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La heurística del experto

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Elhombretatuadocubiertopormaquillaje3¿Tiene este hombre un doctorado por Harvard?

Heurística es un procedimiento generalmente abreviado y automatizado, consciente o inconsciente que nos sirve para tomar decisiones en nuestra vida cotidiana. Piense usted en la manera en que aparca su coche, se guía por estímulos visuales, apreciaciones ” a ojo” de las distancias y movimientos coordinados guardados en su memoria procedimental de tantas veces que ha llevado a cabo dicha maniobra.

Hay una heurística vulgar y cotidiana que nos sirve para usar en nuestra vida diaria y que nos permite apenas pensar en el procedimiento propiamente dicho. La heurística vulgar se caracteriza por las siglas WYSATI, un acróstico en inglés propuesto por Kahneman a fin de dar a entender que esa heurística atiende tan solo a un principio: “lo que ves es lo único que hay”, Los que leyeron el post anterior ya saben que este tipo de heurística tiene sus limitaciones, es por eso que podemos hablar de una heurística mejorada o una heurística del experto.

Es la forma en que piensan los policías, los jueces, los ingenieros y por supuesto los médicos. El diagnóstico médico es un buen paradigma para hablar de la heurística del experto. Pero antes de abordar como nos las arreglamos los médicos vamos a hacer una incursión en un procedimiento de Sherlock Holmes.

Taxis verdes y azules.-

En una ciudad cualquiera, una noche cualquiera un taxi atropella a un peatón y se da a la fuga. La policía comienza con sus indagaciones.

1) En la ciudad existen dos clases de taxis, unos verdes y otros azules.

2) Hay un único testigo poco fiable -según la policía- que asegura que el taxi era de color azul.

3) La policía averigua que los taxis verdes en la ciudad representan el 80% del total, siendo los azules solo un 20%.

¿Era el taxi, de color verde o como asegura el testigo era azul?

El lector puede hacer aquí su propia predicción.

Y ahora contemplemos el asunto visto de otra manera.

Y añadamos una información más:

“La mayor parte de los taxistas verdes son unos imprudentes, extranjeros y en su mayor parte ilegales”

¿Variaría en algo su predicción anterior?

Lo cierto es que la mayor parte de nosotros daríamos a esta segunda versión más peso de verosimilitud que a la primera. La razón de esta predilección es que mientras en la primera versión solo tenemos tasas estadísticas frías que no informan de nada, en las segundas hay un dato causal: si es verdad que los taxistas verdes son imprudentes entonces ya tenemos una hipótesis causal, existe una historia, un relato, una narrativa. En realidad el primer supuesto -puramente estadístico- informa mucho mas que el segundo, pero atendemos más al segundo al considerarlo más plausible. Sin embargo lo más probable es que el taxi fuera verde si atendemos a las tasas de frecuencia de taxis de la ciudad.

Dicho de otro modo es mejor echar mano de las tasas que de los estereotipos. Aunque la mejor estrategia es una combinación de ambos.

Los estereotipos.-

En realidad los estereotipos nos parecen detestables, cuando señalan razas, nacionalidades, sexo o religiones. Son una especie de prejuicios incompatibles con nuestra idea de la democracia, pero los estereotipos existen y representan atajos en el razonamiento de manera que un buen policia no deberia negarlos o subestimarlos. Entre otras cosas porque aun habiendo estereotipos que son falsos, como este (salido en la prensa de esta semana)

“Las mujeres que se perfuman son unas fornicadoras”

No todos son falsos sobre todo cuando se combinan con el pensamiento de tasas.

Naturalmente, el caso de  ”las fornicadoras” es un estereotipo falso, las mujeres que se perfuman no son más fornicadoras que las que no usan perfume suponiendo que fornicar signifique adulterio, que es al parecer la asociación-generalizacion que llevó a cabo el imán de Ceuta.

Pero hay otros estereotipos que son en todo caso inciertos y en algunos casos refuerzan el pensamiento en forma de tasas. Un policia haría mal en no sospechar -ante el asesinato de una mujer- en que el criminal es su marido o una pareja o ex-pareja. Aunque la “violencia machista” es un estereotipo contiene cierta verdad en relación con un pensamiento bayesiano.,Efectivamente la mayor parte de crímenes contra las mujeres los cometen parejas agraviadas. Es poco probable el asesinato de una mujer por otra mujer.

El diagnóstico médico.-

El diagnóstico medico es un buen ejemplo de heuristica por dos razones fundamentales:

1) a veces nos falta información para poder llegar a un diagnóstico de seguridad

2) a veces los síntomas que presentan los pacientes son recortados, es decir existen presentaciones atípicas que no permiten un diagnóstico estadarizado.

3) a veces los pacientes mienten u ocultan información importante.

Recientemente una lectora de este blog me escribió un email preguntándome sobre su caso, la pregunta era muy breve y era ésta ¿Puedo ser una anoréxica si no tengo entre mis propósitos adelgazar?

Si, se puede diagnosticar una anorexia mental aunque no exista el propósito de adelgazar. En realidad el propósito de adelgazar no define a la anorexia, sino la imposibilidad de recuperar el peso que correspondería por talla y edad, si además:

  • Estamos hablando de una adolescente.
  • Con amenorrea.
  • Cuyo IMC (indice de masa corporal es inferior a 18.

La causa más frecuente de inanición en nuestro entorno en una muchacha joven es la anorexia mental, las otras causas de inanición (cáncer, tuberculosis o hipertiroidismo) representan solo un 10 % de probabilidad, mientras que la probabilidad de padecer una anorexia mental es del 90 % si se cumplen estos criterios.

Si atendemos a las tasas podemos estar casi seguros de que la muchacha en cuestión es una anorexica mental aunque su sintomatología sea atípica o recortada. El problema es que las tasas informan poco o nada de la causa de la enfermedad y es por eso que preferimos adherirnos a otro tipo de explicaciones más “psicologicas”. Nos gusta construir historias y es casi seguro que nuestro cerebro -si es algo perezoso- preferirá una interpretación “con sentido” que la fría estadística que no presume relación causal alguna.

De modo que recomendé a mi contertulia que leyera este post donde ya hable de un caso que atendí personalmente y que como ella tampoco quería adelgazar, lo que buscaba, era -mas difícil todavía- engordar infructuosamente. En realidad se trata d eun post donde aventuré una hipótesis causal si bien mi diagnostico estuvo basado en tasas (probabilidades)

La idea que quise transmitir en ese post y en el actual es que en realidad el diagnóstico es una etiqueta (una conceptualización y no una cosa) y no debe ser considerado como algo inmutable. Una niña a esa edad puede haber perdido peso de manera brutal por cualquier razón distinta a hacer dieta para adelgazar, pero una vez se ha entrado en inanición, el organismo cambia y trata de mantener el estatu quo. La inanición es una especie de anorexia natural, que lleva a la paciente a una obsesivización e hiperactividad que mantienen la propia inanición, llamar anorexia o llamarla inanición es banal. Lo importante es saber que su tratamiento es el mismo.

Lo interesante por volver al principio del post y al caso de los detectives que buscaban al taxista culpable, es la siguiente idea:

Pensamiento bayesiano.-

1)Muchacha joven que perdió peso y se queja de que no puede recuperarlo,

2) Hay testigos (los padres) que dicen que come lo suficiente.

3) Existe amenorrea.

Si parece un cerdo, tiene hocico y cuatro patas y tiene rabo es un cerdo

Este es un ejemplo de pensamiento bayesiano que atiende a tasas.

Pensamiento causal.-

1) Las anoréxicas tienden a engañar.

2) Que manipula a los padres.

3( Que es muy dominante, perfeccionista o narcisista.

No añade más que un relato causal y con sentido para un psicólogo, pero no aporta mas verdad sobre la cuestión como la que aportan las tasas de taxis verdes/azules en la ciudad en la que se produjo el atropello

La verdad es estadística pero no sabemos qué significa.

Bibliografia.-

Daniel Kahneman: “Pensar rapido, pensar despacio”. Debate 2012



El futuro de la psicofarmacología: ¿un escenario de ficción?

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Decía Arthur Koestler que la humanidad solo tendria remedio cuando se descubriera un fármaco antiterritorial.

No se trata de una boutade sino de una propuesta que pone el dedo en la llaga sobre ciertos apriorismos que gozan de todo el respeto científico. Por ejemplo se desarrollan y usamos fármacos antidepresivos en la convicción de que son fármacos que operan mejorando las depresiones (cosa que puede ser cierta), como sí fueran farmacos específicos contra esa enfermedad.

Lo cierto es que no es asi, los antidepresivos son en realidad fármacos que pueden funcionar también como antidepresivos y que presentan numerosos efectos, unos indeseables y otros no tanto que pueden resumirse en uno: aumentan la indiferencia afectiva.

El apriorismo neurocientífico parte de la base de que todas las conductas humanas remiten en ultima instancia a un patrón, estructura o soporte neurobiológico alterado, cosa que se admite sin rechistar pero que tampoco es cierta. Tanto da si se trata de hambre excesiva, un gusto por las maquinas tragaperras, eyaculación precoz, hiperactividad, la imposibilidad de dormirse o el deseo de ser delgada o competente, son circunstancias conductuales humanas que no pueden reducirse a la alteración de algún circuito cerebral.

Lo que propone Koestler es en realidad una afirmación que desenmascara este apriorismo porque si hemos sido capaces de desarrollar psicofármacos contra la depresión, el miedo, las psicosis o las oscilaciones del humor ¿por qué no podemos desarrollar fármacos contra el egocentrismo, la territorialidad, la irresponsabilidad, la “cara dura”, el rencor, la desconfianza o el afán de lucro?

Tan psicológicos son los términos “depresivo” como “cara dura”, se trata de etiquetas que definen una conducta o un grupo de conductas, de modo que a Koestler no le falta razón cuando propone un fármaco antiterritorial como remedio de la humanidad, no tanto porque tal fármaco pueda llegar a existir sino porque si ese fármaco no puede existir tampoco puede existir un farmaco antidepresivo.

Pues tan lejos se encuentra la ·conceptualización o constructo semántico- “depresión” del registro neurobiológico como el apelativo de “cara dura”.

Naturalmente los psicofarmacólogos no son tan tontos como para creerse las propiedades que nos venden en los folletos de publicidad los comerciales, es por eso que cada vez más la investigación no tiende a buscar remedios globales para cada uno de los trastornos psiquiátricos sino a identificar dianas terapéuticas -endofenotipos- sobre modelos psicopatológicos sencillos. Por ejemplo no es lo mismo buscar un remedio para la dependencia a la cocaina que un fármaco anti-craving. El craving (la tendencia a buscar y atesorar un determinado tóxico  o la tendencia a asegurarse que no  faltará) sí es un mecanismo neurobiológico.

El problema es que el soporte neurobiólogico del craving (la repetición o anhelo de una experiencia) puede ser indisociable de lo que entendemos como deseo y es muy probable que un farmaco anti-craving efectivo resultara en una aniquilación de la espontaneidad, del deseo y de la iniciativa, como la robotización de la vida que observamos en los que toman antipsicóticos.

Lo cierto es que la idea de Koestler -seguramente impracticable de momento- es improbable pero no absurda (por las razones más arriba expresadas) pero hemos de admitir que sería un verdadero bálsamo para la humanidad. Pues un fármaco asi podria arreglar muchos de los problemas de excesivo apego de los que ya he hablado en otros lugares y que correlacionan con un sinnúmero de condiciones patológicas.

Los celos.-

En un post anterior ya llevé a cabo una exploración de los celos, pero recordaré ahora que el fundamento neurobiológico de los celos hay que ir a buscarlo en la reproducción. Los celos son un sentimiento muy primitivo que procede -según sabemos por ciertos psicólogos evolucionistas (Wilson y Daly, 1982)- del sentimiento de propiedad que los varones sienten en relación con sus parejas. El citado sentimiento procede del hecho de que los hombres no saben ni pueden llegar a saber con total seguridad si sus hijos llevan su linaje genético. La conducta celosa evolucionó para disuadir a los merodeadores y llevar a cabo una inquisitiva vigilancia de las hembras. Su persistencia en el hombre actual denota una falta de ciertos aprendizajes sociales que neutralizan nuestra tendencia natural a sentir celos figurados, imaginados, retrospectivos, delirantes o bien justificados. Pues todos los humanos podemos sentir celos como condición de nuestro origen simiesco.

Naturalmente por las razones anteriormente citadas los celos sexuales son poco frecuentes en las mujeres (aqui escribí un post sobre las diferencias entre celos de hombre y celos de  mujer), aunque pueden inducir reacciones territoriales o de nido tan potentes y agresivas como en los hombres pues uno de las acompañantes de este sentimiento es la violencia, la agresión que se desempeña contra aquellos a los que se ha identificado como infieles , merodeadores o intrusos; no cabe ninguna duda de que la mayor parte de crímenes domésticos (o como se dice ahora malintencionadamente machistas se deben a esta causa). En cualquier caso este tipo de agresiones o crímenes no deberían llamarse machistas sino territoriales y pueden ser cometidos tanto pos hombres como por mujeres si bien su frecuencia será distinta en función de las razones evolutivas que los causan.

Agresiones que en cualquier caso proceden de un excesivo apego por lo propio. Un fármaco antiterritorial disolvería tanto este tipo de reacciones patológicas tanto las de los hombres (territorio) o las de las mujeres (territorio-nido).

El etnocentrismo.-

Existen sin embargo otras adherencias mucho más frecuentes que los temibles celos sexuales y que causan estragos en la cohesión social. Me referiré ahora a las adherencias relacionadas con la pertenencia, el linaje, o la filiación.

No cabe duda de que después de los celos sexuales el mayor problema de los humanos procede de la intensidad de sus relaciones de “sentirse perteneciente a ese algo superior a sí mismos y tan inmediato” como es su familia, su etnia, su pueblo, su comunidad, su equipo de futbol o su religión. Sucede que todas estas adherencias son en realidad excluyentes -por etnocéntricas- y tendentes a aislar a los foráneos como seres pertenecientes a un nivel de existencia inferior, como sí no fueran humanos. En las sociedades modernas este apego intrascendente tiene muchas variaciones pero es en la poltica donde se dan cita los malestares etnocéntricos del hombre contemporáneo, “ser o no uno de los nuestros” ocupa en el hombre racional y contemporáneo el mismo espacio mental de adherencias y apegos que libró en el neolítico el fenómeno tribal propiamente dicho.

La dificultad para dejar emanciparse a los hijos.-

Los hijos se emancipan siempre contra la madre, tal y como he sostenido en otros lugares, no cabe ninguna duda de que la mujer-madre es una especie completamente distinta a la mujer virgen tal y como sabemos por la mitología , los cuentos, las leyendas populares y la realidad observada. Hay un goce secreto en ser madre y en atesorar hijos como lo hay en los hombres en atesorar mujeres o poder. los hijos son el poder secreto de las madres, las que “mecen la cuna” o amamantan  a sus hijos y de esta forma les obligan a depender de ellas hasta más allá de lo razonable.

Una mujer es siempre una madre oculta que tiende sus redes y sus influyentes estrategias para retener a sus hijos. Las dificultades de desprendimiento de estos vínculos podría ser también resuelto con este fármaco antiterritorial que llamaremos de ahora en adelante ficticiamente “Territorlisan”.

La necesidad de drogarse.-

Usualmente sostenemos que el uso de las drogas procede de nuestro deseo de obtener placer, pero a medida que vamos sabiendo más de este asunto se pone en evidencia que la modificación de la conciencia que procede del uso de drogas está relacionada con el deseo de obtener experiencias de contacto sociales a las que no tenemos acceso de forma espontánea. La necesidad de deformar la realidad cuando nos sentimos fuera del territorio o del apego deseable puede conducir a las personas a estos paraísos artificiales.

En resumen es el excesivo apego y dependencia tanto ego como etnocéntrico lo que podria beneficiarse del Territorlisan un farmaco de ficción antagonista del apego. ¿Efectos secundarios?

Una mezcla de anhedonia y de sindrome amotivacional.

Me suena de algo.


La regresión a la mediocridad

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Es matemáticamente inevitable si usted es muy inteligente que su pareja sea menos inteligente que usted (D. Kahneman)

numeros

Sir Francis Galton era -según cuenta la wiki- un polímata, uno de esos tipos renacentistas que sabían un poco de todo y que ha pasado a la historia de la ciencia por dos cuestiones fundamentales: primero por su conceptualización de un misterio matemático:  la regresión la media para lo que necesitó del mejor estadístico de su época, Karl Pearson y la otra una palabra de infame recuerdo para nosotros los europeos, la eugenesia, que tanto relacionamos con las aniquilaciones étnicas que llevó a cabo del III Reich.

Lo cierto es que el fenómeno de la regresión a la media es inevitable matemáticamente y aun así es algo desconocido para una mente convencional, tan enamorados estamos del pensamiento causal que apenas nos hemos fortalecido en eso que ha venido en llamarse pensamiento bayesiano o estadístico, simplemente vivimos ajenos a ello, somos hombres anuméricos, y es por eso que fenómenos tan comunes como la regresión a la media nos parecen fenomenos misteriosos.

Y sin embargo son tan domesticos como este ejemplo: la altura de los padres correlaciona con la estatura de los hijos, pero la estatura de los hijos tiende a la media, es decir si usted tiene unos padres muy altos es casi seguro que usted sea más bajito que ellos. Es mejor decir que existe una correlación entre su altura y la media de ambos padres. Oros ejemplos son las relaciones entre la estatura y el peso o la estatura y el numero (la talla) de zapatos.

En realidad la correlación es el fenómeno oculto de la regresión a la media (que Galton llamaba mediocridad), la otra cara del mismo fenómeno y es aplicable -según el coeficiente de Pearson- en relación a dos variables cuantitativas. Si una variable aumenta cuando la otra aumenta entonces decimos que existe correlación entre ellas u es por eso que su talla y su numero de teléfono no correlacionan en absoluto.

Una correlación que se mide entre 0 y 1. Así decimos que si determinado rasgo tiene una heredabilidad de .5 queremos decir que el 50% de los descendientes tendrá ese rasgo, uno de esos rasgos es por ejemplo la inteligencia.

Lo interesante de las correlaciones es que por sí mismas no implican causalidad, no dicen nada del por qué de las cosas, solo nos señalan insistentemente de existen relaciones entre unas cosas y otras. De manera que en medicina medir estas correlaciones y saber distinguirlas de los relatos causales es muy importante.

Sugiero al lector que lea estas dos correlaciones:

1.- La anorexia mental es más frecuente en las sociedades donde existen altos indices de divorcio. O

2.- La anorexia mental es más frecuente en las sociedades de bajos indices de natalidad.

Las dos afirmaciones son verdaderas y sin embargo no significan linealmente que el divorcio o los bajos índices de natalidad causen la anorexia mental.

Y sin embargo estamos tentados a construir un relato narrativo sobre ello. Cualquiera de ustedes que haya leido las dos afirmaciones (verdaderas) anteriores estará decidido a construir una hipótesis que para usted probablemente será ya una creencia.

Lo más probable es que usted se equivoque si ya ha construido una hipótesis explicativa sobre la epidemiología de la anorexia mental. Y es probable porque el divorcio y baja natalidad compartan algo con la causa principal o bien que compartan algo con otras variables igualmente correlacionadas.

Otras variables relacionadas podrían ser, los anticonceptivos, la urbanicidad, la libertad sexual,  la opulencia alimentaria o las diferencias sexuales.

Es casi seguro que algunas de esas variables que he nombrado tengan algo que ver en la causa de la anorexia mental tal y como conté en este post.

La importancia de la regresión a la media en entornos educativos y médicos.-

La regresión a la media se da en todas las circunstancias donde se dan medidas extremas y tiene consecuencias predictivas de mucho interés, por ejemplo en los rendimientos escolares, deportivos o en cualquier otra prestación donde los resultados pueden cuantificarse. Por ejemplo si en un primer examen un niño saca un 10 y otro saca un 2, siendo la nota media de la clase un 5, es matemáticamente inevitable que en un segundo examen el que sacó un 10 disminuya su nota mientras que el que sacó un 2 las aumente, pues las puntuaciones tienden a igualarse buscando la mediocridad (la media).

Pero lo más interesante de esta cuestión es que esta regresión va a darse igual tanto si animamos o reprendemos al suspendido como si nos dedicamos a lisonjear al sobresaliente. Algo que va en contra de nuestras intuiciones pedagógicas. En ellas tendemos a “echar la bronca” a los que quedan por debajo de la media y a alabar los buenos rendimientos de los que se salen por arriba, sin caer en la cuenta de que nuestros esfuerzos no sirven de nada cuando estamos enfrentando puntuaciones extremas. Lo cual no quiere decir que la motivación, el apoyo o el empoderamiento no sean buenas estrategias pedagógicas, sino que solo sirven en las medianías y no en los casos extremos.

Y como tenemos tendencia a premiar a los buenos y a castigar a los malos estamos condenados a cosechar decepciones por parte de los buenos (y con los que somos mas agradables) y sorpresas agradables con aquellos con los que somos desagradables. (Kahneman 2012).

En nuestro sino de hombres anuméricos.

