados, espías o vasallos de ciertas instituciones secretas.

Este tipo de iniciados son los que poseen estructuras disociativas completas, les llamamos psicópatas, son, por así decir programaciones exitosas en el sentido de que se ha conseguido crear dos o más personalidades y que una desconozca a la otra, una disociación completa. Es por eso que un criminal en serie puede ser un asesino ahora e inmediatamente después reintegrarse a su vida normalizada sin ningún tipo de secuela.

Pero no todos los traumas son tan graves, ni duros o sistemáticos, la mayor parte de los traumas domésticos o por decirlos en otras palabras, blandos, son provocados por cuidadores negligentes, narcisistas o enfermos mentales con algún tipo de patología.

Es conocido desde la antigüedad que controlar la mente de otros es más sencillo si hemos inducido en ellos -mediante trauma- algún tipo de programación y podemos seguir siendo para ellos tanto perpetradores como benefactores. es entonces cuando la mente se fractura y aparecen los alters (otras personalidades).

La mente disociada es lo contrario de la idea de unicidad, la sensación que tenemos de ser uno, cuerpo y mente. De que no sólo tenemos un cuerpo sino que somos un cuerpo, como decimos hoy se trata de mantener contacto, de mantener esa conexión entre mente y cuerpo. El cuerpo suele separarse de la mente en la histeria y también en la anorexia mental y/o en los trastornos alimentarios en general. También existe esta disociación entre las prostitutas.

La excelencia disociativa-

Como he dicho anteriormente la disociación es una capacidad humana que nos viene de serie pero no todo el mundo es igualmente respondedor a este mecanismo. Todos podemos usarlo cuando hemos vivido en entornos atemorizantes, hemos sido maltratados o abusados pero nuestra capacidad de respuesta difiere de unos individuos a otros. Tampoco sabemos porqué algunas personas disocian sus emociones, otras sus recuerdos y otras recurren a síntomas somáticos sin causa médica. Francisco Orengo tiene un articulo muy interesante analizando un celebre caso de un genio de la literatura  con trastornos de identidad múltiple, como Fernando Pessoa que sublimó a través de sus heterónimos pero tampoco sabemos cómo se las arregló el poeta portugués para seguir siendo tan creativo a pesar de su alcoholismo crónico. Otras personas recurren a las conversiones histéricas, otras a las convulsiones disociativas y otras al coma o a la fuga histérica. Tampoco sabemos si algunos síntomas disociativos protegen del suicidio.

Lo interesante de esta conceptualización es entender que no todas las disociaciones provocan psicopatología sino que muchas veces la disociación responde a estrategias de ingeniería social y consiste en dividir a las comunidades a través de la fragmentación de las opiniones del publico atacado sobre todo a la percepción de la realidad, en general con el fin de lograr enfrentamientos.

De esto voy a ocuparme en el próximo post.

Bibliografia.-

HILGARD E.R. 1986. Divided consciousness: multiple controls in human thought
and action (expanded edition). New York, NY: Wiley.
ORENGO GARCÍA F. "Conversión y Anosognosia: ¿Un mecanismo fisiopatológico
común?" PSIQUIS, año XIII, vol. 12 (1),11-26.1991. STAVROS MENTZOS: HYSTERIE, ZUR PSYCHODYNAMIK UNBEWUSSTER
INSZINIERUNGEN. VANDENHOECK & RUPRECHT. 2015
J. LAPLANCHE, J.B. PONTALIS. Vocabulaire de la Psychanalyse. Publicado en
francés por Presses Universitaires de France, París. 1967.

LA CONSTRUCCION DE IDENTIDADES EN EL TRASTORNO DE IDENTIDAD DISOCIATIVO (TDI). Dr. F. Orengo

 

 

La manzana de la discordia (IV)

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La manzana de la discordia

Discordia es una deidad griega ya señalada por Hesíodo en su Teogonia pero que conocemos bien y mejor por su intervención en la Ilíada de Homero; entre sus vicios más importantes estaba la facultad de tejer líos entre las personas, tanto es así que se le atribuyen -entre otras maldades- el desencadenamiento de la guerra de Troya.

La manzana de la discordia ha quedado desde entonces como explicación de esos conflictos que parecen banales pero que al final se tiñen de consecuencias dramáticas.

Para conocer mejor la historia véase el Juicio de Paris.

Hoy llamamos discordia no a una diosa o principio primordial (anterior al orden olímpico) sino a:

Situación en la que hay falta de acuerdo o conformidad entre personas que a menudo conviven o se relacionan de algún modo.

Dicho de otro modo: para que pueda existir “discordia” ha de haber “desacuerdo” entre  personas que conviven y se relacionan, es decir que dependen unas de otras.

De manera que es muy fácil sembrar la discordia entre compañeros, parejas, padres e hijos, cónyuges. amigos y países. Pues motivos para el desacuerdo nos sobran a todos en cualquier tiempo y lugar. Es por eso que sembrar discordia es muy fácil, mucho más que procurar concordia.

Hoy la discordia se crea básicamente con la propaganda, pues la propaganda es un arma de guerra que no debe confundirse con la publicidad. La publicidad trata de vender o anunciar algo, presentar un producto a la comunidad de consumistas, pero raramente pretende ofender a nadie. La propaganda por el contrario trata de dividir el mundo en dos: los nuestros y los otros, y coloca siempre a los otros, como equivocados, farsantes, ignorantes o locos. Las fake news, obviamente también son propaganda, desinformación o ruido.

Dicho de otro modo: la propaganda opera en los cerebros individuales como la disociación: divide el mundo en dos a través de opiniones, de ideologías, de odios, de adhesiones y devociones, nos permite identificarnos con un grupo de vencedores con sus valores o de vencidos con sus  rencores. Nos permite dividir el mundo entre Nosotros y ellos. Lo que crea un cemento de unión invisible pues todos queremos ser parte de algo, pertenecer a algo más grande e importante que nosotros mismos, queremos estar en ese Nosotros y que no nos tomen por uno de Ellos. Lo mejor para Nosotros seria eliminar del todo a Ellos y borrar así definitivamente la odiosa interferencia de la otredad.

Luz de gas.-

Luz de gas es una película de 1940 en la que un hombre trata de enloquecer a su esposa a través de una serie de trucos y es el término informal para definir una serie de estrategias domésticas para el dominio de un miembro sobre el otro, usualmente por parte del hombre hacia la mujer (o de un progenitor frente a su hijo) y es equivalente a lo que entendemos como violencia doméstica, maltrato doméstico, abuso emocional y en su grado más grave, crímenes de género.

“Luz de gas” es también una estrategia de tortura (consciente o inconsciente) que consiste en llevar a cabo acciones destinadas a socavar el principio de realidad de la víctima al mismo tiempo que se niega la autoría de tal estrategia. Algo así como un asesinato de la percepción, un percepticidio. Algo así como “no lo hice yo”, o “no fue mi propósito” o “lamento que lo hayas tomado así”.

“Luz de gas” es lo que hace la propaganda en nuestro cerebro, nos asesina el sentido común, nos mata la percepción sobre todo cuando tenemos que elegir entre lo verdadero y lo falso, lo que sucedió y lo simulado, entre lo imaginado y la realidad. La propaganda asesina nuestro principio de realidad, hasta tal punto de que podemos creernos autores de un crimen que nunca hemos cometido (ver Mystic River) y al contrario: minimizar el daño u olvidarnos del todo del mal que hemos ocasionado.

La estrategia es bien conocida: se trata de polarizar el mundo entre hombres y mujeres, negros y blancos, musulmanes y cristianos, catalanes y españoles, etc. Dado que siempre habrán tensiones entre estos pares, de lo que se trata es de conseguir elaborar una teoría que les enfrente definitivamente: los hombres oprimen a las mujeres, los blancos a los negros, los heterosexuales a los homosexuales, y los españoles a los catalanes. Y llevar la polarización al paroxismo.

Lograr enfrentar a los sexos entre si, a las religiones entre si, a los pueblos y regiones de un país para así poder dividir más y mejor a sus ciudadanos, enfrentados en esa manzana de la discordia que encarna la pizpireta y manipuladora Eris.

De lo que se trata es de que no haya consensos, ni lugares comunes, de que la opinión publica esté confundida y fragmentada, que no haya mayorías, que no haya familias cohesivas, que no haya hogares sino lugares de paso, que no haya conformidad con lo inevitable, que no podamos identificar al enemigo, que destruyamos y desacreditemos a los que piensan de forma disidente. Son Ellos.

Hay muchas razones para que hombres y mujeres tengan problemas entre ellos, ambos sexos no son simétricos aunque solemos decir que son complementarios (sólo lo son si no hay disconformidades graves entre ellos). No somos simétricos y tenemos distintos intereses, que se manifiestan en el deseo, en nuestras estrategias reproductivas, en nuestra manera de ver el mundo, en nuestras necesidades profundas, en los riesgos que tomamos, en el dinero que manejamos, en la previsión del daño y las consecuencias. No somos simétricos porque tenemos distintas manera de entender la vida y de priorizar unos valores (y vicios) sobre otros, tenemos distinta naturaleza. Es por eso que la evolución inventó el amor, sin amor las colisiones entre sexos serian mucho más frecuentes y graves. Tienen algo de razón las feministas radicales cuando dicen que el amor es un invento patriarcal y que el amor nos ata, pues de eso se trata: de que ate lo que puede fácilmente desatarse. Más o menos, porque el amor es en cualquier caso una adaptación ancestral y en absoluto, un invento de los hombres.

El amor debe considerarse un relé, como es el respeto, la buena educación, la compasión, la tolerancia, etc, es decir mecanismos inhibitorios de la discordia. Vivir en sociedad requiere constantemente olvidar los agravios que todos recibimos a lo largo de nuestra vida. El amor es un mecanismo similar que fortalece los vínculos impidiendo que Discordia asome la nariz.

Crear discordia entre los sexos es muy fácil, basta con hacerle creer a uno de ellos que estuvo mucho tiempo en desventaja y darle ahora la oportunidad de un ajuste de cuentas. Eso está pasando ya hoy en nuestro país. Los sexos se polarizan pero a más polarización lo que viene sucediendo es que los hombres son cada vez más femeninos y las mujeres más masculinas. Es algo paradójico porque las mujeres toman a los hombres como referentes y quieren ser como hombres a la vez que pelean contra ellos y les devalúan, Es como si hubieran fracasado a la hora de crear un modelo de mujer femenina y se hubieran conformado con el andrógino. No cabe duda de que la asignatura feminista pendiente es la de crear un modelo de mujer atractivo para las niñas.

anorexia

Este es un ejemplo de la disociación que sucede en el esquema corporal de algunas mujeres: existe un alter disociado que aparece en es el espejo y que es gordo mientras que el original ni es hombre ni es mujer (es andrógino).

Naturalmente esta polarización no es un fenómeno espontáneo que haya surgido de la nada, es un fenómeno que ha sido pensado, financiado, divulgado y construido desde una cierta ingeniería social y sostenido por distintos gobiernos en Europa sobre todo. Ya he dicho que es un fenómeno de propaganda y que se basa en la capacidad humana de disociarnos de la realidad en función de las demandas del ambiente y de nuestro apetito de pertenecer a algo.

En mi próximo post seguiré escarbando en esta agenda y veremos si existen paralelismos entre distintas subagendas.

From the beginning (V)

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dacapo

“From the beginning” es una canción de “Emerson, Lake and Palmer” pero es también un concepto de dinámica musical, más conocido en latín como “Da capo”. Significa que cuando en una partitura nos encontramos con una doble barra, debemos volver al principio donde otra doble barra, señala desde dónde hemos de repetir. La música es fundamentalmente repetición, a la que conocemos con el nombre de estribillo. Sin estribillos, es decir sin repeticiones la música sería incomprensible, pues nunca volvería sobre si misma -carecería de recursividad-, seria un continuo lineal sin fin.

En psicología hay un concepto freudiano que nos acerca hasta esta idea de repetición: se trata de la repetición compulsiva o pulsión repetitiva que Freud pensaba que se trataba de algo diabólico, dificilmente explicable. Se trataría de:

A) A nivel de la psicopatología concreta, proceso incoercible y de origen inconsciente, en virtud del cual el sujeto se sitúa activamente en situaciones penosas, repitiendo así experiencias antiguas, sin recordar el prototipo de ellas, sino al contrario, con la impresión muy viva de que se trata de algo plenamente motivado en lo actual.
B) En la elaboración teórica que Freud da de ella, la compulsión a la repetición se considera como un factor autónomo, irreductible, en último análisis, a una dinámica conflictual en la que sólo intervendría la interacción del principio del placer y el principio de realidad. Se atribuye fundamentalmente a la característica más general de las pulsiones: su carácter conservador.

Jean Laplanche & Jean-Bertrand Pontalis. Diccionario de Psicoanálisis.1
Dicho de otra manera, la repetición es un proceso inconsciente e incoercible, una de las
patatas calientes de la neurociencia y que se opone al aprendizaje a pesar de que la
repetición es precisamente lo que facilita el aprendizaje. Como en la música, sin
repeticiones no seriamos capaces de dar sentido a lo que escuchamos.

 

Freud pensaba (en Más allá del principio del placer) que la repetición era una delegación que Tanatos, el instinto de muerte tenia abierta en nuestra psique, pero lo cierto es que hoy ya nadie habla de la compulsión repetitiva a pesar de que continúa apareciendo tanto en la clínica como en la vida cotidiana de nuestros conciudadanos. Ahora hablamos de reseteo.

Resetear algo es poner el marcador a cero, como en la canción “volver a empezar”, es lo que hacemos cuando un ordenador se cuelga o cualquier aparato electrónico deja de funcionar. También es aplicable a las monedas, hoy se habla mucho del reseteo del dólar, sucede cuando una moneda deja de tener valor de referencia y la deuda es demasiado grande para poderse devolver. Entonces volvemos al 0.

En nuestra memoria sucede algo parecido.

Tenemos una memoria de trabajo para aprender cosas nuevas pero esta memoria ha de consolidarse. Algo que solemos hacer a través del descanso y el sueño. Si una memoria no puede consolidarse lo que sucede es que podemos estar prisioneros de un bucle. un “from the beginning” continuo. Una repetición compulsiva.

Memento.-

Memento es una película que:

Memento es la historia de Leonard, quien sufrió un trauma cerebral que le causó amnesia anterógrada. Leonard es incapaz de almacenar nuevos recuerdos, sin embargo, posee memoria sensorial y recuerda cómo realizar las acciones cotidianas. Para “recordar” los sucesos de su vida crea un sistema usando fotos instantáneas para tener un registro de la gente con la cual se relaciona, dónde se hospeda y otros elementos básicos para el desarrollo de su vida. Además de las fotografías, toma notas y se tatúa pistas del asesino de su esposa, a veces demasiado ambiguas. Leonard busca vengarse del hombre que violó y asesinó a su mujer, y que le provocó su enfermedad, a la vez que se siente culpable por no haber creído en Sammy, otro personaje que sufrió su mismo problema.

Los temas principales de la película son la naturaleza de la memoria, la identidad, el tiempo, el recuerdo inconexo, la realidad, la manipulación y la venganza.

Estos días ha corrido como la pólvora por la red, el vídeo de una mujer que sufría una amnesia global transitoria. Según cuenta su hija,  mantuvo una misma conversación en bucle durante unas nueve horas y media. Afortunadamente, tras unas veintiséis horas, la amnesia cesó y Mary Sue se ha recuperado sin secuelas apreciables.

 

Este caso, el cual no es para nada una excepción ya que los casos de amnesia anterógrada de este tipo son bastante frecuentes y están bien documentados, es muy significativo para tratar el tema que nos ocupa.

Al sufrir amnesia anterógrada no puede generar nuevos recuerdos, por lo que, continuamente resetea, es decir, vuelve al principio. En la excelente película de Christopher Nolan, Memento, el protagonista sufre de una dolencia parecida (si bien mucho más trágica, la suya es incurable y no desaparece a las pocas horas) y se enfrenta a una situación terrible: perdió la memoria justo en el momento en que su mujer era asesinada, por lo que continuamente vuelve al momento del asesinato. En una inconmensurable escena de la película dice “No me acuerdo de olvidarte”, haciendo referencia al hecho de que, para un enfermo de amnesia anterógrada, el tiempo no pasa y, por tanto, el tiempo no cura las heridas por lo que Leonard, el protagonista, nunca podrá superar la muerte de su esposa.

Lo importante es retener ahora que la “compulsión repetitiva” y el reseteo son el mismo fenómeno.

Y esto tiene mucho que ver con nuestro concepto de trauma.

Un trauma es una impresión sensorial que no puede tramitarse en el momento en que se recibe bien por su intensidad, su falta de sentido o por incapacidad cognitiva de la víctima para gestionarla. No es de extrañar que sean los niños las principales víctimas de traumatismos psíquicos. Pues un niño -por si mismo y enfrentado a estímulos complejos- no podrá comprenderlos y por tanto no podrá liquidarlo o ponerlo a su disposición como hacemos con los recuerdos vulgares. Lo más frecuentes es que mantengan fragmentos de memoria disociados. La disociación y el “from the beginning” son característicos del recuerdo traumático.

Lo interesante de la repetición es que es un intento fallido del cerebro de resetearse, es decir de volver al principio. A este síntoma le llamamos “Flashback” si es un recuerdo sensorial o reexperimentación si es de cualquier otra cualidad.

Y vale la pena recordar ahora una sentencia de Freud: “Curarse es poner tiempo en el inconsciente”, dicho de otra manera Freud era consciente o había intuido de que en la compulsión repetitiva se producía porque el tiempo parecía haberse detenido, en una especie de “día de la marmota” que afectaba a alguna de nuestras facultades mnésticas. El tiempo parece haberse detenido para aquello que se repite.

lolita

Humbert Humbert.-

Como todo el mundo sabe Humbert Humbert es el alter ego de Vladimir Nabokov, una novela escrita en primera persona por alguien que conocemos por sus gustos especiales con las niñas -nínfulas- de 12-14 años. En otros post ya he abordado algunas cuestiones relacionadas con esta novela, a mi parecer inagotable y compleja, de esas novelas que vale la pena leer de vez en cuando para conocer de primera mano lo que le sucedió al propio Vladimir, puesto que es obvio que la novela tiene elementos autobiográficos como otras como “El hechicero”. Es obvio que Nabokov era un pedófilo atormentado por sus propias fantasías sexuales.

Pero que al mismo tiempo era una persona muy lúcida a la hora de analizar de donde le venia esa preferencia. Lo dice casi al principio de su novela cuando cuenta su episodio pre-adolescente de enamoramiento con Anabel.

Humbert y Anabel pasan un verano tórrido a los 12 años y tienen varios encuentros a lo largo de ese verano, con pocas oportunidades de estar a solas u ocultarse de la mirada de sus carabinas. Una noche consiguen escapar de sus chalets y se ven en un jardin cercano, alli tienen un intercambio de caricias que probablemente no pasó a mayores pero asi y todo dice Humbert que:

“Pero ese macizo de mimosas, el racimo de estrellas, la comezón, la llama, el néctar y el dolor quedaron en mí, y a partir de entonces ella me hechizó, hasta que, al fin, veinticuatro años después, rompí el hechizo encarnándola en otra.”

Lo que está describiendo el autor de una forma magistral es una macedonia de sensaciones difícilmente tramitables a esa edad. Un colocón erótico, un calentón diríamos hoy. Obviamente este episodio por si mismo no es traumático para nadie y no pareció que lo fuera para ninguno de ellos. Pero hay una segunda parte de esta historia. Termina el verano y nuestros amantes se separan. Al cabo de 3 meses Anabel muere de tifus.

Ahora podemos comprender qué sucedió: un trauma en dos tiempos, la muerte de Anabel dispara el gatillo de los recuerdos sensoriales relacionados con ella. El tiempo se detiene y su búsqueda erótica continua donde se dejó y quedó fijada, a los 12 años y con otras nínfulas y ahí es donde aparece Lolita, el sustituto profano de Anabel. Humbert se casa con su madre para estar cerca de ella. El resto es probablemente ficción.

Bibliografía.-

S. Freud (1920). Más allá del principio del placer

La trama inextricable (VI)

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kali

He tomado prestado de Juan Gil Albert, -el celebre poeta valenciano-, este titulo para finalizar la serie de posts que comencé con “El principe Transhumano” y donde he intentado explicar algunos fenómenos de la postmodernidad, fenómenos muy complejos y que no somos capaces de visualizar directamente sino a través de indagaciones, observaciones y reflexiones atentas sobre el mundo que nos ha tocado vivir.

En esta indagación me encontré este libro de Ibn Asad (no se si esta persona existe después de todo) pero que en cualquier caso me parece esclarecedor y muy sistemático para explicar lo que yo vagamente comprendo desde ese observatorio que es la psiquiatría y la salud mental de nuestros conciudadanos y que me condena a tener una visión muy parcial de ciertos asuntos que exceden mi preparación y mis conocimientos.

En esta serie he intentado alumbrar algunos fenómenos que paso a resumir:

1) Parece que existe desde tiempo inmemorial una casta de personas poderosas que han intentado influir, dominar y diseñar un mundo a su medida. Comencé hablando de Maquiavello, que fue el primer politólogo conocido y pasé a hablar de Gustave Le Bon, y más tarde del inventor de las ingenierías sociales: el sobrino de Freud -Edward Bernays-, con aquel libro seminal “Propaganda” que fue el libro de cabecera de Goebbels y más tarde de todos los que pretenden cambiar el mundo para que así sirva mejor a sus intereses.

2) Hablé de una agenda transhumanista y como esta agenda contiene a su vez varias subagendas (sobre las que volveré mas abajo), es decir de un plan basado en la publicidad, la psicología conductual y un gran descubrimiento: los seres humanos somos mas manipulables si no sabemos que nos están manipulando y si creemos que somos libres. Hace mucho tiempo que sabemos -gracias a Foucault- que en un momento determinado el Poder comprendió que las prohibiciones no servían para dominar a las masas sino que era mejor diseminar una serie de posibilidades -todas- para que el sujeto acabara fundiendo su idea de la libertad con la coacción. Ser libre para poder autoexplotarse mejor es la creencia que anima a muchos de nuestros conciudadanos, más a esos que llamamos “perfeccionistas”.

3) Exploré uno de los pilares fundamentales de la agenda transhumanista: la agenda de la infertilidad.  Primero fue el sexo de la reproducción pero más pronto que tarde tendremos la siguiente disociación: la maternidad de la gestación, algo que las técnicas de reproducción asistida ya han conseguido, a través de los llamados “vientres de alquiler”. De lo que se trata no es de mejorar los malestares psicologicos de las personas sino de disminuir la población global de nuestro planeta bien disfrazada detrás de planes ecologistas -calentamiento global- y de igualdad sexual y también modificar el formato de lo que entendemos como familia. Dar carta de naturaleza a todas las sexualidades fugitivas, siempre y cuando sean infértiles.

De lo que se trata es de legitimar cualquier unión siempre y cuando de ella no se desprenda fertilidad alguna. Hombre con hombre, mujer con mujer, mujer con mascota, mujer consigo misma, hombre con niño o niña, identidades exóticas como las asexuales o transespecie, etc. Todas ellas están en la agenda transhumanista y algunas ya se han conseguido implantar y regular: aborto prácticamente libre, matrimonios gay o agenda LGTBI. Otras como el infanticidio legal o la pederastia se encuentran a la espera de un cambio de mentalidad pública, algo que se producirá echando mano de la ventana de Overton.

