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¿Una conciencia doble (II)

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neumann

Antes de contestar a las preguntas con las que cerré mi anterior post me gustaría adelantar alguna opinión personal sobre la teoría bicameral de Jaynes. No es posible imaginar un cerebro dividido (dos cerebros) o que el cuerpo calloso apareciera en el momento en que él plantea a fin de convertir esos “dos cerebros en uno”, lo cierto es que todos los mamíferos (excepto los marsupiales) tienen cuerpo calloso.

Bruner Cuerpo Calloso y alometría (credits E Bruner & JM de la Cuétara)

Ahora bien, el error de Jaynes no atenta contra su idea esencial: que la conciencia primigenia y la autoconciencia del hombre moderno y actual son absolutamente diferentes y que además de eso el nacimiento de esta autoconciencia sugiere un repliegue de la conciencia original sobre sí misma, como si una placa fotográfica pudiera fotografiarse a sí misma (Orage, 1987)

De manera que no se trata de que hubiera dos cerebros que posteriormente se fundieron en uno solo a través del cuerpo calloso como sugiere Jaynes, sino que había un cerebro que a través de la autoconciencia se dividió en dos. Una división (Spaltung) que no es exactamente anatómica sino que se relaciona más bien con lo categorial, con la capacidad simbólica y con el manejo de los opuestos, una especie de explosión de la consciencia.

Autoconciencia y lenguaje aparecieron simultáneamente según Jaynes y con ésta separación comienza un lago periodo de la humanidad donde mundo y mente, naturaleza y lenguaje forman parte de una dualidad esencial.

No puede decirse mejor sino parafrasear a Jung:

La conciencia no es un órgano de síntesis sino de separación, desune lo que anteriormente estuvo unido.

Pues hubo un tiempo en que el mundo estuvo más vivo que el que nosotros nos representamos hoy y lo estaba porque el mundo y nuestro interior eran la misma cosa, sin separación. Y esa etapa donde no había separación entre el mundo y nosotros duró eones de tiempo, es precisamente esa la razón por la que el inconsciente nos persigue constantemente, siempre esta ahí, haciendo de las suyas, es mucho mas antiguo que nuestra mente autoconsciente. El incosnciente tiene mucha más potencia que nuestra consciencia autorecursiva (Egoico-racional), pero a cambio esta ultima “apaga” y obtura la posibilidad de vislumbrarla, del mismo modo que la luz del sol nos impide ver las estrellas. Y sin embargo están ahí.

uroboros

La intimidad urobórica.-

Erich Neumann fue un psicólogo de inspiración jungiana e intereses evolucionistas que describió esa consciencia primigenia a través de su teorización sobre el yo urobórico, del que ya hablé aquí. Y que se simboliza con el uroboros, esa serpiente que se muerde la cola, el circulo, un símbolo de la unidad perdida.

El Yo urobórico es el Yo primitivo -preconsciente-, el Yo con el que el niño viene dotado de serie para venir al mundo desde lo que Jung llamaba el pleroma es decir la indiferenciación absoluta. En el estadío urobórico el niño percibe eventos pero se trata de eventos desconectados del tiempo y del espacio, indiferenciados en el afuera y el adentro: una percepción de completud donde la madre es una prótesis asimilada al propio Yo que cuida, alimenta, acaricia y acude a resolver cualquier necesidad interna del niño, es el momento de la omnipotencia y de una extraña sensación de euforia. Es el momento en que fuimos dioses mordiéndonos la cola como la serpiente urobórica que cierra a su vez el círculo.

Un circulo, figura perfecta que se cierra sobre sí misma y mándala universal que tiene que ver con la díada madre-hijo y con esa suficiencia edénica que nos viene representada por el mito del jardín del Edén: fue el tiempo en que fuimos dioses, si bien unos dioses ignorantes, unos dioses prepersonales que sólo comiendo del árbol del bien y del mal podríamos alcanzar el conocimiento.

Neumann intenta averiguar más sobre esa consciencia primigenia y lo hace buceando en el mito, al caer en la cuenta de que todos los mitos sobre la creación se parecen con independencia de la cultura que los generara, así el mito del jardín de el Edén es un relato, una buena metáfora (la metáfora es a su vez un invento de la consciencia autorecursiva) para entender de dónde procedemos, no es que Dios expulsara a Adán y Eva por haber pecado (el pecado o la transgresión no podían existir en un mundo así), sino que una vez que se ha producido la escisión que divide el mundo en Bien y Mal, el humano ya no puede volver atrás y aquella consciencia primigenia pasa a constituirse en inconsciente velado por la luminosidad de la consciencia vigíl, pero sigue apareciendo en los sueños, en la conducta, en nuestras fantasías diurnas, modelando y ejerciendo una enorme influencia en nuestro deseo y también en la patología mental si es que logra imponerse a la autoconciencia. Y dejando algunos restos como los que Mavromatis (Mavromatis, 1987) ha llamado hipnagógicos que serian los ancestros de la capacidad alucinatoria en humanos, incluyendo las imágenes oníricas.

Hasta Dios parece haberse convertido a la autoconciencia cuando dice:

“Yo soy el que soy”

Y si somos los que somos es otra forma de decir que hemos conseguido ser conscientes de nosotros mismos (autoreferencia), ha habido un plegamiento, una separación, una desconexión entre el mundo y la mente, se ha roto nuestra privacidad urobórica, ese idilio con el mundo que caracterizó a la consciencia primigenia.

Y apareció el miedo, pues el miedo siempre es miedo de lo otro, de eso otro que aparece en la separación de la unidad.

El inconsciente.-

Una forma de acercarse psicológicamente a la consciencia primigenia es hacerlo a través de la idea psicoanalítica del inconsciente, no tanto del inconsciente freudiano que es forzosamente individual sino del inconsciente jungiano, es decir la persistencia de esa consciencia primigenia en todos y cada uno de nosotros. ¿Qué características tiene esta consciencia?

  1. Es atemporal. Y el espacio no es un continente de algo a través de lo que nos desplazamos sino una continuidad de nuestro estado interior.
  2. No existe la contradicción. La contradicción solo puede existir en la mente categorial pero no puede existir allí donde mundo y mente son la misma cosa.
  3. No existe el “no” en el inconsciente, por la misma razón de la ausencia de opuestos que afirmen o nieguen algo.
  4. 4.- No existe separación entre lo que está afuera y lo que está adentro.
  5. La parte y el Todo es la misma cosa, o por decirlo de otra manera, la parte no existe sino el Todo, la consciencia es cósmica, no individual.

Contestaré ahora y provisionalmente a las preguntas con las que finalicé el post anterior.

¿Qué sucedió para que aquella simetría se rompiera en favor de una consciencia dividida y dual? ¿Cómo y por qué surgió la autoconsciencia?

Julian Jaynes en su libro propone una teoría catastrófica, y alude a la erupción del volcán de Santorini que al parecer supuso un hito catastrófico en la antigüedad, apela también a la irrupción de un mundo hostil, lleno de peligros y de amenazas desconocidas para nuestros ancestros.

Personalmente no creo en la hipótesis de Jaynes, creo que la explosión de la consciencia no fue puntual sino un hito evolutivo gradual, más bien relacionado con el descubrimiento del símbolo -aquello que representa a un objeto en su ausencia- y creo también que si este hallazgo fue un hito evolutivo es porque representaba ventajas para la supervivencia de los individuos concretos, tal y como conté en este post sobre Lucy y la huella del oso.

Dicho de otro modo: los homínidos que escindieron su conciencia haciéndola autoconsciente tuvieron un enorme ventaja sobre los que no lo hicieron, puesto que podían separarse del determinismo puro de la naturaleza y predecirla. Si la huella del oso representa al oso sin ser el oso, es obvio que este hallazgo tuvo ventajas sobre aquellos que lo adoptaron. En primer lugar porque pudieron atenuar sus repuestas fisiológicas al separarlas de la visión de la fiera y por otra parte porque pudieron exorcizar mágicamente al oso al pintarlo en las paredes de sus cuevas, apareció así la magia, que evoca a al oso, sin ser el oso.

Pero también tuvo efectos secundarios y en el próximo post me ocuparé de esas desventajas.

Bibliografía.-

Orage, A, R: “Consciousness, animal, human and superhuman”. Weiser. New York, 1978.

Neuman, Erich: “The origins and history of consciousness”. Princeton University Press. Princeton 1973.



Una conciencia doble (III)

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El-Alfabeto-Contra-la-Diosa-de-Leonard-Shlain-Editorial-Debate-Pensamiento-colonia-centro

Efectivamente ese plegamiento de la percepción que llamamos “autoconciencia tuvo muchas ventajas para nuestros antecesores pero también tuvo sus efectos secundarios y no cabe ninguna duda de que estos efectos indeseados están relacionados con una de las principales ganancias de esta autocociencia, me refiero a la aparición del lenguaje y más allá de eso a la aparición del alfabeto.

Leonard Schlein fue un médico y escritor norteamericano que escribió un libro muy bien documentado sobre la guerra, la crueldad y el dominio de unos sobre otros incluyendo a las culturas patriarcales sobre las matriarcales y que cuenta además con una hipótesis muy original y que hará las delicias de mis lectoras feministas. Para Schlain el efecto secundario más importante en esta asimetría cerebral que constituye el eje de nuestra consciencia dividida hay que ir a buscarla al predominio del hemisferio izquierdo (masculino) sobre el hemisferio derecho (femenino).

La verdad del asunto es que esta idea de hemisferios derechos e izquierdos ha tenido mucho éxito en el imaginario popular, pero más aun la tiene esa arbitraria equivalencia que se hace de lo femenino con lo derecho y lo masculino con el costado izquierdo de nuestra cabeza. Y lo cierto es que las cosas no son así de simples -suponiendo que hubiera una anisotropía mediada hormonalmente-, pero sigamos con la especulación de Schlain porque tiene otros puntos de vista de interés para esta serie de post sobre la consciencia.

En realidad es cierto que:

La historia de nuestra especie puede interpretarse como una constante guerra de Troya, no entre troyanos y griegos sino entre el matriarcado y el patriarcado. Entre la naturaleza y la cultura pero no creo que esto tenga nada que ver con los hemisferios cerebrales, aunque si creo que existe cierta relación entre los usos de símbolos arbitrarios y ciertos malestares.

El propio Timothy Crow ha señalado que la esquizofrenia es una secuela, un precio evolutivo que pagamos por la hominización, y dice más: por la adquisición del lenguaje. ¿Qué tiene el lenguaje que tiene consecuencias tan abyectas en la mente de los humanos?

Haga usted la siguiente prueba, mire esta imagen procedente de un jeroglífico maya:

pajaro_jeroglifico_mexicano_maya_postal-r454e395bc2664991b90c58606fd1d2fc_vgbaq_8byvr_512

Y ahora mire esta palabra:

“PÁJARO”

Obviamente el icono nos recuerda mejor al pájaro real que la palabra “pájaro”. Ambos son símbolos pero no se trata de símbolos equivalentes, uno -el icono- es un símbolo analógico y no significa solamente “pájaro”. Los jeroglíficos utilizan un lenguaje polisémico según que el pájaro esté en movimiento, en tierra, volando, se encuentre nadando, tenga plumas, etc.

Sin embargo la palabra “pájaro” es un símbolo digital, que no puede ser otra cosa más que un pájaro y que incluye en su categoría a todos los pájaros, especies distintas, etc. La palabra “pájaro” no es ese pájaro que tengo en mi cocina sino todos los pájaros del mundo pero contiene dos novedades sobre el icono: está muy alejado del pájaro real al que no se le parece en absoluto y es una palabra arbitraria que bien podría ser sustituida por otra cualquiera.

Y si está alejada y es arbitraria es obvio que para entender a que nos referimos cuando hablamos de pájaros es necesario que exista un consenso, al menos entre los que hablamos un mismo idioma. En este post hablé precisamente de la presumible resistencia -en clave de ficción- que algunos de nuestros ancestros dedicaron al lenguaje digital.

Pero aquí no acaban las ambigüedades del lenguaje porque cualquier cosa puede referirse a si misma o denotar otro tipo de realidad, me refiero ahora al lenguaje escrito. Por ejemplo en un nivel denotativo:

Pájaro es un animal con plumas y alas que vuela.

O bien:

“Pajáro” es un sustantivo trisilábico.

Nótese que esta última oración el comentario o la oración se refiere a la palabra “pájaro”. estamos en un nivel distinto al anterior, estamos en lo connotativo.

Es cierto pues que en el lenguaje se hallan ocultas claves para la interpretación de lo que queremos decir con él. De manera que un mensaje escrito y aun hablado es sobre todo dado al error, a la mala interpretación o a la confusión. Hay algo en el lenguaje diabólico, algo equívoco por no hablar de las connotaciones metalingüisticas que puede proporcionar.

Para Schlain la aparición del alfabeto (lenguaje escrito) es la razón por la que el hemisferio izquierdo marcó un predominio de asimetría en nuestra especie y es el origen de la hegemonía del patriarcado sobre el matriarcado, una especie de hemisfericidio del que han hablado otros autores.

Y es cierto que en nuestra especie existe un cerebro asimétrico y que  nuestro hemisferio izquierdo parece estar relacionado con los aspectos cognitivos más racionales, sin embargo no comulgo con la idea de que masculinidad y femineidad estén emparentados con la especialización de estos hemisferios. De ser así, las mujeres serian menos racionales que los hombres, y si lo son -como parecen demostrar algunas pruebas sobre su especialidad neurocognitiva-, no es atribuible al predominio de un hemisferio sobre otro.

Tampoco comparto la idea de que, la guerra, la barbarie, las atrocidades, la tortura, o la persecución de unos contra otros puedan explicarse en términos de abolición de los iconos por las letras y aunque Schlain trata de trazar paralelismos entre la evolución del alfabeto y la invención -de por ejemplo la imprenta- con el recrudecimiento de ciertas guerras que asolaron Europa durante siglos, lo más cierto es que no podemos pensar que estos fenómenos se encuentren asociados a la emergencia de la palabra impresa en detrimento de la imagen tal y con él sugiere.

Por otra parte, ciertos autores están pensando en una cultura matriarcal previa, una cultura lunar que fue sustituida tal y como nos cuenta la mitología griega por un poder patriarcal residido por Zeus y su parlamento de dioses olímpicos. Esto puede ser cierto pero creo que esta cultura matriarcal está idealizada y no se contempla por ejemplo la costumbre de sacrificios humanos como paradigma de aquellas civilizaciones matriarcales. Es cierto que la guerra a gran escala pudo  ser un invento del mandato de poder biológico de los hombres, pero es también posible que los tamaños poblacionales de aquellas culturas primigenias no permitiera en todo caso más que pequeñas incursiones a una escala menor que las guerras que babilonios, egipcios y asirios propiciaron en la antigüedad. También es posible que la guerra a esta escala fuera un subproducto de la acumulación de excedentes que caracterizó al Neolítico y la acumulación demográfica en ciudades cada vez mas grandes.

Dicho de otro modo es poco posible que en el paleolitico existiera la guerra tal y como nos ha llegado a nuestros días aunque no son de descartar incursiones con el fin de proveerse de hembras, territorios de caza o recursos.

Con todo, lo que nos interesa averiguar es ¿cómo era esa conciencia primigenia antes de esa escisión que nos convirtió en seres duales? ¿Como éramos cuando aun teníamos una consciencia unitaria?

Será en el próximo post donde buscaremos pruebas en la palentología a fin de escarbar en los rastros que de los huesos y los fósiles neanderthales podamos extraer sobre su consciencia, su personalidad o su forma de pensar.