Un caso interesante de misterios correlacionales es la pregunta de si el consumo de cannabis provoca o no psicosis a largo plazo. O dicho de otra manera si existe alguna relación entre consumo y aparicion de esquizofrenia.

Son verdad las siguientes afirmaciones:

1.- El consumo de cannabis desencadena psicosis breves indistingibles de la esquizofrenia.

2.-El consumo de cannabis agrava los sintomas de la esquizofrenia.

Otra vez volvemos a enfrentarnos con la verdad estadística, que nada nos dice de causalidad,  es por eso que es te tipo de verdades no nos gustan pues no contienen ningún relato con sentido para la mayor parte de los consumidores de cannabis.

Hemos de volver pues nuestros ojos hacia alguna otra variable oculta: la variable más sospechosa es la edad. Efectivamente, el consumo de cannabis durante la adolescencia correlaciona con mayores indices de trastornos psiquiátricos en la edad adulta. Otra variable a tener en cuenta es la pobreza: se sabe que ciertos barrios acumulan más casos que otros entornos igualmente urbanos.

Es posible afirmar que la esquizofrenia y el consumo de cannabis comparten una variable oculta (o no tan oculta) entre ambos de donde se deduce que la buena instrucción y la buena situación socioeconómica son factores protectores.

De manera que no se preocupe demasiado si tiene que pagar a hacienda, quizá eso le proteja hasta del otro demonio de nuestro tiempo: el consumo de tabaco. ¿Sienta igual de mal el tabaco a los ricos que a los pobres?

Post o cum hoc ergo propter hoc es una falacia en la que solemos caer con mucha frecuencia. Vigila, tu pensamiento causal está siempre dispuesto para construir hipótesis falsas con tal que resulten explicativas.


El egoísmo y los altruísmos

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egoista

Un pollo es la forma que tiene un huevo de hacer otro huevo

Este libro que preside el post es una obra maestra que todo lector interesado en el campo de la Neurociencia y de la psicología evolucionista debería leer al menos una vez en su vida. De manera que lo recomiendo encarecidamente si usted aun no lo ha hecho.

Pero este post no va a hablar del egoísmo, sino para señalar que el concepto de egoísmo es intuitivo, consiste “en salirse con la nuestra” al precio que sea, privilegiando los intereses propios contra los ajenos. No es necesario explicar demasiado sobre esta cuestión ni tampoco en por qué los genes son tan egoistas que solo piensan en ellos mismos y en su replicación, tampoco hace falta insistir en que el egoísmo es una conducta comprensible y que fue seleccionada por la evolucion porque daba, da premio reproductivo. ¿Que duda cabe?

Lo que necesita explicación es el altruismo que aparentemente e suna conducta contraevolutiva y es por eso que algunos investigadores como W. D. Hamilton (el segundo Darwin de la historia) dedicó parte de su vida a construir conceptualizaciones que explicaran la conducta altruista.

Y lo hizo con un concepto (inclusive fitness) , y una regla, una ecuación que permitia relacionar y predecir la conducta altruista en base al parentesco.

De manera que está justificado hablar no de un altruismo sino de multiples altruismos, asi:

1.- El altruismo de los progenitores con sus hijos.

2.- El altruismo con los parientes.

3,. El altruismo con los conocidos pero no emparentados (amistad o cousinage)

4,. El altruismo tribal.

5.-El altruismo universal.

6.- El altruismo diferido.

En realidad todas las formas de altruismo proceden o evolucionaron incluyendo a las microsociedades inventadas por la modernidad (sindicatos, partidos, cofradias, profesiones, corporaciones, etc) de un mismo origen: la familia biológica.

“Somos la familia madridista, socialista o barcelonista”, dicen los que quieren hacer piña. Y no se equivocan.

La familia biológica es la matriz sobre la que se asientan todas las formas de pertenencia-filiación de las organizaciones humanas (no relacionadas con el parentesco) y es la que provee de argumentos y significado para la solidaridad, la cooperación y el altruismo.

madre

Aqui en esta imagen podemos observar un tipo de altruismo que tampoco merece una explicación, la madre se ocupa de sus hijos porque son suyos, es decir contienen sus genes (con total seguridad). Otra vez aparece el egoismo del gen.

manboobs

Naturalmente no podemos esperar que el altruismo del padre por sus hijos sea de la misma naturaleza que el de la madre (aunque a partir del aprendizaje social se pueden igualar), a pesar de que a este altruista le han crecido los pechos.

Lo paradójico del altruismo es que se comporta de un modo antidemocrático favoreciendo el nepotismo familiar y es lógico puesto que:

Las conductas altruistas humanas evolucionaron en el contexto de pequeños grupos, y este “altruísmo familiar” o “altruísmo entre hermanos” todavía es una clave de las sociedades humanas, especialmente aquellas que todavía están organizadas sobre la base de clanes o tribus. Se sabe, además, que este tipo de altruísmo contradice las expectativas de cooperación típicas en las sociedades modernas, liberales y democráticas. Cuanto más tribal y familiar es una sociedad, menos probabilidades tiene de desarrollar una forma democrática moderna. Según Woodley y Bell (2012), la consanguinidad, es decir, el matrimonio entre primos segundos o parientes cercanos “favorece un colectivismo rígido que resulta hostil al individualismo y el reconocimiento de los derechos individuales, elementos clave del ethos democrático”.

(Extraido de este post)

Dicho de otra manera, la democracia -nuestra idea de ella- supone una superación de los nepotismos familiares y aunque proceden de ellos se convierten en un obstáculo a la hora de replantear el subjetivismo necesario para mantener una individualidad tal y como la consideramos hoy, con sus correspondencias de responsabilidad y libertad de pensamiento.

Pero hay otros altruismos que se encuentran tan alejados de su origen que nos parecen heroicos, y -en cierta forma- psicológicamente sospechosos. ¿Qué hace que una persona sacrifique sus intereses personales por una solidaridad exótica como la que llevó a cabo esta persona?

calcutaLo primero que nos viene a la cabeza es la razón religiosa, sin duda, es bien sabido que las religiones potencian el desprecio por la individualidad y sacralizan el sacrificio para mayor gloria de Dios. Pero esta explicación deja afuera a otras personas cooperantes, como éstas que en principio suponemos que son laicas.

Se trata de las dos cooperantes españolas que fueron raptadas y recientemente liberadas.

cooperantes

¿Qué hace que unas personas renuncien a su seguridad, sus intereses personales y pasen un tiempo -parcial o completo-  ayudando o socorriendo a personas a las que no conocen y a las que seguramente no podrán ayudar con eficacia?

Naturalmente hay que echar mano de los ideales y del concepto de altruismo patologico.

El altruismo es patológico cuando se sacrifican los propios intereses (seguridad o fitness) en función de perseguir un humanitarismo exótico. Un humanitarismo exótico es aquel que va más allá de las fronteras que las propias naciones han marcado como definitorias de su identidad.

No sería de recibo una madre (o un padre) que abandonara a su familia para atender a los hijos de otros, tampoco es comprensible renunciar a tener hijos propios para entregarse en cuerpo y alma a los “demás”, es decir a desconocidos alejados -cuanto más mejor- de nuestro entorno habitual. Y menos comprensible es abortar en España para ir a atender a una maternidad los niños de una subsahariana con SIDA.

A pesar de ello, existe una verdadera industria del humanitarismo, ( y una trama de corrupcion en sus alrededores) en forma de ONGs, masters de cooperación impartidos por universidades que incluso llegan a implantar verdaderos disparates tecnológicos (tablets) en lugares tan abyectos como Etiopía o premios nobeles destinados a personas que acaban siempre en la mesa de un disidente o el propio Obama.

Dicho de otro modo la cooperación internacional, la solidaridad están bien vistos y venden puntos politicos y mediáticos, pero lo cierto es que aun entendiendo que el propósito de las personas individuales puede ser bueno (aunque psicológicamente sospechoso) el resultado es bastante ineficaz porque no tiene en cuenta la idiosincrasia de cada país, pueblo o nacionalidad.

Y es patológico no ya por razones psicológicas (que cada cual tendrá la suya) sino por razones politicas. En realidad el ethos democrático favorece la cooperación y la solidaridad de los ciudadanos que hemos contribuido a mantener un estado de cosas que entendemos hoy como Welfare, pero contiene una segunda pata: la individualidad personal, sin individualidad no hay democracia. La importación de nuestro modelo de creencias y de costumbres a otros entornos no sólo es algo irreal y utópico sino que está condenado al fracaso.

Los pueblos, las etnias, las comunidades o las nacionalidades no son un constructo inventado por los pueblos colonizadores o por el Capital sino realidades fácticas inabsorbibles por nuestra bienintencionada solidaridad democrática. Se trata de realidades que han evolucionado con sus propias condiciones de vida y sus propias formas de entender lo comunitario, lo politico y lo familiar o personal.

El altruismo diferido.-

Recientemente hemos asistido en nuestro pais a un accidente ferroviario que nos ha mantenido a todos los ciudadanos en vilo durante dias, participando de la angustia de los familiares de las victimas, que en un goteo constante y en cada informativo pasaban a engrosar la lista de fallecidos en tan desgraciado accidente.

Me gustaria señalar que el trato que la prensa ha dispensado a los ciudadanos de Angrois, -el barrio que quedaba más cercano al accidente y que fueron los primeros en acudir a socorrer a las victimas-, me parece sobredimensionado y grotesco. Los habitantes de Angrois no son unos héroes, sino ciudadanos como usted o como yo. Fueron los primeros en acudir al siniestro porque eran los que estaban más cerca. Todos hubiéramos hecho lo mismo y no porque seamos héroes sino porque resulta muy dificil permanecer impasible cuando la gente -victima de un accidente de esta naturaleza- pide socorro. No se puede contemplar una atrocidad y permanecer impasible sino a costa de la propia salud psíquica.

Hay algo en el altruismo que es en realidad egoísmo, su otra cara, como cuando damos sangre u órganos de algun familiar fallecido. Evolutivamente hablando, ese tipo de altruismo es beneficioso para la colectividad (y no perjudica al individuo que dona), pero nótese que sus fronteras quedan bastante limitadas por la proximidad, el sentido común y cierta protección para la propia integridad fisica.

Hoy por ti y mañana por mi, ese es el altruismo insospechadamente sano. Tit for tat.

En conclusion: todos los altruismos contienen sus efectos secundarios, hasta el más elemental -el de la madre- tiene sus estragos particulares sobre la emancipación de los hijos.

La linea roja que parece que delimita el altruismo normal del patológico está relacionado con la perdida de seguridad, renuncia a los propios intereses, renuncia al propio fitness en beneficio de un ideal abstracto.

Y cuanto más abstracto peor.


Fin de la cita

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Este blog ha estado desde su inicio abierto a los comentarios que los distintos visitantes han querido dejar en ellos, mi labor de moderación ha sido de perfil bajo impidiendo tan solo los comentarios soeces, insultantes o de insufrible nivel gramatical.

Pero desde hace cierto tiempo viene siendo objeto de “culto” de ciertas personas que otros han llamado trolls. Se trata de personas que intervienen buscando tan solo la discrepancia con este autor o el “cuerpo a cuerpo” con los amigos que me visitan y que de alguna manera favorecen mi labor retroalimentando mis ideas y proponiendo otras.

Desde hoy cierro el blog a los comentarios y dejo una rendija abierta para aquellos que quieran registrarse, un proceso un poco engorroso que es posible que impida a los bienintencionados el comentar. Si es así, bloquearé definitivamente los comentarios.

Pero es necesario superar la filosofía 2.0 que propició que personas como yo pudieran divulgar y proponer ideas de forma gratuita e inmediata. Es la hora de quitarse la máscara y terminar con el anonimato que permite que todos podamos comentar en igualdad de condiciones en Internet, manteniendo la ilusión de que todos somos iguales. No lo somos.

Aun existe una corriente que propugna el anonimato en la red como muestra de la libertad de expresión. Pero la libertad de expresión tiene limites y uno de ellos es hacerlo a “cara descubierta” y sin ocultarse en un nick o en diversos heterónimos que propician en cualquier caso una difusión de la identidad a todas luces patológica tal y como comenté aqui.

Me he cansado de los trolls y de los discrepantes profesionales, de los que buscan su minuto de gloria en mi terreno y que acaban por espantar a todos los buenos amigos que me siguen, gracias a ellos comentar en mi blog  se había convertido en una tarea heroica siempre bajo la amenaza de ser acusados de “hacerme la pelota”.Ellos han ganado la partida a la verdadera libertad de aquellos que tenemos un cierto nivel y sabemos de qué hablamos y también de los que sabemos disentir y discrepar educadamente y con argumentos de peso y valor.

Lo cierto es que hace mucho tiempo que echo de menos a mis comentaristas habituales. No es el verano. He hecho una pequeña encuesta entre mis próximos y la gente con criterio no está dispuesta a enredarse en discusiones con aquellos que ni saben de que hablan o de los que hablan por hablar con el único propósito de defenestrar argumentos ajenos.

La red 2.0 dio la oportunidad a todas las opiniones a manifestarse negando la evidencia de que no todas las opiniones tienen el mismo valor. El reto 3.0 sigue siendo el que de la posibilidad a las opiniones con valor de manifestarse en un entorno que tenga en sí mismo valor.

Fin de la cita.


¿Un psicoanálisis evolucionista?

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La teoría de Darwin muy en boga por entonces, me atraía extraordinariamente porque quería prometer un gran progreso en la comprensión del mundo (S. Freud en su Autobiografía)

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Sigmund Freud no sabia una palabra de evolucionismo, aunque es  seguro que leyó a Darwin, si bien su teoria carece de rigor biológico e incluso antropológico, no hay que olvidar el enciclopedismo del saber de Freud. Pero el psicoanálisis, su teoría psicoanalítica es una teoría muy alejada de la biología y como decía Dobzhansky “nada tiene sentido en biología sino a la luz de la evolución”, lo que redunda en la idea de que no es posible hoy hacer una psicologia cientifica que no tenga en cuenta las ideas de Darwin a pesar de que hay muchas publicaciones que ponen a Darwin y a Freud en relación como relatores de la modernidad.

Sin embargo tanto Freud como Breuer leyeron “La expresión de las emociones en los animales” tal y como cuentan en sus “Estudios sobre la histeria” dando pábulo a ciertas especulaciones acerca de las intenciones evolucionistas de Freud. Pero lo cierto es que la teoría de la selección natural es cierta y la teoría de la libido no ha podido ser contrastada, si bien algunos autores como Badcock, que antes de convertirse al evolucionismo fue psicoanalista (e incluso se analizó con Anna Freud) han intentado -con poco éxito según mi opinión- una síntesis entre Darwin y Freud.

Yo mismo escribí hace años un articulo sobre Freud y Darwin que podeís leer aquí.

En mi opinión solo “Tótem y tabú” contiene una cierta atmósfera de evolucionismo pero según Malo, Uriarte y Medrano, Freud escribió un articulo que nunca vio la luz y que tituló, “Fantasia filogenética” bajo la inspiración de Sandor Ferenczi. Un manuscrito que apareció en un baúl propiedad de su hija Anna. Según estos mismos autores, Freud estaba muy influido por las ideas de la recapitulación de Haeckel (la ontogenia recapitula la filogenia) y en su opinión la neurosis -tal y como se conceptualizaba en su época- habría sido el estado normal del hombre primitivo en tiempo arcaico. De este modo la “normalidad seria la superación de aquella neurosis que -considerada de este modo- era una etapa en la evolución de la conciencia humana

El psicoanálisis es una practica de la palabra, más parecido a la mayéutica y al zen que a las psicoterapias convencionales. El psicoanálisis es sobre todo una escucha y al mismo tiempo la confección de una narrativa personal con sentido y consensuada por el psicoanalista que opera como testigo.

Lo cierto es que el sentido que es siempre postdictivo (retrospectivo) y la verdad que ha de ser predictiva (prospectiva) empastan mal y así mientras la psicología evolucionista propone al inconsciente como una serie de mecanismos preformados por la filogenia de los que sólo podemos conocer su origen ancestral y su pervivencia en el hombre moderno por haber supuesto alguna ventaja para el fitness, el psicoanálisis propone una cura individual en ausencia de una comprensión biológica del devenir humano si bien comparte con la PE la idea de la sexualidad como motor central de lo humano. Es por eso que no es posible pensar en una psicoterapia evolucionista sino en una psicoterapia que tenga en cuenta la evolución del cerebro y la conducta humanas con una continuidad filogenética, es decir teniendo en cuenta la evolución de otros animales, fundamentalmente los mamíferos, pues no es posible imaginar hoy una psicoterapia en ausencia de las ideas evolutivas.

Timothy Wilson del que hable aqui, ya habia puesto el dedo en la llaga cuando advertía que el inconsciente era inaccesible desde la conciencia, en este post me propongo plantear tres ejemplos de las diferencias entre la PE y el psicoanalisis a la hora de explicar un mismo fenómeno. Así presentaré tres hechos:

Hecho primero.-

La ausencia del padre precipita la menarquía en las niñas.

Hermenéutica o interpretación.-

La psicoanalitica vendría a decir que la ausencia del padre provocaria en la niña una nostalgia vital que la impulsaría a buscar a un padre ortopédico , lo que la llevaría a madurar precozmente y/o a enredarse en complicaciones sentimentales desde muy joven.

Y ahora la interpretación evolucionista:

La que propone Kanazawa aquí mismo: la ausencia de padre está relacionada con la promiscuidad (la poliginia). No hay padre en casa porque el padre está merodeando en otras casas, lo que lleva a la precariedad, hay pocas mujeres disponibles, por lo tanto lo mejor es madurar precozmente y “estar en el mercado”. Para Kanazawa las sociedades poligínicas predicen una pubertad precoz.Un hecho que ha sido descrito incluso en ratas aunque parece que en los roedores este fenómeno esta implicado con señales quimicas: ferormonas, algo poco probable en los humanos.

Nótese la diferencia entre una hermenéutica y la otra. El psicoanálisis propone una interpretación en clave individual, muy intuitiva y comprensible pero que no contempla el fitness, ni la regulación social, ni la autoorganización de los sistemas abiertos, sin embargo la interpretación evolucionista no dice nada de los sentimientos de la persona que vive sin padre y se limita a correlacionar unas variables con otras.

El psicoanálisis es una narrativa como otra cualquiera (como la literatura), una narrativa que explica cosas aunque las causas que invoque sean falsas, pues lo que importa en una narrativa no es su precisión sino su sentido, basta pues con que sean aceptables para el individuo. Pues sin narrativa no llegaríamos a ser ni siquiera individuos.

De manera que no podemos renunciar a la narrativa ni podemos renunciar a la verdad, ese es el destino de lo humano. La dualidad de la que el mismo Freud habló cuando puso frente a frente la pulsión sexual contra la finitud de la vida y el impulso ciego hacia la reproducción, algo que nos recuerda a la teoría de Dawkins (el gen egoísta) y su teorización sobre el vehiculo (Malo, Uriarte y Medrano 2012) que es cualquier ser vivo algo objetivo no individual sino germinal:  lograr pasar nuestros genes genes a la generación siguiente.

Segundo hecho.-

El embarazo, el parto, el puerperio y la presencia de niños disminuyen la testosterona en los hombres.

Hermeneutica o interpretación.-

Para el psicoanálisis esta conducta de filiación de los machos estaría relacionada con la envidia del vínculo que la madre establece con sus hijos, es por eso que los hombres podrían desarrollar incluso un síndrome de la couvade. Los hombres envidiarían esta posición de la maternidad y fantasearían con ser madres.

Sin embargo para Cochrane, la conducta parental de cuidado se trataria de una adaptación poco común entre los mamíferos (pero frecuente en aves) con la excepción de los lobos: los machos precisan desactivar su agresividad en el periparto, por varias razones, primero para no asesinar a sus propias crías (se trataria de un mecanismo de control del infanticidio), por otra parte la función Dad es una buena época para desactivar los merodeos sexuales del macho y fortalecer los vinculos con la madre de sus hijos, al fin y al cabo la testosterona alta no sale gratis para nuestra especie.

Tercer hecho.-

Los vómitos de la embarazada en el primer trimestre.

Hermeneutica e interpretación.-

Para el psicoanálisis se trata de un sintoma que  está en relación con fantasias de embarazo oral. Una niña puede fantasear que los embarazos se producen a causa de algo que se comió (y es muy probable que los hombres y mujeres primitivos pensaran lo mismo o bien que el embarazo se producia a causa de la picadura de un insecto). Si el embarazo se debe a algo que se comió y una mujer quiere desembarazarse de su feto lo mejor es usar el mismo mecanismo pero invertido: el vomito seria un sintoma que estaria hablando de un rechazo del embarazo.

Pero para Margie Profet es todo lo contrario: el vómito en el primer trimestre seria un mecanismo de defensa de la integridad del feto. En esta época la madre desarrollaria un repunte de sus emociones de repugnancia a fin de desembarazarse de los alimentos que puedan contener teratógenos o sustancias tóxicas para el feto. De hecho la propia Profet demostró que las mujeres con hiperemesis del primer trimestre abortan espontáneamente menos que las mujeres que no presentan hiperemesis.