4) Me ocupé también de cómo se lleva a cabo este cambio en la percepción y subjetividades individuales y hablé de la disociación y de lo que ha venido en llamarse “programación mediante trauma”, algo que se lleva a cabo de formas muy sutiles, a través de la TV, las películas, la música pop y sus letras, los medios de información o desinformación, los adoctrinamientos escolares y sobre todo por la agenda feminista a base de cercenar la masculinidad de los hombres que han pasado a convertirse en héroes de cómic.

5) Sembrar la discordia entre hombres y mujeres, en el seno de las familias y las comunidades es otra de las lecciones que pudimos aprender con la observación, baste mirar y reflexionar sobre lo que sucede en Cataluña para entender que no estamos frente a un proceso espontáneo sino frente a un proyecto diseñado ,financiado, espoleado y muy bien orquestado por la inacción de unos y la beligerancia de otros. El resultado -termine como termine- será una herida traumática en esa comunidad que tardará muchos años en cerrarse y es posible que se cierre en falso dando lugar a una explosión tardía como un estrés postraumático diferido, una bomba de relojería para el futuro.

De lo que se trata es de fragmentar las comunidades políticas, debilitar los estados-nación y conseguir una entidad supranacional europea: una UE sin naciones que cedan su soberanía nacional o que no puedan oponerse por debilidad militar y financiera a los planes de esas élites que evidentemente forman parte del Estado profundo.

6) Por ultimo me ocupé aqui de exponer mi idea sobre el trauma y como opera el trauma psíquico en los cerebro humanos.

Pero ahora quiero ocuparme de la trama propiamente dicha, ¿existe realmente el Estado profundo?¿Quienes son esas élites que llevan a cabo estos planes tan complejos? ¿Que pretenden en suma?

La trama inextricable.-

Si es inextricable o enredada es porque no se le puede seguir la pista hasta la cúspide, por definición el estado profundo es casi secreto y digo casi porque hoy es muy complicado mantener el secreto de esas reuniones que se llevan a cabo en Bildelberg por ejemplo y que no son sino la mascara social de lo que sucede más abajo, en las catacumbas del poder. Los verdaderos artífices no están a la luz aunque ciertos apellidos conocidos por todos sean de uso común. Pero ponerles cara no solo es imposible sino que es irrelevante porque el dinero no tiene cara, el dinero es el Estado profundo. Esos que nos suben el recibo de la luz son el Estado profundo, no es el gobierno, ni nuestros torpes políticos sino esa élite que les gobierna. Ellos solo ponen la cara.

Pero las élites no apuestan solo por uno de ellos sino que apuestan por varios a la vez, de esta manera mande quien mande siempre ganan (tal y como hacen en las guerras: (prestan dinero a ambos contrincantes y luego ya cobrarán, tanto del perdedor como del ganador), después ya se ocuparan de los perdedores y les buscaran refugio o le asesinarán. Para hacerse una idea sobre lo que estoy diciendo, me parece obvio que esas élites han dejado de apoyar a Pablo Iglesias y ahora confían más en Pedro Sanchez quien aliado con Rivera llevaría a cabo su agenda sin parecerlo demasiado. El problema es que Pedo y Alberto obedecen a distintas logias, el primero a la inglesa y otro a la francesa.

Una de las confusiones que afectan a los ciudadanos comunes es que creen que el que milita en el Madrid no puede ser del Atletico, no es ético. Pero esto no funciona así en el estado profundo. Atletico y Madrid tienen el mismo dueño. de manera que pertenecer a distintas logias no es problema para llegar a acuerdos después de las elecciones, pero no antes. Por otra parte el Estado profundo no está solo compuesto por logias masónicas (aunque ese haya sido el origen de todo), están los servicios secretos (CIA, Mi5, Mossad, CNI, etc), intereses geoestratégicos (Rusia, USA, Israel, Francia, UK), grandes corporaciones, casas reales, ONGs, George Soros, etc. Dicho de otra manera lo que hay en el estado profundo son intereses, dinero y especuladores.

¿Quién manda en ese Estado profundo? Nadie, hay una estrategia global y varias subagendas operando en sinergia, los rastros del dinero son muy difíciles de seguir y cada agencia de ese submundo se ocupa de una cosa distinta, por ejemplo George Soros financia a través de sus fundaciones los planes sobre el aborto (Planet Parenthood), la agenda feminista y la inmigración ilegal, este ultimo plan es el mas desestabilizante a medio plazo para Europa bien disfrazado de intereses humanistas y compasivos pero que persigue un reemplazo de la población europea por otra africana más dócil y manejable que los ricos europeos que tienen hasta planes de pensiones, sanidad gratis y educación también gratis.

Lo que conviene retener es que estas agencias trabajan de forma sinérgica, unos más públicamente que otros que siguen en la sombra, compran gobiernos, financian fake news, troles en la redes, organismos inútiles que no sirven para nada salvo para pagar a sus esbirros, fletan barcos con la complicidad de la UE para traer nuevos esclavos a Europa. Crean desorden, enfrentamientos, fragmentación, miedo y quizá anden ya diseñando enfrentamientos mas serios entre la población civil pues saben que no hay acción sin reacción.

¿Qué busca el estado profundo?

Como corolario a este post concluiré sobre cuales son los propósitos de estos grupos de poder que han recibido muchos nombres: élites financieras, NOM (nuevo orden mundial), el pantano, el Cabal, los sionistas, la conspiración judeo-masónica, etc) En Internet circulan muchas teorías sobre la organización de este Estado profundo, muchas de ellas contradictorias entre si, otras francamente delirantes. Pero no olvidemos que el término conspiranoia se utiliza como descalificación de autores -algunos de ellos muy bien informados- y que trata de neutralizar sus opiniones. Lo difícil es discriminar lo verdadero de lo falso sabiendo que lo verdadero siempre se trata de ocultar con lo falso mientras que lo falso se difunde muy rápidamente.

Objetivos.-

  • Disminución drástica de la población mundial. Son malthusianos.
  • Una nueva religión secular, sin Dios pero con dogmas: el buenismo, el ecologismo, el animalismo y el feminismo. Dogma de fe es el cambio climático provocado por el hombre.
  • Implantación mundial, aunque lo que más les interesa de momento es Europa y USA.
  • Sustitución de la población blanca.
  • Libre comercio sin royalties: desaparición de los Estados-Nación y su sustitución por poderes supranacionales sobre una federación de naciones sin soberanía.
  • Un ejercito único, ya existe de hecho y se llama OTAN.
  • Implantación de la felicidad por decreto, uso de drogas, deportes y TV para gobernar sobre los individuos, sexo fácil y sin consecuencias ni peajes.
  • Niños educados por el estado.
  • Abolición de la familia.

 

Que ustedes lo voten bien!

Los cuatro cuerpos de tu mentej

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El cuerpo es ubicuo

Hildegarda de Bingen

No cabe duda de que el problema mente-cuerpo es una de las patatas calientes de la neurociencia y que todavía no se ha aclarado. En mi opinión la causa de este misterio es que mientras el cuerpo (la materia corporal) ha cambiado poco o nada en toda nuestra evolución, la mente y la mentalidad ha cambiado y sigue cambiando en función del “espíritu de cada época”. Dicho de otra manera: la mente cambia más rápidamente que el cuerpo que apenas lo hace.

Mi área de conocimiento preferida en clínica siempre han sido los trastornos alimentarios (como ya cualquier lector de mi blog sabe). Y ocuparse de los problemas alimentarios supone plantearse alguna vez el tema del cuerpo y la corporalidad. En este sentido la corporalidad seria el cuerpo sentido, el cuerpo representado por la mente, mientras que el cuerpo propiamente dicho no es una representación sino un hecho factual. Es eso que tenemos y que somos, para bien y para mal.

Dicho se otra manera cuando hablo de cuerpo no me refiero al cuerpo de los radiólogos o los forenses, sino al cuerpo-en-el-mundo como decía Merleau-Ponty.

En este post me propongo recorrer los cuatro estadíos (cuatro que podrían y podrán ser más en el futuro) que configurarán cuatro grandes épocas históricas a grandes trazos con repercusión en nuestra idea del cuerpo, se trata de un ejemplo de como nuestra época delimita y encuadra nuestra percepción, algo así como si “el espíritu de cada época” definiera un marco a través del cual nos observamos no solo en cuanto a la forma sino también a la funciones corporales, veremos también como esta definición que hace la época con nuestra corporalidad implica también a nuestra mentalidad a la vez que arrastra nuestro concepto de cuerpo a lo infrahumano.

En definitiva no es lo mismo el cuerpo para un griego de Atenas que para un músico pop actual.

El Cuerpo I, el cuerpo como forma.-

clasico

Corresponde a la época clásica, una época donde existía una identificación perfecta entre cuerpo y mente. Es la época del cuerpo idealizado, de la belleza, ideal en el sentido de inalcanzable y también de la búsqueda por parte de los médicos de las razones internas de ese mismo cuerpo para la enfermedad: se trata del inicio del naturalismo médico y de la identificación hipocrática de enfermedades de órganos concretos a través de síntomas que pueden explorarse y objetivizarse. esa búsqueda de razones internas no dejó atrás al cerebro: la trepanación es una técnica bien documentada en la antigüedad.

craneo

A pesar de la evidencia de que las trepanaciones no eran nada sutiles, lo cierto es que casi a mitad de los pacientes sobrevivían a estas excavaciones craneales. Si bien casi nunca los médicos encontraban lo que andaban buscando, lo cierto es que la trepanación debió salvar a la vida a aquellos que presentaban síndromes traumáticos o hemorragias severas.

distorsion

La distorsión del espejo, reflejando al doble.

El cuerpo humano es una chapuza debido al azar evolutivo lo cierto es que ciertas zonas del mismo son inaccesibles a nuestra mirada. Casi nadie ha podido ver su espalda, por ejemplo sino a través del espejo. Este invento cosmético en principio sirvió a nuestros antepasados para conocer mejor su anatomía. No es de extrañar de que antes del espejo no hubiera arte, al menos arte ideal como nos legaron los clásicos. Lo interesante de los espejos es que nos devuelven una imagen distorsionada, o mejor invertida, lo de la derecha aparece en la izquierda, sin embargo arriba sigue siendo arriba y abajo abajo. Otra curiosidad es que el espejo es una superficie que delimita un “horizonte de sucesos”, más allá del cual no podemos saber que hay. No podemos atravesarlo, ir más allá a no ser que seamos Alicia y podamos atravesar espejos, algo muy importante para entender que a veces lo que vemos en el espejo no es la realidad de nuestra forma sino una interpretación previa que hacemos de ella. Es importante recordar este fenómeno especular de inversión para más adelante.

El cuerpo II, el cuerpo como continente.-

anorexia

El cristianismo introdujo una variante decisiva en nuestra visualización del mundo y de nuestro cuerpo. Introdujo la dualidad, al especular que el cuerpo era sólo un vehículo material, desechable y temporal de un principio elemental destinado a la inmortalidad. Le llamaron alma, un principio que insuflaba el Creador en cada ser humano cuya tárea a largo plazo no era otra sino cumplir con las prescripciones religiosas a fin de encontrar en la otra vida una vida eterna.

La idea es que después de la muerte acaecería la “resurrección de los muertos” donde seriamos juzgados por el creador quien según nuestra obras nos condenaría al infierno o nos invitaría a su presencia Eterna. Esta idea sobrenatural no es una invención del cristianismo y ya los griegos creían en la metempsicosis, algo muy parecido -con matices- a lo que en el budismo es la reencarnación. La creencia en una vida más completa y auténtica después de la muerte. La diferencia con el cristianismo es que aqui se castiga las malas acciones y se premia con el paraíso a las buenas. es decir no es sólo la creencia en un más allá sino que aparece la balanza de nuestras acciones a lo largo de la vida.

El objetivo entonces para cualquier cristiano es acumular la mayor cantidad de posible de actos virtuosos  y evitar las tentaciones del cuerpo. Pues las tentaciones siempre vienen del cuerpo. Aparece la noción de pecado que es la forma en que la culpa toma posiciones en la mente del individuo. En este sentido la culpa siempre tiene un origen teológico.

El cuerpo deviene así algo pecaminoso destinado a la putrefacción y al olvido, lo importante es seguir la guía de vida que nos ofrecen los mediadores entre Dios y el hombre, los sacerdotes y seguir una vida si es posible de gracia y santidad.

En este sentido aparece una figura que siempre recuerdo en sucesivos post, me refiero a Santa Catalina de Siena, un santa anoréxica de la que hablé aquí. Obviamente si señalo a este personaje histórico es para hacer entender al lector que las razones por las que Catalina se convirtió en anoréxica distan mucho de ser las razones por las que las muchachas actuales enferman del mismo modo. Pero hay algo en común: la penitencia o el sacrificio de lo corporal.

El cuerpo III, el cuerpo cartesiano.-

Descartes nos legó una versión del cuerpo que ha tenido mucha repercusión en el progreso de la ciencia. Lo que inventó fue un cuerpo mecánico que puede descomponerse en piezas. Arrinconó el alma sin negarla pues de otro modo hubiera acabado en la hoguera y se mostró partidario de no mostrar atención al todo del organismo humano y de separar la res cogitans de la res extensa, inventando sin saberlo el reduccionismo.

Consiste en la idea de que para comprender como funciona algo, como la maquinaria de un reloj, lo mejor es descomponerlo en partes mas pequeñas a fin de estudiarlo mejor. Se pierde el contexto pero se gana en precisión en la comprensión de los mecanismos que animan las cosas. Descartes era un hombre de su tiempo y contemporáneo de Newton que revolucionó la física con sus observaciones y experimentos. Podemos afirmar que la ciencia tal y como la conocemos hoy es una desarrollo que comenzó con Descartes y que supuso un divorcio entre mente y cuerpo, un divorcio que aun no hemos sido capaces de reparar.

No cabe duda de que el reduccionismo ha dado grandes satisfacciones a la ciencia y a la medicina, no es así sin embargo en mi especialidad – la psiquiatría-, donde este reduccionismo no nos ha llevado más que a una decepción detrás de otra. El reduccionismo es en este sentido una herramienta y a la vez limite de un conocimiento trascendente y se sitúa en una concepción mecánica de la vida anímica. Para mi la compulsión y la repetición son los representantes mas característicos de esta manera de pensar el cuerpo, así existen masturbadores o comedores compulsivos, adictos a cualquier cosa -aun sin substancias- que basan su goce en la repetición, y sobre todo esa diabólica manía de equivocarse siempre en la misma dirección que observamos en personas que parece que no aprendan de su experiencia.

Es el mecanicismo de su concepción mental de un cuerpo al que representan como una maquinaria.

El cuerpo IV. El infracuerpo.-

jackson

Michael Jackson el negro que se veía blanco en el espejo

Es el cuerpo del humano actual y debe su aparición a eso que ha venido en llamarse postmodernidad de la que he hablado ya en numerosas ocasiones en este blog. No voy a volver a cansar a mis lectores con una descripción sobre la postmodernidad sino remitiéndoles a este estupendo post de Pablo Malo donde habla de sus orígenes y de los autores implicados en su difusión.

Lo que me interesa resaltar en este epígrafe con respecto al tema que nos ocupa son los cambios que nuestra mente ha registrado a través de esta inmersión en el espíritu de nuestro tiempo. ¿Cual es el cuerpo de los ciudadanos actuales?

El cuerpo que se quiera tener. Basta con desearlo para obtenerlo pues no hay ninguna verdad objetiva que defender sino el propio deseo. Esta explosión de maneras de ser puede el lector explorarlas en múltiples ámbitos como la identidad sexual y se caracteriza por una diseminación de imaginarios que tienen en común ser fugitivos de la norma. Una norma que ya no opera como algo que nos sujeta a la tierra con una plomada de realidad sino que es algo a retorcer, algo a subvertir, algo a diversificar,

La convicción de los ciudadanos actuales de que es posible ser o tener el cuerpo que quieran explica la explosión de trastornos alimentarios y otros relacionado como los trastornos de identidad o las formas de alimentación exóticas. Las psicologías positivistas y buenistas de alguna manera han contribuido a ello (“si quieres puedes”) junto con los avances de la cosmética y la cirugía estética, las dietas adelgazantes, el fitness (modelado del cuerpo) los gimnasios y el ejercicio compulsivo, así como los purgantes y ciertas drogas musculotrópicas.

De manera que es imposible que las anoréxicas de hoy se sometan a dieta hipocalórica por las mismas razones que Santa Catalina. Ella quería deshacerse del cuerpo y ser solo espíritu, nuestras anoréxicas ya no saben qué cosa es el espíritu. La secularización del mundo y la revolución cartesiana terminaron por hacer aparecer un hombre unidimensional donde el cuerpo es tratado sólo como un objeto de goce y solo goce.

Lo interesante es anotar que cuando el infracuerpo aparece parece que se desatan todas las pulsiones primitivas (infrahumanas) de la mente. Lo interesante es que algunos de nuestros conciudadanos recurren a este tipo de “tratamientos” para tener el cuerpo que desearían más allá del horizonte de sucesos del espejo, no son conscientes de que están liberando instancias indiferenciadas, primitivas y antisociales y no lo son precisamente por lo que Ken Wilber ha llamado “la falacia pre-trans”, tomar como ascenso lo que es un descenso o como algo elevado lo que en realidad es infrahumano, como progreso lo que es regresión.

Y lo es porque el espejo refleja una inversión, en este caso simbólica, algunos autores se refieren a este mecanismo como satanismo.

satanismo

El monstruo que me propuse ser

 

La fascinación del espejo

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El espejo es el horizonte de sucesos del cuerpo.

Aquellos que ustedes que siguieron el hilo acerca de las relaciones entre el cuerpo ( o los cuerpos) y la mente que abordé en el post anterior ya habrán reconocido la idea de que el cuerpo sigue -en su representación-las guías epistémicas de su tiempo. El cuerpo para un clásico no es el mismo cuerpo que el de un monje de la edad media o un hombre de negocios de hoy. Y si el cuerpo cambia es porque la mente cambia pues el cuerpo no puede cambiar tan rápidamente como nuestra mente que es -por así decirlo- un interface entre el afuera (el medio ambiente) y el adentro, un escritorio que cambia sus iconos según el momento,

La mente se mantiene continuamente actualizada como esos GPS que usamos en nuestro móvil.

Ahora les propongo un pequeño experimento mental para que hablemos de nuestro cuerpo. ¿Alguna vez ha pensado qué sucedería si no tuviéramos espejos? Bueno, lo que sucedería es que no sabríamos que cara tenemos, además de no poder ver nuestra espalda u otras zonas inaccesibles. Lo interesante de esta idea es que nuestra cara -que es precisamente lo más social de nuestro cuerpo, lo que mostramos a los demás y por lo que somos reconocidos- es algo que se nos oculta a nosotros mismos. Podemos ver la cara de los demás, pero paradójicamente no podemos ver la nuestra.

Es cierto que podemos hacernos una idea de nuestra cara bien tocándola o bien observando su reflejo en un arroyo como hacía Narciso, pero la verdad es que nuestra percepción es de baja resolución en estos casos. Pero desde que se inventaron los espejos, lo cierto es que todos nos reconocemos en él, sabemos como somos y sabemos qué imagen damos a los demás. Aproximadamente, porque los espejos solo hacen una cosa: especular la imagen que tenemos de nosotros mismos. Es interesante este verbo especular que en este caso podríamos haber sustituido por reflejar. Los objetos se reflejan pero las imágenes se especulan, lo que significa que la imagen interna previa es más poderosa que la imagen que vemos en el espejo que siempre se subordinará a la otra.

Además hay otra cuestión respecto al verbo especular y es la idea de que ciertas personas pueden ser el espejo de otras. Significa que la mirada del otro nos puede devolver una imagen de nosotros mismos más potente que la que hubiéramos construido por nosotros mismos. No es extraño que los niños no se reconozcan en el espejo hasta el segundo año de vida, los niños se reconocen en el espejo de su madre mientras andan inscritos en el narcisismo primario. Tampoco es raro que según Jacques Lacan el niño atraviese una fase evolutiva qué él llamó “estadío del espejo“. Para Lacan el Yo se formaría precisamente a través de esas especulaciones entre el sujeto y su objeto. Aqui puede el lector completar esta visión lacaniana.

espejo

Lo cierto es que: El Yo nace pues -y es- una ilusión, de ser reflejado a través del otro, es decir de la madre, un descubrimiento jubiloso del niño que pretende siempre atraparse en el espejo cuando se descubre reflejado en él. Pero el cuerpo, en realidad permanece oculto i (a) en su caja C y aunque es real sólo podemos acceder a él a través de un vínculo virtual (el espejo A) que inevitablemente nos dará una imagen proyectada e invertida i´(a).

Y sucede así precisamente porque el espejo es el horizonte de sucesos del cuerpo.

Esta semana hemos tenido la suerte de poder visualizar un agujero negro que por primera vez ha podido ser fotografiado. Un agujero negro es un compacto de energía colapsada tan densa que atrae hacia sí todo aquella materia que se acerca demasiado a él. Y si pongo como metáfora esta idea es precisamente para señalar que un espejo no puede atravesarse, solo Narciso quiso ir mas allá y pereció ahogado. Detrás del espejo no hay nada o mejor dicho no podemos saber lo que hay pues nadie ha vuelto de ese más allá para contárnoslo, se trata de una singularidad en este caso óptica tal y como podemos ver en el gráfico de arriba que es en cierta forma una versión psicoanalítica del mito de la caverna..

No tenemos más cuerpo que el que nuestros observadores ven aunque todos mantenemos operativo un borrador sobre el nuestro.

De manera que ya sabemos lo fundamental para seguir adelante: la función del espejo es proyectar e invertir. Eso es lo que hacen los espejos y también nuestra mente.

Hay tres áreas de interés para nuestra indagación acerca del funcionamiento del cuerpo-mente: la sexualidad, la alimentación y la identidad. Esta ultima está enroscada en las dos anteriores.

Sexualidad.-

La sexualidad de los clásicos está muy vinculada con su concepción del cuerpo que ya describí en el post anterior: una identificación total entre cuerpo y mente, una unicidad anterior a la dualidad. Algo que podemos observar en sus costumbres sexuales poco reprimidas por razones morales si bien reguladas de formas poco comunes. Por ejemplo la homosexualidad estaba permitida entre los griegos, más que eso estaba prescrita. Hombres mayores mentorizaban efebos a cambio de favores sexuales en un mundo donde la educación no corría a cargo del Estado. Los compañeros de filas ejercían la homosexualidad como prueba de su amistad, los cuarteles de los espartanos eran verdaderos lupanares homosexuales. Y sin embargo no podemos decir que griegos o espartanos fueran homosexuales: llevaban a cabo conductas homosexuales pero no lo eran pues aun no se había inventado la identidad gay. Los hombres clásicos tenían una misión para con el Estado: casarse y tener hijos, educarles militarmente y servir en aquellas interminables guerras que terminaron con la hegemonía de Grecia en el Peloponeso.

Más bien parece que las conductas homosexuales de los clásicos tuvieran como objetivo precisamente el evitar la homosexualidad absoluta que sería infértil para el Estado. Para un griego lo vergonzoso es la pasividad más que la actividad sexual con otros hombres o niños. Son precisamente estos niños o efebos los que pueden mostrarse pasivos pues para ser hombres y llegar al campo de batalla en condiciones disciplinarias totales hay que iniciarse en los secretos de la sodomía. Pues es precisamente la sodomía la forma de inducir “programación mediante trauma“.(sexo con dolor que reproduce la jerarquía) que les convierte en soldados perfectos (en el caso de los hombres) o de las prostitutas perfectas en el caso de las mujeres. La sodomía era pues un rito de iniciación en un mundo donde la lealtad y la disciplina eran verdaderos seguros de vida en el campo de batalla. Y donde el celibato o el lesbianismo estaban proscritos.