Bibliografía.-

T. Crow (2000):

“Schizophrenia as the price that homo sapiens pays for language: a resolution of the central paradox in the origin of the species”. Brain Res Brain Res Rev. 2000 Mar;31(2-3):118-29.


¿Una conciencia doble? (IV)

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Es naturalmente muy complicado saber como seria la consciencia primigenia a la que me referí en mi anterior post.y no tenemos más remedio sino hacerlo a través de ciertas pruebas que proceden de ámbitos de saber diversos, se trata pues de pruebas indirectas.

Algunas de estas pruebas proceden de la paleontologia, más concretamente sobre la consciencia del neanderthal , pues las investigaciones que se han llevado a cabo con el Erectus han llegado a la conclusión de que en cuaquier caso este homínido tendria una consciencia no muy distinta a las de cualquier primate. Las pruebas remiten pues a la consciencia neanderthal que segun Coolidge y Wynne no seria muy distinta a la nuestra.

Los neanderthales poseian el lenguaje si bien es muy posible que no dispusieran de un lenguaje tan complejo como el nuestro y sólo tuvieran algo similar a un registro denotativo. Su memoria de trabajo era bastante similar a la nuestra y estos investigadores han llegado a la conclusión de que la unica diferencia sensible entre neanderthales y sapiens seria la memoria fonológica más amplia en los sapiens.

Emiliano Brunner ha sugerido en esta entrevista que la diferencia podria estar en los lóbulos parietales, lobulos de asociación mucho más potentes en nuestra especie. Gooch, por su parte sugiere que la diferencia podria estar en la corteza cerebelar, en cualquier caso no hay evidencias fósiles de esta especialización y todo son especulaciones con mayor o menor rigor paleoneurológico.

Con todo, lo que sabemos de los neanderthales es bien poco si bien todos estos hallazgos juntos sugieren que la consciencia neanderthal no era en absoluto una consciencia animal, que habia habido cierto desarrollo simbólico (como sugieren los adornos de los muertos), una cultura lunar como sugiere Gooch (1977) y buenos conocedores del lenguaje de las estrellas, más concretamente de las Pléyades, una constelación que según Gooch y en aquel momento podria estar señalando la llegada de la primavera.

También sabemos (Coolidge y Wynn, 2003) que eran robustos y valientes (bajas puntuaciones en evitación del daño), que usaban las lanzas no para dispararlas a distancia sino para usarlas en cortas distancias por lo que sufrian enormes traumatismos en la cabeza en sus confrontaciones con las bestias arcaicas.

Probablemente sean los hominidos más cercanos a nuestra especie y de los que podemos inferir cómo era esa consciencia primordial que nos mantenía unos con la naturaleza antes de esa separación -ese bing bang- que transformó nuestra consciencia en una autoconsciencia, naturalmente estas pequeñas diferencias no explican su extinción en favor del sapiens quien ocupó su nicho ecológico.

Lo que nos permite inferir que esta emergencia de la autoconsciencia no fue de golpe sino gradual, el neanderthal pudo disponer de una consciencia embrionaria similar a la nuestra en prestaciones aunque más simple y seguramente más conectada a ese Todo cósmico del que hablé aqui, a proposito de la idea de Neumann sobre la intimidad urobórica.

Si esta gradualidad en la emergencia de una autonconsciencia fuera cierta sería descartable la idea de Jaynes sobre la catástrofe. La autoconciencia habría emergido paulatinamente a partir de la complejidad de ciertas funciones cerebrales tal y como propone Eagleman en su libro “Incógnito” del que hablé aqui.

Eagleman se imagina el cerebro como un conjunto de módulos (zombies) que se encargan de llevar a cabo tareas concretas tal y como planteó Fodor en su teoria multimodular de la mente. Sugiere un funcionamiento parecido al que llevó a cabo la evolución. Así, propone que estos módulos no se encontrarian separados unos de otros, sino entrelazados y enmarañados de tal modo que el módulo no estaria fisicamente en lugar alguno sino distribuido en toda la red a partir de su conectividad neuronal y de ahi la hegemonía que plantea Brunner de los lóbulos parietales como centros de asociación. La otra cuestión que plantea Eagleman es que estos módulos representarian rutinas competitivas unas con otras y no solamente artefactos que cooperan ciegamente sin saber con quién.

Esta idea de democracia parlamentaria basada en el conflicto, es bastante aproximada con nuestra experiencia subjetiva. Cuando hemos de tomar una decisión ¿no intervienen acaso partes en conflicto que enfocan el problema cada una de una manera llevándonos a un estado de duda? ¿No hay una “vocecita interior” que nos avisa, confronta y aconseja en sentido contrario de lo que deseamos? ¿No ha oído usted nunca una declaración como ésta: “Se que no me conviene pero le quiero”?

Dicho de otro modo: eso que llamamos Yo no tiene nada de unitario cuando estamos funcionando con nuestra mente corriente (autoconsciencia), un concepto que vale la pena retener para más adelante cuando hablemos de la conquista de la nueva consciencia o consciencia autotrascendente.

Estos módulos funcionan automáticamente y se les llama asi porque son tan estúpidos como cualquier programa de ordenador, solo que tienen tres caracteristicas que les hacen imprescindibles: 1) son automáticos, 2) son inaccesibles y 3) operan más allá de la conciencia, es decir son inconscientes.

Y en este momento vale la pena volver al concepto de inconsciente para señalar sus contenidos:

  • Es inconsciente todo aquello que no se quiso saber o se rechazó (inconsciente freudiano)
  • Son inconscientes todas aquellas secuencias o algoritmos motores que hemos automatizado despúes de haberlas aprendido como andar o ir en bicicleta.
  • Son inconscientes las adaptaciones de nuestra especie que se traducen en conductas tal y como comenté en este post a propósito del libro de Timothy Wilson “Extraños para nosotros mismos”.
  • Es inconsciente nuestra consciencia primordial o prepersonal, es decir aquella consciencia que existió antes y dejó rastros filogenéticos en nuestra especie, la consciencia que existió antes de que apareciera la recursividad de la misma (la consciencia personal).

De manera que es muy posible que nuestra mente -y basándonos en el criterio de Bergson de que tenemos una mente eliminativa- vaya ampliando cada vez más sus contenidos inconscientes a fin de despejar el camino de nuevos aprendizajes conscientes.

Y la idea más interesante: no podemos tener acceso a esos zombies pero podemos modificar su actividad y neutralizarla. El único inconsciente que nos es accesible es el freudiano que es en realidad un preconsciente histórico- personal y más allá de eso podemos acceder a la consciencia primordial a través de los sueños, las experiencias cumbre, las drogas y ciertos estados inusuales y también a través de la locura.

En este sentido me gustaria señalar ahora un hecho que me parece de interés: la consciencia primordial no es el jardin del Edén que mucha gente se imagina. Puede ser paraiso terrenal pero tambien un lugar poco recomendable para vivir, un lugar de inocencia pero tambien de ignorancia, un lugar en cualquier caso sin libertad.

Y sin separación del arquetipo de la Gran Madre no hay libertad. Neumann dice precisamente que la libertad consiste en socavar el poder de la gran madre y es precisamente esta idea la que me parece más interesante para explicar la emergencia de la autoconsciencia.

El hombre quiso ser libre y separarse de la naturaleza, es por eso que inventó el símbolo y la cultura en un ejercicio de riesgo y de busqueda de una mayor libertad.


¿Una conciencia doble? (V)

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babel

El lenguaje es poesía fósil (Emerson)

Otra de las fuentes que nos pueden proporcionar pistas sobre estas consciencias de las que estamos hablando es a través de ciertas incursiones sobre el lenguaje. En este sentido y entre nosotros recomiendo visitar y leer esta “Arqueologia del lenguaje” de Angel Rivera Arrizabalaga (aqui está su blog). Otro de los autores que se han ocupado del lenguaje desde un punto de vista evolucionista ha sido el renombrado Cavalli-Sforza, hoy un clásico de la materia y que estudió la evolución del lenguaje (la evolución de las lenguas) y su diseminación geográfica.

Pero menos conocido es Owen Barfield que escribió un clásico desde un punto de vista original. Barfield investigó la historia evolutiva de las palabras, no tanto -como hizo Cavalli- Sforza- respecto a la evolución de las mismas sino que estudió la evolución a través o en las palabras. La evolución de las palabras que en sí mismas -y siempre según Barfield- nos hablaban de la evolución de la consciencia humana. Dicho de otra forma: podemos seguirle el rastro a distintas formas de consciencia persiguiendo a las palabras, a las ideas o a los conceptos.

La hipótesis de Barfield es muy interesante y contraintuitiva pues suponemos que la realidad que está ahí afuera es objetiva y que es la misma hoy, que en la Grecia clásica o en el medioevo. Para nuestra consciencia personal, la realidad es algo inmutable, algo que está ahí afuera de un modo objetivo. Nuestras ideas acerca de ella son hoy más precisas que las que tenia un griego, pero en realidad la consciencia que mira esa realidad es la misma hoy que en la antigüedad.

Para Barfield esta idea es errónea y es precisamente en su libro “Salvando las apariencias” donde presenta sus argumentos contra ella. Barfield supone que el lenguaje ha ido deslizándose desde lo concreto hacia lo abstracto, desde lo metafórico a lo literal, desde el todo hasta la parte. Investiga el lenguaje poético como herramienta para llegar a sus deducciones y se fija en los clásicos como Homero y a la deriva histórica de la poesía hasta llegar a la conclusión de que la poesía actual responde precisamente a ese nivel fragmentario, urbanita y desconectado que es “el mundo” según nos lo representamos hoy.

Es precisamente por eso que los clásicos nos producen un placer estético ajeno a nuestra consciencia moderna. Todavía nos causa fascinación y estremecimiento la lectura de Homero por ejemplo y es desde él que llega a la conclusión de que la metáfora homérica no es en realidad una metáfora tal y como la consideramos hoy (un giro o desplazamiento del sentido) sino la percepción real que tenia el hombre clásico sobre el mundo: un mundo donde dioses y hombres coexistían sin separación entre naturaleza y cultura, sin esa escisión que caracteriza nuestro mundo actual donde pareciera que el mundo y el Yo sean instancias separadas e independientes.

A partir de la aparición de la consciencia recursiva (la consciencia personal) el humano aparece alienado, separado de su entorno, confundido en su lengua tal y como nos cuenta el mito bíblico de la Torre de Babel.

No es sólo que Dios confundió nuestro idioma (que es la interpretación que solemos dar al mito) sino que el lenguaje -incluyendo a todos aquellos que lo compartimos- nos confunde en “lo que queremos decir”, hay una falta de comprensión, de entendimiento, un abismo de malentendidos. Algo que procede -como dice Gurdieff- de una razón fundamental: a nuestros idiomas les faltan partículas relativistas, algo que señale hacia el punto de vista que estamos manejando y que connotaría precisamente lo que queremos decir. Algo parecido a lo que sucede en los jeroglíficos, las palabras son equívocas y aunque todo el mundo cree que cuando nombramos “árbol” nos estamos refiriendo a la misma cosa, en realidad no estamos evocando el mismo significado que es algo personal e intransferible.

Se trata de la escisión sausseriana entre significante y significado, el significante es simbólico, el significado es literal pero múltiple según la consciencia que cada individuo represente a ese “árbol”. Dicho de otro modo el significante disemina una multitud de significados.

Y es por eso que los humanos vivimos en una Babel, la Babel del lenguaje que es la ceremonia de la confusión.

En este sentido y para ilustrar mejor esta confusión que es fundacional en la consciencia humana recursiva (autoconciencia) me gustaría dejar un texto de Jacques Lacan a propósito de la transexualidad. Dice Lacan:

“…El transexual es quien quiere liberarse del error que trasladó lo real, a través del lenguaje, la pequeña diferencia anatómica. Quiere, por ende, cambiar de órgano para deshacerse de ese error, porque a partir de ese órgano se le señaló como varón o niña en las categorías fálicas forcluidas por él. En realidad es una locura, porque lo que él rechaza no es el órgano sino el significante, como significante del goce sexual que para él es demasiado real por no haberse correlacionado al falo…” (J. Lacan. Seminario 19).

Lo que quiere señalar Lacan tiene en realidad mucho que ver con la psicosis, en realidad la confusión está en tomar el “pene” como significante, pues en realidad el significante es el Falo y es el Falo el que admite toda clase de operaciones simbólicas, el pene solo puede desaparecer o aparecer a través de una operación quirúrgica no simbólica sino literal.

Que aparece en lo Real precisamente porque no quiso ser simbolizado, es por eso que Lacan habla de forclusión, es decir de la expulsión de lo simbólico de aquello que no se quiso saber.

Bibliografía.-

Owen Barfield (1965): “Saving the aparences: a study of idolatry“. Harcourt, Brace and World. Nueva York.


¿Una doble conciencia? (VI)

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La esquizofrenia precisa la existencia de un hombre dividido

(Fernando Colina)

Otra de las fuentes originales donde podemos navegar en busca de esas diferencias entre consciencia primordial (o prepersonal) y consciencia recursiva (personal) es la psicopatología, y más concretamente a través de la paranoia.

La paranoia no es solamente una enfermedad mental reconocida y descrita en el siglo XIX ya por prestigiosos alienistas y separada de las otras dos grandes psicosis: la esquizofrenia y la psicosis maniaco-depresiva. La paranoia es, para Freud, un sistema filosófico, es decir una forma de pensar. Algo que procede sin duda de una visión del mundo muy concreta, una visión de un mundo amenazante, hostil y peligroso y no tengo ninguna duda de que esta visión es en realidad un vestigio de algo que fue y se mantiene en nuestro psíquismo, en el corazón de nuestra esencia,  se trata sin duda de algo que procede de esa visión prepersonal que caracterizó nuestra consciencia antes de que se hiciera en ella ese desdoblamiento que caracteriza la autoconciencia.

La paranoia según Swanson, Bohnert y Simth nos cuenta en “El mundo paranoide (1974)”, se caracteriza por una serie de módulos o dimensiones desde los cuales podemos ir desplegando la sintomatología clásica: el delirio :

       1.- Hostilidad universal

2.- Autoreferencia

3.- Megalomania

                 4.- Ausencia de autonomía

5.- Suspicacia

                    6.- Pensamiento proyectivo

Estos seis puntos (dimensiones del pensamiento paranoide o consciencia paranoide) son en realidad la forma de pensar de los hombres prehistóricos, sin prejuzgar cuando o como emergió de ellos esa autoconciencia que caracteriza al hombre de hoy.

Estos seres primitivos debieron vivir en un entorno plagado de peligros y de incertidumbre, de accidentes, enfermedades, carestías y hambrunas, enfrentamientos con fieras, intoxicaciones por venenos y sobre todo expuestos a casi todas las calamidades de la tierra, incluyendo fenómenos atmosféricos y desastres naturales. Y todo ello marcado por un sello cognitivo concreto: la ignorancia de todo o casi todo, sería la cultura y la tradición más tarde la que saldría en socorro de gran parte de esa ignorancia haciendo al humano más fuerte al poder controlar y predecir, al menos en parte, estos fenómenos desconocidos y dotarles de algún tipo de sentido.

Es posible afirmar que la vida de estos hombres debió estar presidida por una amenaza constante y que sólo a través de la sospecha y la suspicacia pudieron sobrevivir y evitar peligros, peligros que estarían enroscados en la novedad o en lo inesperado. El exorcismo de esta incertidumbre puede explicar este “modo de pensar paranoide”, sentirse amenazado constantemente debió ser la regla y no la excepción en tiempo ancestral.