Hoy entendemos que:

El inconsciente es un depósito de patrones filogenéticos destinados a la supervivencia y la reproducción. Pero el nuevo inconsciente no es personal sino una especie de almacén de adaptaciones y existe porque contiene ventajas para la supervivencia y el fitness.

Las preguntas pertinentes en este momento son las siguientes ¿como sabe la niña prepúber que ha de crecer rápidamente en ausencia de padre,? ¿Como sabe el padre que ha de reducir su sintesis de testpsterona cuando tiene o va a tener un hijo? ¿Como sabe la mujer qué alimento es peligroso para la integridad de su feto?

La respuesta es que no lo saben, del mismo modo que la araña no sabe como se hacen las telarañas (simplemente las hace) pues la evolución hace su trabajo y luego nosotros nos hacemos preguntas, en busca de sentido.

Bibliografía.- 

Malo, Uriarte y Medrano: Psiquiatria evolucionista: una introducción. 2012


¿Fue la agricultura un mal invento?

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Jared Diamond es un biólogo evolucionista especialista en aves y en biogeografía, es decir un científico que se ocupa de cómo los distintos entornos geográficos influyen en las poblaciones humanas y lo ha hecho a través de varios de sus libros, aunque el que preside este post es precisamente su obra más completa que abarca unos 13000 años de paleo e historia de la humanidad. Una obra que recomiendo leer por ser una lectura amena y bien documentada sin dejar de ser un libro de divulgación.

Una de las ideas originales y polémicas de Diamond es la suposición de que la agricultura es uno de los peores inventos de la humanidad, algo que resulta sorprendente y que de alguna manera ya adelanta en el libro de “Armas, gérmenes y acero” pero que desarrolla aun más en su “Agricultura: el peor invento de la humanidad” que puedes leer aquí en inglés.

Lo cierto es que las sociedades primitivas de cazadores-recolectores se transformaron un buen dia en sociedades agrícolas aunque no sabemos bien como ni por qué sucedió este fenómeno, si bien es cierto que evolutivamente hablando supuso ventajas al alimentar a más gente con menos esfuerzo. Diamond indaga en las condiciones en que se produjo esta transformación y llega a la conclusión de que el clima, la abundancia de agua dulce y la tierra de diversas condiciones geológicas son necesarias para este gran paso que llevo al hombre desde la caza-recolección hasta la domesticación de plantas y animales aunque sin embargo no se pronuncia frente a los orígenes de este impulso.

Pone el ejemplo de Nueva Zelanda que se compone de dos islas con dos clases de clima diferente, mientras Auckland la isla del norte es ideal para los cultivos agricolas, la del sur con un clima mas frio no tuvo acceso a la sofisticación de la agricultura hasta tiempos modernos, se trataba de islas pobladas por un mismo pueblo maorí y compara el estilo de vida de estos maories con los morories de una pequeña isla que existe al sureste de la misma (Chatam island) a fin de observar las diferencias y destinos  bastante distintos como se verá.

Los maoríes ya se encontraban en el neolítico y conocían la agricultura, pero también tenían una mejor organización política, tenían armas, jefes y guerreros y una mayor densidad poblacional, así como una tradición belicosa, mientras que los mororíes eran cazadores-recolectores, no conocían el hierro y tenían una organización tribal y una tradición pacifica y como todas las poblaciones de cazadores-recolectores eran poblaciones poco densas. Pensaban además que los conflictos podían resolverse hablando y negociando, de modo que fueron exterminados por los maoríes que terminaron con aquel pueblo, le esclavizaron y se quedaron con sus buenas cosechas de moluscos.

De manera que Diamond traza una cadena causal entre la agricultura y la guerra.

1.-La cadena causal que compone Diamond es más o menos la siguiente: la agricultura supone una acumulación de excedentes, esta acumulación de excedentes y una mejor alimentación lleva consigo una explosión demográfica, aumenta la densidad poblacional. Mientras que en una sociedad de cazadores-recoletores la densidad óptima es de 1 individuo por Km cuadrado, una sociedad agrícola puede albergar hasta 100 individuos y alimentarlos a todos, mientras que el cazador-recolector ha de pasarse el día forrajeando en busca de raíces, bayas o frutas o persiguiendo pequeños mamíferos a la carrera. ¿No seria mejor disponer de un huerto con esos mismos frutales que tener que ir andando km y km en busca de algo que llevarse a la boca?¿O enjaular a estos animales y consumirlos a demanda?

Es obvio que si, pero esta idea tiene también inconvenientes y son los que Diamond desgrana en su libro.

2.-El primero de ellos es que ya no es necesario que todos los hombres salgan a cazar debido a que los productos agrícolas (trigo, arroz, maíz) se pueden almacenar al contrario de la fruta recolectada o la caza ganada que ha de consumirse en el día. Esta acumulación libera a mucha gente de la tarea de buscar alimentos y pueden disponer de tiempo para dedicarse a otras cosas.

Por ejemplo a la tecnología, a inventar cosas útiles como armas mas sofisticadas, la industria del hierro, la rueda o la domesticación de especies exóticas como el caballo, ideal para tareas agrícolas. Pero también una casta de burócratas para dejar constancia de aquella forma de vida, jefes y guerreros. Las primeras jerarquías, ejércitos y las primeras religiones.

Aqui puede observarse en esta campana invertida como evolucionó la jerarquización en nuestra especie.

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Como el lector podrá observar procedemos de una estirpe de simios bastante igualitaria que se transformó en el neolitico en una especie muy jerarquizada, asi seguimos. Es evidente que la complejidad social y la estratificación social proceden de aquella acumulación de excedentes y de la domesticación de ciertos animales como pollos, ovejas, vacas y cerdos.

Los humanos pasamos de pensar en el día a día a pensar en el futuro, algo que ya aparece en el “Exodo” bíblico con el pasaje de “El maná y las codornices“. Para mi se trata de una fábula pedagógica donde ya Dios sale al paso de este dilema. Los hebreos andaban perdiendo la fe por las hambrunas en su travesía por el desierto y despotricando de Moises y de Dios. Moises pide a Dios que se manifieste y éste lo hace ofreciendo el maná pero prohibiendo al mismo tiempo que los hebreos tomen más cantidad de la necesaria para un día. Es interesante este pasaje bíblico donde aparece la idea de que acumular excedentes es peligroso. Naturalmente los judíos no hicieron caso de esta prescripción y se encontraron con que los alimentos se pudrían si los guardaban para el día siguiente. Y al mismo tiempo les pidió que el sábado no debían recoger el maná, una especie de tributo sacrificial para recordar a los hombres a quién debían su alimento.

¿Es o no es cierto que la agricultura proporcionó una mejor alimentación?

Bueno, aquí viene el previsible desencuentro entre arqueólogos que dicen que si, mientras otros dicen que no. Lo típico de las refutaciones en la ciencia, y aunque es obvio que la agricultura supuso una mejor alimentación hay quien discute que haberlo fiado todo a la misma fue un error fundamental y ponen el caso de los bosquimanos, mejor alimentados que nosotros mismos o el de las hambrunas de Irlanda al fiarlo todo a la patata.

Personalmente no creo que los bosquimanos actuales sean cazadores-recolectores puros de manera que no creo demasiado en esos artículos que parece demostrar que los cazadores-recolectores ancestrales estuvieran mejor alimentados que aquellos que dependen de la agricultura, tampoco creo que la esperanza de vida de los dependientes de la agricultura sea menor que los pueblos ancestrales aunque si es cierto que la diseminación de enfermedades infecciosas y parasitarias tienen que ver con el estilo de vida urbanita que sucedió a la revolución agrícola.

El libro de Diamond persigue demasiado claramente no resultar ofensivo para lo politicamente correcto y es por eso que de su lectura se desprende un cierto tufillo que recuerda a la falacia del buen salvaje. Y no es verdad, hoy vivimos mejor que en el pleistoceno, que en la edad media o que en el siglo XIX.

Mi opinión personal es que la aparición de la agricultura correlaciona pero no es causa de las formas de gobierno que se establecieron para disfrutar del ocio que la disponibilidad de alimentos había provocado. Lo cierto es que una vez inventada una casta de nobles, sacerdotes y burócratas el siguiente paso es detraer recursos de la agricultura para destinarlos a la construcción de monumentos (como aun sucede): las pirámides mayas o egipcias, los jardines de babilonia e incluso nuestra Alhambra son monumentos que precisaron de mucha mano de obra para llevarlos a cabo y esta mano de obra se sustrajo de los trabajos agrícolas, por no hablar de los recursos destinados a mantener ejércitos en permanente guerra con los vecinos.

Diamond también ha estudiado este fenómeno de por qué las civilizaciones colapsan en su último libro “Colapso”, es curioso que no hable del factor político. Es decir de la emergencia de ciertas castas sociales parasitarias del resto de la sociedad, como reyes, nobles y sacerdotes y que no son consecuencia directa de la revolución agrícola, pues nada obligaba a la cultura humana a organizarse como se hizo. A veces pasamos por alto que la organización de las sociedades es arbitraria y no sigue leyes universales del mismo modo en que la evolución presiona sobre las especies, los grupos o los genes individuales. Es por eso que existen tantas culturas como grupos humanos organizados mientras que los genes son patrimonio de toda la humanidad.

Es verdad que una vez inventado el rey o el jefe o el semidios este tiende a construir palacios o monumentos ornamentales que tienden a empobrecer a su pueblo, pero es precisamente por eso por lo que las civilizaciones colapsan.


El lado oscuro del altruismo

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Edward O. Wilson es probablemente el biólogo evolucionista vivo más importante si descontamos a Robert Trivers. Se le conoce como el padre de la “Sociobiologia” y también como una autoridad mundial en entomología y en insectos sociales, así ha merecido el titulo del señor de las hormigas.

Wilson es el autor que más ha sobresalido en el estudio del altruismo y en la divulgación de la la conocida fórrmula de Hamilton que explicaría el altruismo inducido por parentesco pero dejaría sin explicar el altruismo entre personas que no se encuentran emparentadas. Así revisó la celebre ecuación de Hamilton introduciendo una variable nueva: La selección múltiple, significa que la selección natural no solo presiona a través de los genes o los individuos sino también a nivel de los grupos. Lo que le faltaba a la ecuación de Hamilton es el beneficio/coste grupal.

Según la regla de Hamilton, el altruismo solo es sostenible evolutivamente entre parientes. Axelrod y el propio Hamilton demostraron en 1981 que la cooperación a largo plazo puede ser beneficiosa para ambas partes a pesar de que el incentivo a corto plazo indique lo contrario e independientemente del grado de parentesco. El problema del Dilema del Prisionero (Iterado) de la Teoría de Juegos muestra que la selección natural puede favorecer el altruismo a nivel grupal a pesar de ser egoísta a nivel individual 

En la actualidad se usa el concepto de selección a varios niveles (selección múltiple), según el cual la adaptación evolutiva a un nivel requiere un proceso de selección natural a ese mismo nivel, y tiende a quedar indeterminada por la selección natural a niveles inferiores. A nivel individual o intragrupal, los actos altruistas son evolutivamente perjudiciales, ya que la capacidad reproductiva de los individuos altruistas está en desventaja frente a la de los que no se sacrifican nunca. Este efecto puede ser compensado a un nivel superior en el que la competencia es entre grupos –selección intergrupa-l. El modo en que un rasgo localmente desventajoso pueda expandirse a toda la población es que sea ventajoso a un nivel evolutivo superior, que es lo que ocurre con el altruismo: a nivel intergrupal, los grupos altruistas tienen ventaja sobre los que no son altruistas porque su capacidad reproductiva es mayor.

Así, la regla “r x b > c lleva al altruismo” es incompleta y ha sido ampliada recientemente por Wilson en 2005 con la fórmula

                                                 r x bk + be > c

donde r x bk es el beneficio que obtienen los individuos emparentados (extendidos a los portadores de genes que predisponen al altruismo), y be es el beneficio que obtiene el grupo independientemente de la relación de parentesco.

Dicho de una manera más clara y matizada: la selección opera en el nivel individual (egoísmo) y tambien en el nivel de grupos y en el nivel de la especie. Las conductas altruistas son efectivamente desventajosas entre individuos pero son ventajosas para los clados grupales. Todo parece indicar que en lo individual sólo percibimos el perjuicio y que el beneficio se escapa de nuestra percepción afectando a algo más grande que nosotros mismos.

Es por eso que nuestra filiación o pertenencia forma parte de nuestras necesidades sociales como humanos, queremos ser distintos de los demás pero queremos también pertenecer a algo que nos abarque e incluya. El problema procede de la competencia entre grupos, hay algo tribal en todas esas guerras que los humanos nos inventamos para defender nuestra tribu de los otros, extranjeros o simples vecinos.

De manera que el nuevo (y quizá ultimo) libro de Wilson se dedica a refutar uno de los dogmas de la selección natural: la selección por parentesco, que aun siendo cierta en el caso de individuos emparentados no explica el altruismo entre individuos desconocidos.

Wilson escribió un libro titulado “Consiliencia” en el que aborda uno de los temas mas queridos por buena parte de nosotros, aquellos que defendemos la tercera cultura, es decir los que estamos por una fusión de las ciencias y las humanidades o las ciencias sociales a través de un conocimiento único e integrado. Sin embargo la palabra consiliencia tiene otras acepciones menos conocidas y que van más allá del pensamiento unificado que trata de aportar una comprensión holística a los fenómenos naturales engarzándolos con los propiamente culturales. Consiliencia es lo opuesto a reduccionismo.

Y es precisamente esta idea de “selección múltiple” un magnifico ejemplo de consiliencia, puesto que no niega la selección a partir del gen o del individuo sino que eleva aquel mecanismo en una categoría nueva (la selección grupal) que dispone un nuevo orden en un nivel supraindividual que necesariamente acoge, abarca e integra el anterior invirtiendo el proceso egoísta en uno altruista. Efectivamente lo que puedes resultar agradable para el individuo puede ser letal para la comunidad y viceversa.

Sin embargo el concepto de consiliencia no es un invento de Wilson, si bien le rescató del olvido y para mi mantiene relaciones de vecindad con la dialéctica hegeliana y con el concepto de aufheben.

Hegel reconstituyó -como todo el mundo sabe- las leyes de la dialéctica y le añadió el concepto que hoy mantenemos yendo más allá de la identificación entre diálogo y búsqueda de la verdad que procede de la época clásica. Para Hegel la dialéctica es:

El acto mismo del conocimiento es la introducción de la contradicción. El principio del tercero excluido, algo o es A o no es A, es la proposición que quiere rechazar la contradicción y al hacerlo incurre precisamente en contradicción: A debe ser +A ó -A, con lo cual ya queda introducido el tercer término, A que no es ni + ni – y por lo mismo es +A y -A. Una cosa es ella misma y no es ella, porque en realidad toda cosa cambia y se transforma ella misma en otra cosa. Esto significa la superación de la lógica formal y el establecimiento de la lógica dialéctica.

Todas las cosas son contradictorias en sí mismas y ello es profundo y plenamente esencial. La identidad es la determinación de lo simple inmediato y estático, mientras que la contradicción es la raíz de todo movimiento y vitalidad, el principio de todo automovimiento y solamente aquello que encierra una contradicción se mueve.

Lo que quiere decir que:

Hegel adelanta en su Lógica que este proceso de superación de los contrarios tiene tres tiempos, tres fases que están contenidas misteriosamente en el verbo aufheben:Suspender, conservar y elevar. Vamos a verlos más de cerca.

Necesitamos suspender (dejar de hacer o empeñarse en) aquello viejo, obsoleto que ya no nos sirve y sustituirlo por algo nuevo. Pero lo viejo no se destruye, se conserva de una u otra forma. La transición de lo nuevo a lo viejo se realiza para encontrar un nivel de definición nuevo que pueda abarcar lo que se suspendió y lo que se conservó (lo suspendido), algo así es el metabolismo alimentario: unas cosas se aprovechan, otras se guardan y otras se deshechan.

Lo que nos lleva de cabeza a entender que el etnocentrismo es una forma de “superación” por elevación (aufheben) del egoísmo genético y que se alimenta de las mismas formas de altruismo que Hamilton instituyó para su “selección por parentesco”. El etnocentrismo no es el mal a sofocar tal y como cuenta aquí Eduardo Zugasti sino algo a superar. Y más desde que sabemos que la población comparte entre si similitudes genéticas que predicen para sus miembros una misma ideología, valores y concepción del mundo tal y como Rushton proclama en su teoría de la similitud genética 

Lo que Zugasti plantea en su post es que el cosmopolitismo no es alternativa al etnocentrismo de los nacionalismos sean étnicos, religiosos, económicos o políticos. Tiene la batalla perdida, pues para la mayor parte de la población la “alianza de civilizaciones” no es mas que una abstracción que no puede absorber la evidencia de que nuestro campanario es mejor que el de ellos.

Esta es la razón por la que la incapacidad para la consiliencia hace que existan restos sin absorber (disociados) en todo el despliegue étnico-económico y político de los pueblos, pues al fin y al cabo es lógico que uno se identifique con los próximos antes que con los ajenos.

Y lo que explica la persistencia de los grandes y oscuros costados del altruismo etnocéntrico: el nacionalismo, la xenofobia y el genocidio.

 



La guerra de los genes

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Estoy seguro de que los lectores de este post saben que nosotros los humanos somos organismos dioicos, es decir llevamos un doble juego de genes, uno herencia de nuestro padre y otro de nuestra madre. Jugamos pues con dos barajas, un hallazgo de la evolución y que ha tenido muchísimo éxito a través de la reproducción sexual.

Significa que tenemos en cada una de nuestras células dos barajas, una azul y otra roja y en cada una de ellas existen las mismas cartas, así un 7 de bastos rojo tiene un equivalente en la baraja azul como cualquier otra carta.

Pero las cosas no son tan sencillas como aqui se expone puesto que el siete de bastos rojo no es exactamente igual que su correspondiente azul, algunas cartas están más usadas, tienen imperfecciones, rotos, borramientos, y a veces aparecen cartas duplicadas dando como resultado una trisomía, como por ejemplo la que sucede en el síndrome de Down, averías de la meiosis.

Antes de encontrarse en el huevo, los gametos han de dividirse por la mitad, este fenómeno se llama meoisis y existen ciertas diferencias entre las meiosis de los hombres y las de las mujeres. Los hombres estamos continuamente llevando a cabo meiosis en nuestros testículos, mientras que las mujeres solo la llevan a cabo una vez al mes. Algo que tiene consecuencias inmediatas: los errores e imperfecciones del genoma que transporta el espermatozoide son más frecuentes que las averías de la meiosis del ovulo. La edad del padre es una variable a tener en cuenta en estas imperfecciones de su baraja, a más edad, más errores.

Ahora ya sabemos que las cartas de la baraja no son iguales del todo hemos de entender otro fenómeno interesante y es que los genes han de expresarse, si no se expresan no sirven  de mucho y lo van a hacer en todas las celulas del cuerpo pero la mayor parte de nuestro genoma va a expresarse en el cerebro del feto y en la placenta (que es también feto y no madre).

Y ahi es donde comienza una batalla, una competencia entre barajas, cada una de las cartas, tanto las que aporta el padre como las que aporta la madre tienden a defender sus propias posiciones. El padre tiene intereses y la madre también. Es por eso que los genes del padre se instalan en la placenta a fin de defender sus recursos.

De manera que los genes del padre y los de la madre conspiran para hacerse con el control del feto y de su cerebro. Compiten, por decirlo en términos evolutivos. La forma más común de terminación de esta batalla es que los genes de uno pueden silenciar a los del otro o simplemente vencerles por tener más “potencia”. Un ejemplo de esta batalla o rivalidad placentaria es lo que sucede con el gen de crecimiento fetal.

El gen de crecimiento fetal IGF-2, es un gen relacionado con la insulina y que dirige -como su nombre indica- el crecimiento del feto desde esa franquicia de los intereses de ambos progenitores que es la placenta. Naturalmente al padre lo que le interesan son fetos grandes y a la madre lo que le interesan son fetos pequeños que no consuman los recursos maternos en un largo embarazo o  que la deje exhausta para criar otros bebés. Al feto lo que le interesa es consumir recursos de la madre y engañarla si es necesario.

Fetos y madres compiten constantemente por los recursos de la madre tal y como ya conté en este post y donde cuelga un articulo que escribí hace algún tiempo sobre los conflctos agonísticos madre-hijo in utero.

El que más sabe de estos temas es sin duda David Haig que planteó su celebre teoría del conflicto intragenómico y la teoría de la impresión o impronta genómica en 1993. Desde entonces han ido acumulándose las pruebas suficientes que dan a la epigenética un papel predominante en la comprensión de la herencia de ciertos caracteres que no podrían explicarse solamente a través de la genética. Así, rasgos como la homosexualidad, enfermedades como la esquizofrenia, condiciones como la obesidad e incluso patologías de la infancia, como el autismo, el síndrome de Prader-Wili (trasmitido por el padre) o el sindrome de Angelman (trasmitido por la madre) pueden explicarse a través de esta teoría.

Lo interesante de estos dos síndromes que son efectivamente de causa genética es que más allá de la avería del cromosoma 15, presentan una dualidad de síntomas que explican la oscilación entre el predominio (la expresión) de genes paternos y maternos.