Naturalmente los cristianos también abominaban de la sodomía en sus sermones y a pesar de ello la Iglesia -como poder supraestatal que es- la practicó desde tiempo inmemorial (y aun la practica) para iniciar a sus soldados de y en la fe. Pondré el ejemplo bien conocido de los caballeros templarios como soldados-monjes instruidos y programados a través del trauma (sexual y otros) inducido y que llevaba implícita la promesa de castidad. No cabe duda de que existe una tradición inmemorial de “programación a través del trauma” en la Iglesia si bien como efecto secundario de la dualidad instalada en la mente (cuerpo II) dicha programación ha de mantenerse oculta a la mirada de los profanos. Esta es la diferencia entre los sodomitas medievales y los clásicos.

En cualquier caso la sexualidad pasó a ser perseguida, condenada y considerada pecaminosa salvo en ciertas ocasiones siempre dentro del matrimonio y con la finalidad de tener hijos. De ahí viene en parte la culpabilidad asociada a lo sexual, una emoción que necesitó para aparecer un cuerpo dividido entre una instancia inmortal (el alma) y otra material, el cuerpo. Antes de ella existió un precursor: la vergüenza que fue probablemente la emoción social más importante para un clásico griego como hoy aun lo es para el mundo árabe. y que parece haber desaparecido en el mundo actual.

Ejercer una actividad sexual concreta o bien cualquier forma de sexualidad es algo bien distinto a mantener una identidad sexual concreta. Siempre ha habido homosexuales y siempre los habrá, pues la homosexualidad es un hecho biológico. Nadie elige ser homo o heterosexual pues la sexualidad cerebral es un continuo y no un hecho binario. La mayor parte de la población está bajo de paraguas gaussiano de una curva (bien conocida por todos), solo en los extremos podemos hablar de cerebros masculinos o femeninos radicales, el resto de la población tenemos cerebros balanceados como dice Simon Cohen. En la practica significa que todos tenemos esa disposición bisexual de la que hablaba Freud y que en función de ciertos acontecimientos de la vida nos inclinamos hacia una u otra.

Los elementos que estiran de nuestra orientación sexual -más allá de los eventos de nuestra vida fetal- son sobre todo las experiencias, las identificaciones y nuestro manejo y conformidad con los símbolos. Sin olvidarnos de la publicidad que disemina las oportunidades e identidades sexuales hasta el paroxismo. Ni del azar.

En este sentido la homosexualidad ni es un pecado (como dirían los que aun viven en el cuerpo II) ni una enfermedad, como suponen los que viven en ese cuerpo III, cartesiano-mecanicista. Sin embargo y tal y como dice Camille Plaglia en este articulo, la homosexualidad no es normal puesto que normal significa frecuencia estadística, es por eso por lo que los homosexuales son minoría. Y normal no significa que no sea natural pues existen muchas conductas homosexuales entre los animales, bien entendido que muchas de estas conductas son rituales de sumisión (como en los simios) o alianzas de interés como en los gansos y no amores homosexuales ni mucho menos identidades definitivas que excluyan la fertilidad.

La inversión de los símbolos.-

Uno de los símbolos más omnipresentes en nuestra cultura y de amplio interés metafísico es el símbolo femenino primordial, la Gran madre, a veces identificada con la Tierra, con la luna, con la agricultura o con la maternidad en si misma, cuna de aflicciones de desamparados, cuidados y protección. Este símbolo que alude a las vírgenes de nuestra escolástica cristiana pero también a otras mitologías nos interpela a un nivel más allá de la conciencia, nos apela espiritualmente. Una virgen es la madre de toda la humanidad precisamente porque ocupa un lugar más arriba de la maternidad literal, solo se puede ser madre de toda la humanidad si ese útero está vacío y es inaccesible.

Esta otra virgen sin embargo es un icono, un reclamo, no un símbolo. Se trata de la degradación de ese símbolo sagrado que a través de la publicidad se ha convertido en un símbolo degradado, en un logo.

madonna

El símbolo se ha invertido y Madonna es hoy la “Inmaculada concepción” de la post-modernidad, claro que con mácula sexual inducida. Más bien nos aparece como una prostituta desafiante que nos exige un pago por adelantado de un coito que nunca sucederá.

Con frecuencia caemos fascinados por la imagen que nos devuelve el espejo sólo que no nos damos cuenta de que la imagen está invertida apelando a las pulsiones más bajas de nuestra estirpe de homínidos -las infrahumanas-, poniendo el mundo del revés y haciendo aparecer como transhumano lo que es en realidad pre-humano.

No es una virgen sino una puta.

Enfermar por desbordamiento

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narciso y eco

Narciso y Eco

Hace algún tiempo escribí un post que titulé “histeria desbordada” donde presentaba el caso de una muchacha que presentó un cuadro grave de conversión donde se pueden apreciar a las claras la yatrogenia médica sobre el cuerpo de aquella muchacha. Apuntaba allí -a propósito del narcisismo- que contrariamente a lo que la gente cree, el narcisista no es una persona que se quiera mucho a sí misma, sino un arreglo pulsional de emergencia para protegerse de la falta de amor, de cuidado o de interés por nuestros primeros cuidadores. El narcisismo primario nos viene de serie y ya describí en este post a qué nos referimos con esta palabra.

Conviene no confundir el narcisismo primario con los desarrollos narcisistas secundarios que identificamos como trastornos de personalidad. Y conviene recordar que en cualquier caso el narcisista aunque tenga un concepto muy ancho e hipertrófico de sí mismo, no se ama en absoluto, pues amar significa de alguna manera dirigir la mirada hacia el otro. El amor o autoamor narcisista es en realidad un acto masturbatorio con la autoimagen, un acto autoerótico.

Captura de pantalla 2019-04-25 a las 20.06.21

Narciso en realidad no se amaba a si mismo sino que había caído fascinado por su imagen en aquel lago en el que se contemplaba, después de haber rechazado las proposiciones de todas las ninfas del bosque. Su rechazo provocó que alguna de ellas entrara en una especie de marasmo tal y como le sucedió a Eco, que debido a esa decepción dejó de comer hasta que de ella sólo quedó la voz. Pero Afrodita no perdona a aquellos que rechazan la belleza o el amor y es precisamente ella la que le hace perder pie en la orilla y Narciso cae al agua -persiguiendo su fascinante imagen- y muere ahogado.

Pues no tenemos un cuerpo sino que es el cuerpo quien nos tiene.

En estas cosas andaba yo pensando esta mañana cuando en el desayuno me he topado con un tuit de un amigo virtual que hacía esta pregunta:

¿Por qué las mujeres no son pederastas? Que podría ser sustituida por la pregunta ¿Por qué la pederastia suele ser mas frecuente en los hombres? Le contesté a mi amigo que era cierto aunque personalmente me gusta distinguir la pedofilia de la pederastia porque me parece que tienen distintos orígenes y dinamismos. Pero seguiré con el hilo que mi conocido planteaba en clave evolucionista:

“Las mujeres no están interesadas en los jóvenes sino en los hombres mayores, los hombres por el contrario están interesados en las muchachas jóvenes. Por tanto la pederastia seria un desbordamiento de una preferencia ancestral. Los hombres buscan señales de fertilidad en las mujeres y no cabe duda de que la juventud es portadora de esas señales”

El argumento de mi conocido es pues un argumento que señala en la dirección de la selección sexual, es decir aporta un punto de vista sobre la causa remota de la parafilia. La parafilia existiría porque los hombres prefieren hembras jóvenes en sus devaneos sexuales mientras que las mujeres están poco interesadas en los efebos. Mi conocido se adelantaba en su hilo a una posible objección: ¿Por qué entonces buscan niños o niñas indiferentemente? Su contestación me gustó: ¿Qué diferencia hay entre un niño y una niña prepúberes? Muy pocas es cierto, si prescindimos de los genitales.

Pero lo que más me gustó de su planteamiento que el mismo calificó como hipótesis, fue ésta idea del desbordamiento. Significa que existe en nosotros una tendencia darwiniana a llevar a cabo ciertas conductas que dan premio reproductivo pero a veces caemos rodando por una pendiente, nos pasamos de rosca o como le sucedió a Narciso perecemos ahogados y entonces aparece la patología y hablamos de enfermedad mental.

Me gusta el término desbordamiento mucho más que su equivalente en inglés, el runaway. Ir demasiado lejos.

La primera vez que oí hablar de este termino anglosajón fue leyendo un articulo de Abed, el psicólogo evolutivo que interpretó la anorexia mental como un runaway, es decir caerse por la pendiente cuando se va demasiado lejos. Me parece oportuno ahora referirme precisamente a esta patología para ilustrar este fenómeno de desbordamiento, que es precisamente lo que les sucede a los ríos cuando se salen de su cauce por excesivo caudal.

El desbordamiento en la anorexia mental.-

Si la pederastia en una patología predominantemente masculina, la anorexia mental y los trastornos alimentarios en general son más prevalentes en mujeres jóvenes.

Para una mujer joven ser aceptada y ser atractiva es más que un deseo comprensible, es vital, una cuestión de supervivencia cuyos aprendizajes cada vez más precoces y relacionados con el galanteo y el apareamiento tienen un singular parentesco con los desordenes alimentarios. Algunos autores como Abed han llegado a proponer la hipótesis de que la competencia sexual entre mujeres es la causa de los trastornos alimentarios

Clásicamente se ha señalado, sobre todo por los psicoanalistas que la anorexia representaba un rechazo inconsciente a la femineidad o a la adquisición completa de un cuerpo femenino. Sin entrar a contradecir esta afirmación (que pudo ser cierta en las anoréxicas del siglo pasado y comienzos del XX), podemos afirmar que las anoréxicas de hoy no se caracterizan por un rechazo a la femineidad sino por una adaptación rígida a modelos hiperfemeninos (Gordon 1994). La razón por la que ha aumentado la competencia entre las hembras humanas tiene que ver con dos factores principales: la mayor disponibilidad sexual de las hembras, y la llegada cada vez más precoz de hembras al “mercado sexual”.

Crisp ha señalado acertadamente a partir de sus estudios transculturales, de niñas anoréxicas procedentes de culturas islámicas o africanas y educadas en el Reino Unido que la mayor tolerancia sexual de estos países en relación con sus culturas de origen podía suponer una presión selectiva sobre ellas que se verían así entre dos fuegos: una presión cultural por mantener relaciones sexuales de una forma libre y precoz y otra presión procedente de su cultura que muchas veces se halla en contradicción con aquella. En mi opinión esta presión es común tanto a las niñas que proceden de países africanos o asiáticas como en las autóctonas dado que viene a dislocar un elemento que durante muchos años ha operado como un inhibidor sexual que ha mantenido a las muchachas púberes apartadas de los influjos sexuales directos, me refiero al constructo psicoanalítico conocido como “fase de latencia”, un periodo de inactividad sexual que tiene como propósito apartar a las niñas de la tarea reproductiva mientras están aprendiendo cosas útiles para su supervivencia posterior y que es más dilatado en tanto es mayor la complejidad de la sociedad en que viven. La contradicción está en que en nuestra sociedad, la de mayor complejidad que pueda pensarse ha aflojado sus controles inhibitorios llevando a nuestros adolescentes a una presión desmedida en cuanto a mantener sus primeras relaciones sexuales, que han pasado en poco tiempo desde una conducta de escarceo y ensayo hasta las relaciones completas, sin las que muchas de estas adolescentes quedan fuera de ese “mercadeo sexual”,  estigmatizando su socialización. Existiría pues una causa que añadir a las demás y es la sexualización precoz.

A diferencia del resto de especies, el ornato, adornos, colorido, plumas y actos demostrativos que son características de los machos, son en la especie humana patrimonio de las mujeres. Esta diferencia es muy importante para comprender como en nuestra especie se han distribuido los papeles de la rivalidad y la competencia sexuales .

Existe una correlación entre el adorno, colorido, cantos o colas llamativas y la dificultad con que los machos acceden a las hembras. Para hacer el argumento más sencillo podemos concluir que a más competencia entre los machos por las hembras más demostraciones visuales o acústicas se pondrán en juego como mecanismo de galanteo. En este sentido, es cierto que las hembras son, en la mayoría de las especies, un bien comunitario a proteger y que los machos competirán y aun: derivarán su agresión hacia ellos mismos para ganarse su derecho a reproducirse. Un derecho que sólo ganarán algunos, aunque los estilos reproductivos como la monogamia, poligamia y promiscuidad se hallen representados en toda la escala animal, es decir se trata en todos los casos de estrategias evolutivamente estables en el sentido de Trivers..

Lo que es un enigma es la razón por la que en la especie humana esta distribución de papeles se ha establecido al revés de todas las criaturas conocidas, al menos entre los mamíferos, siendo como es la proporción entre machos y hembras estable y en torno al 50%, ¿Cómo puede explicarse esta inversión en los roles demostrativos?

Entre las especies donde la hembra elige al macho lo usual es que sean los machos los que hacen ostentación, mientras en aquellas especies donde elige el macho, la ostentación viene incluida en la competencia agonística entre los machos. Este paradigma de la etología, nos lleva a preguntarnos ¿quién elige a quién, en nuestra especie?

Una de las características del cortejo en los humanos es el hecho (que no compartimos con el resto de la especies) de la disociación que hacemos tanto los hombres como las mujeres en nuestros motivos de elección de pareja. Así podemos elegir según decidamos llevar a cabo una estrategia a corto o a largo plazo. Mi impresión es que en las relaciones a corto plazo, es la hembra quien elige, por la razón fundamental de que existen menos hembras que machos interesadas en este tipo de relaciones, mientras que en las relaciones a largo plazo son los machos los que eligen. Esta disociación explicaría la presencia de ornato, plumas, adornos, maquillajes y ropas sugerentes en la mujer y la conquista de rango social por parte del hombre, que les aseguraría a ambos el éxito en el corto plazo.

Lo que es seguro es que la rivalidad femenina es un programa genético derivado de la competencia agonística y si ha sobrevivido a la deriva filogenética es porque ha producido grandes beneficios a las hembras que lo adoptaron. La evolución no hace gastos superfluos y debemos concluir que este programa genético está bien instalado en el cerebro sexual de la hembra humana.

En mi opinión la razón de esta contradicción de modelos en la conducta demostrativa se halla emparentada con la elección de la monogamia como modelo hegemónico de preferencia en la selección de parejas por parte de las mujeres.

Todo parece indicar que la monogamia evolucionó desde una sexualidad de ordalía y promiscuidad y que representó un hito en las relaciones de pareja y comunitarias. Abrió horizontes de cooperación y de ahorro a largo plazo entre los individuos, favoreció la crianza de los hijos y permitió acumular bienes económicos que terminaron por defender los intereses a largo plazo de hombres y mujeres, jóvenes y viejos, asegurando un mejor reparto de las tareas y de las cargas.

La hembra mamífera atada de pies y manos a su función reproductiva vivípara, parte con una penalización original con respecto a los machos de su misma especie. No sólo lleva la peor parte en la distribución de tareas reproductivas sino que sus partos, lactancias y crianzas de su prole la mantiene ocupada de por vida sin contar con las amenazas sanitarias que soportan debido precisamente a su “función materna” y a la estrechez de su canal pélvico derivada de la bipedestación. Entre el macho y la hembra mamífera existe una asimetría programada por la especie, una asimetría biológica.

No sucede así en todas las especies por igual pero es una constante en la mayoría, sobre todo – como he dicho antes en los vivíparos -. La distribución de tareas de reproducción y de cuidado de la prole tienen una amplia gama de recursos en la naturaleza, que recorren desde la monogamia, hasta los harenes o la simple promiscuidad. Sin embargo la estrategia evolutivamente más estable para asegurarse la colaboración del macho en las tareas del cuidado y alimentación de la prole, es sin duda la monogamia. De hecho los trastornos alimentarios no sólo no existen en los países con escasos recursos alimentarios sino que son prácticamente desconocidos en aquellas sociedades que regulan el matrimonio a través de la poligamia (Khandelwal, 1991), lo que puede interpretarse aceptando que la poligamia es protectora para los conflictos agonísticos de la mujer (rivalidad intrasexual mujer- mujer)

Para una hembra monógama, discriminar las intenciones del macho para las tareas ulteriores al propio coito son tan necesarias y vitales como asegurarse una pareja sexual atractiva, tan importante es pues atraerlo como mantenerlo, en palabras de Buss “la evolución ha favorecido a las estrategias femeninas diseñadas para evaluar estas intenciones en paralelo con su preferencia por la sensibilidad y el alto estatus socio-económico del varón”. (Buss 1989).

La anorexia mental se inicia con un dieta, en ocasiones una dieta “salvaje” y sin supervisión. Muchas mujeres siguen dietas pues la delgadez es la forma más fácil de aparentar una edad que no se tiene y ser objeto de atractivo sexual. Hoy resulta difícil distinguir a una madre de su hija adolescente, sin embargo el peso era la manera ancestral de reconocer a una mujer adulta de una núbil. La gente no adelgaza por cuestiones de salud, lo hace para aparentar ser más joven de lo que es, es decir más atractiva para los hombres. Otra cuestión es que iniciar dietas sin supervisión a ciertas edades en la que se está creciendo y madurando es poco saludable

Qué es un sindrome darwiniano.-

La mejor forma de explicar qué es un síndrome darwiniano es apelar al concepto de adaptación, algo bastante opuesto a nuestras teorías de la enfermedad que es en cualquier caso una disadaptación. Un síndrome darwiniano es la explicación en términos de causas remotas (evolucionistas) de la persistencia de un determinado rasgo, implique o no patología a través de esas persistencia.

Hoy en Psiquiatría estamos abiertos a la posibilidad de que ciertas cuestiones que hoy creemos que son enfermedades en realidad serian adaptaciones a un entorno cultural-social que nada tiene que ver con las condiciones en que nuestra especie evolucionó. No cabe duda de que los limites son muy borrosos pero así y todo hemos llegado a ciertos consensos, por ejemplo hoy sabemos que la homosexualidad no es una enfermedad sino un sindrome darwiniano, es decir una condición que emergió de algo que aun no hemos podido identificar (aunque existen algunas ideas candidatas bien expuestas en el post que enlacé más arriba). Algo así sucedería con la anorexia con una diferencia: la consideramos una enfermedad, si bien su substrato adaptativo queda explicado en este post. Una de las razones de que la consideremos una enfermedad es que pone en riesgo la vida, la fertilidad y la evolución de importantes secuelas de por vida, algo que no tiene la homosexualidad.

Esta es la idea que rescaté del hilo de mi conocido de twitter, la idea de desbordamiento que está emparentada con la idea de autoerotismo. ¿Pues no es la anorexia mental una forma de autoerotismo narcisista, donde el sujeto parece decirnos, déjame como estoy?

 

Bibliografía.-

El bucle diabólico de la anorexia

BUSS, D.M.:

(1995): “Psichologycal sex differences: origins thought sexual selection”. American Psychologist, 50(3), 164-168

ABED R T. :

–  “The sexual competition hypothesis for eating disorders” British Journal of Medical Psychology” 71:525-547 1998.

–  “Psychiatry and darwinism. Time to reconsider?”. British Journal of Psychiatry 177:1-3. (2000)


Lo autógeno que hay en ti

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autogenics

Hace un tiempo me invitaron a dar una conferencia en una Fundación que tiene como cometido el tratamiento, prevención y rehabilitación de toxicómanos. En dicha Fundación trabajan en la actualidad dos colaboradores que durante años anduvieron trabajando y formándose en “Patología dual” en mi Servicio de Psiquiatría del Consorcio Hospitalario de Castellón. En la actualidad aquellos becarios de investigación son los líderes de ese proyecto y con el pretexto de la publicación de mi libro “Consejos al joven terapeuta”, me propusieron dar una conferencia en la sede de su institución.

Yo les dije que efectivamente la psicoterapia fue uno de los ámbitos de mi interés durante mi vida profesional pero que “no sabia nada o muy poco sobre psicoterapia aplicada a las drogadicciones”. Ellos me convencieron -sin embargo- para seguir adelante con aquel plan puesto que según sus propias palabras “la mayor parte de su personal, son educadores y no son expertos en psicoterapia”, de manera que aun con mis recelos iniciales accedí a dar esa conferencia.

Desde entonces, he de confesar que me preocupé mucho sobre la forma y los contenidos sobre los que iba a hablar y como siempre sucede en la vida, algo salió en mi rescate. Me refiero a un libro que un amigo psiquiatra -Luis de Rivera- me mandó para que le diera una ojeada.

Me puse a leerlo e inmediatamente comencé a recordar algunas cuestiones que tenia olvidadas. El libro se llama “Autogenics” y trata de una técnica basada en el entrenamiento autógeno de Shultz si bien está enfocada al tratamiento de múltiples disfunciones incluyendo a las drogadicciones.

Estas técnicas, hoy se engloban en dos palabras muy usadas por el publico en general, me refiero a la palabra “yoga” y a la palabra “mindfullness”. Palabras que ya forman parte del acerbo cultural de muchas personas si bien su uso es bastante incierto, dado que existen muchas versiones de esta tecnología, con muchos enfoques mundanos (como la relajación) y casi siempre dirigidas por personal no médico, trufadas de pretensiones espirituales o de palabras sin significado alguno para un occidental.

Concretamente la palabra “mindfullness”, es difícil de entender en español a qué se refiere. En un post anterior ya hablé de ello pero me gustaría ahora repasar qué queremos decir cuando hablamos de ese tipo de técnicas:

  • Un estado de concentración donde la conciencia se focaliza en un objeto o una función corporal.
  • Un estado para conseguir autorelajarse lo que se considera beneficioso tanto desde el punto de vista psicológico como médico.
  • Un estado disociado de la conciencia donde pueden haber estados de trance.
  • Un estado místico donde se conciencian realidades superiores o elementos religiosos.

Como podemos observar la palabra es polisémica, hay muchas cosas que podemos querer decir con esa palabra pero existen pocos autores que hayan puesto el énfasis sobre la cuestión central: la atención.

La atención es una cualidad de nuestra mente que nos permite focalizarnos o concentrarnos en algo, una idea, una imagen, una sensación, un objeto cualquiera.Y es además una cualidad continua. Significa que va desde un estado hiperatencional como sucede en el trance o la absorción hasta la difusión de la atención. O estamos distraídos, vagando de una idea a otra (pensando en las musarañas se decía antes) o bien estamos capturados por una idea o bien por una imagen como sucede con la captura icónica del síndrome de Stendhal.

Todo esto tiene que ver con la sugestión en estado de vigilia y con la hipnosis (en estado de trance), claramente, somos capaces de ser capturados por la voluntad de otra personas que puede inducir estados de conciencia prefijados e incluso insertar recuerdos falsos en nuestra memoria. Se trata de algo bien conocido desde hace mucho tiempo en que la hipnosis fue la herramienta principal que los médicos usaban para abrirse paso en la patografía de sus pacientes. Si se abandonó era por sus efectos secundarios, el hipnotizado podía mentirse a si mismo con el fin de agradar al médico. La falsificación de síntomas y recuerdos fue la razón principal de su casi total abandono como herramienta terapéutica. Freud fue el primero en abandonarla cuando cayó en la cuenta de que sus pacientes le decían en estado de trance lo que él quería oír.