Pero este panorama no debió ser así todo el tiempo, de lo contrario nadie “regresaría” buscando aquellas perdida unidad en busca de una cierta felicidad ingenua, tal y como podemos ver en las regresiones, en la locura, en el abandono del mundo o en la experimentación con drogas psicoactivas. Hubo algo que aun atrae al hombre moderno hacia aquel “paraíso terrenal”.

Y lo que atrae es la unidad originaria entre consciencia y mundo, el sentimiento corriente en aquellas criaturas debió ser algo muy parecido a lo que los investigadores de la consciencia descritos hasta ahora llamaron la consciencia cósmica (Bucke, 2005)), algo así como sentirse insertado en el mundo en comunión completa con él, no como algo (un punto) que se desplaza en una cuadricula cartesiana sino algo así como “ponerse el mundo por montera”, un “como si” el mundo se desplazara al mismo tiempo que nosotros caminamos por él, lo que llevaría incluido una cuota de poder: el poder de controlar el mundo a voluntad. Es seguro que la omnipotencia paranoide (grandiosidad o megalomanía) proceden de ese sentimiento casi fantástico, cercano a lo maravilloso o a lo demoníaco pero que en cualquier caso se revelaba como una ganancia de poder (una ganancia de poder que Freud vinculó con su fase anal), del mismo modo que podemos observar hoy en la ganancia de poder que obtienen los niños cuando comienzan a andar y a sentir que el mundo responde a sus movimientos en el espacio. Es seguro también que la capacidad de aquellas criaturas para sentirse interpelados por el mundo resultara la otra cara de la moneda, la autoreferencia es el subproducto necesario a ese lugar central en el mundo que ocupamos antes de la gran escisión. Todo está referido a nosotros mismos.

El mundo se manifestaría a través de los sueños, los pensamientos y las imaginaciones, vividas no como un producto de nuestra voluntad sino a la influencia cósmica de seres invisibles. es muy posible que la invención de Dios, un Dios que se comunicara directamente con nosotros y que se nos revelara a través de distintas influencias y mandatos fueran el antecedente de lo que ahora llamamos delirios de influencia o imprecaciones alucinadas. Es seguro que tal y como dice Jaynes del que hablé en este post las alucinaciones fueran el embrión de lo que hoy entendemos por diálogos internos autoreflexiones o monólogos. O por decirlo en sus mismas palabras: los dioses son voces en nuestra cabeza.

Todo comenzó reconociendo patrones en la naturaleza, el día y la noche, las estaciones, la posición de las estrellas o las fases de la luna intervinieron en la vida de los hombres y modificaron su psiquismo y sus cuerpos. Concretamente un aspecto que ha sido poco investigado hasta el momento es la coincidencia (la sincronía) entre las fases lunares (28 días) y la menstruación femenina (el ciclo menstrual). Solo nuestra especie ha logrado esta sincronía, el resto de los mamíferos se regulan a través del sol, uno o dos estros al año. Los psicólogos evolutivos han descubierto la innovación que aportó este cambio del estro hasta la ovulación silenciosa regulando así las relaciones entre machos y hembras ocultando las señales de fertilidad y haciendo a la hembra accesible todo el tiempo, pero hasta donde yo sé, nadie salvo Gooch (Gooch, op cit) han señalado esta influencia cósmica en una función fisiológica como el ciclo menstrual.

De manera que hablar de paranoia en tiempo ancestral es absurdo, porque la paranoia se define como un temor en ausencia de amenaza real, un temor que es además de eso persecutorio. Las amenazas que las criaturas primigenias debieron sentir no era algo imaginario sino algo muy real, su vida pendía de un hilo, de un error, mas valía pues mantener el sistema de alarma bien engrasado. Algo que seguimos haciendo hoy.

Pero vivir así, en esa continua amenaza tenia costes y es por eso que el hallazgo de Lucy permitió a los hombres primitivos comprender que la “huella del oso, no era el oso en sí”. Es por eso que el orden simbólico -ganancia de la consciencia personal o autorecursiva fue un hito evolutivo. El humano ya no necesitaría correr cuando viera las huellas del oso, fue así que se separó definitivamente del determinismo puro, el símbolo nos protegió.

La paranoia es en realidad una enfermedad del hombre moderno, de la autoconsciencia, de nuestra capacidad de construir mundos imaginarios, de disparar ciertas alarmas cuando la vida nos pone a prueba a través de decepciones, humillaciones, sinvivires o ciertas pruebas de las que salimos trasquilados y que ofenden nuestro autoconcepto. La paranoia tal y como la conocemos hoy es una patología mental que supone una incapacidad (o un repudio) para simbolizar, algo así como si no hubiéramos sido capaces de alejarnos de aquel mundo amenazante y hostil y nos encontráramos con él cuando intentamos huir de la realidad real que nos abruma.

Pues lo que hay en el fondo, en el núcleo de aquella consciencia primordial que perdimos no es otra cosa sino el delirio.

Bibliografia.-

  • Bucke, Richard Maurice (2009). Cosmic Consciousness: A Study in the Evolution of the Human MindMineola, New York: Dover Publications. ISBN 978-0-486-47190-7.
  •  David Swanson, P. Bohnert y J. Smith “EL MUNDO PARANOIDE”, LABOR – España – 1974 -

¿Una doble conciencia? (VII)

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Usualmente la gente nos cuenta sus sueños, todos tenemos esta experiencia: la de ser testigos de los sueños de alguien y casi siempre nos quedamos desconcertados por la absurdidad de los mismos, sobre todo de los propios. Pero lo que más llama la atención de los sueños no se relaciona con sus contenidos sino con lo que podriamos llamar “derechos de autor”.

Casi siempre sentimos aquello que soñamos como algo “que alguien puso ahi”, como si nosotros no fuéramos autores de los mismos; entre lo soñado y el soñante hay un abismo de alienación. Sólo algunas personas “saben” que sus sueños responden a un guión establecido por uno mismo, otros los más sagaces o con una buena cultura de introspección son capaces de modificarlos desde dentro, hablamos entonces de sueños lúcidos.

Pero lo más común ante un sueño es el sentimiento de extrañamiento, la perplejidad, “fijate que tonteria he soñado” suelen manifestar los más despistados en sí mismos.

Al tiempo que uno no puede sino sentirse concernido por ellos, los sueños nos apelan, nos llaman, nos recuerdan escenarios de otro tiempo, realidades vividas y otras imaginadas, pero siempre nos interpelan a pesar de no reconocerlos como propios.

Participante y participado.-

Los sueños son la manifestación mas doméstica, reiterada y conocida de nuestro inconsciente cuando se proyecta en la autoconsciencia. Aparecen en nuestra consciencia onirica salvas de ondas REM a 40Hz (igual que en la vigilia) en paquetes de pocos minutos y se repiten a lo largo de la noche, unas veces los recordamos y otras veces se olvidan pues no llegaron a grabarse en la memoria a corto plazo. Lo más interesante de los sueños es que plantean una encrucijada epistémica fundamental: somos sus autores y sus espectadores simultánemente. ¿Quien sueña a quién?

Participamos en el sueño y somos participados por él, luego cuando los recordamos o los narramos a alguien emerge esta contradicción: no reconocemos nuestra autoría, no nos reconocemos en el guión de esa película que proyectamos ante nuestros ojos.

Pero no es sólo en los sueños donde podemos observar esa mente escindida que conocemos con el nombre de autoconsciencia. Nuestra mente parece estar diseñada para eliminar todos aquellos elementos  que no resuenan con nuestra mente vigil, algo asi como si el cerebro se encargara de borrar aquello que considera ruido. Y el ruido es siempre el rumor de fondo del inconsciente, es decir de nuestros rastros de consciencia prepersonal.

Ser participante y participado es el subproducto de la Gran Escisión, es decir una de las consecuencias de tener una conciencia doble, como esas bolas de helado que se superponen en un mismo cucurucho y que ya Freud señaló a través del soncepto de Spaltung y más adelante Lacan simbolizó con su idea del sujeto barrado ($).

Un sujeto es algo distinto a lo que Freud llamó el Yo, un sujeto es sobre todo un Yo dividido por el lenguaje, dividido y alienado pues el lenguaje aliena al sujeto subordinándolo a unas reglas arbitrarias y supuestamente consensuadas que dan lugar a notables desencuentros. La idea de que es el lenguaje el que barra al Yo y lo convierte en Sujeto es una teorización lacaniana que implica la idea más fácilmente comprensible de que en nuestra mente coinciden al menos dos tipos de consciencia (ya veremos más adelante en la conceptualización de Gebser que a su vez la consciencia primordial tiene varios estadíos). Una conciencia que hemos llamado prepersonal, recursiva o autoconsciencia superpuesta a una consciencia primordial: se trata de lo inconsciente.

Consciente e inconsciente componen pues nuestra consciencia dual.

Palabras que rebotan.-

Recientemente estaba en el supermercado intentando encontrar un bote de tomate, cuando cai en la cuenta de que enmedio de un pasillo habia un hombre -grande como un armario- y con pinta de haberse bebido medio supermercado que gritaba un discurso incoherente. Los clientes del supermercado asustados le evitaban pero yo me dirigí a él un poco por vicio, queria saber lo que decía en aquella especie de sermón u homilía donde mezclaba churras con merinas.

Declamaba una especie de ensalada de palabras que fluian de su boca por cacofonía, rimando unas terminaciones con otras, no se sabía de qué hablaba pues su discurso carecía de un hilo conductor, decía incoherencias, pero cada palabra a su vez remitía a algun tipo de verdad: se metía con los políticos locales, hablaba de corrupción, del asesinato de Kennedy, de la CIA, de la mafia, de los EREs, todo ello combinado de una forma ininteligible y sobre todo dando grandes voces. Voces que resultaban amenazadoras para los clientes del supermercado que le miraban horrorizados, aunque el orate no miraba a nadie, es decir no se dirigía a nadie en concreto, sus ojos estaban desviados hacia el cielo, o hacia alguna emisora cósmica que parecia estar emitiendo para él solo aquella prosodia que era en realidad un pupurri de noticias del telediario. Era un predicador, un ser capturado por el lenguaje. Hice mi diagnóstico mientras “seguridad” se lo llevaba a la calle: era un esquizofrénico con esquizoafasia, “sin techo”, embriagado por alcohol, de esos que están en las puertas de los supermercados con la única compañia de un perro y que piden limosna a los clientes, se aprovisionan de lo suficiente para alimentarse de bocadillos y sobre todo de vino.

Cai en la cuenta de algo en lo que no había reparado (a pesar de haber presenciado cientos de casos parecidos): el lenguaje hablaba a través de él.

O dicho de otra forma: el lenguaje nos participa al tiempo que nosotros participamos de él. Algo que requiere un ser humano dividido,es por eso que la esquizofrenia puede ser considerada un peaje, el peaje que nuestra especie paga por haber adquirido una autoconciencia, una consciencia recursiva, una consciencia lógico-racional, al decir de Gebser. Una enfermedad de la humanización.

La esquizofrenia no pudo existir en el Pleistoceno, no antes al menos de que se produjera la Gran Escisión y apareciera la mente lógico-racional. Y tampoco es de extrañar que la mayor parte de esquizofrenias sean una confluencia de delirios paranoides y de la esquizofrenia propiamente dicha con todos los errores cognitivos y afectivos que ocurren en la mente esquizofrénica y que consideramos como defectos en la auto-activación o de la motivación. Dejada evolucionar por su cuenta se convierte generalmente en ese proyecto de emisora averiada que pudimos observar en el cliente del supermercado, hay algo que habla en él, y el sujeto alienado no puede sino servir a ese proyecto de ventriloquia que es el lenguaje hablándose a sí mismo, sin la subjetivación del sujeto.

Nota liminar.-

La esquizoafasia es es un patrón del discurso que en ocasiones es esencialmente incomprensible. La incoherencia se debe a varios mecanismos que a veces puede presentarse simultáneamente. En ocasiones pueden aparecer frases coherentes en medio de oraciones que en conjunto son incoherentes. En otras, el trastorno parece estar a nivel semántico, de manera que se sustituyen las palabras en una frase u oración, con lo que el significado aparece distorsionado o anulado. La elección de palabras parece haber sido totalmente hecha al azar o puede parecer tener alguna relación oblicua con el contexto. A veces se eliminan las palabras de enlace (conjuciones coordinadas y subordinadas tales como y, aunque, artículos y preposiciones).
La incoherencia se acompaña con frecuencia de descarrilamiento. Difiere de éste en que la incoherencia es un trastorno que se produce dentro de la frase, es decir, que contiene palabras o partes que están unidas de manera incoherente. En el descarrilamiento, en cambio, la alteración se halla en la conexión entre las oraciones, que aparece oscura o confusa. Esta última atañe, por tanto, a unidades más complejas.

Tomada de este web


Una doble conciencia? (VIII)

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“Lo que no puede evolucionar conscientemente, degenera”.

(Gurdieff)

cubismo

Dice Gary Lachman en su libro “Historia secreta de la consciencia” que el invento de la perspectiva se debe a Petrarca a través de una excursión que le llevó a una ascensión al monte Ventoux y que fue desde alli como Petrarca pudo contemplar el embriagador paisaje que se abria a sus ojos desde una posición que nunca antes había contemplado, ese nuevo punto de vista es lo que llamamos hoy perspectiva y tuvo consecuencias muy importantes para nuestra consciencia como veremos más adelante. Sea como fuere lo cierto es que la perspectiva fue un invento del Renacimiento y se le atribuye a Giotto, un poco por la misma época en que vivió Petrarca.

No cabe duda de que la perspectiva fue un cambio muy importante en la consciencia humana al permitirnos representar la tercera dimensión en el plano y más allá de eso modificar nuestra experiencia del espacio, desde entonces el paisaje, el bodegón, los objetos comunes y domésticos podían ser contemplados desde “otro punto de vista”. El punto de vista se añadió a la cosa en sí enriqueciendo nuestra forma de ver el mundo y multiplicándola hasta el paroxismo.

Pero la perspectiva tuvo también efectos secundarios: el mundo pudo ser fraccionado, cortado en trozos, viviseccionado. No es de extrañar que la anatomía floreciera en esta epoca y que el interés por el individuo cortado en trozos se considere hoy un subproducto de aquella mentalidad. La mentalidad que hoy llamamos reduccionismo y que consiste en desarmar, deconstruir algo complejo a fin de estudiarlo en sus partes mas elementales. El cubismo es en el arte su representante más importante, Picasso fue el mago del deconstructivismo y puede notarse como no se trata tan solo de de fraccionar algo, sino de mostrarlo simultáneamente, todo de una vez, trozo a trozo, como si esas partes fueran un realidad un todo.

Si la perspectiva modificó nuestra concepción del espacio la imaginación fue el invento romántico que modificó nuestra percepción del tiempo. A partir del sturm und drang no sólo se introdujo la subjetividad del artista en el proceso de creación al liberarle del canón estético clásico sino que la subjetividad del artista pasó a ser el canón en sí mismo incluso aquella subjetividad destinada a corromper y destruir el canón o la estética misma. La imaginación permitió a los humanos “viajar” o visitar otros mundos y lugares sin moverse de casa, asi nació la novela, al menos la novela romántica. Todos fuimos o pudimos ser Robinson Crusoe solo con dejarnos llevar por la narrativa de un buen autor de ficción, algo que explica el éxito de la ficción pero también del folletín, que aun perdura entre nuestros conciudadanos: a través de nuestra mente consciente pudimos viajar a otros mundos prescindiendo de la ginebra, pero estas capacidades contenían otros riesgos y peligros.