Puesto que la batalla no es solo entre genes sino también entre sexos. El aporte o no aporte de recursos por parte del padre parece que hace efecto más allá de la vida fetal tal y como veremos ahora

Francisco Ubeda de Torres no es un torero ni un pintor sino uno de esos cerebros formados en Harvard que es en realidad biólogo pero que ha destacado por intentar aplicar y explicar ciertas enfermedades del entorno fetal a través de modelos matemáticos según la hipótesis de la impronta genética.

Algo que no pudo hacer con el Prader-Wili, había algo que se le escapaba sin embargo cuando añadía a la ecuación una variable que usualmente no se considera, las cosas parecían mejorar. La variable critica es la disponibilidad predictiva de recursos paternales o dicho de otra forma, la monogamia.

El articulo de Ubeda puedes leerlo resumido y en español en esta web y a mi juicio aporta un dato fascinante de interacción entre genética y medio ambiente. El modelo de Úbeda muestra que la monogamia estricta no es la única excepción al fenómeno de la impronta: en padres polígamos que cooperan, por ejemplo, tampoco hay guerra de genes.

Las conclusiones del trabajo afectan también a otra enfermedad relacionada con la impronta genética: el síndrome de Angelman, que es en realidad ‘la otra cara’ del síndrome de Prader Willi. Ambas enfermedades se asocian con la expresión o no de ciertos genes con impronta en el cromosoma 15 humano. Si los genes afectados se
heredan del padre, el resultado es el síndrome Prader Willi y da lugar a lactantes que apenas tienen reflejo de succión pero que al abandonar la lactancia se convierten en glotones; si proceden de la madre, el síndrome de Angelman da problemas durante la lactancia pero no obesidad posterior, sino alteraciones neurológicas.

Lo interesante de estos trabajos -que de momento no tienen una traducción práctica de cara a los tratamientos- indican que ciertas enfermedades dependen de qué genes se expresen y cual es su procedencia (padre o madre), en el cerebro del feto y pueden darnos numerosas pistas acerca del momento concreto de la gestación en que tienen lugar e ilustran perfectamente como la teoría de la evolución tiene y tendrá fuerte impacto en la medicina del futuro.

Un post relacionado, en este caso no se trata d euna guerra de genes sino de cromosomas: El extraño caso de la Sra Turner.

Bibliografía.-

  • Haig, D. (1993). Genetic conflicts in human pregnancy. Quarterly Review of Biology, 68, 495-532.

Una simulación antropológica

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Supongamos una isla aislada del continente más cercano, allí se ha desarrollado una sociedad pulcra, ordenada y con una organización bien cohesionada y resistente a los embates del tiempo y las dificultades de la supervivencia.

Para hacer más fácil mi exposición que es un ejercicio de antropologia ficción, vamos a suponer que en esa isla hay 100 hombres y 100 mujeres en edad fértil y sanos. El resto de la población son niños, ancianos, climatéricas, y enfermos que no cuentan en términos reproductivos.

¿Cual seria el mejor método de emparejamiento en una sociedad así?

Obviamente aquel que asegure una pareja para cada individuo y dado que hay 100 individuos de cada sexo en edad fértil “cada oveja con su pareja” y todo resuelto. Es posible afirmar que en una sociedad así, la monogamia es la solución al problema del emparejamiento. Ningún niño sin padres, ningún hombre sólo, ninguna mujer con cargas de hijos y sin pareja. Una sociedad así habría optado decididamente por la monogamia y habría legislado o inventado una religión que diera cobijo a esta fórmula de emparejamiento.

Pero como el lector sabe esta solución tan razonable es una utopía social y no existe, no ya entre los hombres sino en ninguna especie animal. Sin embargo es preciso afirmar en este momento que la monogamia es una buena solución – aunque es rara entre los mamiferos- no solamente para nuestra especie sino incluso para las gambas, pájaros y otras especies exóticas.

Y es una utopía social porque existen los gustos y las preferencias individuales. Esas 50 parejas posibles han de conocerse, gustarse, elegirse y retenerse. Y aquí viene el primer problema: tanto en los hombres como en las mujeres habrá parejas de más valor que otras o dicho de otra forma: habrá especímenes mas cotizados que otros. Lo cual introduce una primera distorsión.

La segunda distorsión es la que procede del deseo masculino. Dado que los hombres tienen más deseos sexuales que las mujeres, es poco probable que este marco idílico funcionara eficazmente. Se impuso pues un cierto control social y ese control social vino impuesto en la educación de las niñas, favoreciendo que todas ellas fueran esquivas.

Una mujer esquiva es aquella mujer que solo cede ante un determinado precio, que no es otro sino la monogamia estricta. Sin esta restricción, los ancianos aseguraban grandes desastres para su comunidad, de modo que se imponía restricciones al deseo sexual. Naturalmente, las mujeres son mejores candidatas que los hombres a la reserva sexual, no solo por su plasticidad erótica sino también por las consecuencias indeseadas de sus escarceos sexuales: los embarazos no electivos.

Una mujer soltera y embarazada firmaba así su propia sentencia de muerte civil, ya no encontraría ningún macho dispuesto a  casarse con ella, de modo que el bien más preciado de estas mujeres era la virginidad. Llegar vírgenes al matrimonio.

Cuando todas las mujeres fueron esquivas el sistema se estabilizó. De este modo

esquivas

Véase que los hombres domésticos proliferaron mientras que los hombres merodeadores decrecieron en número (aunque no desaparecieron).

El sistema había encontrado teóricamente la estabilidad, lo que matemáticamente se llama una estrategia evolutivamente estable. Pero….

¿Qué sucede con los gustos individuales? ¿Y cómo se las arreglan los hombres (o las mujeres) que por las razones que fuere se encuentran deprivados a pesar de estar casados?

Naturalmente, en la práctica, una sociedad así es utópica y siempre sería posible encontrar trasngresoras que le facilitaran el acceso a ciertos merodeadores bien dotados de algún tipo de atractivo. Del mismo modo, la prostitución podría ser un negocio floreciente como válvula de seguridad social. Esto es lo que sucede con una sola hembra fácil (entendiendo como fácil a la que copula gratis).

facil

El sistema se pone a oscilar, aparecen cíclicamente hembras esquivas/machos dométicos y hembras fáciles/machos merodeadores que están sometidos a una oscilacion crítica, en el sentido de que el florecimiento de hembras esquivas lleva aparejado un mayor número de machos domésticos y un menor número de hembras fáciles que acaban siendo acaparadas por los merodeadores.

Lo interesante es entender que las 4 poblaciones se encuentran en un equilibrio inestable y cíclico.

Richard Dawkins en su libro “El gen egoísta” pone este ejemplo de hembras fáciles/esquivas, versus machos merodeadores/domésticos como paradigma de lo que sucede en la evolución de las conductas sexuales de distintas especies. De lo que se trata es de asegurar la diversidad genética mientras al mismo tiempo se garantiza la supervivencia de los propios genes en la siguiente generación al menor coste posible.La evolución no es estática sino dinámica y se parece mucho a los ciclos de la economía y por qué no decirlo, también guarda un cierto parecido con lo que sucede con los ciclos afectivos del trastorno bipolar.

Lo interesante de la ciclicidad es que una vez se ha entrado en ella es imposible salir porque cualquier “mutación” o cambio procura una nueva distorsión en el sistema que se caotiza mucho más. Y lo hace mucho más en la realidad de nuestra estructura social que en el modelo matemático pulcro que aquí se presenta con condiciones casi ideales. Por ejemplo, en nuestra sociedad hay que meter más elementos en la ecuación, el más importante de todos ellos es la variable de la anticoncepción.

Al desaparecer la carga de los embarazos por coitos con distintas parejas aparecen nuevos ciclos de inestabilidad en el sistema aunque esta complejidad no está matematizada que yo sepa. En esta entrada (de donde he sacado los gráficos anteriores) podeís descargaros un juego para construir vuestros propios modelos matemáticos sobre este tema.

La solución matemática al dilema.-

Hay que admitir que el ser humano ha desarrollado en mayor medida que otras especies una mayor capacidad de engañar (en este caso engañar con la apariencia), disimular los engaños y también discriminar las intenciones engañosas de los demás para con nosotros mismos puesto que lo mejor -según Dawkins- para un grupo humano en términos de estabilidad evolutiva es que las hembras sean esquivas las 5/6 partes del tiempo (o de la población total, en suma 83,3 hembras en el ejemplo que planteo) y fáciles la 1/6 parte (o población restante 16,6 hembras), siempre que los machos domésticos representen el 5/8 del total o del tiempo invertido en cooperar (62,5 machos) y los galanteadores sólo representen el 3/8 del total de la población o el tiempo invertido en merodear (37,5 machos). Es en este punto exacto donde el sistema se estabiliza hasta la próxima descompensación generacional (Dawkins, 2002).

Lo interesante de este punto de equilibrio que Dawkins describe es que es una abstracción matemática y que en ningún caso representa un equilibrio estable. El propio Dawkins rectificó este hallazgo después de haberlo sometido a prueba y que viene a enseñarnos que una vez que un sistema se ha caotizado es imposible volver atrás.

Algo que desde mi punto de vista tiene consecuencias políticas, económicas y de ingeniería social. Tiempos pasados, pasados están.

Bibliografía.-

Richard Dawkins: “El gen egoista”


Acosadores: repensando la igualdad sexual

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igualdadCuando yo andaba en edad escolar y más tarde en el instituto ya había acosadores, se trataba de los gallitos de pelea que existen en todas las aulas y en todos los entornos educativos. La diferencia con los de hoy es que entonces no habían chicas en clase y es por eso que los acosadores nos acosaban a los demás chicos, a la buena gente por así decir, a los que cumplíamos las reglas y no nos metíamos con nadie.

Y además en aquel entorno había una serie de reglas no escritas que se cumplían a rajatabla, cuando alguien maltrataba a otro niño habia siempre un fuerte protector que nos salvaba y que solia decir:

- ¿Por qué no te metes conmigo, valiente?

Dando a entender que el tamaño, la fuerza y la edad debían medirse siempre en igualdad de condiciones con alguien de similares fuerzas. Es así que se inhibía el natural impulso biológico de los chicos a abusar de los más pequeños, los más débiles o vulnerables, los diferentes, los gordos o simplemente de aquellos que despreciábamos la bronca.

Había otra regla no escrita que nunca vi ser violada: las chicas eran intocables. En aquel tiempo éramos así de discriminadores, no estaba bien visto abusar de las chicas.

Aunque chicos y chicas andábamos en distintas aulas, participábamos del mismo edificio y lugares de ocio fuera colegio o instituto, de modo que había espacios para encontrarse fuera y dentro del propio colegio, pero en mi vida de colegial o bachiller no vi nunca a ningún chico abusar de ninguna chica. Era simplemente impensable, algo de poca hombría como se decía entonces.

El panorama en la actualidad ha cambiado desde que hemos terminado con la “segregación” de chicos y chicas. Aquellos acosadores ahora espian a las chicas en el retrete, les dan balonazos, les bajan las bragas en el patio o en cualquier pasillo, les pegan, empujan o muerden por no hablar del acoso que sufren en Internet y que conocemos bien por la prensa. Dicho de otra manera: las tratan como iguales más débiles, es decir como a hombres. Hemos terminado con la discriminación.

Antes de seguir con mis argumentos me gustaría intercalar un axioma sobre la conducta masculina: “El abuso, la intimidación y la amenaza son parte del repertorio de tácticas empleadas en situaciones competitivas de los hombres”. Dicho de otra manera el cerebro masculino está cableado para la rivalidad con otros machos, es decir para la rivalidad intrasexual.

Algo que podemos ver crudamente en las interacciones de los chicos en la escuela y luego más sutilmente en otras escalas como en el mundo del trabajo, del deporte o explicitamente en la guerra. La pregunta que viene a continuación es ésta: ¿por qué los hombres desvían hacia las mujeres esa hostilidad cableada para lograr un puesto en la jerarquía de los hombres? ¿Qué ha sucedido para que las rivalidades intrasexuales se proyecten en rivalidades extrasexuales y se conviertan en ese acoso detestable que algunos hombres llevan a cabo son sus parejas?.

Necesitaríamos ahora un pequeña lección de etología y  ver como se las arreglan otros animales para ahuyentar a sus competidores y conseguir reproducirse, es por eso que les recomiendo lean este post sobre “Violencia de género en el acuario”.

Decía allí que:

El viejo mecanismo de transformación de la agresión intrasexual en agresión extrasexual parece haberse debilitado en nuestra especie, como casi todas las inhibiciones parecen haberse transformado en prescripciones sociales, si atendemos a los casi diarias noticias sobre agresiones en el hogar con resultado de muerte.
Una de las razones de este debilitamiento es que ya no existen depredadores  específicos de nuestra especie que puedan ritualizar la defensa común del territorio que es al parecer uno de los mecanismos que hacen de las parejas de pececillos de Lorenz una parejas fieles y eternos compañeros, la reorientación de la agresión (Tinbergen 1969) o su desplazamiento es uno de los rituales que amortiguan la agresión sexual.

Otra razón es que las mujeres han dejado de ser consideradas “intocables” y han pasado a verse como rivales intrasexuales en una especie de ceguera sexual  De hecho la mayor parte de agresiones de hombres hacia mujeres se realizan por hombres que ocupan un bajo lugar en la jerarquía social, los vencidos o perdedores en la competencia agonística con otros hombres son los adultos más peligrosos para las mujeres.

Tratan a las mujeres como si fueran hombres más débiles que ellos y ejercen con ellas la particular venganza de su derrota masculina.

Del mismo modo sucede en la escuela, los niños acosan a las niñas porque son mas debiles que ellos. No hace falta decir que la violencia siempre se ejerce de arriba abajo, del fuerte al débil, del grande al pequeño, del macho a la hembra, del igual al diferente.

Kingsley Browne es un profesor de leyes que además de eso incorpora ciertas intenciones de psicólogo evolucionista en sus trabajos y que ha escrito una serie de artículos y de libros esenciales para comprender el tema del acoso, sobre todo en el ambiente laboral del que es, por su profesión, experto.

He traducido (de mala manera y del inglés) estos párrafos del trabajo abajo citado para que el lector tenga noticia de las ideas del tal Browne:

Y que comienza con una declaración polémica y en cierto modo provocadora: “Los hombres acosan sexualmente a las mujeres, porque ya no son sexistas”.

Una desafortunada consecuencia del número cada vez mayor de mujeres que se incorporan a la fuerza laboral y trabajando codo a codo con los hombres es el creciente número de casos de acoso sexual. ¿Por qué el acoso sexual es una consecuencia necesaria de la integración sexual de los lugares de trabajo?

Kingsley R. Browne identifica dos tipos de casos de acoso sexual: el quid pro quo (“Tienes que dormir conmigo si quieres mantener su trabajo o ser promovida”) y el “ambiente hostil” (el lugar de trabajo se considera demasiado sexualizado para que los hombres se  sientan seguros y cómodos). Mientras que las feministas y los científicos sociales tienden a explicar el acoso sexual en términos de “patriarcado” y otras ideologías, Browne localiza la causa última de los dos tipos de acoso sexual en las diferencias de sexo en las estrategias de apareamiento.

Los estudios demuestran inequívocamente que los hombres están mucho más interesados ​​en el sexo ocasional a corto plazo que las mujeres. En un estudio ya clásico, el 75 por ciento de los hombres universitarios abordados por una atractiva mujer extraña acordaron tener relaciones sexuales con ella, algo que ninguna de las mujeres que fuera abordada por un extraño , hizo.

El quid pro quo (el pago en especies laborales) son manifestaciones de un mayor deseo de los hombres para el sexo ocasional a corto plazo y su disposición a utilizar todos los medios disponibles para lograr ese objetivo. Las feministas afirman con frecuencia que el acoso sexual  ”no se trata de sexo, sino de poder,” Browne sostiene que ambas cosas se dan a la vez: los hombres usan el poder para asegurarse el sexo y las mujeres usan el sexo para adquirir poder.  Pero decir que es sólo cuestión de poder no tiene más sentido que decir que la causa de un robo de un banco es a causa de las armas, no por el dinero.

Casos de acoso sexual de la variedad “entorno hostil” de las diferencias de sexo en lo que los hombres y las mujeres perciben como “demasiado sexual” u “hostil” de comportamiento. Muchas mujeres se quejan de que  han sido sometidas a malos tratos, intimidación y trato degradante por parte de sus compañeros masculinos. Browne señala que mucho antes de que las mujeres entraran en la fuerza laboral, los hombres se sometían unos a otros para ese trato abusivo, intimidatorio y degradante. No se trata pues de un fenómeno nuevo sino de una fusión entre dos programas atávicos el de la dominancia y el sexual.

Abuso, la intimidación y la degradación son parte del repertorio de tácticas empleadas en situaciones competitivas de los hombres. En otras palabras, los hombres no están tratando a las mujeres de manera diferente a como tratan a otros hombres  pero legalmente sucede lo contrario: los hombres acosan a las mujeres precisamente porque no hay discriminación entre hombres y mujeres.

Bibliografía.-

http://general.utpb.edu/FAC/hughes_j/Browne_2002.PDF


La pedofilia y la psicología evolucionista

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Son muchos los lectores que suelen preguntarme sobre el interés y la relevancia que tiene la psicología evolucionista (PE) para un psiquiatra, incluso para un médico. Suelen además confundir la epistemología de la disciplina al mezclarla con aquellas otras que buscan causas próximales para los males de nuestro tiempo. De esto ya hablé en este post sobre “Causa próxima y causa remota”.

A mi juicio es precisamente en esta confusión donde radica el problema de incomprensión que se tiene sobre la PE. A la gente en general lo que le interesa son las causas de las cosas -en cierto modo somos maquinas causales- y efectivamente la PE no se ocupa de las causas sino tan sólo de por qué una cosa puede existir y qué cosas son imposibles de esperar en nuestra especie.

Y lo que la gente entiende como “causa” es algo muy próximo a las causas naturales que guían por ejemplo el enfermar de diabetes, se entiende como “causa” a la determinación. Si no hay insulina o si ésta no se aprovecha entonces el enfermo enferma de diabetes. Eso es una causa identificada (la falta de insulina causa diabetes), por no hablar de las enfermedades infecciosas, verdaderos paradigmas de causalidad. El bacilo de Koch causa tuberculosis pero no el cólera.

Lo que sucede es que en la conducta humana, en sus razones y en sus despliegues las cosas no suceden igual. No es sólo que un fenómeno pueda tener varias causas o un encadenamiento complejo de causas invisibles, sino que es posible incluso que carezca de causa alguna. ¿Estaríamos dispuestos a creer que una enfermedad mental carece de causas identificables?

Y luego está el asunto de la psicopatología: aquello que no entendemos tendemos a clasificarlo como patológico. Lo patológico suele presentarse como una etiqueta de lo incomprensible. ¿Es patológica la pederastia? ¿O la homosexualidad?

La mayor parte de la gente está cableada para entender estas conductas incomprensibles -por minoritarias- solo en dos claves: la penal y la psiquiátrica. Para la mayor parte de la opinión publica los homosexuales o los pederastas son enfermos, portadores de algún tipo de avería en su cerebro o bien son disidentes que deben perseguirse y castigarse. Lo cierto es que no hay tal avería.

Se trata de una pregunta poco inteligente, lo más inteligente seria preguntarse como hace la PE ¿Por qué existen adultos entre cuyas preferencias sexuales están los niños?

Richard Von Kraft Ebing fue un psiquiatra alemán que vivió en el siglo XIX y que escribió el primer best seller de la historia, un tratado de perversiones sexuales aderezados con casos concretos que la gente compró masivamente por el morbo de saber qué hacen en la alcoba los demás, por cotillear, un ejercicio de lo más humano. La práctica del autor, probablemente personajes que descubrió entre sus internados en manicomios quizá por orden judicial es distraída y “verde” aunque difícil de encontrar hoy aun en alemán e imposible en español, aun siendo un clásico en la historia de la psiquiatría, de esos que todo el mundo cita pero nadie ha leído.

Las observaciones de Kraft-Ebing (no hay que olvidar que la psiquiatría es una ciencia observacional) nos permiten hoy comprender a qué se refieren algunos autores evolucionistas cuando hablan del efecto Krafft-Ebing.

Para entender mejor esta cuestión vamos a ver que le sugiere a usted el conocer todas estas evidencias sobre el ese extraño gusto por los niños que llamamos pedofilia o pederastia:

El efecto Krafft-Ebing.

1.-Padres y padastros que han cuidado a sus hijos desde su nacimiento no están representados en las muestras de pederastas.

2.-Los padres adoptivos son más propensos que los padres biológicos a abusar de sus hijas (Finkelhor 1979: 122) o al maltrato. El conocido efecto cenicienta descrito por Daly y Wilson.

3. Los tíos aparecen frecuentemente en los casos de incesto (Russell 1986: 215).

4.-Los abuelos adoptivos tienen un registro más alto de abuso sexual que los abuelos biológicos, tanto en número como de grado (Margolin 1992).

5.-En un estudio de un solo caso reportado por Stevenson y Wolpe cierto agresor sexual (Stevenson y Wolpe 1960) era el padre de dos niñas de las que no abusó.