Desde entonces -sin embargo- ha habido un florecimiento casi continuo de terapias que prescindiendo de la hipnosis han tratado de bucear en los antecedentes de los pacientes y cuyo número seria innegociable para un post como éste. Un bloque de esas esas terapias es la meditación, que mas abajo definiré.

La mayor parte de nuestra vida transcurre en piloto automático, somos capaces de llevar a cabo tareas sin pensar en ellas, sucede por ejemplo cuando conducimos. Si el itinerario es aburrido nos “ponemos en piloto automático” y no pensamos en lo que estamos haciendo, esto es muy peligroso y no le aconsejo a nadie que lo lleve a cabo pero hemos de reconocer que los ambientes “aburridos” son muy distractores. Lo que reclama la atención de nuestra atención con más frecuencia son las amenazas (reales o imaginarias) y los objetos apetitosos. Apetencia y miedo son pues los estímulos que mayormente reclaman nuestra atención,

Cuando tenemos que llevar a cabo una tarea, como escribir este post necesitamos poner en juego nuestra atención, de lo contrario nada de lo que dijera seria inteligible. Entonces hablamos de atención activa, es decir necesitamos hacer un esfuerzo de voluntad para llevar a cabo una tarea que necesita de nuestra íntima colaboración. Sin embargo existe otra forma de atención. Me refiero a la atención pasiva: de eso va el mindfullness y en realidad todas las técnicas inventadas para desarrollar esta potencialidad son técnicas conocidas desde la antigüedad y muy utilizadas por las religiones. Meditar es otra forma de hablar de lo mismo siempre que no confundamos meditar con reflexionar. La diferencia es que reflexionamos para aclarar algo mientras que la meditación no pretende nada, ni busca ningún resultado. La meditación es una reflexión descascarillada.

crisis

Este tipo de técnicas también se usan en medicina bajo distintas formas y enfocadas a distintos sufrimientos, casi siempre en régimen hospitalario como en el caso de Kabat Zinn y su enfoque dirigido al dolor, al estrés postraumático, a los postinfartados o a los implantados medulares, también a las drogadicciones y a otras patologías incluyendo las orgánicas. Probablemente el libro de Kabat Zinn es el mejor tratado sobre esta cuestión, pero es un libro difícil de leer, muy enfocado hacia profesionales y poco práctico. Sin embargo el libro de Luis de la Rivera es fácil de leer, prescinde y mucho de términos del sánscrito y nos permite entender en qué consiste esto de “Autogenics” y da en el clavo cuando afirma que de lo que se trata en lo autógeno es que uno mismo sea capaz de autoprovocarse a voluntad la entrada en ese estado mental y sin la comparecencia de un otro.

Meditar es sinónimo de contemplar u observar y tal y como dice Sloterdijk en una reciente entrevista concedida en el Pais, “para ser observador hay que dar un paso atrás”, es decir no inmiscuirse en el ruido de la vida, de las discusiones, de los debates o de las algaradas intelectuales que tanto proliferan hoy. Meditar no es pensar, ni reflexionar sino mas bien observar nuestro interior sin ningún plan, sin ningún propósito. es algo difícil de hacer puesto que no estamos entrenados para ello, y el concepto central es también difícil de pillar; es por eso que los primeros pasos en este tipo de técnicas son siempre dirigidas por otros y hasta existen niveles de complejidad como en la sofrología de Caycedo. El propósito del entrenamiento autógeno (como quiera que se le nombre) es que el sujeto sea capaz de ejercerlo por sí mismo, de ahí lo de autógeno. Y del poder del ahora, es decir la detención del tiempo:

Tal y como podemos oír en “Delta” de David Crosby , los pensamientos y el tiempo pueden detenerse, se trata de una experiencia contemplativa muy común, nos sucede volando en un ala delta tal y como describe David Crosby, pero también buceando, contemplando una obra de arte, oyendo música, haciendo el amor, meditando o a través de ciertas drogas como el cannabis. Pero necesita -como todo- entrenamiento de lo contrario este estado mental pasaría inadvertido y no dejaría ningún poso sobre nuestra memoria para reutilizarlo.

La metáfora de la taza.-

Luis de Rivera propone en su libro la “metáfora de la taza” para comprender como nuestra vida psíquica transcurre entre tres niveles de definición que en mi opinión son muy útiles para este entrenamiento de nuestras potencialidades psíquicas. Se trata de los tres componentes de una taza: el asa, el recipiente y el contenido. El asa es la palabra, el recipiente la abstracción y el contenido, la experiencia vivida, la vivencia.

Ayer fue el día de la madre, la mayor parte de ustedes creerán que se trata de una festividad para festejar a nuestras mamás. Pero se equivocan. Nuestras mamás son el contenido de la taza (sea te, vino ,agua o café) pero en realidad el día de ayer festejaba la maternidad como abstracción. Nosotros los españoles tenemos una gran devoción por las madres, es decir por las diosas femeninas que llamamos vírgenes. En cada pueblo hay una virgen bien distinta a la de sus vecinos, ¿cómo es posible que existan tantas vírgenes? preguntaba yo de pequeño a mi padre. Porque no se trata de una mujer concreta sino de todas las mujeres como esa diosa india llamada la Durga que tiene tantos brazos -contestó mi padre-. Y no entendí nada, claro está porque a esa edad mi pensamiento era totalmente concreto, es decir era el asa de la taza, creía que la palabra “madre” y mi madre eran la misma cosa y que la virgen María y la virgen de mi pueblo eran la misma virgen.

Más adelante, una vez establecido el pensamiento abstracto ya comprendí esta cuestión y otra aun más metafísica si cabe: ¿Cómo es posible que sean virgen nuestra madre?

Pues porque solo una virgen (un útero vacío) puede ser la madre de toda la Humanidad. Esto ya me lo dijo uno de mis maestros y no mi padre.

Lo interesante de la metáfora de la taza es que podemos prescindir del asa (en realidad podemos coger el vaso con la mano) y podemos prescindir del liquido si queremos seguir sin beber pero no es posible beber sin el recipiente. Lo importante es el concepto, la abstracción.

La mayor parte de la gente no sabe abstraer pues la tendencia autoreferencial de nuestra conciencia nos hace caer una y otra vez en nuestras vivencias a las que tratamos como verdades universales. La experiencia-vivencia individual es prácticamente distinta en cada uno de nosotros. Siguiendo con la palabra “madre”, para cada uno de nosotros esa vivencia es bien distinta, hay madres entregadas, cariñosas, protectoras, rechazantes, criminales, inteligentes, frías, enfermas, distantes, abandónicas, amorosas o recalcitrantes. Pero la vivencia es indiferente a la abstracción: la madre es el símbolo femenino primigenio y está ahí esperando que lo observes de cerca, que le contemples, que medites sobre él. Lo que importa es el recipiente.

Ni sobre la palabra “madre” que es en cualquier caso solo un signo que puede significar cosas bien distintas. Los etimólogos no se ponen de acuerdo si madre procede del amor o de la negación de la muerte a-mor-moris. En cualquier caso a mi no me parecen contradictorias. ¿Y a ti?

En conclusión: el libro de Luis de la Rivera es un libro que te permitirá iniciar un trayecto hacia lo autógeno, sin derivar en conceptos filosóficos o místicos que emborronen el resultado.

Y es esto de lo que voy a hablar en mi conferencia pues en mi opinión las psicoterapias no sirven de mucho en los pacientes drogodependientes y no sirven porque la psicoterapia es una conversación íntima que se queda en la superficie de las cosas (en la corteza cerebral y la razón). Nadie puede convencer a nadie a través de la razón y tampoco con la persuasión pues ninguna palabra tiene tanto atractivo como la droga que se consume. Ninguna psicoterapia es eficaz sin llegar al diencéfalo, al cerebro profundo, al hipotálamo. Es ahí donde hay que llegar si queremos cambiar a alguien que ya sabe lo que es un cuerpo de goce.

 

Relacionado: ¿Qué hace nuestro cerebro cuando no hacemos nada?

Del mito a la clínica

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Un mito es un sueño despersonalizado, un sueño es un mito personalizado (J. Campbell)

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El próximo día 25 de de Mayo presentaré mi nuevo libro “Del mito a la clínica”. Se trata de una excursión por los arquetipos universales en las formas de sufrir que tienen algunas personas afectas de trastornos alimentarios que traté durante años en un espacio que construí en el año 1995 para el tratamiento de estas patologías y que es considerado como pionero en nuestro país en el sistema publico de asistencia,  en el tratamiento holístico de estas personas y que incluía hospitalización completa, hospital de día ( y comedor de día) y régimen ambulatorio atendido todo ello por un personal multiprofesional y bajo la batuta asistencial de la “gestión de casos”.

Os dejo el indice y el prólogo escrito por el Dr Gines Llorca, que es en la actualidad el psicólogo clínico que gestiona aquella unidad de referencia para la provincia de Castellón.

INDICE

DEDICATORIA

INTRODUCCIÓN

I.- ALGUNOS REFERENTES DOCTRINALES

Un espacio de narrativa para los hambrientos

Comer, vincularse, decir.

El mito y la narrativa

¿Qué es un mito, qué es una narración?

Edipo y la anognarisis

Recursos para sobrevivir

Pensar,hablar, narrar

Trauma y narrativa

¿Víctimas o supervivientes?

¿Es la anorexia una enfermedad moral?

La anorexia y el bucle sin fin.

II.-MITO Y NARRATIVA INDIVIDUALES

Adorar falsos ídolos: “Religione sine religione”

El destino y lo femenino: El hijo preferido: Zeus y los disfraces del deseo.

Las diosas vírgenes: la sexualidad como problema.

Celos e infidelidad, Hera y Zeus: un destino reciproco.

Démeter, la madre inconsolable y los arquetipos de la maternidad.

Hefesto y Danae, los hijos rechazados.

Dioniso, la perdida precoz y la locura dionisíaca.

En busca del principio masculino: El Padre Terrible y el padre celoso: Parsifal, Edipo y Prometeo

Ariadna: una mujer abandonada en Naxos.

El desengaño de Pigmalión: devorando a la mujer ideal

El mito de Quirón: la flecha que señala la propia herida.

Sísifo y Aracné: la tarea sin fin o la incapacidad de renunciar.

III. Una comprensión analítica del narcisismo primario , del complejo de Edipo, y la emergencia de la Ley.

Los mitos de Freud.

Nota liminar.

Bibliografía.

PRÓLOGO

El libro: “Del Mito a la Clínica” nos ofrece una mirada diferente de los Trastornos de la Conducta Alimentaria desde la perspectiva de un terapeuta avezado, con interés en escuchar y dar un sentido a la historia personal de cada paciente y que consigue entender y buscar narrativas resolutivas a los conflictos contemporáneos recurriendo a los saberes arcaicos recogidos en los mitos.

En estas páginas encontraremos la conexión atemporal entre leyendas mitológicas y casos clínicos, descubriendo claves de entendimiento para las historias de pacientes con trastornos de la alimentación recurriendo a la erudición recogida en la mitología, de forma que los avatares de héroes y diosas nos iluminarán para hacer frente a problemas actuales con soluciones eternas.

En esta obra se puede apreciar el abrumador desafío que supone el tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria ante la multicausalidad y la vasta variedad de presentaciones en las que se manifiesta esta patología. Al intentar definir la psicogénesis de estos trastornos el terapeuta se encuentra con múltiples factores desencadenantes, desde fracasos madurativos ante requerimientos sociofamiliares hasta entornos familiares disfuncionales, tanto invalidantes y desestructurados como sobreprotectores y fusionales. Situaciones de exigencias inalcanzables de tipo social, estéticas o de posicionamiento sociofamiliar en sujetos sin anclajes afectivos pueden desencadenar manifestaciones emocionales de rechazo y agresividad revertida donde el cuerpo es el medio de comunicación.

El doctor Traver consigue plasmar su profunda experiencia con los Trastornos Alimentarios forjada del trabajo directo con estas patologías desde la creación de una de las unidades especializadas pioneras de España en el año 1997, fecha en la que inició su atención clínica la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón.

Al trabajar con personas que padecen Trastornos Alimentarios el terapeuta se ve envuelto con facilidad en los relatos dramáticos de sus pacientes, en los que se aprecian las gestas y los desafíos a los que se enfrentan, donde las historias personales toman dimensiones épicas. Son jóvenes de hoy enfrentándose a las demandas sociales, a retos de subsistencia y evolución reiterados a lo largo de la historia, por tanto lo que presenciamos son tragedias individuales contemporáneas con sabor a conflictos universales. De esta forma, éstas se convierten en verdaderas protagonistas de epopeyas míticas, reflejando lo planteado por Jean Huston, donde el concepto de mito es “algo que nunca existió pero que siempre está sucediendo”.

No tenemos que olvidar que nuestra disciplina adquiere el nombre de la palabra psyché, de origen griego cuyo significado es “alma humana”. Más concretamente hace referencia al aire exhalado antes de morir, el último aire que mantiene vivo, por lo que es asociado con la vida. Los griegos le daban una imagen antropomorfa, como una adolescente con alas con la que el alma se trasladaba al reino de los muertos, al Hades. Originariamente el símbolo Psi de la psicología procede de esta “mariposa” que como psicopompo acometía su labor de conducir y acompañar a las almas de difuntos hacia la ultratumba, el cielo o el infierno. Curiosamente la simbología de la mariposa ha sido la elegida por las propias pacientes incluyéndola en la iconografía de sus webs, foros o en su propio cuerpo en forma de tatuajes, para simbolizar su cambio y transformación, entendiendo y acogiendo ellas mismas la idea de enfermedad como periodo de transición y evolución. La mariposa representa su primer vuelo libre, en busca de una metamorfosis de ligereza y feminidad.

Inevitablemente tenemos que hacer mención a la leyenda grecorromana de Eros y la princesa Psique, la más hermosa de las tres hijas de un rey. Se cuenta que tal era su belleza que Afrodita arrebatada por los celos ordenó a su hijo Eros que la hiciera enamorarse del más feo y despreciable de los hombres. Pero sucedió que al verla Eros se quedó prendado de sus encantos y enamorado se la llevó y ocultó en un palacio donde serían amantes con la condición de que ella no supiera cuál era la identidad de su amado. Las hermanas de psique sembraron la duda y la desconfianza en ella y la movieron a averiguar quién era su enigmático amante. Psique esperó pacientemente a que su pareja durmiera para iluminarlo con un candil y al ver su rostro descubrió al más bello de los dioses, embelesada se fue acercando para admirarlo y quiso la fatalidad que una gota de aceite de la lampara cayera sobre Eros y al despertarse descubriera la traición y enojado huyera. Psique ante su soledad y perdida, quedó sumida en una gran desesperación e inició una búsqueda para recuperarlo. Afrodita aprovechó para encerrarlo en lo alto de una torre y someter a Psique a cuatro pruebas insuperables para recuperarlo. Psique fue enfrentándose a todas las pruebas hasta llegar a la última y más arriesgada, en la que tenía que conseguir adentrarse en el mundo de los muertos sin fallecer y volver con el secreto de la belleza atesorado por la diosa Perséfone. Finalmente, consigue abandonar los infiernos con el cofre que poseía supuestamente el poder de recuperar la belleza, Psique se ve tentada a abrirlo y recuperar parte de sus encantos perdidos pero al hacerlo se sume en un profundo sueño. Eros lucha contra el espíritu del sueño que la apresaba hasta vencerlo y conseguir despertar a su amada. Afrodita al contemplar el profundo amor de la pareja los perdona y le concede a Psique el don de la divinidad, siendo aceptada en el Olimpo para así poder vivir el amor eterno junto a Eros.

En este mito se recogen múltiples aspectos comunes con la enfermedad alimentaria desde la sobrevaloración de la imagen hasta la sucesión de sacrificios y pruebas a las que se somete la psiquis para alcanzar la supuesta valoración y aprobación del otro. Esfuerzos que como la protagonista llevan a internarse en el mundo de los muertos sin llegar a perecer, escapando con el ansiado objetivo cumplido, con la posesión de obtener el don de la imagen, de una identidad siempre atractiva para el otro, para finalmente descubrir que en el cofre no encuentra lo que espera, que ha sido objeto de un engaño y lo que ha conseguido es caer un profundo sueño del que sólo se recuperará por el amor hacia otro, redirigiendo sus esfuerzos hacia otros deseos.

Ningún trastorno mental resulta más paradigmático del malestar de la cultura como el Trastorno Alimentario. En una sociedad de bienestar y opulencia donde la seguridad está garantizada es desolador presenciar la aparición de una patología, que por la pretensión de una mayor aceptación social puede resultar tan dañina para la persona, tan autodestructiva, que rechaza una nutrición suficiente llegando a comprometer su propia supervivencia. Y es que estas alteraciones en la conducta alimentaria son imposibles de entender sin tener en cuenta el momento personal del sujeto en el medio en el que se desarrolla, es decir sin considerar su imbricación con la sociedad y cultura, debiendo por tanto recuperar la vetusta sabiduría atesorada históricamente y recurrir a ella como vía de entendimiento e intervención.

Los Trastornos de la conducta alimentaria suelen sacudir y penetrar en los años correspondientes a la adolescencia o en el inicio de la vida adulta, estando estas etapas caracterizadas por el desarrollo de la individuación y por la búsqueda de la identidad. Este periodo eriksoniano se supera con el sufrimiento de una crisis existencial de encuentro personal donde el reto es sentirse independiente, posicionarse y definir el propio rol social. El autor nos sumerge, con su cautivadora narrativa, en ese recorrido a transitar para conseguir la cristalización de la identidad. Pero ese camino puede ser muy tortuoso, en ese camino nuestras protagonistas se encuentran con su primer mito, el monomito del Viaje del Héroe de Joseph Campbell. Ellas mismas encarnarán a esa heroína, que se adentrará en un mundo desconocido de aventuras, iniciando un periplo donde superar obstáculos para encontrar sus potenciales de superación y poder retornar sabiendo quiénes son.

En las personas afectadas se conjugan de forma armoniosa la patología orgánica con la clínica psiquiátrica en el entramado vivencial de cada una de ellas. Las consecuencias con las que pueden encontrarse son graves, donde se entreveran lo físico, lo psicológico y su significado, como: los estragos de la desnutrición sobre jóvenes en desarrollo con la pérdida de la menstruación, la detención del crecimiento y su freno madurativo, abandonando así su condición de mujer; la activación de la obsesividad de base y de modos de supervivencia más reactivos, primitivos y simplificados por la inanición; o la evitación y desconexión de situaciones o pensamientos intolerables mediante el rechazo y alivio que otorgan las purgas.

Las problemáticas a las que se enfrentan nuestras jóvenes heroínas no son nuevas, son tan antiguas como la historia de la humanidad y su desarrollo como sociedad. Entre ellas encontramos fundamentalmente conflictos vinculares e interpersonales como: enfrentamientos entre los miembros de una familia, separaciones desgarradoras paternas donde se olvida o se descuida la función contenedora para el infante, luchas de poder con iguales por la jerarquización social, el sufrimiento ante la inadaptación a los requerimientos sociales, el trauma de ser víctima de abusos, acoso o rechazo, pérdidas de parejas y sensación de insuficiencia, distribución de roles, expectativas heredadas transgeneracionales, filias y fobias familiares.

En el trabajo psicoterapéutico con pacientes con anorexia el caballo de batalla es su férreo atrincheramiento en su posición restrictiva, en su rechazo no sólo de comida, si no de cualquier cuidado, necesidad o figura de referencia. La enfermedad engaña, seduce y hace creer que se encuentran en posesión de algo valioso, que las hace diferentes y sobre lo que bascula su entorno. Se pertrechan con la máxima de que cuanto más me sacrifico más valiosa será la recompensa. El vacío se apodera de ellas y la nada invade su voluntad. Ese convencimiento amurallado se instala y otorga a esta patología una egosintonía y baja conciencia de enfermedad que se materializa en una gran resistencia al cambio y en una escasa colaboración.

En otros casos se desarrolla un funcionamiento evitativo ante los intolerables conflictos de su realidad, se activa un circuito cerrado en el que los pacientes se quedan absortos con el placer que proporcionan los atracones de comida, con esa desconexión y disociación y con el goce de la purga posterior que permite alivio y exteriorización de su malestar. Son presas de una dinámica de satisfacción de impulsos autodestructivos similar a la que se instala en las adicciones, donde predomina un gozoso impulso mortuorio.

Frente a estas resistencias el terapeuta necesita ofrecer una nueva narrativa que permita desplazar esa plenitud de vacío. Para ello recurrir a leyendas y mitos permite disponer de historias con las que identificarse que sean lo suficientemente diferentes a las propuestas por ellos, y a la vez atractivas y fascinantes con semejanzas en lo esencial. Estas intervenciones nos permiten intervenir no sólo sobre los síntomas sino también sobre su valor simbólico.

El autor ha destacado por su amplia formación integradora y por sus inquietudes intelectuales con las que ha profundizado en las neurociencias, en la mitología, en la antropología o en la filosofía, las cuales le han permitido una fusión de saberes y le han proporcionado una aguda mirada caleidoscópica con la que establecer un análisis humanista y holístico de los casos clínicos que expone. Mediante las experiencias clínicas que documenta se puede aprender el esfuerzo del terapeuta por discernir dentro de la amplia patoplastia de los trastornos de la conducta alimentaria, de las múltiples presentaciones de la patología, unas líneas argumentales comunes con las que poder identificar las claves arquetípicas de la mitología.

Gracias a la difusión y promoción cultural con la que el autor está comprometido, al coger el relevo en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Castellón tuvimos la oportunidad de poner en práctica junto a él una intervención de tratamiento grupal con pacientes ingresadas en el Hospital de Día. Llevamos a cabo “El juicio de Paris” propuesto por J. Shinoda Bolen adaptado a esta patología. La dinámica consistía en un sencillo ejercicio de identificación, donde las pacientes elegían una deidad de la mitología grecorromana con la que se identificaban, y con ese mito trabajábamos el afrontamiento de su realidad actual. Este ejercicio nos permitió vencer las resistencias iniciales y trabajar con los arquetipos femeninos comprobando la excelente aceptación de este tipo de abordajes.

Estas enfermedades afectan predominantemente a las mujeres con una proporción de 10 a 1, lo cual nos obliga a aceptar que hay algo de lo femenino comprometido en su dinámica. La sobrevaloración de la imagen como eje sobre el que pivota el trastorno indica la relevancia que adquiere la evaluación de los demás, llegando a delegar su bienestar en el otro. De esta forma y tal y como comprobamos con el Juicio de Paris, las jóvenes con mayor riesgo son las vulnerables emocionalmente, las más dependientes y orientadas hacia las relaciones interpersonales. En este sentido hay una serie de diosas grecorromanas que representan estos arquetipos femeninos centrados en su papel para los demás y sensibles a sus demandas, esas deidades son Demeter, Perséfone y Hera, con los roles de madre, hija y pareja respectivamente. Las que funcionan con estos arquetipos tienen una gran necesidad de vinculación, sacrificando su autonomía y deseo personal por el bien común. En ellas se activan tendencias de comportamiento hacia cuidar a los demás, hacia cumplir lo que otros esperan de mí y hacia mantener a alguien a mi lado, aunque sea a costa de su esfuerzo y tengan que sacrificarse. En otros casos surge una identificación contrapuesta pero también común en los trastornos alimentarios con la diosa que personifica la búsqueda del amor y la belleza, con Afrodita. Es comprensible que las jóvenes adolescentes se reconozcan en su impulsividad, en su apasionamiento y en la importancia de la seducción.