Una vez inventada la imaginación el problema fue mantener y proteger esa capacidad en las consciencias individuales, no bastaba la evasión momentánea, había que poderla construir a voluntad. A eso se dedicaron no pocos poetas y artistas de la época, una vez que se descubrieron los efectos de las drogas o del alcohol sobre la imaginación. El poder de la mente para construir escenarios remotos y evocarlos a voluntad tuvo de pugnar pronto con el efecto demasiado corto de estas mismas drogas. Coleridge, de Quincey, Hoffman y E. A. Poe pagaron con su vida lo que hoy podríamos llamar adicción pero que también puede verse como exceso dionisiaco. Otros sucumbieron por el otro lado de la cuestión: a través de la enfermedad mental, Van Gogh es el ejemplo que siempre se pone cuando tratamos de relacionar genio y locura.

El opio, el alcohol, el haschisch, las anfetaminas, la cocaína o la heroína cuentan entre sus víctimas con no pocos hombres notables en el mundo del arte y del espectro de la creatividad, muchos son los trabajos que se han llevado a cabo para correlacionar estas dos variables: ¿Tiene algo que ver el consumo de drogas con la creatividad? ¿Cómo es posible que las drogas estimulen la creatividad si en el largo plazo dan lugar a un estropicio físico tal que llega a atentar contra la creatividad misma?

Se trata de la paradoja inherente al uso de drogas cuando no se tiene en cuenta su uso responsable o trascendente. ¿Pero cual es el uso responsable de las drogas, si es que existe tal cosa?

El efecto de las drogas sobre la consciencia humana es doble: por una parte está el efecto de “evasión” de la realidad real. La realidad es demasiado monótona y aburrida para un hombre intelectualmente bien dotado, por otro lado es para muchas personas fuente continua de displacer y de adversidad. ¿No es lógico que una persona aburrida y/o capturada en exceso por las circunstancias adversas de la vida prefiera este tipo de evasión artificial como un mecanismo de consuelo?. Los artistas o los buscadores de la verdad entraron en el mundo de las drogas a fin de inducirse estados alterados de consciencia y los estados alterados de consciencia es una forma de llamar a esa busqueda del origen, ese encuentro con lo urobórico o cruzar ese Rubicón que separa la consciencia vigil de los sueños.

Dicho de otra forma: inducirse un estado alterado de consciencia es una forma de rendirse ante la nostalgia de lo que fuimos antes de la Gran Escisión, antes de que fuéramos Dos.

El hombre echa de menos volver a ser Uno con el Mundo e intuye y descubre a través de ciertas experiencias con o sin drogas que el mundo y él mismo en un cierto tiempo anduvieron unidos por un vidrio tenue. Se trata de una nostalgia del Origen.

Hay que recordar ahora que la nostalgia o la añoranza son emociones bien distintas de la aflicción o la pena puesto que a través de ellas podemos recuperar algo que se perdió pero podemos reencontrar, mientras que la pena o la aflicción son emociones destinadas a poner punto final a algo que ya nunca se podrá recuperar. Unas emociones mantienen el sistema entreabierto mientras otras echan el cierre.

Lo interesante es que la consciencia humana tal y como nos dijo Bergson no evoluciona igual que la Naturaleza que ejerce sus mandatos sobre la materia viva. La evolución dicta sus leyes para construir ojos por ejemplo ta y como conté en este post y lo hace a través de tres mecanismos fundamentales: tiempo, selección y mutación

En realidad en el tiempo ya tenemos el primer contacto con el problema: el tiempo es en realidad un invento de la consciencia y aun así es mucho más corto en la evolución de la consciencia que en la evolución de los diseños de la vida: la consciencia evoluciona más rápidamente que cualquier otro ser vivo material. Los mecanismos de selección y mutación también influyen en el desarrollo y modificaciones de la consciencia humana pero a diferencia de la evolución natural existe un plan director que guía todo el proceso: la consciencia humana dirige su propia evolución.

Dicho de otra manera, no opera a través del pseudoazar evolutivo sino que ha de inventar sus propias características, es por eso que hablé de “invención” cuando me referí a la perspectiva o la imaginación. No es que antes de Petrarca o del romanticismo no hubiera perspectiva o imaginación sino que los individuos concretos no la conocían o no podían usarla para sus propios fines a voluntad. Con la emergencia de la consciencia lógico-racional pudieron utilizar estas facultades a voluntad siguiendo sus propias inclinaciones y expandiendo mucho más el alcance de la misma.

Por decirlo de una manera más clara: la consciencia humana ha de cultivarse conscientemente a diferencia de los procesos evolutivos que no necesitan director de orquesta. La consciencia humana es de alguna manera intencional, mientras que la evolución no contiene intencionalidad alguna.

¿Existe la realidad? Claro que existe una realidad ahi afuera que es independiente de nuestra consciencia, pero como es nuestra consciencia la que se representa esa misma realidad, al menos nosotros -si bien no podemos modificarla a voluntad- si podemos conocer los mecanismos que nos permiten representarla. Es por eso que Husserl habla de corresponsabilidad (intencionalidad) en la construcción de la realidad fenoménica y también Maturana y Varela hablan de autopoyesis o de enacción. Formamos parte de la construcción de la realidad en tanto que es nuestra consciencia quien se representa esa realidad enactuando con esa misma realidad. Disponemos de una consciencia participativa (Barfield, op cit) aunque la mayoría de los hombres no saben nada de esa participación pues ignoran o viven de espaldas a su inconsciente y sus mecanismos.

La consciencia dirige la evolución de la consciencia impulsándola a ir cada vez más allá.

Pero ahora vienen las malas noticias:

No todo hallazgo de la consciencia humana prevalecerá y no lo hará porque ahora si, sufrirá un descarte evolutivo. la evolución no dejara títere con cabeza a la hora de eliminar lo superfluo, de colapsar lo irrelevante.

No cabe duda de que nos hallamos en los estertores de la consciencia lógico-racional. hay demasiado signos de que hemos tocado fondo en el desarrollo de esta consciencia que se inició allá por Grecia en el 1200 a.c. aproximadamente (Gebser 2011) y que ha continuado desarrollándose a través de algunos acontecimientos que aquí mismo he señalado. Se trata de esos dos hitos: la perspectiva y la imaginación.

Lo interesante ahora es retener la siguiente idea: después de un hito en la evolución de la consciencia esta se bifurca en dos direcciones, una de ellas está destinada a convertirse en el embrión de una nueva consciencia, pero la otra está destinada al colapso, a la extinción. Las pruebas de corrupción de nuestra consciencia lógico-racional son demasiado evidentes para nombrarlas aquí una a una. Baste con nombrar las dos guerras mundiales que se han llevado a cabo en el siglo XX mientras los hallazgos de la ciencia impulsaban o parecían impulsar al hombre hacia la conquista del espacio y de nuevas subjetividades.

Una nueva consciencia está emergiendo en la especie humana pero no sabemos ni podemos saber quien ganará la guerra entre lo nuevo que no acaba de emerger y lo viejo que ha llegado al paroxismo del sinsentido.

Bibliografía.-

Jean Gebser: “Origen y Presente” Atalanta 2011.

Francisco Varela: “De cuerpo presente” Gedisa 1992.

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¿Una doble conciencia? (IX)

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davinci

El invento de la perspectiva tuvo en Leonardo da Vinci a su principal estudioso, el que la llevó hasta la excelencia. Lo que Leonardo no pudo prever fue el itinerario que la perspectiva tomaría en la consciencia humana. No pudo prever que “los puntos de vista” se diversificarían hasta el paroxismo. Aunque para eso tuvieron que pasar muchos años, no antes de la laicización del mundo.

Descartados los dioses y sus designios los humanos comenzamos a inventar nuevos “ismos” que dieran cuenta de esa multiplicidad de enfoques con los que el mundo podía ser explicado. Ya no era la ciencia contra Dios, sino mi opinión contra la del otro, Galileo ya había muerto cuando la Ilustración y la Modernidad comenzaron  a socavar las lineas de flotación de un mundo comprensible. El marxismo, el existencialismo y el postmodernismo  fragmentaron el mundo aun más de lo que era posible prever al diseminar todos los goces, al poner a todos los puntos de vista en posición de valor y salida, al confrontar a los unos o sus intereses contra los de otros.

El individualismo inherente a la consciencia lógico-racional ha llegado ya al paroxismo de su expresión y basta con ver los telediarios para darse cuenta de que vivimos en un mundo donde los consensos son ya imposibles. Las sociedades -y no sólo la nuestra- se encuentran divididas, fragmentadas y enfrentadas, donde se legitima cualquier posición y donde el derecho a la expresión de cualquier barbaridad ha suplantado a la razón misma y al sentido común.

La consciencia multiperspectiva se encuentra en un atolladero. Es el siguiente:

¿Qué sucede cuando todos tienen razón?

Cuando todos tienen razón todos perdemos, como podemos ver en el cuento de Alberto Moravia que se encuentra aquí. Se trata de las razones que llevan al lobo a buscar comida en una granja próxima. La loba y sus lobeznos debido a las inclemencias del clima se encuentran agónicos, hace días que no comen, no hay caza y el lobo ha de aventurarse en el corral de una granja cuyo propietario no está dispuesto a dejarse arrebatar sus gallinas. Al final del cuento el granjero mata al lobo de un disparo.

Todos tienen razón, el lobo tiene hambre, su familia tiene hambre, pero el granjero también tiene razón al proteger su propiedad. La moraleja del cuento es que vistos de uno en uno, cada cual tiene sus razones (su perspectiva) pero cuando estas perspectivas se confrontan todos salen perdiendo y mucho más aquellos que no tienen armas para defenderse. Lo interesante de esta cuestión es que es el granjero quien tiene las armas y no los lobos.

Algo parecido sucedió cuando Hernan Cortés invadio Mexico con un puñado de hombres y terminó imponiéndose a Moctezuma. ¿Como es posible que con ese minúsculo puñado de hombres se impusiera a todo un ejercito imperial? Sucedió lo mismo con Pizarro y casi siempre se dice que fueron las armas de fuego de los invasores las que decantaron la contienda, pero son pocos los autores que tienen en cuanta otra cuestión: la distinta consciencia que tenían los invasores y los invadidos. Mozctezuma y los mayas vivían en un tipo de consciencia mágico-mítica y pretendieron enfrentarse a los invasores con hechizos, mientras que los españoles disponían ya de una consciencia lógico-racional con todos los dispositivos estratégicos que este tipo de pensamiento posibilita.

Más aun, para mayas y aztecas los españoles no eran invasores sino representantes directos de la divinidad, no eran el otro sino lo Otro, lo Otro inefable, ellos no podían representarse ni los caballos, ni las armas, ni las novedosas estrategias de combate del invasor.

En “Armas, gérmenes y Acero” Jared Diamond que examina esta cuestión en profundidad llega a hacerse la siguiente pregunta: ¿Por qué no eran los aztecas o los mayas los propietarios de las armas y no los españoles? ¿Por qué no fueron los mayas o los aztecas quienes invadieron España?

La variable critica es el nivel de consciencia que había alcanzado cada una de estas civilizaciones, mientras unas aun se encontraban en su tramo mitico-mágico, la otra ya había alcanzado el nivel lógico-racional que es además un nivel multiperspectivista. Los incas y los mayas no tenían noción de la perspectiva -que es un hallazgo individual-, ni tenían un Yo similar al nuestro, ni subjetividad individual, eran seres que participaban de una consciencia oceánica. colectivista y donde el Rey era la encarnación de la divinidad, el designio que gobernaba lo colectivo inmerso él también en ese sentido participativo donde la magia, solo por el hecho de desearlo podía detener a las huestes invasoras. Se trataba de una consciencia preperspectivista la que perdió la guerra contra la consciencia perspectivista.

Los españoles a su vez también tenian reyes y sus formas de gobierno eran en cierto modo impuestas por el designio de Dios, representates de una consciencia anterior. Hasta que la revolución francesa no planteó esta cuestión en Europa los reyes seguían gobernando en función de una legitimidad divina, algo muy parecido a lo que permitía a Moctezuma reinar en México. La pregunta que podríamos hacernos a continuación es. ¿Qué había propiciado que con independencia de las formas de gobierno en España (y en Europa) se hubiera dado ese salto a la consciencia racional y no en México?

La respuesta es la tradición europea, la consciencia lógico-racional comenzó según Gebser en el 1200 a.c en Grecia o en la civilización helénica muy cerca de aquel lugar donde nació la agricultura: el creciente fértil. Sin la aparición de la agricultura, la escritura, la observación de la naturaleza y el arte no hubiera podido explotar una consciencia racional, tampoco sin los inventos políticos de aquella época, la Democracia, la participación en los asuntos públicos de los seres comunes, sin el invento de la República romana y sin ninguna duda sin la aparición de los monoteísmos y sus mitologías correspondientes. Europa es la heredera de todos estos hallazgos y es por eso que se desarrolló más rápidamente que los aztecas precolombinos, y todo ello a pesar de reyes y gobernantes decadentes, una omnipresencia de la Iglesia en lo publico que retrasó el progreso mientras pudo y como no, a pesar de guerras constantes que diezmaron los campos y la economía de los europeos prácticamente y sin descanso durante toda la edad media.

No cabe tampoco ninguna duda de que el cristianismo a través de su noción de pecado y culpa individual contribuyó a generar una consciencia individual, separada del colectivo. Sólo el individuo puede pecar y solo el individuo puede salvarse o condenarse.

Sin embargo entre nosotros la guerra entre lo colectivo y lo individual no ha terminado. Lo colectivo es impersonal, se impone por la autoridad (en nuestro caso del Estado) y a la fuerza pero no tiene en cuenta el beneficio percibido de los ciudadanos, así cualquier decisión que se tome en términos macro, termina por perjudicar a casi todos, aunque las decisiones macro sean buenas para el Estado o la colectividad. Solo tenemos que ver las decisiones de nuestro gobierno para entender que lo que puede beneficiar al Estado perjudica los ciudadanos, sin que los gobernantes acierten a entender como estas decisiones impersonales influyen no solo en los individuos sino como generan una “cultura de enfrentamiento y desamparo”, la ultima de estas decisiones como la puesta en libertad de todos los delincuentes que habían sido procesados por la “doctrina Parot” tiene consecuencias sobre los ciudadanos comunes y sobre las víctimas de ellos en particular. El gobierno se desentiende de este efecto secundario y sigue su propia agenda y lo que queda en el imaginario es un sentimiento de profunda inhumanidad

Por su parte los individuos son desafectos del estado y de sus gobernantes y sienten que sus intereses son socavados cada día, que no tienen a nadie que les represente o que el Gobierno hace oídos sordos a sus quejas y reivindicaciones muchas veces justas.

Aunque es cierto que los individuos comunes somos egoístas e insolidarios y que no todos los que protestan tienen razón. El problema es que todos se sienten legitimados para protestar aunque existen razones de peso para que los Gobiernos tomen a veces decisiones difíciles.

El pueblo tiene razón y el Gobierno tiene las suyas y ¿qué pasa cuando todos tienen razón?

Pues que todos perdemos como en el cuento del lobo de Moravia.

¿Y ahora que?