6.-En la tradición hawaiana (previa al desembarco del capitán Hook) los adultos y los niños mantenían relaciones sexuales, la restricción procedía del hecho de conocer a los niños desde su infancia. (Diamond 1990).

7.-Entre ciertos simios, los machos pueden emparejarse con hembras jovenes (que podrian ser sus hijas), pero no lo harán si su pareja e sun macho que conocen desde su infancia.  (Anderson & Bielert 1990).-

8.- El mismo Krafft- Ebing observó que el abuso sexual de niños era mas frecuente en las zonas urbanas que en las rurales.

9.- En relación con el orden de nacimiento se ha informado que los pedófilos suelen ser los mas jóvenes de entre sus hermanos. (Bernard 1975; Raboch y Raboch 1986) que son precisamente los que no han visto crecer al resto.

10.- Sólo el 4% de una muestra de los abusadores sexuales tuvo hijos propios (Bernard 1975).

11.-Entre la tribu Kimam-papú de Melanesia, que practica la pederastia ritual, el padre de un recién nacido se separa tanto de su esposa y su bebé durante los primeros 2-3 meses (Serpenti 1984) quizá como estrategia de evitación del apego paterno. Asi y todo la iniciación sexual suele correr a cargo de un tío paterno.

12.-Los hombres que han tenido una amplia experiencia con niños aparecen  rara vez como abusadores de menores (McCaghy 1967). Naturalmente este dato es contradictorio con el hecho de que los abusadores suelen escoger ciertas actividades o profesiones que les permiten entrar en contacto con niños.

13.-Los abusadores sexuales que han tenido experiencia con los niños tienden a ser menos dañinos que los abusadores sexuales que no las han tenido (McCaghy 1967).

14.- La mayor parte de pederastas son abrumadoramente hombres.

Todos estos hechos aislados apuntan a una conclusión: la experiencia de ver a un niño crecer podría tener un efecto saludable y protector frente al incesto o el abuso, el mismo que si se tratara de un hijo propio.

La hipótesis evolucionista de la pederastia.-

Todo parece indicar que los pederastas son adultos que tratan a los niños como si fueran adultos, una especie de ceguera selectiva de la edad, la indefensión y que no tienen en cuenta la barrera generacional que separa niños y adultos.

Y tal y como se desprende de los datos (citados anteriormente) y de los que disponemos podemos especular en que tomados 4 personajes en esta historia (niños, niñas, hombres y mujeres) existen al menos 8 posibilidades de relacionarse unos con otros tal y como podemos ver en esta tabla [paternidad, pederastia, homosexualidad, rechazo, fraternidad,  infantilización, disconformidad con el genero (Sissy o Tomboy) y heterosexualidad]:

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Los hombres pueden relacionarse con niños y niñas de dos modos: de forma parental o de forma pederástica, pero también paidofílica (como si fueran iguales) privilegiando el compañerismo con independencia de si son hetero u homosexuales. Y que también afectan a las relaciones entre adultos (amistad o fraternidad) u homosexualidad. la infantilización es también una estrategia de trato de los adultos frente a los niños.

(Datos obtenidos de esta web)

Lo que plantea Robertson como hipótesis evolucionista es que la buena crianza supone la existencia de esos mismos 4 personajes durante la misma: hombres, mujeres, niños y niñas y que cuando falta uno de esos actores en el entorno familiar se dislocan estas estrategias de enlace entre los distintos roles que los humanos debemos jugar: ahora padres, después hermanos, mas tarde niños que juegan como niños, u hombres que juegan con niñas, etc.

¿Cómo puede existir algo así como el efecto Krafft-Ebing? Sólo podemos especular, pero aquí hay una posibilidad: desde la prehistoria hasta históricamente los últimos tiempos, casi todos los individuos vivieron toda su vida, ya sea en una familia o tribu. Todo el mundo tuvo la oportunidad de ayudar en la educación de un niño.

La novedad desde el punto de vista evolutivo es más visible desde la revolución industrial que enroló parejas del campo para trabajar en las ciudades aparcándoles en apartamentos tal y como los conocemos hoy: la consecuencia de esta ruptura de la familia extensa es que algunos adultos tienen poca participación en la crianza de los niños.

En efecto, entonces, la civilización y la tecnología nos han llevado al sistema de la familia nuclear.

Para Robertson es el sistema de familia extendida el realmente protector al poner en escena todos y cada uno de los roles en que se desarrollan estas estrategias de la identidad y que impide no sólo la pedofilia, sino toda una serie de otros problemas psicosexuales. Todos hemos crecido con los niños, niñas, hombres y mujeres pero en el sistema de la familia nuclear, esto ya no es cierto, pero seguimos necesitando los niños, niñas, hombres y mujeres.

Cuando alguno de los cuatro grupos no está presente, podemos encontrarnos con otro grupo como sustituto extemporáneo.

La conclusión es que aunque las evidencias no representan una prueba y es bien sabido que las correlaciones no son causas es muy probable que en ciertos niveles de definición como los eventos sociales las correlaciones sean efectivamente causas cuando las contemplamos en el nivel individual, de ahí a atribuir una causa cerebral a cualquier perturbación hay un paso, Es bien sabido que nuestro cerebro es una maquina causal que barre continuamente la realidad buscando relaciones entre causas y efectos.

Y las encuentra.

Bibliografía.-

El efecto cenicienta de Wilson y Daly 

Anderson, C. M. & Bielert, C. 1990. Adolescent/adult copulatory behavior in nonhuman primates. In Feierman, ed. 1990: 176-200.

Bernard, F. 1975. An enquiry among a group of pedophiles. Journal of Sex Research 11: 242-255.

de Chateau, P. 1976. The influence of early contact on maternal and infant behaviour in primaparae. Birth and the Family Journal 3, 4: 149-155.

Diamond, M. 1990. Selected cross-generational sexual behavior in traditional Hawai’i: A sexological ethnography. In Feierman, ed. 1990: 422-444.

Feierman, J. R. 1990. Pedophilia: Biosocial dimensions. New York: Springer-Verlang.

Finkelhor, D. 1979. Sexually victimized children. New York: Free Press.

Kaufman, I.; Peck, A. L.; & Taguiri, C. K. 1954. The family constellation and overt incestuous relations between father and daughter. American Journal of Orthopsychiatry 24: 266-277.

Krafft-Ebing, R. von. 1886 1965. Psychopathia sexualis: A medico-forensic study. New York: Pioneer.

Margolin, L. 1992. Sexual abuse by grandparents. Child Abuse and Neglect 16: 735-741.

McCaghy, C. H. 1967. Child molesters: A study of their careers as deviants. In Clenard, M. B. & Quinney, R., eds. Criminal behavior systems: A typology. New York: Holt, Rinehart & Winston: 75-88.

Raboch, J. & Raboch, J. 1986. Number of siblings and birth order of sexually dysfunctional males and sexual delinquents. Journal of Sex and Marital Therapy 12: 73-76.

Russell, D. E. H. 1986. The secret trauma: Incest in the lives of girls and women. New York: Basic Books.

Serpenti, L. 1984. The ritual meaning of homosexuality and pedophilia among the Kimam-Papuans of South Irian Jaya. In Herdt, G. H., ed. Ritualized homosexuality in Melanesia. Berkeley: University of California Press: 292-317.

Stevenson, I. & Wolpe, J. 1960. Recovery from sexual deviations through overcoming non-sexual neurotic responses. American Journal of Psychiatry 116: 737-742.


Heroísmo y maldad

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“Principes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra”

(De las normas de la casa de la sidra)

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Todos somos héroes en espera de una oportunidad para demostrarlo.

Esa es la pedagogía que aplica el Dr Wilbur en el orfanato que dirige en la novela de Irving que más tarde se convirtió en pelicula: “Las normas de la casa de la sidra” protagonizada por Michael Caine. Una pedagogía que pretenden inculcar dignidad y resiliencia a los huérfanos que habitan en aquellos antros de antaño y que sirve al mismo tiempo como “salón de abortos” en función de la actividad del médico, muy orientada hacia la ayuda de personas en situaciones de adversidad o desgracia.

Uno de esos héroes cotidianos.

El tema de la heroicidad cotidiana es precisamente el que aborda Phillip Zimbardo en el video que cuelgo más abajo. Zimbardo es un psicólogo social que escribió uno de los ensayos más importantes sobre la naturaleza del mal “El efecto Lucifer”. Zimbardo sabe de lo que habla pues sus datos proceden de un experimento bien controlado (y tan controvertidos que tuvo que interrumpirlo) y que se conocen bien, tanto el de la prisión de Stanford como el que podriamos considerar su antecedente más conocido: el experimento de Millgram.

La conclusión de Zimbardo sobre la maldad es bien conocida: descontando las casos constitucionales conocidos como psicópatas, la linea roja que separa la bonda de la maldad es permeable y transitable, un camino de ida y vuelta. Cuaqluier persona corriente puede transformarse en un mostruo en determinadas situaciones en la que el poder se ve implicado. Es lo que se deducía del experimento Stanford, que el propio Zimbardo cuenta en el video porque tuvo que suspenderlo . En realidad el experimento era en cierto modo perverso y se situaba por fuera de las leyes de la bioética, hoy no seria posible obtener permiso para llevarlo a cabo. El experimento se llevó a cabo en 1971.

Quizá para redimirse de esa mala fama, Zimbardo vuelve ahora con un nuevo proyecto de signo contrario. ¿Cual es el antídoto de la maldad?

Precisamente esos pequeños heroísmos cotidianos que nos situan más allá del Yo y nos proyectan hacia el nosotros. Es necesaria una educación para el heroísmo, todo niño tiene que sentirse un principe de Maine, un rey de nueva inglaterra y saber que un dia será a puesto a prueba para intervenir en una pelea y separar a los contendientes, para salvar a un perro de la muerte, reanimar a un ahogado, ayudar a alguien que cayó en desgracia, desobedecer una orden injusta, tomar una decisión peligrosa y necesaria, abandonar a alguien que te quiso, incluso dar sangre, son gestos heroicos que neutralizan la maldad y el egoísmo del mundo.

Pues cabe no olvidar que si la maldad existe en nuestro mundo es porque los “buenos”, miran para otro lado. No se sienten héroes y Zimbardo nos da una buena receta para combatir el mal: no se puede ser neutral y hay que ser beligerante con la injusticia.

La web del experimento Stanford


¿De qué están hechas las relaciones?

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Sabemos bastante bien y tenemos argumentos y nomenclaturas suficientes para nombrarnos a nosotros mismos y a nuestra subjetividad, todos tenemos al menos ciertas intuiciones para saber cómo somos, y por supuesto tenemos mucha más facilidad para nombrar cómo es nuestro amigo, nuestro compañero o nuestro enemigo. El otro es accesible en gran parte gracias a las etiquetas de las que disponemos para nombrarlo.

Asi, ese otro es egocéntrico, timido, celoso, envidioso, paciente, extravagante, confuso, orgulloso, exagerado, etc.

Existe toda una gama de adjetivos dispuestos hacia el individuo y existen también las ciencias sociales para dar cuenta de los fenómenos que se cuecen en la sociedad o la cultura. Pocas veces caemos en la cuenta de que esas palabras son demasiado abstractas y alejadas del individuo para que tengan algún efecto sobre su comprensión.

Asi solemos decir que ciertos fenómenos son sociales mientras otros son biológicos -o concedemos que todos son biopsicosociales-, decimos que el sucidio, la violencia o la anorexia mental son entidades que no pueden explicarse tan sólo con argumentos biológicos o psicológicos. Apelamos entonces a “lo social”, así de una manera abstracta sin aclarar demasiado a qué nos referimos.

Suponemos que en la génesis de estos fenómenos los factores sociales (sin nombrar cuales) tienen tanto o más peso que los factores psico-biológicos con los que se encuentran enredados como un carrete de hilo de pescar desplegado. Por ejemplo, en el abuso de drogas damos más importancia el barrio en que un adolescente se desenvuelve que la supuesta constitución adictógena, si es que tal cosa existe.

En la epidemia de trastornos alimentarios de nuestras sociedades nos damos por satisfechos al decir que las sociedades interfieren en los deseos de delgadez de las adolescentes a partir de sus porpios modelos de belleza sugeridos fundamentalmente a través de los medios. Asi, decimos que la “busqueda de la delgadez” por parte de esas muchachas es un efecto secundario de la exposición a imágenes superdelgadas en los medios o bien que la delgadez es un valor social con prestigio y que recluta un enorme grupo de seguidoras.

Y no caemos en la cuenta de que “lo social” es tratado de una forma bastante lineal, sin tener en cuenta la complejidad y sin abordar el paradigma que guía sus manifestaciones: el pensamiento sistémico. Seguimos representándonos “lo social” de una forma bastante primitiva sin abordar la cuestión de fondo que son estas dos verdades criticas: 1) las relaciones que mantienen los elementos entre si y sobre todo 2) la toma de decisiones descentralizadas como sucede en las bandadas de pájaros, los cardúmenes de peces o en los panales de abejas. Un fenómeno que se conoce como inteligencia colectiva o “el espíritu de la colmena”.

El problema es que no sabemos nombrar esos tenues hilos que construyen las relaciones y ni siquiera tenemos una jerga adecuada para ello. Nos faltan las palabras.

Haga usted la prueba e intente describir como es la relación que mantiene usted con su pareja,¿qué diria, de qué esta hecha? ¿qué clase de metáforas urdiría para construir un relato creible? ¿Puede usted presentarme a esa señora que se llama Relación?

Eso es lo que hacen Cristakis y Fowler en este libro “Conectados” que preside este post. Una indagación sobre las leyes que regulan estos vínculos que las personas establecen con otras y una investigación interesante sobre los fenómenos de las redes sociales y sus fundamentos matemáticos y comunicacionales: una trama invisible, un intangible que proporciona caminos para “el contagio” no solamente de gérmenes, sino también de ideas, creencias, felicidad o desdicha y por supuesto también patologías y conductas contagiosas o inexplicables como el suicidio. Esas patologías sociales a las que más arriba me refería.

Las relaciónes que mejor conocemos son la relación madre-hijo y las relaciones de pareja. Las relaciones diádicas. Es conocido desde hace mucho tiempo que en una pareja existen canales secretos por donde discurren los “contagios”, así sabemos que las preocupaciones del uno recaen sobre el otro y sabemos también que la enfermedad de uno de sus miembros repercute en el otro. Es bien conocido el hecho de que cuando un hombre queda viudo se expone (aumenta su probabilidad de) morir en los siguientes dos años, no así las mujeres. De donde podemos deducir que la calidad o los materiales con los que construyen las relaciones los hombres y las mujeres es bastante diferente. también sabemos que existe un canal de comunicación emocional entre niños y madres que se encuentra ausente en el padre.

Pero Cristakis y Fowler no están demasiado interesados en las díadas y su investigación ha ido más allá: en las redes extensas esas que construimos con amigos, conocidos, vecinos, familia, parejas, y compañeros de trabajo y que para ellos puede cuantificarse en unas 100 personas.

Las relaciones de amistad están tambien bastante estudiadas. Asi sabemos que si ponemos a dos estudiantes en una misma habitación, y uno es mas estudioso que el otro, al final el menos estudioso lo será más (habrá siempre una regresión a la media). Sabemos que si mis amigos fuman,la probabilidad de que yo fume es superior a la que tendria con otras amistades, etc. Unos influyen sobre otros con solo esa proximidad física que llamamos amistad.

La novedad que introducen Cristakis y Fowler es que estas influencias no están limitadas a estos efectos bien conocidos de “mimetización” o “sugestibilidad” de conductas sino que van más allá y alcanzan a fenómenos como el suicidio, el voto político, la obesidad o la felicidad.

Y aun: que la influencia no procede solo de nuestros amigos (en primer grado) sino que nos puede alcanzar incluso desde un tercer grado de amistad (los amigos de amigos de nuestros amigos) y que esta influencia es independiente de si les conocemos o no. Es por eso que recomiendan a la gente que quiere adelgazar no tanto que se pongan a dieta sino que cambien de amigos, un consejo inteligente que podriamos dar (y damos) a los que consumen cigarrillos o drogas, con poco éxito.

Describen un fenómeno que titulan: la difusión hiperdiádica, para explicar estos mecanismo misteriosos de contagio entre personas que no se conocen. Un concepto por cierto bastante calcado del que proponía Erick Erickson para explicar “la difusión de la identidad” de ciertos pacientes como los border-line.

Más que saber como estamos hechos lo que interesa es cómo estamos conectados, con qué materiales, intensidades y coloridos.

1.- Cada persona (nodo) construye su propia red social. Con la excepción de la familia que nos viene dada de serie o los amigos con los que nos relacionamos que son los que son, en función de compartir nuestro entorno y edad, cada persona construye una red con pocos o muchos amigos y /o conocidos. Lo interesante de esta idea es que una red no se construye de arriba abajo, por imposición, sino que es una construcción desde la base.

2.-Cada persona ocupa un lugar en esa red y no todos los lugares son iguales. Los que ocupan el centro tienen más amigos y más conexiones, mientras que los “periféricos” tienen menos amigos y menos conexiones. Aparecen como arrinconados en cualquier situación de red, apenas participan de la vida colectiva pero tienen una ventaja sobre los que ocupan posiciones centrales: en caso de una epidemia, al tener menos conexiones corren menos riesgos. la centralidad tiene sus ventajas y sus desventajas. Por otra parte la posición de centralidad (liderazgo) no consiste solo en tener muchos amigos sino en que esos amigos -a su vez- sean amigos entre sí. Se trata de la transitividad que teje una urdimbre protectora frente a los personajes centrales.

3.- Cada red tiene su historia y guarda memoria de sí misma, de tal modo que si se deshace se vuelve a recomponer, como la cola amputada de una lagartija, volviendo a recuperar las condiciones iniciales.

4.- Dado que cada nodo de esa red es una persona (que es a su vez un sistema vivo), las redes nacen, se transforman y cambian, se modifican con el tiempo. Es decir no son estáticas, bien sea porque existe la posibilidad de divorciarse (en el caso de nuestros padres), las personas se mueren, abandonan la red o desaparecen o simplemente cambian de red. Todo lo cual añade complejidad a la complejidad. E incertidumbre.

5.-Cada persona mantiene con sus enlaces (amigos ) un tipo de vínculo distinto en intensidad y calidad: dependencia, cariño, sexo, asistencia mutua, intereses, relaciones pedagógicas o de ayuda, crianza o asistencia, cooperación, envidia, culto personal, compasión, rivalidad, etc. Casi cualquier emoción interpersonal puede estar involucrada con cada uno de esos “amigos” más próximos (unos 100 en el libro), 100 que son 1000 en el segundo grado y 10000 en el tercero.

Esas 10000 personas pueden llegar hasta usted con una de esas emociones tóxicas que circulan por los enlaces de los nodos o quizá con algún tipo de ayuda benevolente. Cristakis y Fowler suponen que la frecuencia de suicidios por ejemplo se multiplica por 3 si usted es una adolescente que mantiene una relación de dependencia o admiración frente a una amiga que se ha suicidado.

En conclusión: la mayor parte de los dilemas humanos no son psicológicos, no están en mi o en en él/ella, sino en la relación que se ha construido. No busques cambiar al otro, ni bucees demasiado en ti mismo para encontrar una solución al dilema, simplemente identifica la relación y escarba en ella para saber si te sigue interesando del mismo modo que cuando la construiste y si no es así asegúrate de saber cómo quieres que sea tu red, comenzando por lo más sencillo, cómo quieres que sea esa díada que llamamos pareja, esa otra con tu amigo/a íntimo/a, esa díada con tu padre o madre y esa díada con tu mejor compañero/a del trabajo o de estudios. explora qué te llega a través de esos canales de comunicación y si te vale la pena seguir conectados.

Las relaciones son trazos discontinuos de información, pero no estoy seguro de haber agotado el tema.


Neoténicos: del paleolítico a la época actual (I)

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jackson

El borramiento androgínico de los rasgos masculinos en Michael Jackson

La neotenia es un término propuesto por Kollman en 1885 y que puede definirse como la persistencia de rasgos infantiles en los adultos. Se trata de un caso de heterocronia y de retraso en la maduración, de un desfase entre el aspecto del cuerpo y los órganos reproductores plenamente funcionales. Se es maduro para la reproducción pero los rasgos corporales y psicológicos son inmaduros o infantiles.

La neotenia es pues un conjunto de rasgos que han sido seleccionados por la evolución porque favorecen la “apertura” y disponibilidad para el aprendizaje de los jovenes eludiendo la alta especialización y rigidez de los adultos. Se trata de una serie de rasgos que en cualquier caso favorecen la labilidad del joven: más tiempo abierto a cualquier influencia para maximizar el aprendizaje.

madonna¿Hombre o mujer?

La neotenia ha sido más estudiada en relacion con ciertos rasgos fisicos, lo que no implica que no haya tambien sus correspondientes psicológicos. Lo que conocemos mejor son aquellos rasgos fisicos que han derivado genéticamente lo que no descarta que hayan otros que han derivado culturalmente como mas abajo veremos. Entendemos como rasgos neoténicos los siguientes:

  • Androginia y pseudonubilidad.
  • Piel blanca y pálida.
  • Cabellos largos.
  • Esqueletos gráciles.
  • Ojos azules o coloreados.
  • Rostros aniñados.
  • Cabezas redondas.
  • Pechos pequeños.
  • Delgadez.
  • Desaparición casi completa del vello.