En toda mujer coexisten varios arquetipos y pueden moverse de uno a otro cambiando de engranaje según su etapa personal o situación. Los roles más protectores ante los trastornos alimentarios son los que tienen un plan de vida concreto y que incentivan la libertad y la autonomía, con objetivos y retos personales. Los arquetipos femeninos que encarnan la independencia, el conocimiento o la soledad se conforman en las diosas Artemisa, Atenea y Hestia. La invocación de una dosis de la Diosa Alquímica Afrodita siempre es adecuada para contrarrestar la tendencia de las diosas vulnerables con su tendencia al placer.

Por estas razones el libro Del Mito a la Clínica, es un texto fundamental para el terapeuta, ofreciendo una novedosa perspectiva que permite abrir nuevas vías de comprensión de la naturaleza humana. El lector podrá entender el sufrimiento que hay detrás de las historias de estas pacientes y ofrecer una narrativa familiar y universal que ayude a movilizar su posicionamiento y encontrar una vía de superación, y así poder decidir libremente su destino.

Dr. Ginés J. Llorca Díez

Psicólogo Clínico en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentario del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón.

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La erotomanía asesina

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Caëtan Clérambault fue un psiquiatra francés de cuya personalidad y hallazgos fundamentales ya hable en este post, pero que ha pasado a la historia por haber descrito la erotomanía, llamada en su honor “síndrome de Clérambault”. Se trata de un delirio o creencia delirante (paranoia) que consiste en que una persona -usualmente una mujer- cree que está siendo amada en secreto pero con evidencias notables por su parte, por una persona importante, de alta fama, rango y estatus.

La creencia delirante consiste en creer con absoluta seguridad que se está manteniendo con esta persona una relación o comunicación amorosa, en forma de cartas, conversaciones que nunca existieron y a veces incluso a través de comunicación telepática o por televisión. Y además esta creencia no está sostenida por ninguna observación o información o dato que merezca credibilidad y además no es sensible a ningún tipo de evidencia o razonamiento.

Al parecer este cuadro es conocido desde la antigüedad y ya Esquirol había hablado de él, pero fue Clérambault quien lo describió, identificó, y analizó en otras tantas pacientes.

Atañe casi siempre a mujeres y se caracteriza porque raramente se acompaña de violencia aunque puede existir acoso al supuesto enamorado. El inicio de los síntomas suele ir precedido de largos periodos de soledad emocional, pero estas personas no muestran signos de ansiedad o desencanto, y su amor suele ser mas sosegado que tumultuoso (de Rivera 2018).

La primera pregunta que podríamos hacer en este momento es ¿por qué los hombres no padecen este cuadro de erotomanía simple? o ¿Existe algún equivalente masculino de esta enfermedad?

apegos violentos

La erotomania border-line.-

John Reid Meloy es un psicólogo forense que a través de su casuística personal ha descrito un tipo de erotomanía característica en los hombres, a  la que llamó “erotomanía border-line” o también “erotomanía no delirante”. Aquí os dejo vinculado el articulo que publicó en 1989 y también el libro donde explora las características de lo que llamó “apegos violentos o asesinos” y que conocemos por el cine en aquella película llamada “Atracción fatal” y otras relacionadas con el hecho de que ciertas personas reaccionan de forma violenta cuando son abandonadas, rechazadas o apartadas por amantes anteriores. Este fenómeno es más frecuente en hombres que en mujeres a pesar de que la película habla del caso de una mujer.

El caso Tarasoff.-

Tania Tarasoff murió asesinada en 1969 por un estudiante de su mismo campus llamado Prosenjit Poddar, un doctorando en ingeniería que se había enamorado de ella, un enamoramiento inseguro. Tanya era al parecer una muchacha muy atractiva, simpática y siempre rodeada de admiradores. Prosenjit que al parecer era un chico tímido y carecía de recursos sociales aunque se mantenía cerca del circulo de Tania como otros muchos sin que nunca hubiera osado a ir más allá de pequeñas conversaciones en el grupo o ligeros intercambios interpersonales. El caso es que se enamoró perdidamente de Tanya y se obsesionó con ella de tal manera que parece que tuvo una depresión y trató de alejarse de ella.

Fue entonces cuando Tanya se interesó por su desaparición y le llamó por teléfono para saber de él, “hace mucho que no te veo, te echo de menos”. Dicho de otra forma: Prosenjitt interpretó la cortesía de Tanya como una prueba indudable de amor. En este momento Prosenjit que ya andaba resolviendo su duelo tuvo -probablemente- un empeoramiento de su proceso y comenzó a pensar en esta clave: “si me ha llamado es porque le importo”. El caso es que esta llamada fue fatal para Tanya puesto que fue entonces cuando comenzó el acoso del muchacho que le exigía que le amara, hasta que un día le disparó con un revolver y  la apuñaló.

Este crimen es seguro que les recordará algo: a esos crímenes de género que suelen darse cuando la mujer decide divorciarse o romper una relación con un hombre. Parece que algunas personas ante el rechazo o la amenaza del rechazo reaccionan con una extrema rabia que les lleva a perpetrar crímenes atroces que no respetan -a veces – ni a los propios hijos. El ansia posesiva y la incapacidad para tolerar la separación parecen ser los gatillos de esta patología. El amante despechado se siente como un yonki en estado de abstinencia, y es por eso que de Rivera habla de enamoramientos adictivos. Sin embargo hay una diferencia entre Prosenjit y los criminales llamados de pareja intima. Prosenjit no había tenido ninguna relación amorosa con Tanya, sin embargo los agresores domésticos suelen ser hombres que o bien son parejas o ex-parejas de la víctima. Por eso se habla de crímenes de pareja íntima.

El caso de Prosenjit parece mas cercano al delirio por la convicción de “tener derecho” a partir de una llamada telefónica, un “delirio de merecimiento” en palabras de de Rivera. Y su reacción violenta se explica a través de una violación de ese supuesto derecho.

En cualquier caso el libro de Reid Meloy (que conocí a través del libro sobre el maltrato de De Rivera) trata de indagar en estas relaciones que suponen un hallazgo interesante de la psicopatología: es posible que los erotómanos border-line sean una subpoblación de la erotomanía clásica que casi nunca acaba en tragedia debido a la convicción delirante de ser amada en secreto y que la discreción del amante es la prueba de tal enamoramiento. Ahora bien, en alguna ocasión estas pacientes pueden acudir al psiquiatra precisamente por el hecho invertido de sentirse acosadas por el enamorado actor. En un caso que tuve ocasión de tratar, la paciente que habia estado acosando al médico de su ciudad con cartas y declaraciones de amor constantes, llegó a invertir la secuencia de los hechos y pasó de una erotomania a un deliio persecutorio del que era víctima por parte del médico.

Del mismo modo el caso Aimée podría ser considerado hoy bajo esta conceptualización, aunque la clínica apunta mas a favor de un persecución por parte de una actriz a la que ni siquiera conocía Hugette Duflos y a la que apuñaló. ¿Es el delirio persecutorio una inversión del delirio erotomaniaco? ¿Necesitamos un perseguidor para terminar enamorándonos de él?

En un post anterior ya me ocupé de este caso y vale la pena recordar que se trata de la tesis doctoral de Jacques Lacan, discípulo de Clérambault.

Aquí en este post podéis encontrar un video sobre este caso de nuestro seminario de metaformación.

El interés que tiene el caso Aimée es que si terminó en tragedia, aunque la víctima -otra mujer- sobrevivió.

 

 

Bibliografía.-

Meloy JR (1989): “Unrequited love and the wish to kill”. Menninger Clinic

El calentamiento moral global

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Recientemente mi colega Pablo Malo (@pitiklinov) ha publicado una serie de tuits relativos al cese de un académico de Harvard que al parecer había aceptado ser el abogado de Weinstein. Plantea Malo que:

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Se trata de un ejemplo más de persecución académica (acoso institucional a demanda de los estudiantes) de los disidentes que no aceptan el mandato de “buenismo” que amenaza con convertirse en un nuevo dogma de fe en esa especie de neoreligión buenista que ha infiltrado ya, no solo las instituciones académicas sino la sociedad general e incluso las relaciones entre los sexos.

Al mismo tiempo y cada vez más constatamos que la gente es mucho más vulnerable a casi cualquier cosa y el mismo Malo ha publicado algunos post interesantes sobre esta cuestión, señalando que las exigencias morales van en aumento dejando a la población exánime a la hora de poder defenderse. Lo podemos constatar en la frecuencia de trastornos por mobbing, por bullyling e incluso por acoso en Internet. Parece que hemos disminuido nuestra capacidad de autodefensa y que somos cada vez más hipersensibles al daño.

En este post titulado “La esencia de la moral podéis bucear en la teoría diádica de la moral de Kurt Gray y ampliar un poco más vuestros concepto de qué cosa es eso de la moral. En este otro podeís discriminar mejor de qué hablamos cuando hablamos de ética y la diferencia que existe con la moral.

En definitiva de lo que se trata es de que “moralizar” es algo que se hace siempre contra alguien. Moralizar es imponer una determinada moralidad por la fuerza y desde una atalaya de supremacismo. El moralista cree que su posición es la buena y que la contraria es mala, como al malo no se le puede convencer, lo mejor es exterminarle o al menos asediarle personal o institucionalmente para quitarlo de enmedio, desprestigiarle o someterle a humillación y desprecio.

Son muchas las voces que se alzan contra esta imposición de santidad en nuestra vida colectiva y en nuestra vida académica aunque con poco éxito. Una de ellas es Susan Wolf que propone no orientar nuestra vida hacia ese perfeccionismo santo que es en realidad un disfraz para el control a distancia de lo que pensamos íntimamente.

Sin embargo no basta con recetar algo de transgresión para combatir esta epidemia de prescripciones cada vez más moralizantes y exigentes, es necesario comprender como han tenido tanto éxito ideas tan peregrinas como por ejemplo la ideología de género. Tan exitosa que se ha convertido en leyes.

Es necesario comprender que esta programación se ha llevado a cabo siguiendo una estrategia psicológica-social de largo alcance y que ha precisado de muchos años para poderse visualizar en sus resultados tal y como los vemos ya hoy. Es necesario entender qué cosa es la disociación, para lo que remito al lector a este post anterior, del que recordaré solo algunas cuestiones:

“Un proceso que produce una alteración en los pensamientos, sentimientos o actos de una persona de forma que, durante un periodo de tiempo, ciertas informaciones que llegan a la mente no se asocian o integran con otras, como sucede en condiciones normales.
Por otro lado, M. Steinberg (Steinberg, 1994) comenta que las experiencias disociativas se caracterizan sobre todo por una “compartimentalización de la consciencia”. Esta expresión se refiere al hecho de que ciertas experiencias mentales de las que se espera normalmente que se procesen juntas y al mismo tiempo (pensamientos, emociones, sensaciones, recuerdos y el sentido de la identidad), se encuentren aisladas funcionalmente unas de otras permaneciendo en algún caso inaccesibles a la consciencia o a su recuperación mnésica voluntaria”. 

Dicho de una manera más clara:

  • La disociación es un mecanismo fisiológico que no implica patología. Todos somos susceptibles de disociarnos y es muy conveniente hacerlo cuando vamos a morirnos, las experiencias cercanas a la muerte son un ejemplo.
  • La disociación es un continuo.
  • La disociación completa implica una compartimentalización de la experiencia.
  • La disociación implica amnesia, y aunque no es necesario este síntoma, el no recordar algo es siempre una señal de compartimentalización, una experiencia guardada en varios cajones.
  • La disociación puede afectar a la memoria, la afectividad, la percepción, la conducta, al cuerpo o una parte del cuerpo o a la personalidad entera.
  • La disociación es un continuo y las experiencias psicopatológicas o las enfermedades mentales son los extremos de ese continuo. El resto de la población (no clínica muestra sobre todo pequeñas areas cognitivas de disociación)

¿Cuando nos disociamos?.- 

Para que el lector tenga una idea mucho más clara de cómo funciona la disociación a través de esa programación que llamamos propaganda, pondré algunos ejemplos. El primero de ellos es como conseguir una mente que es al mismo tiempo obscena, blasfema y puritana. ¿Cómo se consigue eso?

La mayor parte de nosotros convendremos en que se trata de categorías opuestas, no se puede ser obsceno y al mismo tiempo puritano. Pueden haber entornos blasfemos, obscenos y otros puritanos o moralistas. ¿Pero pueden coexistir en la mente humana simultaneamente.

Si, a condición de la disociación.

cosmopolitan

  Sin tetas no hay paraíso

Por ejemplo uno puede ser un puritano para la comida (veganos) o practicar la extrema empatía con los animales (animalismo) pero apedrear seres humanos, practicar el aborto electivo, maltratar ancianos, abandonar a la familia a su suerte o incluso raptar a los hijos. Uno puede comprarse lencería de lujo al tiempo que reivindica el “poder femenino”, casarse con un ricachón futbolista y aparecer como una furibunda feminista que reniega de los hombres. Hay incluso revistas femeninas especializadas en mantener a las chicas disociadas, mostrándoles un mundo de lujos (que solo podrán alcanzar las más atractivas) al tiempo que entre sus páginas se muestran las heroicidades profesionales de otras muchas mujeres -casi siempre con triunfos calcados de los éxitos masculinos- y descartando siempre la maternidad. Dicho de otro modo se está promocionando un modelo de mujer (una superwoman) que no existe. Y donde el varón es siempre referencia: como los hombres, ese es el concepto de igualdad que la propaganda nos impone.

Vale la pena señalar que una de las características de la pornografía y de los porno-relatos es que nunca hay niños. es decir los coitos nunca terminan en embarazos, a no ser que el embarazo sea en sí mismo el fetiche. Los niños son un engorro en la deseabilidad social que nos imponen los discursos oficiales.

Uno de los errores mas frecuentes entre los psicoterapeutas es creer que la disociación es siempre un subproducto del trauma. Buscar el trauma infantil casi siempre relacionado con el abuso sexual es una tarea que -a través del sesgo de confirmación- en la que caen muchos terapeutas, es como volver a Janet y su teoría de la seducción.

Los terapeutas tenemos un magnifico observatorio de los malestares humanos pero no solemos pensar en que lo que vemos son los extremos de la curva. No solemos prestar atención a lo que pasa en el centro de esa curva gaussiana donde se encuentra la mayor parte de la población. Lo que sucede aquí es muy importante para entender lo que pasa allí. Dicho de otra manera, si no entendemos como se disocia la gente común no entenderemos como se disocia la población clínica. Mi experiencia personal es que cada vez hemos de hilar más fino para comprender el trauma de nuestros pacientes, muchas veces lo hemos de hipotetizar para que encaje con la teoría. Pero lo cierto es que en la mayor parte de los casos no encontramos trauma alguno. Trauma con T.

Sucede porque la mayor parte de los traumas son en realidad un subproducto de la propaganda, es decir de las expectativas de la población que es nuestra vecina, lo que desean los otros. Las expectativas sociales de éxito, belleza, competencia, bondad, moralidad, empatía, cooperación, libertad, igualdad, autenticidad, asertividad, independencia y tolerancia a la diversidad son en la mayor parte de las ocasiones incompatibles con nuestras necesidades más profundas: la dependencia, pasividad, maternaje nutricio, maternidad, amor incondicional, sumisión o abnegación son negadas o disociadas del resto de la personalidad pasando a comportarse como objetos extraños.

Dicho de una manera mas clara, los modelos que nos imponen los mercaderes de los sentimientos parecen pensados para una especie robótica y no para el sapiens.

De donde es fácil deducir que quizá lo que hayan pensando para nosotros -esos que dirigen el mundo- sea precisamente convertirnos en mutantes, en una especie de robots igualitarios y aburridos, donde el amor y toda diferencia haya desaparecido (por ser demasiado peligroso)  como sucedía en 1984.

El sufrimiento de origen mental

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franchescetti

Mucho tiempo he estado tratando de construir una explicación sobre qué entendemos como sufrimiento de origen mental y ha sido solo muy recientemente que me haya encontrado con este libro de Gianni Franchescetti, un psiquiatra italiano que practica gestalterapia con fundamentos fenomenólogicos y que me ha permitido establecer algunas diferencias entre la psicopatología y el sufrimiento mental.

Efectivamente no todo sufrimiento mental es psicopatológico y por el contrario: en ciertas personas muy perturbadas psicopatológicamente podemos encontrarnos con una ausencia total de sufrimiento, hablamos en este sentido de síntomas egodistónicos (que crean sufrimiento) y síntomas egosintónicos (que no crean sufrimiento, pero pueden crearlo en otros).

Etimológicamente “sufrir” es una palabra que procede del latín “suferre” que significa llevar sobre uno mismo. El que sufre lleva un fardo que le muestra al terapeuta, un fardo que tiene peso pero apenas forma. El sujeto sufriente rara vez sabe por lo que sufre y en ocasiones es vivido como un simulador.

Puede sufrir de modo psíquico y de modo físico, en esas patologías mal definidas que llamamos psicosomáticas y que apenas pueden ser identificadas tanto por los profesionales como por él mismo. Hoy es muy frecuente un síndrome de dolor (en ausencia de daño), fatiga sin cansancio, colón irritable y jaquecas. Muchas veces estos pacientes reciben cuidados médicos por especialistas distintos sin que nadie tome a su cargo – a falta de un diagnóstico positivo- todos estos síntomas como unitarios dentro de la cualidad del sufrir.

Para comprender qué contiene ese fardo es necesario comprender qué es una experiencia y qué es tener una experiencia y distinguir la experiencia de la vivencia. Experimentar es un proceso complejo de encaminarse y atravesar. Es solo entonces cuando la vivencia se transforma en experiencia y puede ser asimilada. Experimentar es “pasar a través”. Es lo que hace el experto sobre algo: ha pasado a través de un conocimiento y lo ha asimilado, es decir se ha convertido en parte del Yo. Otros autores le han llamado “mentalización”. Mentalizar es convertir una vivencia en una experiencia.

El sufrimiento es llevar consigo un fardo: lo no asimilado, es por tanto una ausencia de algo que no se ha encontrado, esta ausencia no es disimulo o ignorancia, pues todavía no ha sido formado (carece de forma) ni formulado. En este sentido la ausencia significa que hay algo que aun no ha tomado forma (aunque si peso), pues la forma solo surge después de la asimilación, es entonces cuando se vuelve ingrávida, así que por definición no ha tenido lugar. La ausencia es la presencia de algo que ni se ve, ni se recuerda y que aun no tiene forma, y que se resiste a entrar en contacto con el Yo porque está disociada del contacto y si llegase podría alejarlo del presente. Esta en punto muerto, en un callejón sin salida que el paciente sufre sin haber elegido esta vivencia. Y que por tanto no puede resolver solo.

Y si ese algo fue disociado es porque faltó el apoyo necesario para atravesarlo y además porque disociar un evento o eventos de la vida es una forma de sobrevivir. Obviamente el individuo solo no puede hacer nada para atravesarlo, necesita una presencia, qué el no posee para esa experiencia.

Alguien debe prestar su propia carne, para encarnar ese sufrimiento y permitir que sea sentido lo no sentible. Lo no formado ni formulado precisa un apoyo externo que favorezca esa transformación.

Por tanto el sufrimiento es una ausencia que busca otra carne para poder emerger y transformarse en otra cosa, para asimilarse..

Esta perspectiva nos ayuda a distinguir el dolor existencial de la psicopatología. Sentir dolor no es psicopatología, pero no sentir dolor si es psicopatología. Podríamos decir que la psicopatología es la consecuencia de un dolor no atravesado, no es el dolor. El dolor de la perdida por ejemplo es un signo de presencia (no de ausencia), la imposibilidad de hacer duelo es un signo de ausencia: un dolor que no pudo ser atravesado por falta de apoyo, por falta de carne.

Cuando no tenemos el suficiente apoyo para afrontar una situación necesitamos que alguien nos ofrezca ese apoyo, pero si ese alguien no está allí, o bien es indiferente, incompetente o bien es la causa de la inafrontabilidad de la situación no podemos atravesar la experiencia ni por tanto concluirla y asimilarla. Todos tenemos algún ejemplo en nuestras vidas de estos asuntos inconclusos que dejaron como un agujero en nuestra mente.

Este agujero se mantiene como un recuerdo abierto e inacabado, que carece de forma o formulación verbal, y no es – por tanto- narrable ni accesible. Las huellas de aquella vivencia se mantienen separadas de la personalidad total del individuo, no son partes integrales del Yo sino fragmentos que permanecen en el fondo corporal, con una tensión siempre abierta y poco clara. Es frecuente que esa tensión se encuentre sexualizada en personas que han sufrido abusos o ataques sexuales.

El individuo para no quedar atrapado en ese presente que no puede convertirse en pasado, disocia estas experiencias y las guarda en un cajón en lo más profundo de su armario. Pero cuando la vida lleva a esa persona cerca de esas huellas, no podrá estar presente porque o bien se desensibilizaría o caería en esos rastros o huellas que ahora serán presentes. La reexperimentación traumática es precisamente esto: hay algo que nos acerca al foco traumático, una palabra, una escena, un ruido, una canción, un afecto y de repente el individuo se desorganiza, lo que señala en la dirección de que estamos frente a una vivencia inasimilable del pasado. En resumen, en este estado de cosas, el individuo no está presente, está fuera de sí y aparece como desquiciado, desorientado o enloquecido.

A lo largo de este post he intentado no nombrar la palabra “trauma” porque inevitablemente cuando hablamos de trauma inmediatamente pensamos en los más graves de entre los eventos del pasado de un paciente, es por eso que algunos autores hablan de adversidades. Pensamos en el abuso sexual o en el maltrato físico. Sin embargo pocas veces pensamos en los más comunes: la desatención, el descuido o la negligencia parental: un cuidador enfermo, deprimido, frío, rechazante, ausente o irresponsable son los cuidadores que con más frecuencia provocan este tipo de sufrimientos a largo plazo. Pues los eventos no son únicos sino una forma de vida, el individuo queda sin apoyos naturales para transformar cualquier vivencia en experiencia.

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Y lo cierto es que la frecuencia de antecedentes en estos sufrientes les aleja de pensar en abusos sexuales. Así el 70% de ausencias en la representación mental de un evento se deben al descuido, el 20% al maltrato y solo el 10% al abuso sexual. En este libro de Lisa Albers podemos rastrear los efectos a largo plazo de estas adversidades.

La carne quiere carne.

Lo cual nos explica también porque los pacientes no quieren curarse, es mejor repetir la escena temida que atravesarla. Pues el paciente teme ser engullido por ese agujero donde el tiempo no existe y se protege de su proximidad con la compulsión repetitiva: repetir una y otra vez el patrón inútil que no consigue nunca poner tiempo en el inconsciente.