Estamos en los estertores de la consciencia lógico-racional y ya existen pistas de por donde emergerá la nueva consciencia que Gebser ha llamado consciencia integral.

Pero será en el próximo post.

Bibliografía.-

Jared Diamond: “Armas, gérmenes y acero: breve historia de la humanidad e los últimos 13000 años



¿Una doble conciencia? (X)

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gebser

Lo que Gebser llama conciencia integral es en realidad una conciencia aperspectivistica. Para entender mejor esta idea de a-perspectivismo tenemos que hacer una pequeña incursión filosófica y aprender a distinguir el concepto de “síntesis” del concepto de “integración”.

“Síntesis” consiste en tomar elementos de dos perspectivas diferentes y situarse -por asi decir- en un punto de vista equidistante de los dos polos en conflicto, asi el invento del Centro politico toma de la izquierda algunos elementos tanto como de la derecha. Lo interesante de la síntesis es que no consigue superar las perspectivas que dice combatir sino que inventa una nueva perspectiva “ateórica” que según las conveniencias será una cosa u otra. La socialdemocracia escandinava es un buen ejemplo de síntesis entre el comunismo soviético y el sistema capitalista.

En la síntesis siempre hay una pérdida, una renuncia a algo y en su lugar lo que aparece es una mixtificación, una mezcla de elementos que a veces empastan bien y otras veces empastan mal. La “integración” sin embargo es un anidamiento, una especie de crecimiento donde la última capa en aparecer contiene el germen de las anteriores que son a su vez causales con lo nuevo. En la integración no se pierde nada, sino que toda la información de anteriores perspectivas se mantiene activa aunque pueda haberse ocultado a la mirada consciente de la capa más alta.

Un ejemplo de ello es la permanencia de la magia en nuestra consciencia lógico-racional o la repetición de lo mismo de nuestra consciencia mítica. Repudiada por el mundo de la ciencia e identificada con el oscurantismo o la superstición, la magia ha sido amputada de nuestras decisiones conscientes. Pero lo cierto es que aunque lo mágico se puede repudiar o disociar no por ello desaparecerá, está siempre ahí, haciendo de las suyas y haciendo emerger creencias mágicas disfrazadas de razones, creencias o simpatías. Lo irracional debe aceptarse como un modo legitimo de conocer.

La forma en que lo mágico -la estructura mágica- anida en la estructura lógico-racional es a través de lo que Hegel llamó aufheben que es en realidad la emergencia de un plano  nuevo de definición que nace de la colisión de una estructura que se revela ya obsoleta para hacer frente a las novedades y conocimientos que la realidad va imponiendo al ser humano. No se trata tan sólo de coger lo bueno de ambas desechando lo inútil sino de que exista esa acción creadora que logra hacer emerger la novedad conservando lo anterior.

En un post anterior ya hablé precisamente del aufheben hegeliano en relación con ciertos síntomas psiquiátricos, y rescataré de él algunas ideas para que el lector se haga una idea clara sobre este proceso que desde ahora llamaremos “integración”.

La palabra aufheben [eliminar] tiene en el idioma (alemán) un doble sentido: significa tanto la idea de conservar, mantener, como, al mismo tiempo, la de hacer cesar, poner fin. El mismo verbo “conservar” ya incluye en sí el aspecto negativo, en cuanto se saca algo de su inmediación y por lo tanto de una existencia abierta a las acciones exteriores, a fin de mantenerlo. De este modo lo que se ha eliminado es a la vez algo conservado, que ha perdido sólo su inmediación, pero que no por esto se halla anulado.

Hegel reconstituyó -como todo el mundo sabe- las leyes de la dialéctica y le añadió el concepto que hoy mantenemos yendo más allá de la identificación entre diálogo y búsqueda de la verdad que procede de la época clásica. Para Hegel la dialéctica es:

El acto mismo del conocimiento es la introducción de la contradicción. El principio del tercero excluido, algo o es A o no es A, es la proposición que quiere rechazar la contradicción y al hacerlo incurre precisamente en contradicción: A debe ser +A ó -A, con lo cual ya queda introducido el tercer término, A que no es ni + ni – y por lo mismo es +A y -A. Una cosa es ella misma y no es ella, porque en realidad toda cosa cambia y se transforma ella misma en otra cosa. Esto significa la superación de la lógica formal y el establecimiento de la lógica dialéctica.

Todas las cosas son contradictorias en sí mismas y ello es profundo y plenamente esencial. La identidad es la determinación de lo simple inmediato y estático, mientras que la contradicción es la raíz de todo movimiento y vitalidad, el principio de todo automovimiento y solamente aquello que encierra una contradicción se mueve.

La imaginación corriente capta la identidad, la diferencia y la contradicción, pero no la transición de lo uno a lo otro, que es lo más importante, cómo lo uno se convierte en lo otro. (Tomado de la wikipedia).

Para Hegel dialéctica es el movimiento mediante el cual la vida se abre paso a través de las contradicciones: todo conocimiento contiene el germen de la contradicción, lo que se nos oculta son las transiciones (enlaces o logos) , el cómo resolvemos esta tensión entre contrarios.

Hegel adelanta en su Lógica que este proceso de superación de los contrarios tiene tres tiempos, tres fases que están contenidas misteriosamente en el verbo aufhebenSuspender, conservar y elevar.

La consciencia se expande por anidación de las consciencias anteriores. Se eleva por encima de ellas después de suspender su vigencia y de conservar su impulso.

O dicho de otra manera: es necesario integrar las im-perspectivas anteriores a nuestras diversas perspectivas lógico-racional, teniendo en cuenta que el mundo perspectivistico que fundaron las categorías racionales emergió sobre la dimensionalidad del mundo mítico y mágico. Lo que parece contradictorio en un sitio, puede ser compatible en otro lugar pues en realidad las contradicciones solo pueden suceder allí donde existen categorías (pensamiento racional) sin embargo en otro nivel por ejemplo en los sentimientos ya no opera la contradicción y tampoco en los actos motores.

Un cuento zen.-

La mejor manera de entender como funciona la consciencia aperspectivistica es hacerlo a través de este cuento zen, donde podemos observar como el maestro induce en sus discípulos un borramiento de las contradicciones inherentes al pensamiento categorial. Dice así:

Dos monjes estaban discutiendo sobre el placer del acto sexual, cada uno defendía una hipótesis, uno afirmaba que en él el hombre obtenía mas placer, mientras que el otro defendía que era la mujer la que gozaba más. Dado que no se ponían de acuerdo decidieron consultar con su maestro.

El primero, el que defendía al hombre como obtenedor de mayor placer se dirigió al maestro y le preguntó, este, en presencia de un escriba le dijo.

- Tienes razón, es el hombre el que obtiene más placer.

Luego acudió el otro monje e hizo su pregunta:

- Tienes razón, es la mujer la beneficiada en el placer sexual.

El escriba que estaba presente en el diálogo objetó al maestro lo siguiente:

- Pero le ha dado la razón a ambos, ¿no es esto una contradicción? O tiene razón uno u el otro.

A lo que el maestro contestó:

- Tienes razón.

Se trata de la consciencia aperspectivistica, y para aquellos que crean que el cuento zen supone una exageración (y lo es) les remito a esta web donde podrán observar mejor lo que caracteriza y la define.

Y les invito por último a pensar en el cuento zen, ¿ha dibujado una sonrisa?¿le ha hecho gracia? ¿se ha reído?

Pues para eso sirve la risa, para disolver la contradicción que aparece cuando nuestro intelecto se enfrenta a decidir entre un “Si” y un “No”, sobra energía y la sacamos hacia afuera a través de la risa. En eso consisten los chistes, en resolver contradicciones a través de un acto motor.

Referencias.-

G.W.F. Hegel, La ciencia de la lógica.

¿Quién fue Jean Gebser?


¿Una doble conciencia? (XI)

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Nuestra tarea no es otra sino socavar el poder de la Gran Madre

Erich Neumann

Hasta ahora hemos hablado de una consciencia prepersonal y una consciencia personal. A la primera nos hemos referido con distintos nombres pero lo importante es quedarse con la idea de que eso que venimos en llamar “inconsciente” pertenece a esta categoría de consciencias arcaicas que se conservan en nuestro rastro filogenético como vestigios de otro tiempo. Es importante también señalar que nuestro inconsciente -en palabras de Whitehead- no deja de crecer pues ha de dejar sitio a nuestra mente consciente a fin de seguir aprendiendo. No cabe duda de que una de las características de nuestra época es la celeridad -el aumento de la complejidad- de los cambios y la enorme cantidad de información con la que hemos de traficar. Ganamos inconsciente a fin de mantener el consciente preparado para recibir nuevas informaciones. Algo que se sustantiviza a través de los sueños, la forma que tiene nuestra memoria de “dejar sitio libre”.

También hemos hablado de que los humanos guardamos no pocas nostalgias de aquellos tiempos pasados, donde fuimos uno con la naturaleza, se trata de una idea muy importante de retener para explicar las “regresiones” es decir las cabriolas que llegamos  a ejecutar cuando la vida o la realidad de aquí y ahora nos resultan invivibles. Las calamidades de la vida nos impulsan hacia la búsqueda de esos edénes donde quizá fuimos dioses, o al menos gozábamos de una total ignorancia sobre nuestra propia subjetividad.

Una subjetividad que podemos contabilizar como una carga suplementaria para gran parte de la humanidad y que explica el porqué el hombre ha buscado, busca y buscará evasiones en los paraísos artificiales que procuran las drogas o el refugio de la locura y la ruptura con la realidad como ultimo recurso ante las dificultades.

Lo que vale la pena recordar de este despliegue evolutivo de la consciencia es que el Origen siempre está presente en el Presente, es decir las consciencias anteriores ejercen una función de imán frente a la consciencia personal y tironean de ella como mecanismo de escape pero también como mecanismo de sublime integración.

La consciencia personal es como he dicho repetidamente aquí, recursiva, autoconsciente y dual. Disoció el mundo y desde entonces hemos de transitarlo con ciertos mapas que llamamos símbolos . A través de ellos nos abrimos paso en la complejidad de la realidad que hemos construido y de ahí nuestra vulnerabilidad. Somos muy frágiles cuando el repertorio simbólico se tambalea.

El símbolo nos separó definitivamente del determinismo puro y es esta la razón por la que la capacidad simbólica del cerebro humano fue seleccionada positivamente por la evolución: representa un avance, un ahorro de energía y una discriminación más detallada y sutil de la realidad externa. La simbolización es un hito que nos hizo más adaptativos y adaptables a la realidad, a nuestro medio ambiente.

Pero a cambio de esta ganancia hubo algunos inconvenientes: el principal de ellos es que algunas personas pueden confundir al participante con lo participado, “al oso con su huella”, sobre todo cuando la simbolización llega al paroxismo a través de la casi continua generatividad simbólica de los humanos modernos, mucho más después de la introducción del lenguaje y la escritura. A partir de ese momento -en que el símbolo se hace arbitrario- la simbolización precisó de enormes inversiones de discriminación, algunas personas sucumbieron y sucumben a esta confusión, les llamamos esquizofrénicos.

La esquizofrenia puede definirse como una avería en la capacidad de simbolización, puede pensarse desde el lado de la avería biológica a partir de un cerebro con hándicaps innatos o también puede verse como un fracaso en el proceso donde el intercambio de símbolos tiene lugar: la familia. La familia y sus herramientas de crianza como intermediario entre la complejidad social y el individuo concreto.

Una especie de interface social donde tienen lugar los aprendizajes más importantes de nuestra vida y sobre todo el lugar donde se efectúan esos tránsitos desde una consciencia arcaica -urobórica al decir de Neumann- hasta una consciencia formal y recursiva. La nuestra.

De los tránsitos de la consciencia.-

Los niños recorren durante su crianza y crecimiento todas las etapas que Gebser ha descrito como precursoras de la consciencia formal. De manera que vamos a describir sucintamente estos estadíos que para Gebser son:

1.- La consciencia arcaica.

2.-La consciencia mágica.

3.- La consciencia mitica

La consciencia arcaica es la más antigua y muy probablemente la que presentaban los homínidos precursores de nuestra especie como los Australopitecus, es decir una mente no muy distinta a la animal, muy cerca del Origen y al decir de Mavromatis una consciencia sinestésica donde las percepciones aparecerían amalgamadas sin todavía una diferenciación clara entre ellas. Es la consciencia del recién nacido, una consciencia unitaria, sin rastros del Yo o subjetividad y sin la capacidad de establecer enlaces perceptivos concretos entre los sistemas perceptuales y donde cualquier sensación corporal debe de ser sentida a través de todo el cuerpo, por ejemplo el hambre para un recién nacido es muy probable que se sienta como dolor o la soledad como asfixia. Por supuesto el espacio y el tiempo aparecerían completamente distintos a lo que nos acostumbra nuestra mente actual, es posible incluso que los colores del cielo y la tierra carecieran de contrastes entre sí y aparecieran como una continuidad.

La consciencia mágica supone la hegemonía del grupo sobre el Yo y se manifiesta aun hoy en el hombre moderno por la sugestión que ejercen sobre nosotros los rituales de masas, lo fácilmente que somos arrastrados por los demás, renunciar a nuestra subjetividad es una solución que ciertas personas buscan activamente, sumergirse en el grupo diluye la responsabilidad individual y es un potente tranquilizante de consciencias personales. La cognición está sumergida en las leyes de la magia que Frazer describió tan brillantemente en su “Rama dorada” que podeís ver aqui.

La cultura es oral, la memoria colectiva y probablemente la religión animista que dotaba a todos los seres de un “anima” o espíritu que anima al cuerpo o a la materia (tiene intencionalidad) procede de este periodo de tiempo. Los neanderthales muy probablemente según lo que dije en otros capítulos de esta serie (Gooch op cit) transitaron esta etapa fundamental de la consciencia humana, hasta que el mito viniera a inventar o constituir una nueva emergencia.

la principal característica de la consciencia mítica es la invención de dioses que presentan particularidades de los hombres, es decir representan aspectos bien humanos, de ese modo -conociendo la descripción de aquellos dioses- podemos comprender mejor las características de aquellos hombres primitivos que se prolongaron hasta la cultura griega (1200 a.c. según Gebser). La mitología en este sentido es una antropología y una psicología del hombre mítico.

La poesía es la principal forma de expresión de la mente humana en esta etapa del desarrollo de la consciencia, no tanto porque los hombres de entonces fueran poetas sino porque tal y como ha dicho Barfield parece que la consciencia mítica es una consciencia “como si”, una consciencia que hoy nos parece metafórica pero que expresaba la realidad tal y como la percibían aquellos hombres.

Bien entrado el neolítico, parece que la alianza entre religión, poderes fácticos y ejércitos tuvo lugar dando lugar a una nueva forma de pensar en torno a la guerra y la depredación.

Cabe recordar que según Jared Diamond la agricultura fue un mal invento que propició la emergencia de las armas y de la guerra a partir de las reservas de excedentes y la invención de las ciudades y las élites económicas.

Bibliografía:

Andres Schuchsny: La Red y el futuro de las organizaciones. Más conectados … ¿Más integrados?


El trastorno bipolar: ¿una bifurcación entre adaptación y patología? (I)

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bipolar

La euforia es, por decirlo de una forma diferente, la alegría de una parte de la
mente que despierta y ve que puede hacer cosas. Y el cuerpo se las cree. (Jose Manuel Castellano)

Hace algún tiempo ya, uno de mis maestros me profetizó que los hallazgos en la psiquiatría del futuro no procederían de nosotros los psiquiatras o de los psicólogos, sino de algún ingeniero, físico o informático. Tomé buena nota de esta idea y me propongo escribir este post después de haber conocido el blog de Jose Manuel Castellano que recientemente ha publicado su experiencia en primera persona y su teorización en psiquiatria.com.