Lo interesante de la neotenia es que es un producto de la seleccion sexual, la segunda de las maneras en que la evolución introduce novedades en los organismo y que fue ya descrita por Darwin en su obra ya clasica “El origen de las especies”.

La selección sexual introduce una novedad con respecto a la selección natural que es en definitiva el medraje de los rasgos más adaptados: el gusto de uno de los sexos en la elección de la pareja o bien la precariedad.

El color pardo de los ojos es el mejor adaptado a la luz solar y es por eso que es un rasgo que ha sido seleccionado positivamente por la evolución, por la seleccion natural, sin embargo el color azul (o cualquier otra mezcla) del iris apareció más tarde y se supone que apareció por selección sexual. Más aun, se sabe que el primer individuo con esta mutación apareció hace unos 30.000 años al norte del mar Negro. Y tuvo mucho éxito reproductivo como el lector ya habrá comprobado. Todos los ojos azules del mundo proceden de aquel individuo del que no sabemos si era hombre o mujer.

Peter Frost es un antropólogo evolucionista que tiene un blog aqui y que ha investigado sobre estos temas de la selección sexual y es él precisamente el que encontró que estos rasgos neoténicos no procedian de la seleccion natural ni de “distintos gustos según las razas” sino que existía un modelo de belleza que habia evolucionado de forma distinta segun las razas. la selección sexual no habia ejercido la misma presión en Europa central que en Oceania.

Precisamente aqui escribí un post sobre las razones de por qué nos gustan los ojos azules. Y aqui hay un articulo de Frost donde nos explica esta evolución segiun ciertas áreas geográficas.

Lo cierto es que en Europa se dio un fenómeno singular que vale la pena señalar para comprender estas diferencias geográficas en la seleccion sexual. Y lo que sucedió fue que gran parte de Europa central quedó aislada por los hielos árticos y en el sur por los Alpes. La población que alli vivia quedó aislada (sin influencias exteriores) y sometida a una de las condiciones climáticas más duras conocidas hasta entonces, con inviernos largos, veranos cortos y recursos escasos.

Frost supone que: los rasgos neoténicos fueron seleccionados por la via sexual (la preferencia por rubias, ojos azules, piel blanca), y naturalmente esta selección no pudo llevarse a cabo en Africa, donde esos rasgos no serian nada adaptativos y representaron una novedad en algún lugar de Europa o el Caucaso que produjo ventajas. La retención prolongada de estas características (neotenia) es muy posible que tenga que ver con nuestra inteligencia plástica, con nuestra capacidad para aprender cosas nuevas casi constantemente que a su vez permitió el desarrollo de un cerebro más grande, como un efecto secundario de un período más largo de crecimiento.

Los seres humanos ancestrales fueron expuestos a las presiones de la selección sexual, que variaban a lo largo de un eje norte-sur. En la zona tropical, las mujeres podían recolectar el alimento todo el año, con lo que el costo de una segunda esposa era relativamente bajo. Con tantos hombres necesitados de seleccionar esposa, las compañeras femeninas eran un recurso limitado. Demasiados hombres tenían que competir por muy pocas mujeres. La presión de la selección sexual se produjo en los hombres, siendo las mujeres las que podía escoger y elegir pareja.

Esta situación se revirtió cuando los seres humanos se alejaron de la zona tropical. En primer lugar, se hizo más costoso para un hombre proveer y sustentar a una segunda mujer, porque las mujeres contribuían menos a la fuente de alimentación de la familia, los inviernos eran más largos reduciendo las oportunidades para la recolección de alimentos. En segundo lugar estaba la mortalidad masculina, que aumentó en relación con la mortalidad de mujeres porque los hombres tenían que cazar caminando enormes y peligrosas distancias. En conjunto, estas dos tendencias dieron lugar a un escenario donde muy pocos hombres competían por muchas mujeres. Esto fue particularmente estricto en la estepa-tundra continental, donde las mujeres no tuvieron casi oportunidades para la recolección de alimentos y donde los hombres tenían que cazar manadas errantes de herbívoros recorriendo distancias largas.

Debido a un accidente geográfico, es decir, una masa glacial sobre Escandinavia, todo esto ocurrió en Europa durante la última glaciación (30.000 a 10.000 años atrás), específicamente en las llanuras del norte y del este, parte continental de estepa-tundra y cubriendo amplias zonas hacia el sur continental. De esta manera cubrió la mayor parte del territorio europeo durante la época de los humanos modernos. Los europeos no cambiaron en el aspecto físico debido a la adaptación climática. La causa fue un cambio en la dirección e intensidad de la selección sexual: los hombres estaban en disposición de seleccionar a las mujeres, y en un grado mucho mayor que en otros lugares. Las mujeres debían disminuir sus estandares de pareja si deseaban encontrar un compañero.

En este enlace hay varias imágenes que ilustran la gran diferenciación morfológica entre los homínidos (mas parecidos a los simios) y los actuales Homo Sapiens, y el proceso de transformación facial y corporal que tuvo lugar. El proceso de neotenización y alejamiento de las formas ancestrales afectó mucho más a las mujeres que a los hombres.

En resumen, Frost está en desacuerdo con la teoría comúnmente aceptada de que la evolución del color de los ojos y la coloración del cabello es un efecto secundario de la selección natural para el color de la piel , con el fin de maximizar la síntesis de vitamina D en las altas latitudes. Afirma que la preferencia por la piel clara (aunque se trata de un gen distinto al del color de los ojos) actúa con un desequilibrio de género y favoreció el apareamiento monógamo durante el ultimo periodo glaciar.

KidmanCon su blanca palidez

En este caso, la selección sexual probablemente ha acentuado la feminidad facial de las mujeres europeas, y explicaría el por qué estas mujeres son consideradas como más atractivas en otros lugares y culturas. Esta neotenización tambien secundariamente alcanzó a los hombres, (como veremos adelante) haciendo que ciertas partes de la cara sean más sensibles a los estrógenos circulantes durante el desarrollo temprano (bien aumentando el número de receptores estrogénicos o favoreciendo variantes de los receptores más sensibles a los estrógenos).

Dicho esto, la “selección cultural” actúa sobre los fenotipos, y sólo indirectamente sobre los genotipos. El hecho es que hubo una selección natural para que las mujeres parezcan más neotenizadas o paedomórfícas. Podría, por ejemplo, haber una selección cultural para que las mujeres que tenga una apariencia más femenina por razones ajenas a su nivel prenatal de estrógenos circulantes o la capacidad de los tejidos corporales a la respuesta estrogénica.

Y es precisamente de este tipo de selección sobre los fenotipos que explica algunas contradicciones que el lector sagaz ya habrá podido detectar. ¿No es la neotenización algo opuesto a nuestros gustos por los pechos grandes? ¿Por qué existe el gusto por el bronceado si la piel blanca es más atractiva? ¿Alcanzó esta neotenización a los hombres y de qué manera?

Son preguntas que intentaré responder en mi proximo post.

Bibliografía.-

Frost, P. (2006). European hair and eye color – A case of frequency-dependent sexual selection? Evolution and Human Behavior, 27, 85-103 http://www.ceacb.ucl.ac.uk/cultureclub/files/CC2006-03-07_Frost.pdf



Spinoza y el problema mente-cerebro

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Spinoza

Baruk o Bento Spinoza fue uno de los filósofos de la ilustración menos conocidos si lo comparamos por ejemplo con Descartes, coetáneo suyo y vecinos ambos de Amsterdam. Lo cierto es que las ideas cartesianas han tenido mucho más éxito – a pesar de ser falsas- que las spinozianas por las razones que más abajo contaré.

El siglo XVII fue el siglo de las luces y aunque fue un siglo plagado de genios, la hegemonía de la Iglesia y el tipo de pensamiento dualista que preconizaba Descartes era el “políticamente correcto”, tanto que ha llegado hasta nuestros dias contaminando la mente colectiva. No hay que olvidar que el propio Descartes, Galileo, Leibniz, Newton, Locke, Rembrandt, Huygens, Shakespeare o Pascal vivieron en ese siglo y algunos de ellos incluso se conocieron entre sí pero tampoco hay que olvidar que Europa se encontraba metida en guerras religiosas, locales e imperiales. España se encontraba bajo la tutela de la Inquisición mientras Felipe IV andaba a la greña contra los catalanes. El mundo era tormentoso, dominado por el fanatismo religioso, la ignorancia, la superstición y los monarcas absolutistas.

En este sentido puede afirmarse que Holanda era una isla de progreso. Los holandeses -como ahora- solo estaban interesados en trabajar y en los negocios. de manera que no es de extrañar que los judíos sefarditas que huyeron de España o Portugal encontraran acomodo en aquel país que precozmente adoptó la República como forma de gobierno. Los judíos aportaron a los calvinistas holandeses una amplia experiencia en el comercio y los negocios, de modo que los Spinoza se adaptaron bien en aquel entorno tolerante con las prácticas religiosas de los judíos mientras mantenían una cerrazón visceral contra los católicos y los españoles.

Spinoza era óptico y trabajaba en un negocio familiar, dedicado a fabricar lentes. Un negocio próspero que le costó al fin, la vida. Spinoza murió de silicosis a los 44 años. El cristal había pavimentado sus pulmones hasta obstruirlos del todo.

Hay un Spinoza político, otro teólogo, otro filósofo de la moral y otro Spinoza que es el que nos interesa en este post que es el Spinoza naturalista.

anatomy

El siglo XVII es el siglo de la explosión del naturalismo que en medicina tuvo una correspondencia en el interés por la anatomía. En este cuadro de Rembrandt el Dr Tulp da una clase de disección. ¿A quién mira el Dr Tulp?

El aspecto naturalista de Spinoza es poco conocido y es gracias a Antonio Damasio que escribió el libro anteriormente citado “En busca de Spinoza” que hemos llegado a conocer los conceptos y las ideas de este hombre excepcional que fue perseguido, prohibido y “ninguneado” por los poderes eclesiásticos y no me refiero tan solo a los católicos sino también a los de su propio origen: los judíos. Spinoza fue expulsado de la sinagoga por mantener opiniones distintas a las que proclama la Torá. De hecho sus restos reposan en un cementerio calvinista de la Haya.

Se opuso también a su colega Descartes en su idea esencial: materia y mente eran la misma cosa, procedían ambos de una misma esencia. Spinoza era un monista radical, y para él la mente no era sino la idea que manteníamos sobre el cuerpo (Spinoza no habla del cerebro sino del cuerpo).

¿Era ateo Spinoza?

La idea esencial de Spinoza -un adelanto de Darwin y de la teoria de la selección natural- era que Dios -al contrario de lo que la gente imagina- no es una persona, ni siquiera una voluntad o un proyecto que dirija la “creación”, sino la consecuencia directa, la manifestación de la “esencia” en un continuo despliegue de complejidad. En este sentido la esencia se manifestaría a través del “conatum“, es decir un movimiento de autopreservación que se manifestaría desde las reacciones mas primitivas de los animales más simples hasta los mas complejos, un empeño biológico ciego que trata de mantener el despliegue constante de la vida pero sin el propósito de un Creador, algo más cercano al concepto de diseñoide de Dawkins que al de diseño inteligente. El “conatum” es un concepto muy parecido al de fitness (eficacia biológica). Personalmente no les encuentro ninguna diferencia salvo que el concepto anglosajón ha tenido mucho más éxito científico que el “conatum” spinoziano.

Esta idea del conatum:. un impulso ciego sin propósito es el responsable de que exista en todas y cada una de las mentes humanas y animales una tendencia no sólo a la autopreservación del individuo y de la especie sino también, una búsqueda de -diríamos hoy- de sentido y de bienestar, de felicidad.

Pero al contrario de Kant, Spinoza nos propone algo nuevo: oponer una emoción a otra emoción y vencerla desde la intensidad de la primera. Así la alegría seria el antídoto de la tristeza, la castidad de la lujuria, etc.

Mientras Kant mantenía que las pasiones humanas podían contenerse a través de la razón, la idea de Spinoza es combatir una pasión por otra emoción de sentido opuesto que la neutralice.

La palabra ateo es de reciente aparición y lo que Spinoza defiende es la idea de que la mente humana es a la vez mortal e inmortal. Pasajera y eterna. Es pasajera en tanto que muere con el organismo que la sostuvo, pero es eterna en tanto que la esencia se reproduce una y otra vez en un organismo vivo y se manifiesta a través de esa manía de duplicarse a si misma, autoprotegerse y en esa aspiración tan humana hacia la felicidad.

En este sentido el Dios de Spinoza es la naturaleza en sí misma y no un creador antropomórfico pensado por el hombre como dador de sentido a la vida. Dios para Spinoza es un mandato biológico: un “creced y multiplacaos” un vive de acuerdo con una conciencia moral, un estado de cosas que recuerda vagamente a la idea de Democrito de la eutimia. La felicidad no es una compensación por haber sido bueno o cumplir con las leyes o los mandatos de la colectividad, sino que es un fin por sí misma.

Se es feliz cuando ser feliz no es una compensación sino un hallazgo.

En conclusión, las ideas de Spinoza se encuentran plenamente vigentes en la ciencia actual si bien su nombre ha sido amputado de todos los predecesroes del naturalismo científico y sus conceptos triturados para imponer otros procedentes del mundo anglosajón. Su idea principal, sin embargo es la única que se sostiene en el discrusos cientifico y que puede ponerse en forma de una ecuación:

Dios = Tiempo+ Selección natural+ Azar

Este es el Dios es que el que Spinoza creía aun antes de que Darwin propusiera la única teoría biológica que se sustenta en datos y observaciones: que todo procede de algo anterior, que fue selecionado por contener innovaciones compatibles con el medio ambiente y que esta selección precisó de tiempo (contado en eones) a fin de dar con los diseños compatibles con la vida.

Compatibles con la esencia.


Neoténicos: del paleolítico a la época actual (y II)

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dimorfismo

No cabe ninguna duda de que nuestra especie heredó de sus ancestros prehumanos una característica que ha llegado hasta nosotros en forma de “dimorfismo sexual” y que denota una intensa rivalidad intrasexual entre los machos que se manifiesta en mayor tamaño, agresividad, fuerza y velocidad.

Este dimorfismo sexual es leve si lo comparamos con nuestros ancestros los simios, pero no se limita al tamaño o fuerza, existen otras diferencias, una de ellas, es el tamaño de los testiculos: se sabe que este tamaño correlaciona con el hecho de ser fuertemente polígamos (como los gorilas) o fuertemente monógamos como nosotros los humanos. En clave comprensiva: a menor competencia sexual menor tamaño de los testiculos.

El aspecto externo de los humanos ha sufrido presiones evolutivas muy importantes y no sólo relativas al desempeño sexual o al tamaño de los individuos sino tambien relacionadas con el atractivo. Estos cambios relativos a los gustos y preferencias individuales se conocen con el nombre de selección sexual.

Los que leyeron el post anterior ya conocen la deriva genética que acaeció en Europa central durante la última glaciación que aisló en aquel nicho geográfico a una población que se tradujo en mutaciones específicas para esa población. Hablábamos alli de que la neotenia era producto de una selección sexual muy intensa que se llevó a cabo en aquella población pero no necesariamente en otras latitudes geográficas o no a la misma velocidad.

La selección sexual es la forma en que la evolución introduce novedades guiada por los gustos y preferencias de los sexos y sobre todo por la precariedad, es decir la falta de parejas.

Algo asi parece que sucedió en el paleolitico y en Europa central que quedó aislada por los hielos. Las mujeres derivaron hacia rasgos neótenicos guiadas precisamente por la falta de machos de su especie y sin pretenderlo favorecieron la monogamia.

La neotenia, es decir la persistencia de rasgos infantiles en los individuos tuvo premio evolutivo y una caracteristica psicológica ligada a ella: el retraso de la maduración hace a los individuos más plásticos y con mayor apertura a la experiencia. El cierre de la ventana plástica que regula los aprendizajes y que llamamos “maduración” tienen sus pros y sus contras, asi las personas más maduras o que maduran más precozmente tienen ventajas sociales pero menos ventajas cognitivas. Por decirlo de una manera mas gráfica: los aprendizajes se endurecen y se hacen más rígidos a medida que maduramos.

La seleccion dependiente de la frecuencia.-

De manera que ya sabemos que los rasgos neoténicos se consolidaron porque daban ventajas a sus portadores, las mujeres con rasgos infantiles, delgadas, de piel clara, ojos azules o coloreados, largas cabelleras, y esqueletos gráciles envueltas en una atmósfera de inmadurez tuvieron ventajas en aquellos entornos donde encontrar una pareja fiable resultaba dificil debido a la escasez de machos.

¿Pero y ahora sucede lo mismo?

Los que leyeron este post ya saben que si bien ahora los machos ya no mueren en accidentes de caza, el mercado sexual se encuentra comprometido por otros factores, lo que nos lleva de igual modo hacia la precariedad. Hombres y mujeres tienen muchas dificultades para acceder a parejas interesantes, comprometidas y deseables.

En el anterior post terminaba haciéndome las siguientes preguntas:

¿No es la neotenización algo opuesto a nuestros gustos por los pechos grandes? ¿Por qué existe el gusto por el bronceado si la piel blanca es más atractiva? ¿Alcanzó esta neotenización a los hombres y de qué manera?

operacion-fallida-victoria-beckham-tetas

Efectivamente, los pechos grandes -gran fetiche de atractivo femenino para los hombres- es incompatible con la delgadez neoténica, es por eso por lo que existe una selección fenotipica “a la carta” sobre todo desde que la cirugía permite este tipo de siliconamientos. Las mujeres pueden mantener sus rasgos neoténicos, pseudonúbiles y al mismo tiempo presentar grandes pechos.

Ahora bien, esta estrategia de siliconarse el cuerpo tiene ciertos limites. ¿Qué sucederia si todas las mujeres tuvieran estos pechos?

Pues que inmediatamente surgirian -por oscilación- nuevos gustos que privilegirían los pechos pequeños. Es lo que se conoce como selección dependiente de la frecuencia que opera tanto en el genotipo como en el fenotipo y que viene a decir algo asi como que cuando un rasgo se hace demasiado frecuente inmediatamente surge un rasgo opuesto que por su rareza relativa es asumido como atractivo. Es por eso que en un mundo de palideces hay personas que acuden a rayos UVA para broncearse a veces de un modo obsesivo y patologico. las que tienen pelos rizados los quieren lisos, los que tienen ojos azules se ponen lentillas ámbar.

El éxito de la cosmética, el vestido, la peluqueria, el maquillaje, los tatuajes, piercings o las intervenciones de cirugía estética se explican precisamente por esta busqueda de atractivo que muchas veces no sigue el patrón de moda polticamente correcto sino un antivalor. Los antivalores tambien son atractivos cuando los valores sos sostenidos por demasiada gente.

Y uno/a se convierte en alguien especial.

Los hombres por su parte tambien sigues procesos de neotiización parecidos si bien en otro sentido: los gustos femeninos se orientan hacia hombres masculinos y viriles si bien aprecian los caracteres masculinos empáticos, hipermentalisticos y blandos, algo que ha venido en llamarse el síndrome de Johnny Depp.

Lo que importa pues es que haya de todo pero segun el gusto (a veces imposible) del otro sexo. Y nada es eterno aunque si observamos la dirección evolutiva que ha tomado nuestra especie lo que hay que esperar es que ese proceso de neotenización siga su curso, que los embarazos sean más cortos y por tanto el periodo de aprendizaje se alargue.

No me cabe duda de que vamos en la dirección de una infantilización del mundo, lo cual no es malo más que en un sentido: quizá cuando acabemos de madurar sea tarde para reproducirse.

Ya está sucediendo.


La máquina de influencia

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Victor Tausk fue un discípulo de Freud con un fin trágico y cuya historia -poco conocida incluso para los propios psicoanalistas- fue desvelada por Paul Roazen en un libro titulado “Hermano animal”, cuyo titulo no tiene nada que ver (que yo sepa) con la historia que se cuenta allí y que el lector puede consultar en este post.

Hace pocas semanas me encontré con este articulo (en inglés) por casualidad y recordé la historia de este hombre que tuvo, un final trágico a pesar de haber disfrutado de la elite médica de su tiempo. El caso es que a Freud -por razones poco claras- no le gustaba nada y el libro de Roazen -demasiado subjetivo- no aclara la verdadera razón de su infortunio.

Lo importante y de lo que voy a hablar aquí es una de sus conceptualizaciones más interesantes: “la maquina  de influencia” que además en el articulo se relaciona con la película “El show de Truman” de la que ya hablé aquí. de manera que he decidido traducir el articulo por el interés que contiene al respecto de las “influencias” psicóticas.

El reality show.-

Los informes de investigaciones de la psiquiatría clínica raramente hacen mucho ruido en los medios amplios, pero pareciera apropiado que un informe titulado “El delirio del show de Truman: La psicosis en la Aldea Global” publicado en mayo de 2012 en una edición de Neuropsiquiatría Cognitiva, debió haber causado sensación mundial.