Las disautonomías (I)

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Cuando yo era un niño aun había médicos que diagnosticaban “neurastenia” , una descripción del siglo XIX que corresponde a George Beard. Más tarde -ya estudiante de medicina- me llamó la atención un diagnóstico muy corriente por parte de los clínicos en aquella época: la distonía neurovegetativa.

bellergal

Se suponía que era una oscura “enfermedad de los nervios” que como su nombre indica representaba una disfunción o desequilibrio entre los dos bloques que se reparten el juego nervioso de nuestro cuerpo: el simpático y el parasimpático. Los médicos de entonces trataban la distonía neurovegetativa con remedios baratos y con tranquilización. Aun recuerdo el Distovagal o el Bellergal, -compuestos desaparecidos- a base de pequeñas dosis de belladona. Un principio activo que ha desaparecido de la farmacopea por su toxicidad. Uno de los principales compuestos de la belladona es la atropina que aun se usa en bradicardias o en síncopes vagales pues se trata de un fármaco antagonista (parasimpaticolítico) del sistema parasimpático.

El Bellergal o el Distovagal se usaban cuando el médico no encontraba razones para diagnosticar otra cosa o cuando el cuadro clínico era vago o proteiforme como las dispepsias, las diarreas o las cefaleas, sin causa orgánica que las justificara. Los enfermos de los nervios de entonces tuvieron buenos aliados en estos derivados de la belladona, hasta que desapareció del mercado.

Esta desaparición coexistió con un nuevo diagnostico: la depresión. De repente los enfermos de los nervios pasaron a ser depresivos y tratados con aquellos primeros antidepresivos tan potentes y a la vez con tantos efectos secundario, el Tofranil (imipramina) o Anafranil (desipramina) fueron los pioneros.

Es interesante señalar como la conceptualización de aquellos síntomas vagos y sin explicación médica habían pasado de ser “nerviosos” a ser mentales.

Un sistema nervioso dual.-

El-sistema-nervioso-parasimpático

Nuestro sistema nervioso autónomo o vegetativo se ocupa de inervar sobre todo las vísceras de nuestro tórax y abdomen y se diferencia del sistema nervioso voluntario que nos hace mover músculos y esqueleto en que es autónomo, es decir va a la suya y no depende de la voluntad. Regula los bronquios y el grosor de su apertura y exigencia de aire, nuestro corazón y su frecuencia y la motilidad intestinal sobre todo. Y lo hace a través de esas dos ramas, una de ellas el simpático es la que se ocupa del gasto, es decir de las situaciones de estrés o emergencia, así el simpático aumenta la frecuencia del corazón, la tensión sanguínea, abre los bronquios para que entre más aire y se ocupa de expulsar el pesado fardo de las heces. Dicho de otra manera nos prepara para situaciones de exigencia, la carrera, la huida, el esfuerzo.

En el otro lado el sistema parasimpático a través del nervio vago se ocupa del descanso y procura calma y relajación, cierra los bronquios, relaja la frecuencia cardiaca, baja la tensión y nos estriñe. Todo esto sucede a través del nervio vago que aun hoy contiene varios misterios como más adelante veremos. Lo importante ahora es retener que este nervio sale del cerebro y vuelve a él: comunica pues el diencéfalo (nuestro cerebro más arcaico) con las vísceras relatadas.

Lo normal entonces es que exista un equilibrio entre ambos sistemas o que uno de ellos se active en las circunstancias apropiadas: así cuando nos disponemos a dormir lo ideal sería desactivar el simpático y sus epifenómenos mentales (como las preocupaciones) y activar el parasimpático y darle trabajo al vago (que también se llama neumogástrico). De manera que esos pacientes que antes se conocían con el nombre de “nerviosos” son personas que manejan mal estos tiempos y ponen a trabajar al vago cuando no toca o al simpático cuando toca relajarse. Es una manera de comprender lo que los antiguos querían decir con eso de la “distonia neurovegetativa”.

La teoria polivagal de Porges.-

El nervio vago contiene no pocos secretos evolutivos  se trata de un par craneal (nace en el cerebro) y es mixto, es decir tiene fibras motoras y fibras sensitivas, y funciona con la acetilcolina. Inerva la lengua posterior, la faringe, la laringe, el esófago, el estómago, el corazón, los pulmones y el intestino. La fibras motoras van hacia abajo , es decir llevan la corriente desde el cerebro a las vísceras (hasta el ombligo) y las fibras sensitivas llevan las impresiones sensoriales viscerales de abajo hacia arriba. Este doble flujo arriba (sensorial) y abajo (motor) tiene una traducción inmediata, el impulso que viaja hacia abajo (eferente) tiene una función motriz y secretora para todas las vísceras que dependen de él mientras que la función aferente tiene como objetivo informar al cerebro como andan las cosas por allá abajo, de manera que nuestro cerebro profundo o visceral tiene información constante de las vísceras alejadas del cerebro y al mismo tiempo es capaz de influir en ellas ralentizando el corazón y la digestión, cerrando el cardias y contrayendo la luz bronquial que para eso es parasimpático, es un nervio muy yin por decirlo en la terminología china.

Lo usual es que pensemos el sistema parasimpático como un ahorrador de energía mientras que el simpático lo relacionamos con el gasto de energía. Y a sus transmisores: la acetilcolina en el caso parasimpático y la noradrenalina en el caso del simpático.

Nos imaginamos a estos sistemas como complementarios y sujetos a una cierta oscilación, cuando nos excitamos estamos bajo los dominios del simpático y cuando dormimos del parasimpático. Pero hay algo que mantiene al sistema dentro de unos parámetros de normalidad y de tensión, por eso no nos morimos de un acelerón de noradrenalina ni de un síncope vagal.

Según Stephen Porges el vago tiene dos secciones, una amielínica y otra mielínica. El vago amielinico es el responsable de los estados de congelación (que veremos después) y fue el primero que evolucionó en la escala animal, se trata de un resto reptiliano, mientras que el vago mielinizado evolucionó como parte del cerebro social y está muy bien representado por la cara. En la cara está reflejada el alma de cada individuo y también los malestares que le aquejan, algo que el propio Darwin investigó en un libro muy citado pero poco leído tal y como conté en este post.

Otra idea importante de Porges es que el SNA (sistema nervioso autónomo) está organizado jerárquicamente, es decir tiene un funcionamiento discreto por niveles de definición donde cada nivel superior abarca a los inferiores, lo que en términos comprensibles significa que el pensamiento (y por tanto la conducta) es algo que emerge de ciertos estados de conciencia que muchas veces pertenecen a niveles arcaicos de pensamiento o de reacción. No pensamos siempre con nuestro cerebro cortical, con nuestro cerebro inteligente sino que las más de las veces estamos prisioneros de una preconceptualización arcaica que impone sus leyes desde niveles inferiores evolutivamente hablando.

El vago, es en este sentido muy traidor.

¿Pero cuales son esos estados mentales?

Pondré primero esta tabla (por cortesía de Manuel Hernandez), donde podemos observar 6 niveles de conciencia que van desde el letargo hasta la congelación (hipo bloqueo)

simpatico-parasimpatico

Lo importante es que el lector entienda que los extremos se tocan. Efectivamente:

1.- Letargo.- Es el estado mental de la somnolencia, de cuando vamos a dormir o

acabamos de comer. Es también el estado mental de los animales que hibernan y tratan

de ahorrar energía durante el invierno. Es el estado del descanso, de la relajación y del

sueño. Es de predominio parasimpático, aquí el vago aparece en toda su crudeza.

2.- Calma. Durante la calma estamos despiertos pero con una suave alerta, no estamos

haciendo nada que requiera nuestra atención, simplemente leemos, oimos música o

miramos una película. Es el estado que no requiere excesivo gasto. Es tambien

parasimpático.

3.- Alerta.– Es el estado que requiere atención, cuando conducimos, trabajamos,

escribimos, hablamos o escuchamos a alguien con interés. Es un estado con una pequeña

activación simpática.

4.- Lucha-Huida.- Es el estado que nos impulsa a huir, escapar, luchar o prepararse para

un ataque. Es lo que nos sucede a algunos cuando vamos a un examen, una prueba, o

nos exponemos a algún tipo de peligro. Requiere la activación aguda del simpático. Es

interesante señalar que algunas emociones como el miedo y la rabia son profundamente

adaptativas en este estado mental pero no en otros.

5.- Hiperbloqueo. Aquí la sobrecarga es extrema y hay una amenaza real sobre la vida,

es lo que llamamos trauma con T: una violación, un accidente de tráfico, una situación

de asfixia, un fenómeno natural letal, etc.

6.- Hipobloqueo.- Es lo que sucede cuando el sistema vagal se pasa de frenada y sucede

un sincope o bien un estado de “congelación” (freezing) Algo que hacen los animales

cuando ven que no pueden escapar de un depredador (hacerse el muerto). Es un

prepararse para la muerte. Es un mecanismo vagal extremo (parasimpático).

Como puede observarse el nivel 1 y el nivel 6 son parecidos y se tocan: ambos son

estados regulados por el vago.

En este post que titulé “El síndrome del ala rota” podéis profundizar más en esa idea de

Porges -que más arriba cité- con las diferencias entre este mecanismo entre animales y

humanos.

Y ahora que ya sabemos que es una disautonomía y que ese es el nombre que ha venido

a sustituir a la vieja “distonía neurovegetativa” ya estamos en condiciones de entender

mejor a un grupo de enfermedades encabezadas por la fibromialgia.

Será en el próximo post.

Bibliografia.-

 

La fibromialgia: una entidad huérfana (II)

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En el post anterior hice un adelanto de lo que iba a ser éste. Y comenzaré por el final, creo que la fibromialgia es una disautonomia. Es decir un funcionamiento anómalo y desincronizado del sistema nervioso autónomo, de manera que remito al lector a aquel post si aun no lo ha leído.

Es muy reciente la idea de que:

Hayan entrado en escena los neurólogos con la siguiente pregunta ¿es la fibromialgia una enfermedad neurológica? como defiende Martinez Lavin ¿Se trata de un trastorno del sueño como defienden algunos cardiólogos como Dennis Martinez?.

Lo cierto es que algo de razón tienen ambos cuando hablan de que la fibromialgia podría ser un trastorno del sueño secundario a una disautonomia o desequilibrio entre simpático y parasimpático con predominio del simpático, en este sentido se trataría de algo directamente emparentado con el estrés puesto que la distonia neurovegetativa no es en sí misma una enfermedad sino una condición sobre la que pueden desarrollarse enfermedades diversas en el territorio del SNA.

En este sentido, el trastorno del sueño no seria causa sino consecuencia de este predominio simpático que dicho en palabras mas sencillas resultaría en esto: las fibromiálgico/as son personas que viven en una continua estimulación neurovegetativa con incapacidad para relajarse y recuperar las energías que pierden durante esa casi continua estimulación simpática y ya sabemos que la sensibilidad al dolor aumenta en los estados hiperadrenérgicos. Sin embargo aquí aparece otra curiosidad: los enfermos de fibromialgia son hiperreactivos -en condiciones basales- desde el punto de vista simpático pero hiporeactivos al estrés. Es decir no responden al estrés tal y como responden las personas normales. lo que podría explicar la comorbilidad entre el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia.

Hace unos días hice una pequeña encuesta en twitter para conocer la opinión de los tuiteros (entre los que hay muchos médicos) para saber cual era el mejor especialista para atender estos casos de fibromialgia.

Como podéis ver en esta captura de pantalla, los resultados presentan división de opiniones. No hay una opción clara sobre qué especialista ha de ser el que se ocupe de estos casos. Otras opciones mas minoritarias fueron estas:

1.- El medico generalista

2.- El inmunólogo o psiconeuroinmunólogo.

3.- Un esquipo interdisciplinar.

4.- La fibromialgia no existe.

5.- Uno que sepa de fibromialgia.

Me hicieron mucha gracia estas últimas opciones, un prejuicio muy extendido entre los médicos que no son psiquiatras a la hora de negar a la fibromialgia como entidad propia y legitimación clínica y también me llamó la atención la ultima propuesta, porque que un médico sepa de una enfermedad tiene mucho que ver con si considera que es o no es de su competencia. Lo más curioso es que ni los reumatólogos, ni los neurólogos se sienten cómodos con ella y no lo están porque no existen marcadores biológicos objetivos y el fantasma del simulacro sobrevuela siempre la consulta. Los psiquiatras no se encuentran tampoco a salvo a pesar de que son los especialistas médicos más dotados para discriminar lo fingido de lo real, pues efectivamente la fibromialgia no es una enfermedad psiquiátrica, ni tampoco psicológica.

Lo que nos lleva a plantear una pregunta ¿quien se ocupa del SNA (sistema nervioso autónomo? Obviamente debería ser competencia de los neurólogos, pero lo cierto es que desde la separación de la Neuropsiquiatría en dos especialidades la fibromialgia ha quedado en territorio de nadie, ha quedado huérfana, pues los neurólogos no saben lo suficiente de Psiquiatría ni los psiquiatras saben lo suficiente del SNA.

Porque en realidad la fibromialgia parece ser una enfermedad reumática, músculo-esquelética, aunque se trate de una patología ligamentosa. Dolor y fatiga suelen ser los síntomas centrales de esta enfermedad, lo que duele no son los músculos sino sus inserciones y la fatiga no es cansancio sino -tal y como conté en el post anterior- vivir constantemente bajo la influencia de la alarma simpática. Pero no solamente, tal y como expliqué en ese post anterior,  el parasimpático no lleva a estados mentales de calma, como les sucede a las personas comunes sino más bien a un letargo donde pueden aparecer nuevos dolores musculares debido a contracturas por un sueño demasiado profundo.

Esto explicaría otro de los síntomas comunes a la fibromialgia. Me refiero a los trastornos del sueño. Los pacientes afectos de esta enfermedad duermen mal, con un sueño poco reparador, exento de periodos REM y con un sueño demasiado centrado en las ondas lentas. El sueño para que resulte reparador ha de tener fluctuaciones entre el sueño REM y el nREM, ha de haber movimientos y cambios de posición en la cama, de lo contrario la posición fija y continua conlleva riesgos esqueléticos y musculares. hasta los animales que hibernan necesitan periodos de vigilia para estirar las piernas, y es por eso que hablamos de sueño en dos tiempos.

Tampoco sabemos si es una enfermedad autónoma o es una participante mas en un conjunto de patologías diversas que tienen como base esa disfunción autonómica: la hipotensión ortostática, la jaqueca, el colón irritable, algunas neuralgias faciales se presentan combinadas con el dolor ligamentoso y la fatiga crónica, la ansiedad y la desesperanza también aparecen imitando a una depresión. Y al parecer a toda esta confusión hay que añadir últimos hallazgos relativos a la degeneración neurofibrilar del colágeno que se ha hallado en estudios anatomo-patológicos y que contienen otra sospecha: ¿Se trata de una enfermedad autoinmune?

Lo más probable es que se trate de un síndrome que comparta etiología y patogénesis con otros, pero ¿de verdad creemos que la fibromialgia carece de correlatos psíquicos y los psiquiatras no tenemos nada que aportar.?

La mayor parte de la gente cree que la FM es una enfermedad muy difícil de sobrellevar, lo que es cierto y también lo es su orfandad, es decir la ausencia de profesionales que traten de una forma holística al paciente y no a trozos. La incomprensión del clínico y la descalificación de la queja es probablemente la adversidad más importante y frecuente con la que se tropiezan estos pacientes. Pero también hay la creencia de que la desesperanza y los síntomas emocionales que la acompañan son secundarios al desvalimiento y al dolor. ¿Y si fueran primarios?

Los médicos y también el público en general, confundimos con frecuencia la etiología (causas o causas) y patogénesis (desarrollo). En mi opinión los diferentes especialistas a través de sus hallazgos lo que hacen es fragmentar la historia natural de la enfermedad al preguntarse -sin cambiar su modo de pensar- sobre si es una enfermedad mental, nerviosa, psicológica, reumática o autoinmune. Necesitamos otra forma de pensar estas patologías complejas y necesitamos recordar algunas cuestiones que nos permitan entender cómo a través del neurodesarrollo nos vamos adaptando al estrés que necesariamente tendremos que afrontar en nuestra vida.

Y pondré un ejemplo:

Los traumas o estresores más importantes que vamos a enfrentar en nuestra vida son aquellos que vivenciamos antes de los 3-4 años. ¿Por qué? Pues porque carecemos de un relato para explicar aquellas experiencias y aun más: no tenemos recuerdos de esa época. Sin embargo nuestro cuerpo si guarda memoria de ello. En este post podéis leer las razones de tan alta importancia.

Y el trauma más frecuente que podemos encontrar a tan corta edad no es otro que el descuido o la negligencia parental que incluye la incapacidad o la incompetencia para regular las emociones del niño. Mucho más frecuente que el maltrato o el abuso sexual, los sospechosos habituales. Mi impresión es que existe una memoria autonómica que recuerda aquellos eventos y que funciona de una manera similar a esto: “es mejor estar preparado para lo que sea, dado que no encuentro consuelo en mi medio ambiente” o “mis cuidadores son un desastre, es mejor autoregularse como sea”.

Naturalmente no existe una memoria verbal para recordar tales “decisiones” ni tales incompetencias.

Pero sobre esta piedra edificaré mi edificio de carácter y personalidad posterior, es como un andamio estropeado que no sirve para encajar ciertas exigencias posteriores. Se salvaguarda de este modo la personalidad y también el principio de realidad, el individuo aparece como normal pero en realidad está magullado.

Ni sabe porqué ni encuentra a ningún especialista que se lo diga.

La Neuropsiquiatria nunca debió escindirse en dos especialidades.

De la razón por la que los pacientes de FM reniegan de la Psiquiatría:

¿Qué es lo que ha hecho que esta enfermedad haya sido arrancada de los saberes médicos psiquiátricos y psicológicos y puesta en manos de distintos especialistas sin tradición en el tratamiento de conflictos psicológicos?

Mi explicación es que nadie quiere correr con la carga del estigma que arrastra la enfermedad mental, lo malo de esta huida hacia adelante que han recorrido los fibromiálgico/as es que se han alejado de los especialistas que mejor hubieran podido ayudarles y han caído en manos de especialistas que en el fondo saben que ahí hay un sufrimiento mental al que no saben poner remedio ni saben nombrar salvo con la palabra “simulación”.

Y la Totalidad y el cuerpo es una totalidad no se lleva bien con las partes cuando alguien le pone diques a su expresión


De Dora a lady Gagá (III)

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Tomo prestado el titulo de este articulo de Javier Ramos Garcia para preguntarme si las pacientes histéricas de Freud como Elisabeth R o Dora fueron las precursoras de esto que hoy conocemos con el nombre de fibromialgia,

De Elisabeth R y de Dora ya hable en sendos anteriores post, de manera que recordaré algunas cuestiones comunes a ambas. Aqui hay un post sobre Elisabeth R y el concepto de trauma en Freud.

Santiago Castellanos es de los que piensa que Elisabeth R era efectivamente una precursora de la fibromialgia, podeís leer su post para seguir su argumentario. Pero yo no estoy de acuerdo con él, creo que Elisabeth R desarrolló un síndrome conversivo, tipicamente histérico, el dolor en su muslo, precisamente en el lugar donde su padre descansaba su pierna. Personalmente no creo que aquellas pacientes de Freud tuvieran ningún trauma más allá de haber sido relegadas a cuidar de sus padres enfermos (el caso de Elisabeth R) o a servir de señuelo para las corredurias del padre de Dora (en el caso de Dora).

Dora fue acosada -como todo el mundo sabe- por el Sr K, que era el marido de la señora K, amante secreta del padre de Dora. Freud no supo ver que la enfermedad de Dora (que era un síndrome somático funcional) se debía a sentirse desprotegida por su padre ante la insistencia erótica del Sr K. Hay hablaríamos de una especie de acoso complicado por incestuoso y no de histeria.

Aunque en realidad si había un equivalente parecido a la actual fibromialgia en aquel tiempo: se llamaba neurastenia (hoy hablaríamos de fatiga crónica) y era mucho más frecuente en hombres que en mujeres, pero no existen descripciones clásicas claras sobre el cuadro que hoy conceptualizamos como fibromialgia. de modo que podemos decir que la fibromialgia es una enfermedad o síndrome nuevo, propio del Zeitgeist de nuestro tiempo.

El caso de Lady Gagá.-

En septiembre de 2017, Lady Gaga, cantante, compositora, productora, bailarina, activista y diseñadora de moda revela a sus 31 años (El País, 14.9.17), a través de su cuenta de twitter que sufre fibromialgia (FM), un síndrome de carácter crónico y etiología desconocida que se caracteriza fundamentalmente por clínica dolorosa generalizada y sensación de fatiga, pero que suele acompañarse de síntomas diversos, incluyendo, en la mayoría de los casos, alteraciones en el estado de ánimo y sufrimiento emocional.

Como sucede en tantos otros pacientes aquejados de FM, Lady Gaga, como también le sucedía a Dora, habla de experiencias biográficas de carácter traumático, por ejemplo, en la esfera de lo sexual. Y expresa al hablar de su dolencia algunas ideas que evocan propuestas como la de solicitación somática, empleada por Freud para dar cuenta de la patología histérica. Desde esa perspectiva psicodinámica, el trauma psíquico estaría en la base de síntomas histéricos que se inician como consecuencia de una solicitación somática y se perpetúan como consecuencia del valor psíquico que tales síntomas tienen. Algo en lo que es difícil dejar de pensar cuando Lady Gaga transmite a través de las redes sociales que su dolor, “que es duro pero liberador” (El País, 14.9.17), expresa probablemente muchas cosas. En sus palabras: “Hay algo dentro de mí que cree que el dolor es un micrófono” (Ibid.).

Lady Gaga había venido revelando una historia difícil, con experiencias de bullying en la infancia y con funcionamientos autodestructivos durante la adolescencia que podían vincularse con el hecho de haber conocido en carne propia sentimientos de humillación, aislamiento, depresión. Junto a esto, la artista, que ha venido sufriendo alteraciones anoréxicas y bulímicas desde los 15 años (Pereda, 2012), había sido víctima de una violación a los 19 años, siendo el agresor un hombre que duplicaba su edad (El País, 2.3.2016), y conllevando esa experiencia terrible un “Trastorno por Estrés Postraumático”.

Este extremo, revelado de modo sorprendente en el curso de una entrevista en la cadena norteamericana NBC, permitió que la ganadora de varios premios Grammy hablase de su “trauma vital”, de cómo “los secretos te ponen enfermo y te hacen sentir vergüenza” (El País, 8.12.2016), y de su convicción acerca de que “es muy importante recordar a los niños que están sufriendo una experiencia traumática o de abandono que no están solos, y que son amados” (Ibid.).

Toda una serie de antecedentes complejos que muestran en el caso de este emblema de la cultura de masas la muy frecuente conexión entre cuadros somáticos como la FM y experiencias biográficas adversas, de carácter traumático (Kempke et al., 2013a; Kempke et al., 2015; Borsini et al., 2014; Häuser et al, 2015), pudiendo por otro lado establecerse un enlace, muy apreciable en la clínica cotidiana, entre los síndromes en los que el cuerpo duele y aquellos estilos personales marcados por la autoexigencia y el perfeccionismo (Kempke et al., 2013b; Kempke et al., 2016). Resulta casi un lugar común la experiencia de pacientes cuyo narcisismo maltrecho se sostiene gracias a la búsqueda constante del éxito; que persiguen sin cesar metas, en una carrera que solo se detiene cuando el cuerpo, exhausto y dolorido, dice basta y ordena parar. Un funcionamiento que Lady Gaga muestra de modo palmario en el documental Gaga: five foot two (Moukarbel et al., 2017, disponible en Netflix).

Sin embargo el caso de Lady Gagá es un caso extremo que no representa a la paciente fibromiálgica media, que suele ser una mujer de edad media en los últimos años de su  vida fértil, que comenzó un cuadro de dolor musculo-esquelético después de un accidente de tráfico, un golpe banal, o bien de forma espontánea tras una tracción sin importancia.