No deja de ser curioso que la revista digital citada haya aceptado este articulo -que a mi personalmente me parece interesantísimo- por proceder precisamente de una experiencia subjetiva y además de subjetiva y cualitativa de un afectado por la enfermedad. La subjetividad (la experiencia personal) suele ser descalificada siempre en ciencia que como es sabido ha pactado con la hermana pobre de la matemática -la estadística- para rastrear la verdad, como si la verdad solo pudiera hallarse en los grandes números, renunciando así a un pozo de conocimientos inefables como las de este lúcido ingeniero bipolar, que aporta a través de su propia autoreflexión, una serie de pistas sobre por donde hemos de ir los clínicos, a la vez que despliega una serie de conocimientos teóricos sobre la mente de indudable interés. Y nos avisa de que “su método” no es infalible”  ni sirve para todo el mundo y nos previene de ciertas euforias. Personalmente veo más sus argumentos dirigidos a sensibilizar a los profesionales que a los propios pacientes bipolares.

La idea fundamental de Castellano se dirige a describir dos conceptos: la no-casualidad y la mente corporal.

La mente corporal.-

Para Castellano existen dos mentes la cerebral y la corporal, la primera es la mente con la que pensamos y con la que tomamos decisiones en nuestra vida práctica. La otra mente también piensa si bien con una menor definición y que a lo largo de este blog hemos denominado “código máquina” (¿hay un cerebro en las tripas se preguntaba hace poco un reputado investigador?) y además de eso es inconsciente. Dicho de otro modo: de la “manera de pensar” de nuestras tripas no tenemos noticia, lo único que sabemos es que nuestras tripas toman decisiones a una velocidad menor que nuestro cerebro. Necesitan más tiempo para tomar decisiones pero siempre obedecen al cerebro, excepto cuando no entienden lo que le dice.

Cosa que no sucede en sentido contrario, el cerebro toma nota de los mensajes corporales pero no necesariamente le obedece. El cerebro está muy pagado de sí mismo gracias a sus logros y menosprecia en cierta manera su mente menor, la corporal.

Para Castellano el trastorno bipolar seria la puesta en funcionamiento de una mente en desuso, la mente corporal. Algo que coincide con ciertas ideas que he ido publicando en este post. Me refiero a la nueva conceptualización del inconsciente como un depósito de adaptaciones arcaicas que no usamos cegados como estamos por el brillo y los logros de nuestra consciencia lógico-racional.

La idea de Timothy Wilson es que el inconsciente es un extraño para nosotros mismos y que no podemos acceder a él ni con asociaciones, ni con sueños o recuerdos ni con palabras. Estoy de acuerdo en parte con esta idea si Wilson se refiere al inconsciente instintivo, al código máquina: los conflictos organismo-individuo (cerebro-cuerpo) no pueden dirimirse a través del adagio “Conócete a ti mismo”, pues la verdad es que no sabemos bien qué es lo que debemos conocer si las razones para nuestras decisiones están más allá de nuestra conciencia y voluntad como parece haber demostrado la neurociencia actual. Nuestros juicios y nuestras decisiones no son permeables al conocimiento racional y más aún: estamos diseñados de una forma tal que nos es más fácil decir cómo nos sentimos que por qué nos sentimos así.

Las fuentes de nuestro ánimo no son accesibles mentalmente pues proceden del cuerpo, el cerebro simplmente las interpreta.

Algo en lo que Castellano estaría de acuerdo con Wilson: el inconsciente (le mente corporal) es inaccesible al escrutinio consciente pero mantiene relaciones con nuestros pensamientos, a la vez que es obvio que si persiste entre nuestro modo de procesar la realidad es porque es una adaptación, lo que significa que en tiempo ancestral fue quizá la única consciencia con lo que transitamos el mundo, una especie de consciencia primitiva que mantiene inconscientes su modos exceptuando a los canales sensoriales, el único procesamiento corporal del que somos conscientes.

La no-casualidad.-

Para Castellano, la no-casualidad es la consecuencia del encendido de la mente corporal volcando información desordenada pero coherente al cerebro. Información predominantemente sensorial, una especie de sopa sinestésica que configura la mente maníaca a través de la euforia-disforia ,la forma en que reacciona el cerebro a la inundación de estímulos sensoriales, de la expansividad y de un exceso de energía.

Nuestra mente corporal puede deducir, decidir, concluir, actuar, etc…  Cosas que son posibles gracias a la comunicación fluida con la mente cerebral, pero que pasan en el cuerpo. El cerebro tiene un mecanismo para asegurarse el control y cerciorarse de que los pensamientos son creados a partir de información útil y desecha la información de más, pero entra dentro de las posibilidades del cuerpo asimilar toda la
información posible proveniente de la realidad, y es cuando la no-casualidad se convierte en la fuente de una nueva realidad.

Dicho de otra manera la mente cerebral opera fundamentalmente por descarte del sentimiento y del ánimo pues en palabras de Castellano:

Puede que los pensamientos provenientes de la mente cerebral sean más importantes y ellos solos pueden llevar adelante nuestra vida cotidiana, apartando a un segundo plano los sentimientos y el ánimo. Esto es contraproducente a todas luces, ya que nuestro
ánimo es una elemento importante en nuestra calidad de vida, y no sólo colmar nuestras
necesidades materiales para satisfacer una necesidad sólo objetiva para la mente cerebral.
Nuestro cuerpo tiene “pensamientos” más lentos que los cerebrales; un cambio del estado de ánimo puede durar días y los sentimientos pueden durar segundos. No es una inteligencia racional sino más primitiva, pero el cuerpo del ser humano es muy válido en todos los aspectos.
Busca el bien para el individuo y su capacidad para la supervivencia es importante ya que interviene directamente en el medio físico.

Castellano ve el trastorno bipolar como una forma (una estructura mental) evolutiva y está es la parte más novedosa de su teoría, en síntesis -y tal como yo lo veo- la humanidad estaría buscando una nueva forma de consciencia que superara la alienada y descorporeizada consciencia lógico-racional. La emergencia o encendido de la mente corporal sería un arma de doble filo, por un lado podría apoyar la emergencia de los potenciales creativos del hombre tal y como nos demuestra la historia de la enfermedad y por otra daria lugar a una enfermedad incurable donde un ciclo maniaco sería sustituido inexorablemente por otro depresivo con o sin periodos libres de síntomas, recaidas y episodios que se verian con el tiempo acompañados de deterioro cognitivo y de invalidez.

En este sentido el trastorno bipolar podría representar el precio que nuestra especie paga por integrar lo corporal-anímico en la experiencia mental y vital. El cuerpo reclama su parte del botín que el raciocinio le sustrajo.

Referencias.-

Jose Manuel Castellano Gonzalez: “El primer episodio maniaco y la depresión desde el punto de vista de un paciente”.


El trastorno bipolar: ¿Una bifurcación entre adaptación y patología? (y II)

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doble bifurcacion

No cabe duda de que la prevalencia del trastorno bipolar en nuestra especie (alrededor del 1% de la población general) es una prueba de que el citado trastorno responde o es un subproducto de “otra cosa”, es decir de algo que en un tiempo ancestral supuso ventajas para nuestra especie. Significa que aunque la enfermedad sea desventajosa en nuestro entorno y muy inadaptativa, los genes que la mantienen y su persistencia pudieron ser en otro tiempo y lugar ventajosos para nuestra especie en su conjunto.

De todas las teorías evolucionistas que se han enunciado para explicar en qué consistiría esa “ventaja” la que cuenta con un mayor número de evidencias es la teoría de Julia Sherman (Sherman 2012) y los hallazgos constitucionales de Krechtsmer, ya clásicos que podeís encontrar en este post. La idea fundamental de Sherman es que la bipolaridad seria una adaptación climática.

Una adaptación que habría quedado obsoleta con la desaparición de las estaciones y la suavización del clima.

En este sentido cobra importancia la idea de que el humor vendría regulado por una serie de acontecimientos ambientales que tendrían que ver con la alimentación, la supervivencia y la sexualidad, algo que vendría matizado por una emergencia emocional: la euforia, una emoción necesaria para el mantenimiento de la vida, de la procreación y de la celebración de un tiempo opulento en recursos (la primavera).

Lo interesante de la hipótesis de Jose Manuel Castellano de la que hablé en el post anterior es que la consciencia actual del hombre moderno estaría vinculada a esas consciencias inconscientes que él ha venido en llamar “mente corporal”. Ambas estarían enlazadas si bien habría un sello de seguridad o filtro que impediría la emergencia de la mente corporal en la mente racional o cerebral.

Es más que evidente que esa mente corporal de la que habla Castellano existe, nuestro sistema inmunitario por ejemplo toma decisiones tanto a corto como a largo plazo a fin de defenderse de los microorganismos y de los ataques de agentes externos sin que intervenga nuestro raciocinio. Nuestro sistema inmunitario piensa y memoriza, si bien se trata de un pensamiento de baja definición al que no hay que pedir resoluciones matemáticas importantes o decisiones trascendentales sobre nuestra vida, la vida del organismo entero. Lo mismo sucede con nuestro sistema endocrino, con la barrera intestinal y con casi todos los sistemas orgánicos, las células piensan como un todo, si bien ese todo incluye sobre todo a sus colectivos más próximos y no a todo el organismo que depende sobre todo del pensamiento racional o cerebral.

Existe una válvula de seguridad entre ambos tipos de pensamiento de tal modo que nos aseguramos de que nuestras tripas no tomen decisiones que no le corresponden por complejidad o dificultad, si bien las tripas suelen avisarnos de peligros a través del “detector de humos” del que hablé aqui,  pero es el cerebro quien tomará la decisión final sobre la mejor opción. Esta válvula de seguridad es la que se rompe en el el trastorno bipolar y la que permite que el pensamiento corporal (usualmente con contenidos sensoriales desordenados) se infiltre en el cerebro y tome el mando. Castellano no aclara porque sucede esta ruptura si bien cree que es una potencialidad que tenemos todos los humanos.

Pues se trata de una válvula de seguridad que todos y cada uno de nosotros hemos franqueado alguna vez en nuestra vida. ¿No es la embriaguez alcohólica, una forma de viaje de ida y vuelta de la alegria (euforia) a la depresión post-embriaguez e incluso al coma alcohólico junto con la molesta resaca? ¿No es la impulsividad una forma de decir que a veces nos ponemos maníacos y tomamos decisiones estúpidas para nuestro interés? ¿No es la intuición la forma que tenemos de nombrar a esa omnipotencia fundacional que nos rige y a la que atribuimos tanta veracidad como a los hechos mismos de la vida? ¿No es la bulimia o al atracón una forma de ser (comer) maníaca en relación con nuestra necesidad de alimentarnos?

Se trata de situaciones comunes de la vida o de la clínica que responden a un modo de pensar maníaco si bien estas maniobras se distinguen del trastorno bipolar en algo: existe la posibilidad de marcha atrás, sin embargo después de un episodio maníaco nuestro cerebro cambia, decimos entonces que ha habido una bifurcación, existe un antes y un después , nunca volveremos a ser lo que fuimos porque ahora tenemos la experiencia maníaca. Una experiencia que dejará rastros, pues no hay que olvidar que los sistemas guardan memoria sobre sí mismos. Algo que se traduce en una predicción: la fase maníaca o depresiva se repetirá. No se trata pues de un episodio puntual sino de una enfermedad crónica que nos llevará hacia el deterioro cognitivo en relación con el número y la frecuencia de episodios siguientes.

De modo que es válvula de seguridad no está del todo sellada, la cruzamos con mucha frecuencia a través de drogas, experiencias cumbre, emociones intensas, cuando tenemos hambre o nos hemos convertido en bulímicos, cuando estamos enfrascados en alguna tarea creativa, a través de nuestras intuiciones cotidianas (que tomamos como verdades) o a través de las conductas impulsivas o irreflexivas. Lo que caracteriza a esta conductas es la expansividad, la prisa, la omnipotencia y un exceso de confianza en nuestras propias fuerzas. Y el tono anímico elevado (euforia-disforia)

Es muy probable pues que la citada válvula opere en dos direcciones: por una parte protege a nuestra mente cerebral de la intrusión de información desordenada y banal y por otra proteja a la mente racional de su excesiva racionalidad dotándola de la posibilidad de algo de “diversión” cuando las cosas se ponen feas. En este sentido es bueno recordar que la alegría es la cura de la depresión tal y como decía Abraham.

Lo que propone Castellano a través de su concepto de mente maniaca dual es la domesticación de esa mente corporal para ponerla al servicio de la mente cerebral, algo que podeís rastrear en este articulo suyo.

Con todo me parece que las ideas de Castellano tienen dos agujeros importantes: y son 1) el significado de la depresión en este contexto y 2) por qué se rompe la válvula de seguridad en unas personas mientras que otras parecen controlar esta doble dirección durante toda su vida. ¿Es un evento traumático? ¿Una manera de pensar la realidad? ¿Un exceso de confianza? ¿una contrariedad intolerable?

Me refiero al primer episodio, puesto que ya sabemos que en el trastorno bipolar, los primeros episodios dependen bastante del estrés, mientras que los sucesivos episodios son autónomos, es decir ya no dependen de los acontecimientos de la vida. Y más, si el primer episodio es depresivo puede adoptar un aire adaptativo (similar a cualquier depresión reactiva), mientras que si el primer episodio es maniaco la posibilidad de encontrar un estresor es tan improbable como en la esquizofrenia.

Lo que Castellano plantea es que el ciclo depresivo seria la consecuencia ¿psicógena? de los excesos de la fase maníaca, algo así como la emergencia de emociones negativas como la culpa o la vergüenza derivadas de aquella actividad sin integrar en la personalidad total y de la que los pacientes no suelen querer saber o hablar.

En mi opinión esta es la parte de su teoría menos trabajada, de modo que esperaremos a sucesivos informes para aclarar algo más estas cuestiones.


Arte y medicina

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Seminario de metaformación a cargo del Dr Alejandro Font de Mora que se impartió el 13 de Diciembre en el Consorcio Hospitalario de Castellón,

Video 1.-

Video 2.-


¿Una doble conciencia? (y XII)

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espiralesEvolución de la consciencia según Wilber

Aquellos lectores que hayan seguido esta serie sobre la consciencia quizá hayan comprendido ya que:

  • La consciencia humana es dinámica y se halla en perpetua expansión.
  • Que nos encontramos en los estertores de la consciencia lógico-racional.
  • Que existen ciertas evidencias de que se halla emergiendo un nuevo tipo de consciencia a la que Gebser ha llamado “consciencia integral”, si bien no ha alcanzado la suficiente masa critica.
  • Y que eso que llamamos inconsciente no son sino los vestigios y representaciones de consciencias arcaicas tanto en el sentido filo como ontogenético.

De manera que para contestar a la pregunta que encabeza esta serie de post, mi respuesta seria esta:

Estamos instalados en la dualidad, algo fundacional en nuestra estirpe, algo que se explicita en el pensamiento categorial en lo cognitivo y en la disociación en lo afectivo. Somos seres duales atrapados por las categorias y por los afectos opuestos. Por los conflictos organismo/individuo y por un par de fuerzas que nos impulsan a veces en sentido contrario de nuestros deseos capturados por la irracionalidad  y que a veces conseguimos domeñar y obtener sinergías entre ambas si conseguimos llegar a ser Uno sin retroceder a esa especie de Edén que ejerce sobre nosotros una poderosa influencia a través de la nostalgia de lo que perdimos cuando aun no habíamos cruzado el umbral de la razón.