Sus autores, los hermanos Joel y Ian Gold, presentan una sorprendente serie de casos en los que los individuos se habían convencido de que secretamente estaban siendo filmados para un programa estilo “reality” (realidad en vivo) de televisión.

En uno de los casos, el sujeto viajo a Nueva York, exigiendo ver al “director” de la película de su vida, y deseaba comprobar si el World Trade Center había sido destruido en realidad o si sólo era en la película que estaba siendo montada para su beneficio. En otro caso, un periodista que había sido hospitalizado durante un episodio maníaco, se convenció de que la situación médica era falsa y que se le concedería un premio por la cobertura de la historia una vez que la verdad fuera revelada. Otro sujeto, estaba trabajando en las series de televisión de un reality, pero llegó a creer que sus compañeros de equipo estaban secretamente filmándolo, y estaba constantemente esperando el momento de “Esta- es- tu vida” cuando las cámaras podrían dar la vuelta y mostrar que él era la verdadera estrella del espectáculo.

Pocos comentaristas fueron capaces de resistir la idea de que estos casos – todos con diagnóstico de esquizofrenia o trastorno bipolar, tratados con medicamentos antipsicóticos- eran en cierto sentido la punta del iceberg, exponiendo una patología en nuestra cultura en su conjunto, como un todo. Fueron tomados como ejemplos extremos de un malestar modeno, más amplio: la obsesión por la celebridad convirtiéndonos a todos en estrellas narcisistas de nuestra propia vida, o un medio saturado de cultura deformando (distorsionando) nuestro sentido de la realidad y borrando la línea entre el hecho real y la ficción. Parecían capturar el espíritu de la época (zetgeist) perfectamente: cuentos con moraleja para una época en la que nuestra experiencia de la realidad es arreglada y personalizada de formas forma sutiles e insidiosas, y todo, desde nuestro correo basura hasta nuestras búsquedas secretas en línea, discretamente nos alientan con la suposición de que somos el centro del universo.

Pero parte de la razón por la que el delirio del “show de Truman” parece tan increíblemente en sintonía con los tiempos es que los éxitos taquilleros de Hollywood ahora regularmente presentan narrativas que, hasta hace poco, estaban confinadas a los notas de casos y literatura sobre psicosis paranoide pertenecientes al ramo de los psiquiatras.

La cultura popular marcha con historias sobre tecnología que secretamente observa y controla nuestros pensamientos, o en los que la realidad se simula en base a construcciones mentales o recuerdos implantados, y donde la verdad se vislumbra solo en secuencias de sueños distorsionados o momentos oportunos cuando la máscara se desliza.

Hace un par de décadas, estas creencias podían tachar más seguido a personajes ficticios como locos, en vez de maniacos no homicidas.  Hoy en día, son más propensos a identificar un protagonista que, como el Truman Burbank de Jim Carrey, genuinamente ha tropezado en un secreto cuidadosamente orquestado en el que aquellos que le rodean son conscientes de manera insulsa. Estas historias, obviamente, resuenan con nuestra modernidad saturada de tecnología.  Lo que está menos claro es por qué adoptan tan fácilmente una perspectiva, que era, hasta hace poco, un sello distintivo de alejamiento radical de la realidad. ¿Sugiere esto que las tecnologías de los medios de comunicación están haciéndonos a todos paranoicos? ¿O que los delirios paranoicos de repente tienen más sentido que antes?

La primer persona para examinar la curiosa relación simbiótica entre las nuevas tecnologías y los síntomas de la psicosis fue Victor Tausk, antiguo discípulo de Sigmund Freud. En 1919, publicó un artículo de investigación sobre el fenómeno que llamó “la máquina de influir”. Tausk se había dado cuenta de que era muy común que los pacientes con el diagnóstico de la recientemente acuñada esquizofrenia, se convencían de que sus mentes y sus cuerpos estaban siendo controlados por las tecnologías avanzadas invisibles para todos menos para ellos.

Estas “máquinas que influyen” eran a menudo elaboradamente concebidas y predicadas como los nuevos dispositivos que estaban transformando la vida moderna.  Los pacientes reportaron que estaban recibiendo mensajes transmitidos por baterías ocultas, bobinas y aparatos eléctricos; las voces en sus cabezas estaban siendo retransmitidas por las formas avanzadas del teléfono o fonógrafo, y las alucinaciones visuales por la operación encubierta de “una linterna mágica o cinematógrafo”. El caso de estudio más detallado de Tausk era de un paciente llamado Natalija A, quien creía que sus pensamientos estaban siendo controlados y su cuerpo manipulado por un aparato eléctrico secretamente operado por doctores en Berlin. El dispositivo tenía la forma de su propio cuerpo, y su estómago era una tapa forrada de terciopelo que se podía abrir para revelar las baterías correspondientes a sus órganos internos.

A pesar de que estas creencias eran salvajemente delirantes, Tausk detectó un método en su locura: un reflejo de los sueños y las pesadillas de un mundo en rápida evolución. Dinamos eléctricos fueron inundando las ciudades europeas con energía y luz, sus redes ramificadas se hacían eco de las estructuras filigranas vistas en las diapositivas de laboratorio del sistema nervioso humano. Nuevos descubrimientos, como los rayos X y radio estaban exponiendo mundos invisibles hasta ahora y poderes misteriosos eran diariamente discutidos en las revistas de divulgación científica, extrapolados en revistas de ficción barata y declarados por los espiritualistas como evidencia de “el otro lado”. Pero toda esta novedad no estaba creando nuevas formas de enfermedades mentales, según Tausk. Más bien, los desarrollos modernos estaban provisionando a sus pacientes con un nuevo lenguaje para describir su condición.

En el núcleo de la esquizofrenia, argumentó, era una pérdida de los límites del ego que hacía imposible para los sujetos el imponer su voluntad en la realidad, o formar una idea coherente de sí mismos. Sin una voluntad propia, les parecía que los pensamientos y palabras de otros estaban siendo forzadas hacia dentro de sus cabezas y emanadas desde sus bocas, y sus cuerpos eran manipulados como marionetas, sujetos a torturas y colocados en posturas misteriosas. Estas experiencias no tenían un sentido racional, pero aquellos que las sufrían eran sujetos de lo que Tausk llamaba “la necesidad de causalidad que es inherente en el hombre”. Se sentían que ellos mismos estaban a merced de fuerzas malignas externas, y sus mentes inconscientes fabricaban una explicación desde el material a la mano, a menudo con notable ingenuidad. Incapaces de dar significado en el mundo, ellos se convirtieron en navíos vacios de los artefactos culturales y supuestos que se arremolinaban en torno a ellos. A principios del siglo 20, muchos se vieron atenazados por la convicción de que algún operador oculta los estaba atormentando con tecnología avanzada.

Un nómada del desierto es más propenso a creer que está siendo enterrado vivo por un genio, y un Americano urban, que le ha sido implantado un microchip y está siendo monitorizado por la CIA

La teoría de Tausk fue radical en su implicación de que las declaraciones de la psicosis no eran un galimatías o aleatorias, sino un bricolaje, a menudo hábilmente construido, de las creencias y preocupaciones colectivas. A lo largo de la historia hasta el momento, el marco explicativo de estas experiencias ha sido esencialmente religiosa: fueron vistos como la posesión por espíritus malignos, visitaciones divinas, la brujería, o las trampas del diablo. En la era moderna, estas creencias se mantuvieron como algo común, pero las explicaciones alternativas ya estaban disponibles. Las alucinaciones experimentadas por los pacientes psicóticos, Tausk observó, no son típicamente objetos tridimensionales pero las proyecciones ‘se ven en un solo plano, en las paredes o vidrios de las ventanas’. La nueva tecnología del cine replicó esta sensación precisamente y fue en muchos aspectos una explicación racional de la misma: una que “no revela ningún error de juicio más allá del hecho de su no-existencia”.

En su comprensión instintiva de los poderes y las amenazas implícitas de la tecnología, las máquinas que influyen pueden ser convincentemente futuristas e incluso sorprendentemente proféticas. El primer caso registrado, en 1810, era un paciente de Bedlam llamado James Tilly Matthews quien dibujó los planos técnicos exquisitos de la máquina que controlaba su mente. El ‘Air Loom “, como él la llamaba, utilizaron la ciencia avanzada de su época – los gases artificiales y rayos hipnóticos – para dirigir las corrientes invisibles en el cerebro, donde un imán se había implantado para recibirlos. Mundo de los rayos y corrientes, una locura de sus contemporáneos, con carga eléctrica de Matthews es ahora parte de nuestro mobiliario cultural. Una búsqueda rápida en Internet revela docenas de comunidades en línea dedicadas a la discusión de los implantes cerebrales magnéticos, tanto reales como imaginarios.

La interpretación del delirio del show de Truman de los hermanos Gold corre a lo largo de líneas similares. Podría parecer un fenómeno nuevo que ha surgido en respuesta a nuestra cultura de medios hipermoderna, pero es de hecho una condición familiar dado una moderna renovación. Hacen una distinción fundamental entre el contenido de los delirios, que es espectacularmente variada e imaginativa, y las formas básicas del delirio, que caracterizan como “universales y más bien pequeñas en número.

Ideas delirantes de persecución, por ejemplo, se pueden encontrar a lo largo de la historia y en todas las culturas, pero dentro de esta categoría, un nómada del desierto es más propenso a creer que está siendo enterrado vivo en la arena por un genio, y un estadounidense urbano, que se le ha implantado un  microchip y está siendo supervisado por la CIA. ‘Para una enfermedad que se caracteriza a menudo como una ruptura con la realidad” se observa que “la psicosis se mantiene muy al día”. En lugar de estar distanciados de la cultura que les rodea, los sujetos psicóticos pueden ser vistos como consumidos por ella: incapaces de establecer los límites de sí mismos, están a merced de su normalmente aguzada sensibilidad a las amenazas sociales.

En esta interpretación, el delirio del show de Truman es una expresión contemporánea de una forma común del delirio: lo grandioso. Aquellos que experimentan la aparición de la psicosis a menudo se convencen de que el mundo ha experimentado un cambio sutil, que les sitúan en el centro del escenario en un drama de proporciones universales. Todo de repente se llena de significado, cada pequeño detalle está cargado de significado personal. Las personas que te rodean son a menudo cómplices: interpretando papeles preasignados, para probarte o la prepararte para un momento inminente de la revelación. Estas experiencias han sido típicamente interpretadas como una visitación divina, una transformación mágica o una iniciación a un nivel más alto de la realidad. Es fácil imaginar cómo, si descendían sobre nosotros sin previo aviso, hoy, podríamos llegar a la conclusión de que la explicación era una invención de la televisión o medios de comunicación social: que, por alguna razón oculta deliberadamente, la atención del mundo se centró repentinamente sobre nosotros, y un público invisible observaba con fascinación al ver cómo responderíamos. El delirio del show de Truman, entonces, no implica necesariamente que la telerrealidad es una causa o un síntoma de una enfermedad mental, sino que podría ser simplemente que la presencia omnipresente de la telerrealidad en nuestra cultura ofrece una explicación plausible de sensaciones y eventos inexplicables. 

Aunque la formación de delirios es inconsciente y con frecuencia una respuesta a un trauma profundo, la necesidad de construir hipótesis plausibles le da muchos puntos en común con el proceso de escribir ficción. En raras ocasiones, los dos se superponen. En 1954, el novelista Inglés Evelyn Waugh sufrió un episodio psicótico en el que pensaba que era perseguido por una serie de voces incorpóreas que discutían sus defectos de la personalidad y de la difusión de rumores maliciosos acerca de él. Él se convenció de que las voces estaban siendo orquestadas por los productores de una reciente entrevista en la radio BBC, cuyas preguntas que había encontrado impertinente, explicó su capacidad para seguirle dondequiera que iba invocando una tecnología oculta a lo largo de las líneas de una “caja negra” radiónica, el entusiasmo de uno de sus vecinos. Sus ilusiones se hicieron cada vez más florido, como Waugh describe más adelante: “No era en absoluto como perder a razón… Yo estaba racionalizando todo el tiempo, era simplemente la razón trabajando duro en las premisas equivocadas.

Waugh convirtió la experiencia en una novela cómica brillante, el calvario de Gilbert Pinfold (1957). Su protagonista es un escritor pomposo pero frágil en la edad media tardía, cuya paranoia sobre el mundo moderno se alimenta por un régimen creciente de licores y sedantes hasta que estalla en manía persecutoria en toda regla (un compañero familiar de Waugh, quien lo abreviaba discretamente como ‘pm’ en las cartas a su esposa). Aunque la novela suaviza los bordes de las extrañas asociaciones de Waugh y guiños a sabiendas en situación surrealista de Pinfold, la ficcionalización desdibuja en la narrativa que surgió durante la psicosis de Waugh: incluso para sus amigos más cercanos, era imposible saber exactamente donde el primero terminó y el segundo comenzó.

Para cuando Gilbert Pinfold se publicó, los relatos de paranoia y psicosis estaban empezando a migrar de la psiquiatría en la cultura popular, y las memorias en primera persona de una enfermedad mental aparecían como libros de bolsillo para el mercado masivo. Los operadores de memorias y las cosas: La vida interior de un esquizofrénico (1958), escrita bajo el seudónimo de Barbara O’Brien, contaba la extraordinaria historia de una joven perseguida a través de América en los autobuses Greyhound por una banda oscura de “operadores” con un controlador de mentes “estroboscopio”, pero se presentó y etiquetado como un thriller de ciencia ficción. Por el contrario, los thrillers fueron incorporando líneas argumentales que asumieron la realidad de las tecnologías de control mental. La exitosa novela de Richard Condon “El mensajero del miedo (1959)” se convirtió en la premisa de que un sujeto hipnotizado puede ser programado para responder inconscientemente a las señales preestablecidas. En memorable y, en retrospectiva de la obra, el clímax inquietantemente profético, un agente involuntario se activa para asesinar al presidente de los EE.UU.. La inexpresiva sátira de Condon fue informada por ansiedadesde la Guerra Fría sobre la infiltración comunista y el lavado de cerebro, pero esto también se basó en las últimas revelaciones populares de las técnicas “subliminales” de la publicidad, como Los persuasores ocultos (1958) por Vance Packard. Se dirigió expertamente  hasta el disputado territorio de magia negra de la psicología: una historia paranoica para tiempos paranoicos, que aún informan un próspero submundo de las teorías conspirativas impulsadas por Internet.

Tal vez la aparición de la máquina de influir en la ficción moderna puede ser más claramente trazada a través de la carrera y la vida futura de Philip K Dick, que combinó la profesión de escritor “de novela barata” prolífico  con una fascinación intensa hipocondríaca con trastornos psicóticos. Se diagnosticó a sí mismo tanto como paranoico y esquizofrénico en varias ocasiones, y se incluyen personajes esquizofrénicos en su ficción; muchas de sus novelas y relatos cortos tienen un parentesco más cercano con las memorias de la enfermedad mental que con los robots, naves espaciales-y-cuentos de la ciencia-ficción contemporáneas.

Juegan a cabo iteraciones inquietas de la idea de que la realidad de consenso es, de hecho, la construcción de algún tipo de influencia: una simulación diseñada para poner a prueba nuestro comportamiento, un conjunto de recuerdos generados artificialmente para mantenernos en nuestra rutina diaria, una fantasía de consumo vendida a nosotros por corporaciones hambrientas de poder o amablemente proporcionadas por extraterrestres para leer la mente. la novela de Dick “time out of Join” salió el mismo año que The Manchurian Candidate y era un ancestro claro de El Show de Truman. Su protagonista, Ragle Gumm, habita un mundo suburbano suave que se revela poco a poco a ser una simulación militar, con el único propósito de la puesta a punto es mantener Gumm jugando alegremente a lo que él cree que es un rompecabezas acorazado en el periódico todos los días, mientras que en realidad sus soluciones están dirigiendo los ataques con misiles en una guerra de la que se mantiene inconsciente.

A lo largo de su vida, Dick siguió siendo un autor de culto. Sus devotos pero limitados fans valoraron su trabajo por su rareza sin concesiones, sin imaginar que podría asimilarse a la corriente popular. De hecho, después de una serie de episodios de visionarios en 1974, que él elaboró ​​en una teología personal compleja, la obra de Dick se hizo todavía más hermética, remota, incluso a su base de lectores de ciencia-ficción. Murió en 1982, así como su novela (Do Androids Dream of Electric Sheep?) ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968) estaba siendo adaptado en la película de Ridley Scott, Blade Runner, su historia moderada por un estudio que cree audiencias rechazarían la revelación culminante que su protagonista era él mismo un androide. Adaptaciones cinematográficas posteriores de la obra de Dick, como la de Paul Verhoeven’s “Total Recall”(1990), también bajó el tono a los cambios de la realidad radical original, limitándolos a una organización de apertura antes de establecerse en un carrete de acción final sin complicaciones.

Sin embargo, en 1999, “Matrix” alcanzó el oro en las taquillas con un guión que presentaba un clásico Dickian influenciando en forma cruda y sin diluir. Un curioso hacker se topa con el último secreto: el llamado “mundo real” es una simulación, ocultando una realidad en la que toda la humanidad ha sido esclavizada y cosechado por máquinas durante siglos. Reforzado por montones de diálogo explorando implicaciones existenciales del escenario; esto fue precisamente lo que los ejecutivos de Hollywood asumían que el público odiaba: cineastas jugando inteligentemente con su audiencia, quitándoles todo el apoyo, incluso jugando con la cuarta pared del teatro. Y sin embargo, fue un éxito sensacional, resonando mucho más allá de los multicines y la inserción de sus memes profundamente en una cultura más amplia que ahora estaba organizada por Internet.

Como el guionista estadounidense William Goldman observó en sus memorias “Adventures in the Screen Trade”(1983) (Aventuras en el comercio de la Pantalla), en el negocio del cine, nadie sabe nada. Podría ser que una metaficción igualmente audaz podría haber sido exitosos años antes, pero parece más probable que el impacto cultural de Matrix refleja la omnipresencia que los medios interactivos y digitales habían alcanzado a finales del siglo 20. Este fue el momento en que la sociedad en red alcanzó un grupo crítico: las ideas futuristas que, una década antes, eran del dominio exclusivo de una vanguardia que leía novelas ciberespacio de William Gibson o seguían las especulaciones casi sangrientas de la revista cibercultura Mondo 2000 ya se convirtió en parte de la vida diaria para una generación global y digital. La lógica (mirar al final del documento*) que había confinado la apelación de Philip K Dick a las franjas de culto de una generación anterior era ahora accesible a un público masivo. de repente, había un apetito publico por alegorías retorcida que disolvían las fronteras entre lo virtual y lo real.

Cuando James Tilly Matthews sacó los rayos invisibles y los rayos del Air Loom (telar del aire) en su celda Bedlam, él estaba describiendo un mundo que sólo existía en su cabeza. Pero su mundo es ahora nuestro: ya no podemos contar todos los rayos invisibles, las vigas y las señales que están pasando a través de nuestro cuerpo en todo momento. Victor Tausk argumentó que el aparato de influir surgió de una confusión entre el mundo exterior y los fenómenos mentales privadas, una confusión resuelta cuando el paciente se inventó una causa externa de dar sentido a sus pensamientos, sueños y alucinaciones. Sin embargo, la palabra moderna de la televisión y las computadoras, lo virtual y lo interactivo, difumina las distinciones tradicionales entre la percepción y la realidad.

Cuando vemos eventos deportivos en pantallas gigantes públicas o seguimos las noticias de última hora en nuestros salones, sólo estamos recibiendo imágenes parpadeantes, sin embargo, nuestros corazones laten en sincronía con otros millones de personas que no vemos. Nosotros usamos Skype con facsímiles bidimensionales de nuestros amigos, y el modelo de versiones idealizadas de nosotros mismos a nuestros perfiles sociales. Avatares y alias permiten comunicarse a la vez íntima y anónimamente. Juegos multijugador y mundos virtuales nos permiten crear realidades personalizadas como omnímodo como El Show de Truman. Fugas y (exposés) menoscaban continuamente nuestras suposiciones acerca de lo que estamos revelando y a quién, en qué medida se están monitoreando nuestras acciones y nuestros pensamientos se están transmitiendo. Nosotros manipulamos nuestra identidad y somos manipulados por otros desconocidos. No podemos distinguir de forma fiable lo real de lo falso o lo privado de lo público.

En el siglo XXI, el aparato de influir ha escapado de las salas cerradas del hospital mental para convertirse en un mito distintivo de nuestro tiempo. Es apremiante no porque todos tenemos esquizofrenia, sino porque la realidad se ha convertido en una escala de grises entre el mundo externo y nuestra imaginación. El mundo está mediado en parte por tecnologías que lo fabrican y en parte por nuestra propia mente, cuyo patrón de reconocimiento de las rutinas trabaja sin descanso las ilusiones digitales puntada en el cine privado de nuestra conciencia. Los mitos clásicos de la metamorfosis exploran los límites entre la humanidad y la naturaleza y nuestra relación con los animales y los dioses. Del mismo modo, las tecnologías fantásticas que alguna vez fueron el sello de la locura nos permiten articular las posibilidades, las amenazas y los límites de las herramientas que están ampliando nuestras mentes hacia dimensiones desconocidas, tanto seductoras como aterradoras.