Es interesante conocer la teoría de Robert Scaer sobre el trauma cuyo libro “El cuerpo soporta la carga” que preside este post: Scaer que es un medico rehabilitador que trabajó sobre todo con pacientes afectos de “latigazo cervical”, propuso que el daño y el cuadro clínico con tendencia a la cronicidad no era causado por ninguna lesión sino que se trataba de una clínica ligada al propio trauma y que no había equivalencia entre la gravedad de uno y de la otra. Traumas cervicales muy leves podían dar lugar a cuadros clínicos severos  e invalidantes pues en cualquier caso es el cuerpo quien soporta la carga del trauma aunque siempre lo pensamos como algo psicológico, es decir algo que la paciente hace a propósito para llamar la atención o algo parecido.

En este post podeis seguir el argumento de Scaer: para él el trauma es trauma porque genera una respuesta de “congelación” lo que supone un estado mental especial del que los humanos tenemos muchas dificultades para recuperarnos. Se trata del estado mental que en este post llamé hipobloqueo. En cualquier caso otra vez el vago haciendo de las suyas.

La causa de la fibromialgia es entonces una sobrecarga, un estrés o si se quiere un trauma, algo que acaece en una determinada personalidad. Suele decirse que las enfermas son personas que no saben relajarse, es esto cierto y si lo es a qué se debe?

Las pacientes que presentan esta enfermedad suelen ser personas hiperactivas, competentes, responsables, trabajadoras y a veces incluso perfeccionistas que desarrollan una gran actividad física o mental y no suelen saber parar a reponer fuerzas pues están permanente activadas en un estado de alerta que las hace aparecer como eficaces y confiables sin que sean demasiado conscientes de esa sobrecarga que se autoimponen. A veces llevan sobre sus hombros problemas familiares desempeñando un papel de guía o de alivio para otros miembros de la familia, suelen ser abnegados o resentidos pero siempre despiertos y vivaces hasta que un buen día el cuerpo les manda un mensaje a veces en forma de accidente casual, otras de lesión deportiva, otras de una enfermedad intercurrente o de una simple contractura.

Y aquí empieza el calvario de estas personas que no son capaces de asumir su incapacidad o limitación. “¿Si siempre lo pude hacer por qué ahora no puedo?” Esta es la pregunta-argumento que plantean las fibromiálgicas con mucha frecuencia: no es que no sepan reponer fuerzas es que necesitan desarrollar toda aquella actividad para promover su autoestima, su autoconcepto depende en cada caso individual de ese rol de carga pues eso es lo que aprendieron durante su infancia, instaladas en ese valor-guia se someten a continuas e intensas sobrecargas y cuando tienen que parar enferman precisamente a causa de no saber integrar su incapacidad. se trata simplemente de un estilo de vida que se manifiesta a través de la incapacidad de dosificarse, de aplazar actividades, de contemplar la vida en forma de todo o nada o de priorizar las actividades según un criterio de sentido común: las fibromiálgicas no suelen discriminar lo urgente de lo importante.

Al lector que haya llegado hasta aquí:

¿Cree usted aún que los factores psicológicos no tienen importancia en la fibromialgia aunque sea para mantenerla? ¿Qué es lo que ha hecho que esta enfermedad haya sido arrancada de los saberes médicos psiquiátricos y psicológicos y puesta en manos de distintos especialistas sin tradición en el tratamiento de conflictos psicológicos?

La Neuropsiquiatria nunca debió fragmentarse en dos especialidades.

Las pacientes afectas de FM no quieren saber nada de los psiquiatras e incluso han promovido lobbies para impedir que fuera considerada una enfermedad mental.

Yo ya he dicho en esta serie de post que la FM no es una enfermedad de causa mental sino nerviosa pero que los factores psicológicos y de personalidad influyen en su evolución sin contar claro está la yatrogenia que este tipo de pacientes pueden encontrar en su evolución, me refiero a mala praxis médica.

La vida íntima de las palabras

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George Lakoff es un lingüista cognitivo que ha investigado y es conocido por su teoría del marco o “teoría del frame” y que ha estado vinculado a equipos “progresistas” es decir democratas de EEUU. Ando ahora leyendo este libro que preside este post que comienza con la siguiente propuesta:

“No pienses en un elefante”

¿Qué supones que sucedería si alguien te pidiera precisamente eso?

Pues que inmediatamente aparecería en tu mente alguna imagen de un elefante, o de sus orejas, o de su piel paquidérmica o de su trompa, de la estepa africana o de cualquier otro elemento relacionado semánticamente con él. Es imposible dejar de pensar en un elefante cuando alguien te pide que no pienses en él. Dicho de otra forma la palabra “elefante” enciende algo en nuestro cerebro que nos lleva de inmediato a enmarcarlo en otro conjunto de imágenes o palabras que extienden su significado a otros elementos.

La idea central de Lakoff es que la metáfora, más allá de ser un aspecto formal del lenguaje, nos permite estructurar conceptos a partir de otros. La forma en que realizamos este proceso depende de nuestra experiencia directa en el mundo, a través de nuestro cuerpo. Sin embargo es que la imposibilidad de dejar de pensar en un elefante va a comportarse como una paradoja y no tanto como una metáfora. ¿Que pasaría si la peticion de dejar de pensar en un elefante procediera de una autoridad militar a la que no se puede desobedecer y que lleva implícito un castigo?

Es por eso que:

“Prohibido prohibir” es una paradoja y no una metáfora. pues las palabras no solo remiten unas a otras sino que atraviesan distintos niveles de complejidad, distintos marcos por así decir, marcos que están en cierto modo jerarquizados: de ahí la paradoja, lo que es verdad en un nivel deja de ser cierto en otro o aparenta una contradicción entre tipos lógicos.

En realidad las ideas de Lakoff no son nuevas, ya Freud entendió que las palabras cuando entran en nuestro cerebro se someten a dos operaciones: la condensación y el desplazamiento que más adelante otros lingüistas como Saussure propusieron llamarlas metáfora y metonimia. La paradoja seria no solo una operación de desplazamiento de las palabras sino un cambio de nivel: de lo concreto a lo abstracto con persistencia de ambas definiciones en una sola frase.

Pues prohibir que no se prohiba algo en en si mismo una paradoja.

Es decir algo imposible, de lo que podemos rescatar solo una verdad que está oculta en algún lugar del lenguaje: que prohibir es una mala estrategia de gobierno, es mejor seducir.

En realidad Lakoff trabaja en el campo de la política y enseña a los políticos a utilizar el lenguaje de un modo eficaz para sus fines, pero tampoco en esto ha sido pionero pues en realidad el uso conceptual de las palabras para modificar intenciones y percepciones de la realidad procede de un comunista italiano llamado Antonio Gramsci al que Mussolini encerró a perpetuidad en la cárcel donde tuvo tiempo para pensar en su teoría que llamaremos una “teoría de la hegemonía”. Para Gramsci la realidad viene definida conceptualmente por aquel que ocupa el poder, de manera que para subvertir ese poder es necesario cambiar las palabras para poder modificar el marco de pensamiento.

Orwell inventó o tomó prestado de Gramsci Orwell el concepto de neolenguaje que viene a decir más o menos lo siguiente:

Antonio Gramsci (1891-1937) fue en realidad el inventor del neolenguaje, de lo que se trata es de cambiar a través de las palabras el significado de una anterior aunque conservando algo de su esencia.

Una especie de traslación, de phoroi o de mudanza entre un significado viejo y su permuta por otro nuevo. Algo así como una metáfora, sin intención poética sino de perversión del lenguaje y del sentido de las palabras.

Recordemos el concepto gramsciano de “hegemonía”:

“Hegemonía es un conjunto de ideas dominantes presentes en la

sociedad, a las que la gente da un consentimiento

aparentemente natural.
La hegemonía manda, no por poder coercitivo económico o político,

sino a través de un discurso, o a través de significados con el que logra un consenso libre y cómplice”.

O lo que es lo mismo si logramos cambiar el discurso y sus significados es posible cambiar el poder de manos. Necesitamos pues una nueva “hegemonía”, en el caso de Gramsci, el ascenso del proletariado al poder. Y para cambiar ese discurso hace falta agitación social, es decir repetir hasta el paroxismo esos nuevos significados a fin de socavar la linea de flotación del poder constituido.

Pero no sólo agitación sino modificar los frames, los marcos conceptuales de la gente, algo que hoy gracias al poder de los medios, la propaganda y el agit prop de las redes se encuentra a disposición de aquellos agentes que intervienen en un debate o pseudodebate.

Observen esta proposición:

“Unidas podemos”

Se trata de un partido político español como todo el mundo sabe, se trata de una marca que contiene dos palabras “Unidas” y “Podemos”. La primera nos remite a pensar en un partido de mujeres, la segunda al eslogan de Obama “Yes we can”, es decir “Si, Podemos”. Se trata del eslogan con el que el partido de Obama se presentó y ganó las elecciones de 2009. Lo interesante del eslogan del partido español es que su jefe (sus secretario general), así como los miembros de su plana mayor son hombres, ¿cómo es posible esa disonancia?

Nuestro cerebro se las arregla para arreglar esa disonancia (que sigue percibiendo) ocultado la evidencia de que “Unidas” no encaja bien con los varones que gobiernan ese partido, simplemente no le presta atención.

Es un ejemplo muy plástico para entender como funcionan los marcos: es un partido de mujeres que “pueden” conseguir lo que quieran (como los hombres): el fin de la guerra, promocionar y visibilizar a ciertas minorías, arreglar el planeta, detener la degradación de los mares, tener casas para todos, etc. Simplemente UP es un partido de mujeres que pueden, ¿quién va a resistirse ante tamaña promesa?

Esta es la idea fundamental de la teoría política de masas que según Gramsci sustituiría paulatinamente a la vieja clase dominante por una clase nueva, que naturalmente y con todo el derecho del mundo barrería a la antigua, lo que no dice Gramsci es qué sucedería en el futuro con esa clase de nuevo poder que una vez establecido tendería a comportarse como el anterior, con formas tiránicas, no hay que olvidar que Orwell era un comunista que escribió 1984 después de su experiencia en España durante la guerra civil. Orwell no hablaba de oídas, estaba hablando en su libro del comunismo real.

El éxito de una ideología ya no depende de la coerción, ni del sentido común o de que nos proporcione herramientas útiles para comprender la realidad. Eso que llamamos post-verdad es una forma de admitir que Gramsci tenia razón y que podo importa si Iglesias, Garzón, Echenique y Monedero son hombres: lo que importa es que Unidas Podemos son mujeres que pueden. Y ahí radica también -aunque sus dirigentes no lo sepan- su debilidad.

Hacer creer a sus votantes que las mujeres en general estarían más y mejor representadas en este partido es un error conceptual aun suponiendo que todas las mujeres fueran feministas y votaran UP, pues deja a los hombres fuera del reparto y no todos los hombres son feministas y son muchos los que perciben la dicotomía. Por otra parte un partido solo de mujeres, de jubilados, de escritores, de periodistas o de cualquier otra división por género, edad o profesión no tendría ningún éxito.

“Todos y todas” me parece una versión más light del mismo mensaje y aunque es una aberración lingüistica no cabe duda de que ha tenido mucho éxito a la hora de que las mujeres se sientan incluidas en él. Al fin y al cabo la política hoy depende de la seducción y no sabe duda de que Pedro Sanchez es un gran seductor.

Otro cambio en el lenguaje cotidiano que ha tenido mucho éxito es la palabra “género”, aplicada no sólo a los crímenes de pareja intima sino a otras cuestiones como la identidad sexual:

Atención a la metáfora:

El sexo es algo cerrado, o se es hombre o se es mujer, (la anatomía es el destino, decía Freud),el género es algo abierto: se puede ser hombre con preferencias de mujer, con la sensación de vivir apresado en un cuerpo que no corresponde a la “verdadera identidad”, se puede ser hombre con orientación sexual inversa a la esperada, se puede ser bisexual, pero se puede ser también un hombre que se siente atraído por las mujeres para hacerlo desde el punto de vista femenino -lesbiano-. vale la pena leer el libro de Jose Luis Sampedro, “El amante lesbiano” para advertir la multiplicidad de identidades que pueden apresarse solo cambiando una palabra de sitio.

De manera que como el sexo no puede cambiarse lo mejor es cambiar la palabra que lo define, ya no hay sexos sino géneros que incluyen todas las diversidades del deseo, cualquier cosa puede ser formulada con esta permuta, basta con desearla y hacer agitación social para que sea aceptada por la mayor parte de una población aturdida y con pocas ganas de ser señalado como “intolerante”.

Pero este cambio tiene efectos secundarios, el principal de ellos es lo que Erickson ha llamado la difusión de la identidad. Este concepto es muy fácil de apresar y puede hacerse contestando a la siguiente pregunta:

¿Si puedo elegir ser cualquier cosa entonces quién soy yo?

El asunto es que si puedo elegir cualquier identidad a la carta como sucede en los restaurantes entonces se nos plantea un problema, ¿Cómo distinguir el capricho del deseo? ¿Cómo puedo estar seguro de quién soy?  Si no existe esa plomada del cuerpo (de la sexuación) que nos enmaraña con un cuerpo determinado, entonces no puedo estar seguro de nada, se ha emborronado la mismidad.

Y puedo ser cualquier cosa, lo que es lo mismo que decir que no sé quien soy, mi identidad de ha esfumado en la pira de las oportunidades de ser.

Las palabras tienen vida propia pues liberan marcos conceptuales diversos en cada persona, son en este sentido nada ingenuas y cuando veamos una permuta de este tipo tenemos que ponernos a pensar, ¿donde me quieren llevar? o ¿a qué marco me pretenden derivar?

¿Qué sabemos del amor?

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No cabe duda de que es una de las palabras más buscadas en google, también la que está más presente en las canciones, en la literatura, en el arte y por doquier en nuestra vida. Todo el mundo cree saber de qué hablamos cuando hablamos de amor, pero ¿lo sabemos?

Me propongo navegar por este concepto de manera que antes de nada diré algunas cosas que pueden confundirnos. Me interesará sobre todo averiguar si hay un amor verdadero y otros que son como esos sucedáneos como el falso caviar de supermercado o como dice la copla “la falsa moneda”

Para empezar no es amor el “gustarse” aunque el gusto puede ser la antesala del sexo o del erotismo en general, pero el gusto o las preferencias no explican del todo ese sentimiento que conocemos con el nombre de amor. A mi me gustan los macarrones o leer y es obvio que no estoy enamorado de ellos. Tampoco la admiración por la inteligencia o la belleza representan al amor que tiene siempre algo de inconveniente y carece de incentivos. Naturalmente codiciar el dinero o el estatus del otro tampoco es amor aunque puede llegar a pactar con él.

Acabo de poner una palabra sobre la que me interesa profundizar, me refiero a “enamorado”. El enamorado es la condición del amor (sustantivo él) y que le adjetiva de alguna forma. Ya sabemos una cosa: para que exista amor es necesario que previamente haya habido un proceso que podemos denominar “enamoramiento” o “encantamiento”. El enamoramiento en este sentido seria un tránsito, un inicio de algo una captura. Una especie de cóctel químico que nos lleva a buscar, perseguir, lograr un acercamiento con la persona indicada. Naturalmente estoy hablando del amor romántico.

Pero no todos los amores son románticos, habrá que recordar ahora la amistad, lo que me lleva a pensar que todos los amores conocidos son en realidad subespecies de un tronco principal. Puede trazarse incluso una genalogía evolutiva del amor, pues todos los amores proceden de una especie o clase principal y esta especie no puede ser otra sino el amor de madre e hijo. Un invento de los mamíferos.

De manera que el amor tiene que ver con las mamas, con el contacto físico, con el tacto, con las palabras, con la protección y la leche. Y con las hormonas que riegan el cerebro de la madre, pues sin estas hormonas no habría en realidad maternaje y los bebés serian abandonados en contenedores: los cambios que se producen en el cerebro proceden de estas hormonas que son gatillos que favorecen la respuesta a las demandas del bebé, así su llanto y sus vocalizaciones provocan disparos neuronales en las madres, estos cambios en la madre se han llamado de muchas formas pero para entendernos le llamaremos “amor de madre”. Ese lema que  se graban algunos legionarios en el brazo.

Claro que esta idea de que el amor romántico procede de un tronco  que llamamos madre no gustará a mis lectores románticos que prefirirían apelar a algo misterioso mas bien relacionado con el hallazgo de algún atributo inefable en su pareja. Me adelantaré para decir algo a este respecto: nadie sabe porque ama a quien ama y nadie sabe tampoco porque nos aman quienes nos aman. A diferencia de la amistad donde sabemos muy bien porque somos amigos de nuestros amigos.

Lo que es seguro es que no nos aman por lo que creemos, ni amamos por lo que declaramos. Cualquier intento de poner palabras o atributos a ese querer tropieza con una paradoja: podríamos hacer un listado con las condiciones que pondríamos para enamorarnos y al fin no enamorarnos de su portador.

Pues el amor no puede mirarse a la cara, si lo hacemos desaparece.

Así le sucedió a Eros, o mejor así le sucedió a Psyché:

En síntesis el mito señala las dificultades de Psyché para encontrar marido a pesar de ser la más bella entre sus hermanas (o quizá por eso mismo) que habían accedido a matrimonios con reyes, representando los matrimonios convencionales. El padre de Psyché decide consultar al oráculo para saber cual era el destino de su hija.  El resultado de la consulta es desesperanzador y parece anunciar para ella un destino complicado. Cumpliendo las instrucciones del oráculo, Psyché es abandonada a su suerte en un acantilado a la espera de su trágica muerte, pero Eros pasa por allí y la rescata.

 

Pero hace algo más que rescatarla, la lleva a un palacio lleno de riquezas y sirvientes y la concede el derecho de vivir allí siendo su esposa, con dos condiciones: la primera es no mirarle nunca a la cara, la segunda es no preguntar. Eros aparece cada noche en el tálamo nupcial a cumplir con sus deberes. Es necesario señalar que estamos en este momento frente al amor carnal y que la imposición de Eros, de no ver, no preguntar equivale a un desconocimiento, a una ignorancia, no ver es un equivalente a un no saber.

Y aquí se le plantea a Psyché un dilema que se confronta con su opuesto: el deseo de saber. Una mujer desea ser protegida y dominada por su esposo pero sólo mientras mantiene oculta la otra parte del deseo: proteger y dominar a su pareja. Pero Psyché aun no sabe de la naturaleza dual del poder y esa es la parte que entrará en escena a partir de ese momento, Psyché no podrá sino obedecer a su pulsión de saber y mirarle a la cara a su esposo inducida, sobre todo, por los consejos de sus hermanas que movidas por la envidia de la buena suerte de Psyché la inducen a descorrer el velo de la sabiduría.

El castigo no se hace esperar y Eros desaparece del palacio y vuelve con su madre Afrodita que enfurecida disuelve el sortilegio volviendo a confrontar a la desobediente Psyché a un nuevo periplo trashumante. Entonces ella decide afrontar la suprema humillación para una mujer: encarar a su suegra y suplicarle el perdón. Afrodita es sin embargo una diosa intolerante cuando se ponen a prueba los dones del amor, es entonces cuando decide someter a su aspirante nuera -la inocente Psyché- a las tareas que conté en este post.

Lo interesante de este mito es que nos enseña algo fundamental sobre el amor: Psyché no conoce a Eros,es decir no sabe la razón de porqué la eligió y no puede mirarle a la cara que es una manera de decir que no puede saber, ni preguntar sobre esta cuestión, solo puede amar y ser amada. Aceptar esa condición en la que Eros nos invade y nos captura es pues condición para el amor.

Ser amado es soportar, dejarse capturar por el otro.

De manera que amar es todo lo contrario de eso que llamamos autoestima. La autoestima o amor propio es en cierta forma lo opuesto al amor. Ser amado es lo opuesto a saber porque nos aman.

Aquí aparece la primera contradicción pues sabemos perfectamente porque amamos a nuestros hijos, los amamos porque son nuestros o dicho de otra manera: el nepotismo parece ser el origen de todo amor. El tronco fundamental desde donde evolucionó cualquier forma de amor está relacionado con la carne, con lo nuestro, con nuestra filiación, amamos a nuestra parentela porque es nuestra, necesitamos el amor para desarrollarnos, crecer y madurar, solemos llamarle “apego” pero en realidad el apego es la forma científica con que nombramos al amor. Sin amor no hay apego o el apego sufre graves distorsiones.

Ahora bien ¿cómo sabe el niño que su madre le quiere? o ¿cómo sabe la madre que el niño la quiere?

Bueno no hay manera de saberlo más que por aproximación. El niño no sabe nada del amor pero sabe que la mayor parte de su tiempo lo pasa junto a ciertas personas que cuidan de él, juegan con él, le estimulan o le calman, lo duermen, lo alimentan, etc.Es decir crean una urdimbre de afecto que da como resultado un bienestar difuso en compañía de esas personas conocidas que a su vez también disfrutan (aunque se fatiguen) de esa función que evidentemente supone un desgaste continuo. Un sacrificio que los padres cumplen a rajatabla promovidos por su “amor” paternal, esa mezcla de cansancio, dedicación y alegría por los progresos del niño. Dicho de otra forma, el bienestar del niño repercute y rebota en el bienestar de los padres aunque haya desgaste físico y cansancio. Esas señales de bienestar y de intercambio gozoso lo traducimos por amor, yo quiero a mi hijo y se que mi hijo me quiere a mi aunque a veces se enfade. Pero lo que hago en cualquier caso es traducir ciertas señales emocionales por un sustantivo abstracto: amor.

Y también miedo: pues ser padre es comenzar a tener miedo.

Miedo de lo que le pueda suceder a ese ser tan delicado y dependiente.

Tan necesitado.

¿Cómo evoluciona el amor según las edades?

Lo importante es recordar ahora que el amor es un genero (el amor de madre) y que las distintas formas evolutivas del amor proceden de ese tronco común. también es posible que la amistad evolucionara desde otro tronco injertado y que diera lugar a otros desarrollos paralelos con distintas ramas. La idea principal que preside este post es que el amor evolucionó desde el original sentimiento mamífero de la diada madre-hijo y que desde allí dio lugar a otros desarrollos que son intercambiables con el primero. Si nos representamos al amor como un zombie tal y como propone Eagleman, es muy probable que nuestras clasificaciones y subdivisiones del amor en ciertas parcelas independientes como amistad, amores abstractos (como amor a la patria), y el amor carnal o sexual sean zombies próximos si no el mismo.

Lo que es bastante evidente es que el amor romántico incluye la sexualidad. la sexualidad opera como un pegamento para el amor, al menos en edades reproductivas. Pero esto no significa que el sexo sea condición necesaria para el amor aunque quizá si para decepcionarse del mismo. No hay que olvidar que el sexo con o sin amor tiene mucho que ver con lo sublime pero también con el crimen.

¿Por qué el amor está relacionado con el crimen?

Pues porque Eros tiene un hermano gemelo que se llama Tanatos y podemos decir que el amor es inconsciente, del mismo modo que el odio. Y la peor noticia es que ambos van en el mismo pack.

El amor es una tecnología del inconsciente que se presentifica en forma de proyección. Una proyección es un movimiento mediante el cual un contenido mental es proyectado en la realidad, más concretamente sobre una persona significativa. Es por eso, por ser inconsciente por lo que no sabemos porque amamos a ésta y no a aquella y precisamente por ser inconsciente tampoco podemos saber porque odiamos a ésta y no a aquella.