El futuro de la consciencia.-

Es imposible tratar de adivinar el futuro de la consciencia humana sin apelar a una cierta teleología opuesta a la evolución de la materia. Es posible -como dicen algunos teóricos sobre este tema- que sea la tecnología quien impulse la evolución de nuestra consciencia a desarrollos imposibles de prever en este momento, tal y como sucedió con la imprenta, , la perspectiva, o el surgimiento del Yo y la subjetividad. Es muy probable que los nuevos contenidos en la consciencia humana vayan de la mano del desarrollo de la conectividad, esa que ya podemos gozar a través de Internet.

Ken Wilber es un psicólogo que hizo suyas las ideas de Gebser si bien la psicología de Wilber es un tanto teleológica. Se trata del principal seguidor del paradigma integral, un modelo que no procede de la psicología sino de otras disciplinas para las que recomiendo al lector interesado la lectura de uno de sus principales promotores: me refiero a Jean Gebser cuya web oficial está aqui.

Clare Graves y Don Beck son los teóricos de la dinámica espiral y los padres de la criatura wilberiana: un modelo explicativo del todo y una representación de la mente segun escalones evolutivos de los que he hablado en algunos post como éste .

La caducidad de la modernidad.-

La disociación (Spaltung) es el precio que la consciencia lógico racional paga por seguir siendo racional, lo que es lo mismo que decir que la enfermedad mental es el precio por mantener la disociación de forma regular. La posibilidad de disociarse de cualquier afecto peligroso nos trae como consecuencia esta posibilidad de dividir el mundo en dos mitades, una de las cuales es expulsada hacia el inconsciente y desde alli nos vuelve repetidamente.

La expansión disociada, no integradora de la consciencia es la razón por la que existen tantos malestares en nuestro mundo a pesar de convivir en un entorno que gracias a la tecnología nos proporciona un enorme bienestar.

Bienestar por un lado con una ciencia determinista y cargada de hallazgos y logros en convivencia con un humano que tiende a “regresar” por el camino corto en busca de paraísos artificiales, locuras transitorias o permanentes a la vez que muy vulnerable a los entornos que él mismo ha creado. Fortalezas y debilidades de una consciencia creada -surgida- para el dominio de la naturaleza.

Fortaleza y debilidad que son en sí mismos las dos caras de la disociación que procura la razón. Esa que crea monstruos.

razón

Nota liminar.-

En este articulo he utilizado como sinónimos las palabras “consciencia”, “conciencia” y “mente”. Pido perdón a aquellos que sensatamente me hagan llegar la queja de que son conceptos distintos. Es verdad, pero he preferido usar estos conceptos de forma intercambiable para aligerar la comprensión del texto.


¿Una doble conciencia?

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Como regalo de Navidad Neurociencia/neurocultura y gracias a los esfuerzos de @fanspacotraver dejamos colgados aquí la monografía completa de los 14 post que he ido componiendo respecto a la evolución de la consciencia humana.

¡Que lo aprovecheis y feliz Navidad!

¿Una doble conciencia? en pdf



La testosterona y los secretos

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triversContaba en este post que existen pocas oportunidades de leer a  Robert Trivers en castellano. Es por eso que agradecí que me regalaran hace poco un ejemplar de su ultimo libro “La insensatez de los necios” que es una especie de refundido de sus conocidas ideas sobre el engaño y el autoengaño.

Vale la pena recordar que Trivers es un biólogo y antropólogo evolucionista con una vida de esas que darian para una pelicula y una personalidad un tanto especial, de la que vale la pensa recordar una intensa biografía académica con cambio de “vocacion” desde la historia hasta la psicología y su rabiosa miltancia evolucionista radical. Tambien algunos de sus hallazgos principales: su teoria de “la inversión parental”, y sus investigaciones sobre “el altruismo reciproco”, asi como la menos conocida hipotesis de Trivers-Willard, y digo hipótesis porque esta idea aun no ha sido confirmada. Lo que vale la pena recordar para uso del lector es que Trivers es sobre todo un radical, un radical de izquierdas.

Del libro en cuestión confieso que me ha decepcionado un poco -señalo además su mala traducción-, nada nuevo u original sino una especie de pastiche de ideas bien conocidas mezcladas forzadamente con algunas opiniones políticas, donde el hincapié recae sobre la cuestión del engaño-autoengaño que para Trivers ha supuesto un hito evolutivo, en el sentido de que estas conductas han dado grandes beneficios a las especies vivas y no solo en la nuestra: ha sido seleccionado positivamente. Sin embargo es precisamente en nuestra especie donde el engaño se ha sofisticado lo suficiente para convertirse en autoengaño pues la mejor manera de engañar a alguien es engañarse a si mismo a fin de no delatarse en esos pequeños signos motores que señalan nuestras mentiras. Naturalmente para Trivers la función del engaño es la autopromoción, es decir aparecer ante los demás como alguien mas importante, sano, fuerte y con más recursos de los que realmente disponemos. En eso consiste la vida.

El problema es que mantener este nivel de engaño en muy costoso para nuestro organismo, es por eso que Trivers explora los distintos niveles de “gasto” según el sistema que pretendamos engañar. Cuando hojeé el índice mis dedos se dirigieron hasta el capitulo que más llamó mi atención: la relación del engaño-autoengaño con nuestro sistema inmune.

Nuestro sistema inmune puede considerarse como un cerebro destinado a detectar, atacar, engullir y sobre todo reconocer lo propio a fin de no atacarse a si mismo. Podemos decir que tiene memoria en tanto es capaz de saber qué gérmenes ha conocido en su vida y guardar anticuerpos (memoria) de todo aquellos intrusos a los que ha vencido. Intrusos de fuera y de dentro pues una de las funciones que tienen nuestro sistema inmunológico es atacar a las amenazas internas, usualmente celular tumorales que se forman de forma fisiológica a partir de errores en la duplicación. Dicho de otra manera nuestro sistema inmune es caro de mantener, tanto como el cerebro y no es raro que consuma (como aquel) casi el 20% de los recursos totales de energía y proteínas que fabricamos en nuestro cuerpo.

De manera que entre el cerebro y el sistema inmune consumimos el 40% de la energia y proteinas que consumimos. Es de suponer pues que ambos sistemas el cerebral y el inmune estén bien coordinados a fin de no “pasarse de la raya” en sus funciones. Asi sucede: existen coordinadores aun mal conocido entre ambos, las citoquinas, mensajeros quimicos que señalan en la dirección de mantener una buena sinergia entre ambos. Sinergia significa que cada uno de estos sistemas se ocupe de lo que mejor hacer: el cerebro pensar y el sistema inmune atacar células peligrosas.

Los enemigos del sistema inmunológico.-

Los enemigos del sistema inmunológico son al menos 5: la testosterona, el cortisol, las emociones negativas, la falta de sueño y los secretos.

De ellos voy a ocuparme aquí del primero y del ultimo: la testosterona y los secretos.

La testosterona.-

Todo el mundo sabe que es la hormona de la masculinidad, la hormona de la agresión y de la exploración, la hormona de la búsqueda de sexo. Pero lo que la mayor parte de la gente ignora son los costos de un pulso elevado de testosterona, sabemos por ejemplo que los niveles altos de testosterona son beneficiosos para un jóven sin pareja pero letales a largo plazo puesto que ciertos cánceres masculinos -como el de próstata- son hormonodependientes.

Otra cuestión que se ignora es que el antídoto natural de la testosterona es la oxitocina, la hormona de la filiación y sobre todo la cuestión principal: el efecto deprivativo que la testosterona tiene sobre el sistema inmunitario, lo que permite establecer una escala de resistencia inmunitaria según el estado de emparejamiento de un determinado macho, será algo así como (de mayor a menor resistencia):

1.- Hombres casados con hijos.

2.- Hombres casados sin hijos.

3.- Hombres casados con o sin hijos pero promiscuos.

4.- Hombres solteros o desemparejados.

5.- Homosexuales.

Dicho de una manera más clara, los hombres que se encuentra menos sometidos a la presión de la competencia intrasexual tienen menores índices de testosterona y por tanto tienen un sistema inmunitario más fuerte y resistente. Es interesante observar como la existencia de niños en un hogar tiene un efecto anti-testosterona y como el matrimonio es ampliamente protector para los hombres siendo neutro para las mujeres. Es también interesante observar como los homosexuales son los más perjudicados en esta “escala de costos” quizá por dos razones: 1) carecen de niños a su alrededor y 2) la competencia entre ellos puede ser más intensa que en el caso de los heterosexuales solteros.

El secreto.-

Guardar un secreto personal es otro de los venenos para nuestro sistema inmunitario, entendiendo como secreto aquello que nunca hemos sido capaces de comunicar a nadie, bien por vergüenza, bien por suponer que seremos descalificados o minusvalorados por ello.

Sea lo que sea ese secreto que guardamos celosamente (usualmente un trauma infantil, del tipo abuso sexual) o una inclinación sexual periférica, o bien ser portador del SIDA, lo que sabemos es que contarlo a alguien tiene un efecto beneficioso. Pero sabemos algo más: no es necesario contárselo a alguien físico, basta contarlo literariamente, es decir escribirlo aunque nadie lo vaya a leer, esto es sorprendente y hace algún tiempo hablé de estas dos fuerzas que luchan entre si cuando un secreto pugna por abrirse paso a través de la narrativa.

Lo interesante de esta “terapia” de revelado de secretos es que funciona en dos tiempos tal y como podemos ver en este gráfico:

secreto

Como puede observarse, contar un secreto es -en un primer tiempo- desagradable para nuestra mente que puede ver disminuido el humor y su bienestar. Sin embargo en el medio plazo es corriente observar como nuestro sistema inmune mejora sus prestaciones si bien de un modo lento. En el largo plazo revelar un secreto tiene ventajas tanto mentales como inmunológicas.

Guardar secretos -la negación- tiene pues costos, revelarlos tiene costos inmediatos pero ventajas a largo plazo.

Bibliografía.-

Las infecciones son mas frecuentes en los machos con mas niveles de testosterona. Gray Campbell 2009.

Los portadores del VIH que reconocen su estado tienen una mejor salud: Cole S.W. Kennedy M. E et alt (1996): “Accelerated course of human inmunodeficiency virus infection in gay men who conceal their homosexuality identity. Psychosomatic medicine 58: 219-231.


Lo mejor del 2013

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adios-2013

Ciertamente este año ha sido uno de esos annus horribilis que merece la pena olvidar y pasar página con la esperanza de que el 2014 sea mejor.

Claro que no siempre llueve a gusto de todos y aunque lo laboral, lo económico y a veces la salud -o los simples achuchones de mi síndrome torácico- se nos resienta, el año ha sido bueno intelectualmente hablando, lleno de conocimientos y de experiencias al decir de Kavafis, algo que debo -sobre todo- a los que me siguen, me animan e incluso me ayudan a confeccionar y poner orden en esta trituradora de ideas, una verdadera coctelera eléctrica que es mi memoria. Sin ellos no escribiría, pues no escribo para divulgar los conocimientos que tengo -ni soy un divulgador ni soy un comunicador- sino más bien para saber qué es lo que se, pues a mi edad uno se olvida de lo que supo o quizá lo sabe de otra manera. Es por eso.

La primera noticia importante es que me han reclutado para un proyecto colectivo de interés: me refiero a La nueva ilustración evolucionista, una pagina web de psicología evolucionista donde puedo publicar sin presiones editoriales entre otros blogueros interesados en el mismo tema y que tiene a @germanico (Javier Moreno) como maestro de ceremonias y a todos los blogueros que compartimos el mismo interés por los temas evolucionistas, bien sea desde la paleantología, las neurociencias o la investigación básica.

No cabe duda de que este ha sido un año de especial importancia para los paleontologos, desde Paabo y su genoma del neanderthal recientemente decodificado o los hallazgos de nuestros compatriotas de Atapuerca en que han puesto patas arriba el paradigma políticamente correcto de nuestro origen. Cada vez las cosas son mas complejas y seguramente este año prósximo nos deparará nuevos hallazgos en este tema aunque parece que la tesis “Out of Africa”, es decir la evolución multiregional gana evidencias en contra del origen común africano de nuestra especie.

Respecto a todo lo que he publicado este año me gustaría dejaros constancia de los post más vistos, los más visitados y también los más compartidos, por último me gustaria dejar constancia de mis preferidos y recomendados:

A propósito de los neanderthales:

El sueño del neandhertal publicado en “la Nueva Ilustracion evolucionista”.

El más leido (como siempre de sexo) , paradójicamente el menos compartido:

El misterio de la excitación sexual femenina.

Y si yo tuviera que elegir alguno, me quedaría con éste que es una explicación sobre qué es un diseñoide segun Dawkins, esencial para comprender que la selección natural no tiene nada que ver con el azar, pero tampoco con el designio:

La perfección improbable.

Y éste ha sido el que ha alcanzado mayor puntuación entre los que me ayudan en esta tarea. Se trata de una indagación sobre el libre albedrío:

Libet y la libertad.

Neurociencia-neurocultura os desea un feliz 2014 y que el recibo de la luz nos pille confesados.


La locura de los Austrias: Don Carlos

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felipe II

Dado que hoy es el dia de reyes he pensado en escribir un post sobre ellos. Sobre los reyes, princesas e infantes de España, los que reinaron y no reinaron y sobre todo acerca de las locuras que padecieron y nos hicieron padecer a los españoles. Es por eso que he elegido a los Austrias, sobre todo después de leer el magnifico ensayo histórico de Manuel Fernandez Alvarez que nos brinda un panorama muy documentado sobre el Cincuecento español, aquel siglo de oro para los intereses imperiales de España que seria al fin y a la postre también el siglo del comienzo de su decadencia.

Suele decirse que la locura entró en la casa de los Austrias por Juana la loca que se desposó con el primer Habsburgo (Austria) de España, el conocido como Felipe el Hermoso, primero a la sazón. Sobre Juana la loca escribí hace poco un post que vale la pena releer para saber de dónde viene la serie de enfermedades mentales que afligieron a los Austrias hasta el fin de su estirpe en la persona de Carlos II, llamado el hechizado.

Aquí hay un genograma de esa estirpe, partiendo de uno de los casos más sonados y misteriosos de la misma: el príncipe Carlos, hijo de Felipe II y Maria de Portugal heredero de la corona imperial que moriría en extrañas circunstancias y amplificadas por la leyenda negra que los enemigos seculares de nuestro país difundieron sobre su padre Felipe II.

arbol jpg

Como puede verse en este árbol genealógico lo curioso de las ramificaciones de los ancestros del príncipe Carlos es que a diferencia de usted o yo que tenemos, 2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos y 16 tatarabuelos, solo tenia 4 bisabuelos y 6 tatarabuelos, debido a la cosanguinidad de su parentela.

Sus padres Felipe II y Maria de Portugal eran primos hermanos por doble via y para acabar de jugársela al pobre Carlos, su madre Isabel murió en el parto, algo que era muy frecuente en aquella época, los partos, las enfermedades infecciosas, y los accidentes de armas solían ser las principales causas de muerte, del mismo modo la mortalidad infantil era una pandemia continua: dos de cada cinco niños no llegaban a adultos con independencia de que fueran nobles o vasallos.