 


Escrupulosos y perfeccionistas

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Lo bueno es enemigo de lo mejor

(Proverbio castellano)

Cuando Zeus ganó la guerra contra su padre Cronos y los Titanes, no tuvo más remedio que negociar las condiciones de paz con su madre Gea y con el resto de deidades primigenias que poblaban el cielo con anterioridad al nuevo orden Olímpico.

El orden nuevo era un parlamento de dioses emergentes, los hermanos de Zeus que habian sido engullidos por celos por el viejo Cronos -el tiempo que todo lo devora- volvieron a tomar el poder, esta vez democrático. No habia más remedio que negociar nuevas condiciones para aquellos dioses antiguos que seguian haciendo de las suyas en la vida de los hombres: Ananké (la Necesidad), las Moiras (el Destino), Nix (la Noche), Tanatos (la muerte), Morfeo (el sueño), etc, eran deidades que representan principios primigenios y abstractos, sin representación y sin culto. Un nuevo orden territorial se impuso en los cielos pero Zeus hubo de hacer ciertas concesiones.

Ananké, la diosa Necesidad es la que más nos importa en este momento para el tema del que voy a hablar, es decir de todo aquello que escapa al albedrío humano, algo que se impone como forzado o inevitable, algo que sucede sin que la voluntad intervenga. De Ananké procede la voz “anancástico que hoy traduciríamos como compulsión: aquello que nos viene forzado y se impone a nuestra decisiónes conscientes. Ananké es la inevitabilidad.

El interés psiquiátrico de este concepto es que forma parte de no pocas constelaciones psíquicas, la más conocida de las cuales es el TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) y en cierto modo tambien del trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad, una versión menor del TOC, una versión mitigada.

Lo obsesivo-compulsivo es una constelación cognitivo-conductual, las obsesiones son ideas -algo que pensamos-, pero las compulsiones -los anancasmos- son sobre todo conductas, algo que hacemos y algo que llevamos a cabo, mágicamente, para disolver las consecuencias de los pensamientos.

Y es verdad que en lo obsesivo hay algo de Necesidad, nosotros los psiquiatras llamamos a esta Necesidad, escrupulosidad.

Etimológicamente la escrupulosidad procede de una voz latina que significa “una piedrecilla en los zapatos”, asi se comporta el escrúpulo, como una molestia continua, un cuerpo extraño que lleva al individuo a dudar o vacilar constantemente sobre temas morales “bueno o malo” o de pura conveniencia “esto o lo otro” ¿Qué hacer ante una disyuntiva?. Los escrúpulos importan sobre todo en el nivel de las decisiones, llevando al individuo hacia una duda constante y sin embargo la escrupulosidad no es ni una conducta ni una idea, sino un endofenotipo.

Un endofenotipo es un constructo teórico descrito sobre todo por los investigadores de la biología de la personalidad a fin de aislar variables  con sentido biolóoico y a medio camino entre el gen y el fenotipo, así la “escrupulosidad” fue descrita por Costa y Mc Rae y medida a través de un test muy conocido llamado “los cinco grandes” (big five) y que se parece bastante y se solapa con el constructo “evitación del daño” descrito por Cloninger. Lo que sabemos de este biomarcador es que es altamente heredable, que es regulado por la serotonina y que da lugar a formas de ser características, formas de ser presididas por:

  • Elevada ansiedad.
  • Dudas y vacilaciones.
  • Personalidades timoratas y fóbicas.
  • Rigidez caracterial y pasión por la rutina con dificultad para expresar emociones..
  • Aversión al riesgo y melindrosidad.
  • Atención al pequeño detalle y perdida del sentido contextual.
  • Aversiones y repugnancias.
  • Alto overdrive moral.
  • Avaricia.
  • Procastinación.
  • Búsqueda de la excelencia (perfeccionismo)

El perfeccionismo.-

El perfeccionismo sin embargo, no es ni una idea, ni una conducta ni un endofenotipo sino una creencia. El perfeccionista cree en la excelencia y opta siempre por lo mejor que es para él un icono moral. Se trata de alguien que no sabe que “lo suficientemente bueno” es preferible a lo mejor. Esta idea es probablemente el origen de sus dudas, siempre hay algo que podría ser mejor, más barato, mejor posicionado, se trata pues de buscarlo pues ¿cómo saberlo?. Supongamos que tenemos que hacer una compra. Hay dos tipos de actitudes con respecto a eso: recorrerse todas las tiendas con la intención de maximizar el coste/beneficio o conformarse con lo que hay después de haber visitado algunas.

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Para comprender mejor esta idea de maximizadores versus satisfactores es mejor que el lector vaya a este sitio donde se habla de Barry Swartz y su libro “Por qué más es menos”.

Extraígo de alli este párrafo:

Schwartz denomina “satisfactores” a aquellos que, sin ser meros conformistas que cogen lo primero que ven, buscan optimizar su compra, pero que en cuanto encuentran algo razonablemente bueno se detienen y eligen. Frente a ellos nos presenta otra figura poética, los “maximizadores”. Estos últimos son personas que quieren obtener lo mejor de lo mejor, algo único que reúna unas cualidades excepcionales en precio, calidad, originalidad, modernidad o lo que al maximizador le pase por la cabeza. El caso es que estas dos figuras poéticas (estos seres ideales), habitan en distinta proporción en cada uno de nosotros, y me atrevería a decir que también en cada uno de nuestros distintos yoes a lo largo de una vida que va de la maximización a la búsqueda de la satisfacción. El maximizador, a la hora de comprar, por ejemplo, un coche, no parará de dar vueltas hasta dar con aquel que cumpla al máximo con sus expectativas ideales (tantas veces irreales), o acaso un libro, o un pantalón, o un servicio de telefonía para llamadas internacionales, o un seguro médico. El satisfactor, en cuanto haya dado un par de vueltas y comparado dos o tres productos, si uno de ellos le satisface, lo tomará y se irá tan contento a su casa ahorrándose quebraderos de cabeza del tipo: “¿y si hubiera mirado en una tienda más?”, y sufrimientos como el de ver, al día siguiente, a un amigo que tiene ese producto que estaba buscando obtenido a mejor precio y más de su gusto. Como  dice Schwartz, aunque con otras palabras, todos llevamos dentro un homúnculo maximizador y otro satisfactor. Pero el problema reside en quién gana la batalla el mayor número de veces. Los que en una escala de maximización realizada por Schwartz daban puntuaciones más altas solían ser bastante desdichados (medido esto con otra escala de felicidad y complacencia con sus propias vidas y elecciones).

Aqui hay un video interesante de Barry Swartz sobre una de sus ideas fundamentales: la paradoja de la elección. En realidad la abundancia no nos hace más libres sino más insatisfechos. Algo sobre lo que volveré más abajo.

En realidad la perfección es la creencia que sostiene a los escrupulosos, la parte visible de su concepción del mundo por así decir. No hay que insistir demasiado en la idea de que las personas que tienen esta disposición genética y que aspiran a la perfección tienen una alta vulnerabilidad biopsicológica, la razón fundamental es que lo perfecto no existe y además lo humano requiere una conformidad con lo alcanzable (Necesidad), aquel que sustituye lo “suficientemente bueno” y que tiene al alcance de la mano y lo sustituye por lo óptimo corre el riesgo de toparse de bruces con lo inalcanzable. Son personas que sufren enfermedades y padecimientos bien diversos, algo que procede de un sentimiento crónico de infelicidad y desdicha.

El mecanismo de la desdicha del escrupuloso.-

El mecanismo que alimenta toda la cascada escrupulosa es la situación de disonancia entre lo percibido (sea externo o interno) y lo representado. Tal y como conté en este post la opulencia sienta muy mal a nuestro cerebro: todo parece indicar que estamos diseñados para la precariedad. Naturalmente la posibilidades de elegir entre ese menú de deseos que se despliega en la realidad afecta mucho más a las personas escrupulosas que al resto. La razón de esta diferencia hay que ir a buscarla en esa disonancia entre lo percibido y el deseo propio.

Lo percibido siempre es más grande, mas lejano, difícil, más valioso que lo que uno tiene o es, en función de ese estrechamiento o rigidez de los valores que acompañan a nuestra autopercepción. Se produce una colisión entre las propias necesidades -siempre escasas- y la oferta de goces que ofrece nuestro entorno.

El resultado a la larga es un socavamiento del deseo propio: si la precariedad no está afuera se lleva dentro en forma de un estoicismo existencial.

No cabe ninguna duda de que los escrupulosos han tenido premio evolutivo, y es por eso que existen tantas personas con este perfil -un perfil bajo para el placer- pero dotados de un enorme e hipertrófico sentido del deber. La razón mas importante para la supervivencia de estos perfiles se encuentra en el manejo que llevan a cabo en relación con el miedo: se trata de personas con una especial aversión al riesgo que desarrollan una especial olfato para detectar los peligros y evitarlos. Mantenerse lejos del riesgo tiene premio evolutivo y opera en el sentido de la autopreservación. Naturalmente estos rasgos son más frecuentes y más adaptativos en las mujeres que en los hombres: las mujeres tienen una especial aversión al riesgo aun sin ser demasiado escrupulosas.

No cabe duda de que el endofenotipo “escrupulosidad” no se regula con un solo gen, sino que probablemente depende de varios genes operando al mismo tiempo, pero no cabe ninguna duda de que es heredable. Lo cual debe entenderse como un fenotipo de carácter heterogéneo, es decir existirán casos extremos (en la patología obsesiva) y casos intermedios: en los simples y aislados rasgos obsesivos.

Pues estos rasgos tienen ventajas colectivas: los escrupulosos, pueden ser magnificas amas de casa, jueces, cajeros de banco, cirujanos, deportistas de élite, relojeros, etc: en definitiva todo aquello que evoque la minuciosidad, la atención al pequeño detalle y el rigor procedimental.

Los riesgos de la escrupulosidad son múltiples, el más importante de los cuales es que la vida en un continuo estado de alerta (arousal) maximiza la aparición de enfermedades en todos los sistemas. Lo interesante de estas enfermedades no es que sean secundarias al estrés, pues este tipo de personas son hiporeactivos al estrés y funcionan mejor bajo presión. El estrés podríamos decir no es algo externo o que venga de fuera, sino que es constitucional y fundacional en sus rasgos de personalidad. Son personas diseñadas para el sufrimiento y sufren cuando las cosas funcionan bien y sin embargo aparentan una gran fortaleza cuando las cosas se ponen feas. Parecen haber sido diseñados para la adversidad y la precariedad.

En lo psíquico se trata de personas con tendencia a la culpabilización debido a su alto overdrive moral, a la depresión, la distimia y la ansiedad, naturalmente la patología psicosomática está llena de pacientes con este perfil. Miedo y aversiones de todo tipo, fundamentalmente las que evocan el asco y la contaminación: temores obsesivos de todo tipo y fobias y repugnancias diversas forman parte de esta constelación. El deseo sexual es hipoactivo y reducido a una expresión testimonial. Y los trastornos alimentario, son el pretexto para que muchachas escrupulosas, responsables y perfeccionistas se manifiesten.

El lector que haya llegado hasta aquí, hará mal en considerar a estas personas como afectas de una baja autoestima si es que esa ha sido la conclusión a la que ha llegado. Antes al contrario: debe considerar esta constelación psíquica como un homúnculo independiente, como un módulo de adicción (en el sentido de Luis P. Villareal) que puede coexistir con cualquier tipo de constelación psíquica.

De eso hablaré en el próximo post.


Homúnculos y módulos de adicción

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hmunculo

En un post anterior ya me referí a la idea original de Jerry Fodor respecto a la multimodularidad de la mente. Se trata de una idea que cuando fue publicada tuvo escaso éxito, sin embargo David Eagleman la retomó recientemente en su libro “Incógnito” si bien en lugar de módulos habla de “zombies”. Un libro que subtitula como “las vidas secretas de la mente”.

La idea del zombie me parece muy tridimensional y acertada si la comparamos con la idea de módulo que parece referirse a algo mecánico y en cierto modo artificial e inanimado, también recuerda al término de bucle extraño propuesto por Hofsdadter. El zombie es un “muerto vivo”, algo que posee vida pero no conciencia de sí mismo, de ahí el acierto de la metáfora.

Dicho de otra manera los zombies se parecen mucho a los virus, no son seres vivos sino replicantes que precisan de celulas vivas para reproducirse. El término meme, acuñado por Dawkins vendría a ser algo parecido, si bien el zombie es algo más parecido a un circuito neural mientras que el meme seria una idea, algo externo que parasita nuestro cerebro y produce copias de si mismo saltando de huésped en huésped.

La idea a retener es ésta: el zombie solo atiende a sí mismo. Un ejemplo de lo que es un zombie puede el lector encontrarlo en el post anterior donde hable de un zombie con mucha reputación: el perfeccionismo. Un zombie solo obedece a sí mismo y no podemos ni hackearlo, ni saber como funciona , si bien podemos neutralizarlo a través de otro zombie como propone Eagleman y por cierto ya adelantó Spinoza: una emoción negativa -decía Spinoza- solo puede combatirse con su opuesta, pero hay una emoción -un zombie- que es un comodín: la alegría o por decirlo en términos griegos, la virtud, es decir la eutimia a diferencia de Kant que propuso a la Razón como antídoto.  Un zombie es por definición estúpido y solo tiene un plan: gozar.

Eagleman propone en su libro una idea esencial que cuenta con el apoyo de la psicologia evolucionista y es ésta:

En lugar de imaginarse el cerebro como un conjunto de módulos que se encargan de llevar a cabo tareas concretas, plantea un funcionamiento parecido al que llevó a cabo la evolución. Así, propone que estos módulos no se encontrarian separados unos de otros, sino entrelazados y enmarañados de tal modo que el módulo no estaria fisicamente en lugar alguno sino distribuido en toda la red a partir de su conectividad neuronal. La otra cuestión que plantea Eagleman es que estos módulos representarian rutinas competitivas unas con otras y no solamente artefactos que cooperan ciegamente sin saber con quién.

Esta idea de democracia parlamentaria basada en el conflicto, es bastante aproximada con nuestra experiencia subjetiva. Cuando hemos de tomar una decisión ¿no intervienen acaso partes en conflicto que enfocan el problema cada una de una manera llevándonos a un estado de duda? ¿No hay una “vocecita interior” que nos avisa, confronta y aconseja en sentido contrario de lo que deseamos? ¿No ha oído usted nunca una declaración como ésta: “Se que no me conviene pero le quiero”?

Estos módulos funcionan automáticamente y se les llama asi porque son tan estúpidos como cualquier programa de ordenador, solo que tienen tres caracteristicas que les hacen imprescindibles: 1) son automáticos, 2) son inaccesibles y 3) operan más allá de la conciencia, es decir son inconscientes.

Que sean inaccesibles e inconscientes tiene consecuencias prácticas para la neurociencia: significa que no sabemos como funcionan por dentro y lo peor: no podemos acceder a ellos. Un zombie es imposible de hackear pero puede ser solapado o inhibido por otro zombie, lo cual es de un interés enorme para las psicoterapias del siglo XXI. ¿Qué significa conocerse a sí mismo si no podemos acceder a los zombies concretos que llevan a cabo tareas diversas y en cierto modo contradictorias entre si?

Para contestar a esta pregunta hemos de recurrir a un reciente hallazgo conceptual desarrollado por Luis P. Villareal, me refiero a los modulos de adicción.

Los módulos de adicción.-

Los zombies evolucionaron independientemente unos de otros y lo hicieron porque representaban ventajas evolutivas en la ejecución de una tarea concreta y es muy posible que emergieran a partir de los virus, tal y como cuenta Jorge Malo en esta web a partir de las ideas de Luis P. Villareal, en suma se trataría de lo siguiente:

“Para establecer un estado de persistencia un virus tiene que inhibir su propia reproducción y una consecuencia de ello va a ser que si estamos infectados por un virus permanente vamos a ser inmunes a infecciones externas por ese virus, o virus similares. Pero el virus tiene que montar estrategias que mantengan su genoma viral intacto y esto lo consigue por medio del módulo de adicción. Los módulos de adicción son secuencias de genes o funciones que son perjudiciales para el huésped que pierda al virus pero que son beneficiosas para el huésped que mantenga al virus. Típicamente la parte lesiva es un elemento estable, independiente y capaz de funcionar por sí mismo, y la parte beneficiosa del módulo es inestable y requiere de la presencia del virus. A menudo, la parte dañina es una toxina y la parte beneficiosa una antitoxina.
Explicado de una manera simple el módulo funciona de la siguiente manera: cuando un virus coloniza una célula coloca, por así decir, una bomba (toxina) capaz de destruirla, pero el propio virus produce la antitoxina (contraseña) que la inutiliza. Si la célula es invadida por otro virus que desplaza al primero entonces se pierde la antitoxina (contraseña) y se produce el suicidio o muerte celular (apoptosis). De esta manera el primer virus evita ser desplazado por ningún otro, pero también podemos decir que se trata de una conducta altruista, porque muriendo él mismo, evita que la infección por un competidor afecte a otras células que albergan virus de su familia.
Por lo tanto, se puede decir que la célula colonizada es “adicta” ya que debe mantener la  función inmunitaria protectora del parásito si quiere sobrevivir. Hay que decir que, aunque esta terminología de módulo de adicción se utiliza en virología y bacteriología, su origen está en las adicciones a sustancias (ver Neurobiology of addiction, de Koob y le Moal) y Villarreal lo aplica a todo tipo de situaciones, a los sistemas sensoriales, feromonas, etc., e incluso a las emociones.
Por ejemplo, el vínculo madre-hijo, o el romántico, es un módulo de adicción. El parásito sería en este caso el hijo, o el amado. Mientras la madre ve al hijo, o el amante al amado, se encuentra bien (de hecho sabemos que en el amor existe una estimulación de los circuitos de recompensa igual que en la adicción a sustancias), pero si el hijo desaparece se dispara la angustia, la toxina. La deprivación psicológica conduce a emociones tóxicas: soledad, tristeza, depresión… Un ejemplo de módulo de adicción sería el duelo, al desaparecer la parte beneficiosa del módulo, aparece la depresión y el dolor, que sería la parte tóxica. Se puede considerar una adicción el vínculo amoroso si aceptamos ese paralelismo en el que el amante tiene que mantener al amado (necesidad=toxina), por su propio bienestar, de la misma manera que la célula mantiene al virus.
Vemos con el funcionamiento de este módulo también que identidad e inmunidad van unidas. La inmunidad es una respuesta a una alteración de la identidad. Se ataca o se defiende uno de lo “extraño”, y sorprende darnos cuenta de que incluso los virus tienen mecanismos para diferenciar al yo del no-yo, o que las bacterias son capaces de movimientos sociales, acercarse o alejarse de un semejante, o reaccionar en grupo antes determinadas señales. También vemos que los virus no permiten que el huésped lleve información de otros parásitos. El juego de la vida parece que trata de transmitir la propia identidad (información) a la vez que se impiden o eliminan identidades (informaciones) competidoras. La postura del virus con respecto a la célula huésped parece ser: “si no eres para mí no eres para nadie”.
Resumiendo, para Villarreal los virus son los grandes creadores genéticos, los grandes inventores de genes en enormes cantidades  y muchos de estos genes van a acabar formando parte de los genomas de los huéspedes por un proceso de colonización. Los virus pueden haber sido el creador oculto que contribuyó a hacernos humanos. Si a alguno de vosotros le han interesado las ideas de Villarreal le recomiendo leer este artículo del que he sacado el título de la entrada: Can viruses make us human? y le recomiendo también el libro de Virolution de Frank Ryan”.
Los zombies y el sistema de recompensa cerebral.-
 
En otras palabras los zombies compiten entre sí por el placer del mismo modo que las células se hacen adictas a los virus que les permiten seguir vivas, se trata de un proceso de colonización bienhechora y aunque estos zombies evolucionaron cada uno para una tarea concreta, el telos (el propósito) de cualquier zombie es alcanzar la recompensa cerebral aun a costa de pasar por encima de otros zombies.
Es por eso que suelo decir que la salud mental consiste en mantener la paz entre zombies y evitar que compitan entre sí. Use el zombie “que toca para cada cosa”, por ejemplo, hay un zombie para la paternidad (estrategia DAD) y un zombie para la promiscuidad o el merodeo (estrategia CAD). No trate de ser promiscuo allí donde “no toca” y si lo hace (nunca todo el tiempo) hágalo con discreción, de modo que un zombie no sepa del otro y por supuesto no trate de ser familiar (DAD) allí donde no hay compromisos reproductivos.
Es esto difícil de hacer? En el próximo post les pondré una caso clínico para ilustrarlo.
Bibliografía.-

1983 — The Modularity of Mind: An Essay on Faculty Psychology, (La modularidad de la mente, Ediciones Morata, Madrid, 1986.

David Eagleman: Incógnito: The Secret Lives of the Brain, Pantheon Books, 2011

Luis P Villarreal. Viruses and the Evolution of life. American Society of Biology 2005.


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