El problema es que se proyecta precisamente aquello que no podemos retener en nuestro interior y transformar. Es por eso que en toda proyección no hay solo una ignorancia de qué nos atrae de esa persona sino también lo que no podemos perdonar de nuestros primeros escarceos con el amor.

Vale la pena leer esta entrevista que se le hizo recientemente a una psicoanalista llamada Alexandra Kohan

 

 

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Bridas y plomadas

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Hacía tiempo que quería escribir un post sobre esta cuestión que plantea este libro que preside este post y que trata de contestar a la pregunta: ¿Se puede creer en algo absurdo o incluso delirante y no estar loco? Si, se puede como en la canción de Machin tampoco está loco el que ama a dos mujeres a la vez.

Seguro que usted conoce a alguien así: me refiero a personas normales, bien adaptadas, razonables pero que al menos en un tema “pierden aceite”, por así decir,  estar cuerdo en casi todo menos cuando se toca determinado tema. Ese tema puede ser político, religioso, ideológico o de estilos de vida, en cualquier caso sectario y minoritario. Un ejemplo bien conocido hoy es la gente que cree que la tierra es plana, que las vacunas generan autismo o que nos rocían con chemtrails desde falsos aviones que son en realidad avatares para convertirnos en más tontos de lo que ya somos.

Con eso no quiero decir que los conspiranoicos estén todos locos (con ese tipo de locura razonante que describieron hace más de 100 años Serieux y Capgras). No todos los conspiranoicos están locos (aunque sean razonantes). Algunos tienen razón y la tienen porque las informaciones oficiales que recibimos a diario están contaminadas de instrucciones destinadas más a dominar que a informar y hay algo en los humanos que se rebela cuando percibe que nos quieren adoctrinar. ¿Cómo no van a haber conspiranoicos si los medios oficiales han dejado de ser creíbles? Ya hablé de los conspiranoicos en este post de manera que no voy a volver sobre ellos. Hay conspiranoicos de falsa bandera, quiere decir que están ahí para que la gente no crea en ellos debido a sus exageraciones e interpretaciones delirantes de fenómenos explicables de manera más sencilla, sin apelar a los masones, Sion, los jesuitas o  mafias bizarras destinadas a la pederastia.

Pero lo importante de esta reflexión previa es que los seres humanos somos muy vulnerables a las creencias y también a las anticreencias, es decir a creer en cosas absurdas e irrazonables solo por el hecho de que no nos creemos las versiones oficiales y por qué no decirlo: porque existen incentivos para pertenecer a una minoría, una especie de élite que detenta un cierto saber ajeno al común, de personas enteradas. Creer que las vacunas provocan autismo es un ejemplo de creencia delirante en personas razonables que se explica sobre todo por el hecho de que es una creencia exclusiva de gente supuestamente bien informada. Es una creencia cool.

Somos muy vulnerables a creer cualquier cosa y es por eso que cuando profundizamos en alguien empezamos a caer en la cuenta de lo bizarras, extrañas, o fantásticas que son algunas de sus opiniones Y sin embargo no están locos, es decir razonan perfectamente, no alucinan, ni deliran como los clásicos nos enseñaron. Son por decirlo en términos de Serieux y Capgras, delirantes interpretativos.

La realidad contiene datos y contiene información pero esta información ha de ser interpretada. Hay una ciencia de la interpretación llamada hermenéutica una disciplina que emergió para la interpretación de textos pero que usamos cotidianamente para computar la realidad que vivimos, sin saber una palabra de ella. De manera que todos interpretamos y todos construimos mapas para navegar por el mundo enmedio de una complejidad creciente que desafía nuestro cerebro y lo pone a prueba usualmente. Somos pues hermeneutas deficitarios.

Usualmente pienso en el post que voy a escribir mientras hago cola en el supermercado, paseo, tomo café o llevo a cabo alguna tarea que requiera movimiento. Hallo en el movimiento la necesaria inspiración para escribir después de elaborar durante días un tema concreto.

Y fue ayer mientras cercaba con alambre mi terraza de verano cuando tuve una revelación, al atar con bridas aquellos alambres.

Comprendí por fin lo que quiso decir Jacques Lacan con su conceptualización del synthome. Un synthome es un neologismo de síntesis entre síntoma y fantasma o dicho de otra manera un synthome es una brida, como las que até ayer e los barrotes de mi balconada para sujetar los alambres. Y una brida es algo que sujeta y sujeta algo que sin brida andaría suelto. Lacan lo conceptualizó como un anillo borromeo la forma en la que se relacionan los tres registros de la mente: lo real, lo simbólico y lo imaginario. El lector puede contemplar ese nudo borromeo integro, algo que caracteriza lo que entendemos como normales relaciones entre esos registros de la mente.

En este sentido el synthome seria una brida que construimos para sujetar un nudo borromeo inestable que puede deshacerse fácilmente. El synthome seria una especie de prótesis que nos serviría para mantener la cordura. Lacan en uno de sus seminarios utilizó el caso de James Joyce y su uso de la literatura para construir un synthome que le permitiría no enloquecer gracias precisamente a su prótesis, la literatura. Salvador Dalí podría ser otro ejemplo de como el arte puede servir de prótesis a una personalidad que sin ella seria muy vulnerable a enloquecer. O dicho de otra forma, somos muy vulnerables a la locura pero también disponemos de múltiples recursos para evitarla.

Una de las razones por las que somos tan vulnerables a la locura es porque no tenemos los suficientes anclajes a la realidad, pues la realidad -representada- no es exactamente la realidad-real sino un mapa de la misma.Necesitamos plomadas para atarnos a la realidad sin permitir que nos devore. Y la primera plomada es el cuerpo.

Ciertos autores como Stanguellini han investigado esta relación que el cuerpo y la mente llevan a cabo para resolver ese dualismo que nos apresa desde que tenemos uso de razón, ¿soy ese que piensa o soy ese que aparento?. A partir de la experiencia esquizofrénica Stanguellini llega a la conclusión de que:

Para entender esta cuestión es necesario que entendamos la diferencia entre cuerpo y “cuerpo vivido”.

Me experimento a mi mismo como el origen de mis experiencias. Esta forma de acceso a mí mismo es una forma primitiva de egocentrismo que es preverbal y prereflexiva, se trata de una experiencia inmediata en tanto que resulta una evidencia que no se da a manera de inferencia o criterio, no es un pensamiento, ni una emoción ni una cognición, es una experiencia de contacto primordial con uno mismo o autoafecto. A esta experiencia algunos autores le han llamado ipseidad y otros mismidad. No solamente se trata de una experiencia previa a toda experiencia sino una condición de la misma.

Una vez hemos definido al “cuerpo vivido” desde el punto de vista fenomenológico ya estamos en condiciones de entender que este constructo es el embrión de la corporeidad y la intersubjetividad puesto que el vinculo perceptivo entre el sí mismo y otra persona se basa en la posibilidad de identificarme con el cuerpo de la otra persona por medio de un vinculo de percepción primario del mismo estilo que me relacionó con mi propio cuerpo. En este sentido la propiocepción interviene en la comprensión de otras personas a través de una especie de sintonía corporal.

La cenestesia es el término a través del cual hablamos de la percepción interna -propiocepción en movimiento- del propio cuerpo mientras que la palabra cenestopatía describe las sensaciones corporales anormales. se trata de dos fenómenos muy descuidados en la psicopatología y la psiquiatría actuales. Fue Greek quien en 1974 acuñó este termino indicando que se trataba del medio por el que el alma se informa del estado del cuerpo.

Cenestesia  procede del griego koiné aesthesis que significa “sensación común”.

Y tan común porque el cuerpo habla continuamente, nos habla y aunque casi siempre nos habla de sensaciones corporales normales algunas veces estos mensajes estan cargados de sentido como sucede en la hipocondría, la histeria, la ansiedad y sobre todo en la esquizofrenia donde son características las sensaciones que implican extrañeza, entumecimiento, movimiento, tracción ,etc. Lo patológico no es la sensación en sí que es banal y carece de significado clínico sino la interpretación casi siempre delirante que los esquizofrénicos hacen de ella.

Lo anormal no es la percepción corporal en sí sino la forma en que le prestamos atención y que el autor denomina reconocimiento hiperreflexivo que seria un modalidad patológica del reconocimiento normal.

Se trata de una especie de sobreinterpretación de las sensaciones corporales que tienen mucho que ver con lo inefable, es decir que la cenestopatía aparecería cuando alguna sensación no puede categorizarse verbalmente, de la misma opinión era Henri Ey que consideraba que las alucinaciones corporales brotaban cuando el sujeto no puede nombrar una sensación corporal algo que la mayor parte de nosotros hacemos por medio de una metáfora un “como si”.

En este sentido alucinar es percibir el propio cuerpo de manera completa o parcial como un objeto o entidad viviente fuera de sí mismo es decir como algo transformado precisamente por la imposibilidad de la expresión metafórica.

En conclusión la experiencia-vivencia esquizofrénica es una experiencia de dualidad radical.

No existe pues plomada que nos ate a la tierra.

Stanguellini cree que la característica principal de la experiencia esquizofrénica es su ser incorpóreo.

Es precisamente la incorporeidad la que unifica las diversas dimensiones de la experiencia esquizofrénica, el centro de los centros. Hay una incoporeidad del Yo, y una incorporeidad de las relaciones del Yo con el objeto e interpersonales. La persona esquizofrénica se comporta como un cuerpo sin alma o dicho de una manera menos metafísica como si el sujeto sintiera que es un espíritu -una conciencia- adherida a un cuerpo que no es suyo, un cuerpo inanimado, un autómata.

Pues el esquizofrénico carece de sentimiento de mismidad.

La experiencia es pues una perdida de presencia, en los casos mas leves se siente separado de sí mismo, pero en los casos más graves existe un hueco, un agujero, un profundo desgarro, una experiencia de vacío nihilista “No hay nada en mi vientre” o “Soy solo un marco”. Un estado que lleva a una mecanización del cuerpo con tal de mantener unidas sus partes que han perdido entre sí sus enlaces.

Otra forma de experiencia del propio cuerpo es la de una total separación entre mente y cuerpo, una conciencia sólo teórica que vive como espectadora de sus propias percepciones, acciones y pensamientos, el esquizofrénico ve el mundo a través de su cerebro sin saber que es suyo lo que le lleva en ocasiones a proyectar afuera lo que en realidad le ocurre dentro.

Naturalmente los locos razonantes no son patologías tan graves como las que acabo de describir ( y que pertenecen a la esquizofrenia nuclear), ya he dicho que lo que les caracteriza es esa mezcla de locura y razón y cierto éxito cuando además tienen talentos especiales, sean artísticos o políticos. No olvidemos que el propio Rousseau sirvió de pretexto para ilustrar en esta reseña de Rafael Huertas el caso clínico paradigmático. Más que eso: los políticos que muestran este perfil tienen garantías de éxito entre la población, sobre todo en el mundo actual que se caracteriza por un exceso de reflexividad:

El individualismo nos legó el genio creador y la melancolía, la reflexividad nos dejó la vida interior y la esquizofrenia y la búsqueda de una identidad propia nos legó la emancipación y el vacío (Novella 2018).

La reflexividad es lo mismo que pensar, pero se trata de un pensar un poco especial. No se trata de pensar para resolver un problema de matemáticas, se trata de re-flexionar es decir de flexionarse sobre si mismo, o sea pensar sobre uno mismo. No cabe duda de que esta ganancia de la reflexividad que procede naturalmente de un individualismo anterior que apareció en el Renacimiento y el Barroco, tiene relaciones con la aparición de la esquizofrenia o al menos con eso que ha venido en llamarse “un hombre dividido”, una escisión que interesa sobre todo al cuerpo, generando un terreno de nadie entre la mente y el cuerpo que es rellenado de un espacio agrandado de intimidad yoica que es precisamente el lugar donde tienen cabida las vivencias esquizofrénicas.

La reflexividad fue sustituida por la identidad, una secuela de la postmodernidad que vino a introducir nuevos dilemas en la Psiquiatria

Pero lo que es cierto es que sin bridas ni plomadas el andamiaje no se sostiene.

Bibliografía.-.

Enric Novella: “El discurso psicopatológico de la modernidad”: Ensayos de historia de la psiquiatria (2018).

Un capitulo con un caso clínico de las locuras razonantes.

El caso Rousseau.

Memoria e identidad (I)

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Los lectores de este blog saben que uno de los campos de mi interés son los trastornos de la identidad y que he dedicado algunas entradas a esta cuestión siempre desde el observatorio de la patología. En este post y el siguiente me propongo abordar esta cuestión de la identidad desde abajo, es decir atendiendo a su formación.

La identidad es de todos los conceptos psicológicos el mas deletéreo y nebuloso, al contrario de otros constructos como la personalidad que ha recibido mucha atención por parte de los investigadores. Uno de los profesionales que más han investigado sobre este tema es Eric Erickson, con su concepto de “difusión de la identidad”, De ese post voy a rescatar una definición de la identidad:

“La identidad es ese sentido de continuidad en la experiencia de nosotros mismos, una continuidad histórica, generacional, nacional, étnica y subjetiva, que incluye valores, creencias y un sentido de pertenencia a algo supraindividual, a algo que está más allá de nosotros mismos trascendente o banal pero que en cualquier caso es una experiencia compleja que incluye a la memoria, a la autoimagen, a la vivencia del tiempo y a las emociones y valores, sobre todo a esa difícil síntesis entre el apego y a la autonomía personal”.

En este post voy a ocuparme de las relaciones entre la identidad y la memoria. Así he titulado el post a pesar de que Juan Pablo II escribió un ensayo ecuménico sobre diversos temas de interés para los católicos y que también tituló así. Advierto al lector que el titulo de mi post y el ensayo de papa polaco no tienen nada que ver.

Personalmente creo que si el constructo de la identidad nos aparece como algo numinoso es precisamente porque nadie que yo sepa -hasta hace muy poco tiempo- se había ocupado de señalar hacia la evidencia de que la identidad es algo así como un órgano inmunológico que nos permite discriminar lo que es Yo, de lo que es no-Yo.

Efectivamente, agenciarse una identidad es algo vital para cualquier individuo, pero es evidente que lo que llamamos identidad no es lo mismo para un ciudadano occidental actual que para un indio navajo o un habitante de Nueva Guinea. La identidad contiene elementos tribales y colectivistas y en ciertos entornos nadie se preocupa por saber la identidad propia ni la de otra persona que viene definidia por la cara,su morfología o su carácter. Más comúnmente la identidad en esos nichos arcaicos viene definida por la procedencia, es decir por el linaje..

Y no cabe duda de que para nosotros -los occidentales actuales- envueltos en una búsqueda paroxística de una identidad desgajada del común es una tarea poco corriente en el desarrollo de aptitudes psíquicas en comparación con aquellos que nos precedieron. La hipertrofia de la subjetividad nos ha llevado hacia un lugar en el que construirse una identidad (pues toda identidad es un constructo, es decir no nos viene de serie) es una tarea complicada para nosotros los hombres post modernos.

Cada vez es más difícil diferenciarnos de los demás. Debe ser por eso que lo identitario ha cogido tanta fuerza entre nuestros conciudadanos. Pues tan necesario es agenciarse una identidad exclusiva como parecernos en algo al grupo. Se trata de dos fuerzas en permanente relación dialéctica: el apego y la independencia.

Randolph Meares es un psiquiatra australiano del cual he hablado en este blog algunas veces y le he nombrado como precursor de una serie de ideas relacionadas con lo traumático. La idea principal que quiero rescatar ahora es aquella que relaciona cada trauma y sus destinos con la edad en que se recibió, es decir lo que Meares plantea es una semiología del trauma siguiendo las fases del neurodesarrollo. Más allá de eso Meares se plantea preguntas muy interesantes como por ejemplo ésta: ¿Es necesario haber sufrido un trauma para disociarse?¿ Por qué la mayor parte de las personas sufren traumas y no desarrollan un TEPT? ¿Es la resiliencia al trauma la regla y no la excepción?. Meares navega sobre este tema apoyándose en las memorias sucesivas que van apareciendo secuencialmente en el niño y para ello es necesario repasar como funcionan nuestras memorias según el momento de la vida en que nos encontremos.

Mateo y sus memorias.-

Mateo es mi primer nieto y el responsable de mi deplección de oxitocina pero también es el responsable de que me haya abonado a la observación de su evolución neurológica y mental a partir de esa plataforma que son los niños de corta edad.

1) Sistema de representación perceptual

Se desarrolla en la primera semana de nacido. Reconoce voces, acciones, formas, canciones, olores (sobre todo de la madre y la leche) y caras. No involucra experiencia previa de recolección explícita, es decir aparece ex novo. Es no verbal y no consciente. Funciona sin darse cuenta y aparece sobre un trasfondo no conceptual. Es simple percepción y con la repetición del estimulo el niño va configurando un mundo previsible de cuidadores y de sincronías (día-noche-mamadas).

Poco a poco el niño aparece mas despierto y curiosea el mundo sobre todo observando y oyendo e interactuando con balbuceos y sonrisas. Aprenderá pronto a conocer su nombre y a distinguir las voces de sus allegados y sobre todo a distinguir a los extraños.

2) Memoria Procedimental

Un poco más tarde aparece la memoria procedimental, se trata de una memoria motora que se estabiliza y expande con la deambulación. La memoria procedimental está asociada con el desarrollo de habilidades motoras y el repertorio de juegos y canciones que se fundamentan en la capacidad del infante para recordar experiencias del mundo. Y para traer a la mente un estímulo que no está inmediatamente presente. Por ejemplo, Mateo recuerda la existencia de cestas de juguetes y su lugar concreto en su casa y la de sus abuelos , y en la capacidad del niño para coordinar habilidades motoras específicas y comportamientos en base a este recuerdo.

La memoria procedimental se basa en la repetición, abrir y cerrar puertas, abrir cajones, lavadoras y volverlos a cerrar, explorar su interior y cambiar de lugar objetos que se dan por perdidos, hablar por teléfono llevándose un auricular mágico a las orejas y repetir siempre repetir.

En base a esta memoria de procedimientos, un infante es capaz de coordinar sus acciones para obtener un resultado particular basada en el recuerdo como obtener juguetes que están en un gabinete. Es no consciente y no verbal, el niño no se da cuenta de las circunstancias que lleva a este aprendizaje.

Pero aprende que hay cosas que no deben tocarse y que los padres enseñan para evitar que se lastimen, los cables, enchufes pantallas, etc recibirán siempre una llamada de atención por parte de los cuidadores. El niño aprende que “No toques eso” es una advertencia de algo prohibido (no sabe que es el peligro) y es posible que o bien desafíe tal advertencia como que obedezca, lo sabe mirando la cara de los cuidadores y aprende  a inhibir su curiosidad tanto como a distinguir las bromas de los enfados de sus cuidadores.

Dicho de otra manera la memoria procedimental sirve para recordar patrones fijos (PAF) de comportamiento motor (explorar) tanto como de inhibición de dichos patrones. Lo interesante de este tipo de memoria es que no depende de la voluntad, es decir no requiere que recordemos como se anda en bicicleta, simplemente sabemos hacerlo. Aprendimos a través del ensayo y el error.

Mateo tiene ahora 15 meses y ya balbucea palabras (silabas como ma o pa, también le gusta la ñ).Lo importante es que va produciendo sonidos, ensayando continuamente Pero aun no sabe qué significan. Pues aun no ha pasado por el desfiladero del lenguaje.

3) Memoria Semántica.

Mateo aun no ha llegado al segundo año de vida de manera que voy a hablar teóricamente a partir de ahora. La memoria semántica aparece en el segundo año de vida. Almacena “hechos”: es el conocimiento del mundo “como es” y el niño lo utiliza para navegar en él. Es verbal. Retiene nombres y atributos de los objetos del mundo que los rodea y realiza rutinas específicas para su navegación. Este sistema de memoria almacena un rango de aprendizajes acerca del mundo que pueden ser vocalizados pero que no son conscientes, en el sentido de que estos aprendizajes son recordados sin la memoria de los incidentes que la formaron. Algo que es muy importante de cara a comprender lo traumático porque esta memoria puede ser parasitada por dos tipos de eventos: 1) algo que se imaginó pero nunca sucedió y 2) algo que se atribuyó a un hecho cuando solo es una opinión. Imaginemos que le decimos a un niño entre dos y tres años que es un inútil, un vago o una molestia y que esa definición se repite día a día y constantemente.

El lenguaje asociado con este sistema de memoria es el de la adaptación y para lidiar con problemas. El niño guardará en su memoria su vagancia o inutilidad como un hecho. Como un hecho además imposible de modificar pues se formó sin pruebas y lo que se aprendió sin pruebas no puede modificarse con pruebas. Simplemente se instaló allí, en nuestra memoria ejerciendo su influencia sobre la identidad futura de una u otra forma.

4) Memoria episódica

Se desarrolla durante el tercer año de vida y consiste en la habilidad para recordar experiencias del pasado reciente como episodios específicos de su historia. Es verbal, se pueden decir y son memorias explícitas o conscientes. El/la niño-a se da cuenta de que está recordando incidentes específicos de su vida y no lo confunde con el presente.

Dicho de otra manera el niño es capaz de distinguir la realidad con la ficción ,sabe que lo que ve en televisión no es la realidad, que los cuentos no son de verdad a pesar de que disfrute mucho viendo dibujos animados o oyendo al abuelo contándole cuentos absurdos. Es capaz pues de trazar una linea divisoria entre su Yo real y lo que su Yo hace en los juegos y que no es real.

Comienza aquí una de las prestaciones más importantes de la memoria y que durará toda la vida con permiso del Sr Alzheimer: la memoria biográfica. Yo soy aquel que..

Durante el cuarto años aparece la memoria de trabajo.

Con frecuencia, la memoria a corto plazo se le llama también “memoria de trabajo”. Este sistema de memoria almacena recuerdos de experiencias de los muchos incidentes recientes en la vida de las personas. Provee orientación inmediata en sus esfuerzos para alcanzar tareas específicas y complejas, por ejemplo, hacer varias cosas al mismo tiempo: conducir y hablar por ejemplo. Está asociada con la memoria episódica. Es un sistema de almacén temporal de experiencias de incidentes recientes en la vida de la persona. Es verbal y consciente. Es evidente en la vida de los niños a partir de los tres años.

Si se afecta con la experiencia traumática, es muy difícil para la persona lidiar con más de una tarea a la vez, y la persona reporta sentirse crónicamente estresada en las tareas simples de la vida cotidiana.

5) Memoria autobiográfica

Se desarrolla en el quinto año de la vida. Es episódica, altamente selectiva, duradera y frecuentemente remota. Provee el fundamento para el sentido personal de la identidad que hace posible que la gente diga “esta es mi vida, esta soy yo”. Es consciente y verbal. Contribuye y es dependiente de la capacidad reflexiva, capacidad que hace posible “Esta soy yo”, “déjame que te cuente de mí”, “esta es mi vida”. Y hace posible declarar: “estos son mis pensamientos, mi memoria”. “estas son mis reflexiones” “Esta es mi historia” “esta es mi vida”.

Si se afecta por la experiencia traumática las personas tendrán dificultad en juntar un considerable trayecto de su vida a través del tiempo y esta sensación de “esta soy yo” se vuelve ambigüa y evasiva.

En el próximo post iremos un poco más allá con los extravíos de la memoria-identidad.

 

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