El paludismo, el raquitismo y la TBC eran la pauta en los enfermares de aquella época y no es raro -algo que podemos ver en las pinturas de la época- que los estigmas del bocio, el enanismo o las deformidades esqueléticas acompañaran de por vida a sus protagonistas.

Más difícil es perseguir las enfermedades mentales (que no dejan rastros pictóricos), para lo cual no tenemos más remedio que recurrir a los documentos de la época, que sin ser historias clínicas nos proporcionan algunos detalles de observación interesantes sobre la patología de algunos personajes.

El personaje de Don Carlos es interesante porque sirvió tanto a Verdi como a Schiller para componer sendas historias que venían a reforzar la “leyenda negra” de Felipe II, una especie de conspiración mediática que sus enemigos inventaron con el fin de socavar la inmensa influencia y poder del rey en cuyo imperio “jamas se ponía el sol”.

Entre otomanos, flamencos, ingleses y franceses tramaron aquella conspiración que hace que el propio Felipe II haya sido señalado como culpable por la muerte precoz de su hijo Carlos.

¿Pero es cierta esta teoría?

La psicopatía del príncipe Carlos.-

Tenemos datos y detalles tanto de la crianza del príncipe como de sus precoces aficiones. Dicen los cronistas que fue un niño mimado por sus tías (que fueron quienes lo educaron y criaron en ausencia de madre), También son de destacar las largas ausencias del rey Felipe y la mala salud el infante D. Carlos, aquejado siempre por fiebres (seguramente paludismo), y el tener un hombro mas bajo que el otro seguramente por raquitismo, aunque lo que mas destaca de sus antecedentes es su extrema crueldad.

Una crueldad que le llevaba a maltratar y torturar animales vivos:parece que se distraía quemando liebres y conejos vivos e incluso parece que en una ocasión dejó ciegos a los caballos de las cuadras reales. Estos antecedentes junto por su gusto por azotar a las criadas, maltratar a sus vasallos e incluso en una ocasión a quemar una casa por haber lanzado un orinal a su paso por una de las calles de Madrid, parece que apuntan hacia una psicopatía o un trastorno antisocial de la personalidad como diríamos hoy. Su escasa empatía, su abuso de sus subordinados y la crueldad parecen señalar hacia un desarrollo psicopático. De libro.

Ahora bien, su padre Felipe no era desde luego un santo, aunque de temple melancólico y taciturno según las crónicas y dícese que tuvo muchas dificultades para poner en vereda a su hijo: peor si contamos con sus continuas ausencias y peor aun si contamos con que le quitó la novia a su hijo.

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La bella isabel de Valois 

Efectivamente Felipe II tuvo cuatro esposas, la primera Isabel era la madre portuguesa de D. Carlos, la que murió en el parto, la segunda fue Maria Tudor (la hija de Catalina de Aragón y Enrique VIII) con la que también estaba emparentado y con la que no tuvo hijos. La tercera fue una muchachita francesa jovencísima que había prometido a su hijo y que terminó por apropiársela, dicen que por razones de Estado. Y no es que las razones de Estado no tuvieran peso en aquel entorno pero dicen ciertos cronistas que el atractivo, belleza y saber hacer de Isabel eran notorios. Me inclino pues por cierto regusto de Felipe por la adolescente Isabel que cuando se casó tenia 17 años. También moriría en el parto de su tercer embarazo.

La cuarta esposa de Felipe II fue Ana de Austria con la que también estaba emparentado y de esa unión nacería el sucesor Felipe III de España, para entonces el príncipe Carlos ya había muerto y dado que del matrimonio con Isabel de Valois solo nacieron niñas es obligatorio pensar que este cuarto matrimonio si fue dictado por razones de Estado. Ana moriría de una gripe epidémica a los 29 años estando embarazada de nuevo.

La reclusión y muerte del príncipe.-

Las relaciones entre Felipe II y su hijo no fueron nunca fáciles si bien hay que achacar sobre todo a la personalidad del príncipe tales desavenencias. Las cosas empeoraron mucho después del accidente que sufrió el príncipe cayendose por unas escaleras y provocándose una lesión en el cerebro.

Probablemente se trató de un hematoma subdural que necesitó una intervención quirúrgica a cargo del mejor médico de la época. Vesalio que le practicó una trepanación que seguramente le salvó la vida pero que también aceleró un proceso mental de desinhibición, perdida del sentido social de la oportunidad, atracones, preferencia por el agua fría y aumento de la impuslividad.

Si entendemos las razones de D. Carlos que debería estar bastante desesperado porque no conseguía que su padre le diera ningún cargo de responsabilidad podemos entender que en un caso así, tomara la peor de las decisiones: enfrentarse a su padre y conspirar con sus enemigos de Flandes. La peor opción.

Todo llegó oidos del rey que terminó por tomar una decisión. Una decisión que habia estado postergando (Felipe II era bastante irresoluto) desde que su hijo amenazara con un cuchillo al propio Duque de Alba en publico al envidiarle al temible general por su puesto de gobernador de Flandes.

La decisión que tomó el rey fue prenderlo y encerrarlo como años atrás había sucedido con su abuela Juana. Sin embargo no duró tanto: decepcionado y encolerizado se dió a una huelga de hambre que después cambiaría por una estrategia más a su gusto: los atracones. Dicen que fue su preferencia por el agua fría quien realmente le mató. Una diarrea le llevó a la sepultura 3 años después de comenzar su encierro.

La saga de los Austrias.-

Con independencia de los antecedentes de locura en Juana y su abuela isabel de Avis, lo cierto es que los matrimonios cosanguíneos repetidos por razones de Estado (sobre todo con Portugal) fueron socavando el linaje de los mismos. Felipe II y su padre Carlos I fueron buenos gobernantes aunque de tintes melancólicos pero sus matrimonios cosanguíneos pasaron factura y factura acumulativa.

El linaje de los Austria terminó con Carlos II el hechizado biznieto de Felipe II, de una salud tan delicada, inteligencia tan corta y huesos tan débiles que no pudo ponerse en pie sin ayuda hasta bien entrada la adolescencia y que muy probablemente padeció un sindrome de Klinefelter y murió sin descendencia


La red neuronal por defecto

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red

¿Qué hace nuestro cerebro cuando no hace nada que requiera atención?

Nuestros maestros decían que andábamos mirando a las musarañas, pero por lo que hoy sabemos parece que esta distraibilidad es la otra cara de una actividad continua e inconsciente del cerebro.

En realidad nuestro cerebro no para de procesar información o de anticipar qué información precisaremos para completar nuestras percepciones.

Marcus Raichle publicó en 2010 en “Investigación y ciencia” un articulo que podemos ver aqui en español donde habla de un concepto muy interesante “la red neuronal por defecto” que el mismo Raichle denomina novelescamente “la energía oscura del cerebro”.

Se trata de una serie de tres módulos, uno situado en el lóbulo parietal, otro en el lóbulo temporal y otro en el lóbulo frontal, que constituyen una especie de circuito que se activa o desactiva en función de las tareas que dependen de nuestra atención focalizada en lo externo. Así, se trataría de un sistema que se “apaga” cuando estamos llevando a cabo una tarea que requiera atención y vuelve a encenderse cuando estamos divagando, o simplemente descansando mentalmente sin atender especialmente a nada.

Cabe la posibilidad de que esta red intervenga de alguna manera en la organización de nuestras memorias y que regule los recuerdos de tal forma que puedan ser útiles para enfrentarnos a situaciones nuevas. Dicho de otro modo: es posible que estos módulos tengan alguna relación con la anticipación que es una de las funciones de la memoria, la otra mejor conocida es la evocación de recuerdos.

¿Pero para qué necesita una cebra recordar la cara de su abuela?

Es muy probable que la memoria fuera seleccionada positivamente por su cualidad de poder anticipar el futuro de acuerdo con los rastros de los que disponemos del pasado. Así, podríamos decir que la memoria del pasado serviría y se explicaría por la capacidad de predecir sucesos inesperados o novedosos. La novedad es pues la otra cara de lo conocido y la memoria tendría estas dos funciones, su cara y su cruz.

Raichle cree que su constructo al que llama técnicamente RND estaría implicada en ciertas patologías psiquiátricas, concretamente en la depresión, el Alzheimer y la esquizofrenia.

Personalmente el concepto me parece algo muy parecido a lo que Price ha denominado “a prueba de fallos” cuya descripción podeis encontrar aqui. Se trataria -recurriendo a la metáfora del ordenador- de un arranque de emergencia, sin cargar todos los controladores. Algo parecido a lo que hace Windows cuando se “nos cuelga”: el ordenador y nos pregunta si queremos arrancar de nuevo “a prueba de fallos”, algo que nos permite conservar el trabajo que estábamos haciendo cuando se colgó.

Si usted lee este post comprenderá que en la depresión -según la descripción que hace Price- lo que sucede es que el individuo no cargaría todos los controladores, léase emociones cuando procesa un determinado conflicto que necesariamente invoca emociones. Invoca y que además requiere una buena predicción-anticipación como sucede en los conflictos nuevos. El lector interesado puede ver el caso de la Sra Turbey del que hablé aqui y observar como la congelación (la imposibilidad de cargar o descargar) ciertas emociones fue la responsable de su depresión.

Raichle supone que en la esquizofrenia lo que sucedería con su RND -a falta de verificación- es que la señalización de estas regiones estaría más elevada lo que es lo mismo que decir que no se “apagaría” cuando el sujeto está intentando concentrarse en una tarea. habría por asi decir una especie de interferencia entre la RND y el cerebro consciente. Por último señala que en el Alzheimer son precisamente esas zonas anatomicas las que se afectan con más intensidad.

La idea del apagado me parece muy interesante por dos razones: la primera es porque no presume un circuito aberrante en la esquizofrenia tal y como estamos acostumbrados a pensar, sino que evoca otros “apagados”, concretamente, uno muy conocido, el apagado de la conciencia que anticipa el sueño y otro, el orgasmo femenino que precisa precisamente de la inhibición (el apagado) de una zona cerebral para poderse producir. Como sabemos, el orgasmo en la mujer y el control no se llevan nada bien. Es seguro que sin descontrol y abandono, no hay entrega ni por tanto orgasmo. De eso hablé aquí en este post.

Ninguno de ellos tiene relación con lo que estoy contando: se trata en cualquier caso de dos ejemplos de “apagados” en otros circuitos, pero que sirven para entender este concepto, es decir: que existe en todos nosotros cierta estructura que de no inhibirse cuando estamos concentrados en una tarea resulta en interferencias.

Estas interferencias podrían ser las experiencias esquizofrénicas primarias de robo, interceptación o audición del pensamiento.

¿Y qué es esa estructura que coexiste en todos y cada uno de nosotros y que suele manifestarse con un sentimiento trágico o de irracionalidad?

Raichle habla del soporte anatómico y funcional de esa estructura pero yo prefiero llamarla consciencia pre-racional o primigenia.

La serie (monografia) sobre la consciencia podeís encontrarla aquí al completo y aqui solo el capitulo que habla de la atmósfera paranoide ancestral bajo cuyo influjo nació nuestra capacidad de anticipación de las amenazas  y los peligros.

Bibliografía.-

  • Marcus E. Raichle, «La red neuronal (por defecto)», Investigación y Ciencia, 404, mayo de 2010, págs. 20-26.

Orden y caos: entendiendo a Prigogine

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“Las estructuras disipativas son islas de orden

en un océano de desorden” (I. Prigogine)

Ilya Prigogine (1917-2003) fue un químico ruso nacionalizado belga que en 1977 mereció el premio Nobel por sus hallazgos sobre las estructuras disipativas.

Mi intención en este post es dar a conocer sus investigaciones -al menos las más importantes de entre ellas- y hacerlas llegar de forma comprensible al público en general, por las aplicaciones que dicha teoría tiene en diversos ámbitos de las ciencias naturales.

La primera idea que me gustaría transmitir es que la palabra “estructura disipativa” contiene una contradicción formal: la de algo que permanece junto a algo que cambia o se transforma. Los científicos mecanicistas ya conocían este fenómeno de convivencia entre estructura y cambio, dado que es algo que todos podemos observar en la vida corriente; por ejemplo, el crecimiento de un humano tiene algo que se modifica y que se solapa junto con algo que permanece. Newton abordó este mismo problema en relación con la viscosidad y la fricción, considerándolo como un obstáculo para sus investigaciones de mecánica clásica. Ludwig von Bertalanffy llamó “sistemas abiertos” a este estado de la materia que más adelante recibiría el nombre de “estructura disipativa” propuesto por Prigogine.

Para comprender mejor la naturaleza de este estado de la materia es conveniente que el lector entienda el concepto de “equilibrio” y “orden”. El orden absoluto en un sistema vivo es la muerte, lo que significa que todos los seres vivos nos movemos alrededor de un equilibrio compatible con la vida. Sin embargo, existen sistemas que se encuentran muy alejados de ese equilibrio o estabilidad ideal; por ejemplo, el estado de salud de una persona es un equilibrio inestable del que es posible predecir -siguiendo las leyes de la entropía- que está destinado a desordenarse alrededor de lo que llamamos enfermedad, envejecimiento y posterior muerte, mientras que la enfermedad es un estado que se encuentra alejado del equilibrio, aunque en muchas ocasiones es posible hallar en ella aspectos ordenados, como sucede en las enfermedades crónicas. Es decir, los sistemas vivos tienden hacia el desorden (ganancia de entropía) pero pueden instalarse lejos del equilibrio y desde allí construir islas de orden.

Las leyes que rigen en estos puntos alejados del equilibrio son bastante distintas a las que operan en estados cercanos al equilibrio. Se trata de leyes misteriosas que no pueden ser formuladas en términos de matemática lineal. Fué precisamente Prigogine quien desveló el misterio de aquello que sucedía lejos del equilibrio:

Lo que sucede lejos del equilibrio es que el sistema se organiza -estabiliza- produciendo una serie de fenómenos que conocemos gracias a las matemáticas no lineales o, dicho de una forma más gráfica, a través de las leyes del caos.

Cerca del equilibrio encontramos fenómenos repetitivos y leyes universales, pero, a medida que nos alejamos de él, nos desplazamos de lo universal a lo único, hacia la riqueza y la novedad. Esta es, sin duda, una de las características bien conocidas de la vida.

Otro de los fenómenos interesantes de la teoría de Prigogine es la existencia de bifurcaciones, es decir, la “elección” de un camino que no puede ser pronosticado y que, en términos generales, termina en transformación o colapso del sistema.

Las características de las estructuras disipativas son las siguientes:

  • autoorganización: la emergencia espontánea de orden;
  • irreversibilidad: el sistema, una vez tomada una bifurcación, no puede retroceder más que hasta el último punto en que se bifurcó;
  • impredectibilidad: el sistema es incierto y no puede predecirse hacia dónde evolucionará;
  • dependencia de pequeños cambios en los puntos de bifurcación; y
  • dependencia de las condiciones iniciales: el sistema guarda una “memoria” de los movimientos de bifurcaciones anteriores, lo que significa que siendo como es incierto las probabilidades de que se elija una bifurcacion u otra puede ser descrito en terminos de probabilidades: el caos no es azar, sino un pseudoazar.

Como quizá algún lector haya intuido, las características que definen las estructuras disipativas son perfectamente aplicables a lo que entendemos como conciencia: un estado de la materia donde rigen leyes lineales y no-lineales, determinismo e indeterminismo, en una especie de cocktail que mezcla procesos ordenados y predecibles con otros caóticos e impredecibles.


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