Ayer en “Cuarto milenio”, Iker Jimenez estuvo entrevistando a un superviviente del atentado del 11-S en las torres gemelas, un broker llamado Ron Di Francesco que estaba justo en una de las plantas donde se estrelló el avión en la segunda torre y que dicen fue el ultimo en ponerse a salvo. El hombre que aun sufre un TEPT como consecuencia de aquella experiencia, así como el llamado “síndrome del superviviente”, nos dejó un testimonio muy interesante sobre esos fenómenos extremos conocidos como “vivencias cercanas a la muerte”. En este caso se trataba de una voz que le guió para acertar el camino que le llevaría a la salvación aun enmedio de las llamas y los cascotes.
En realidad este tipo de fenómenos son muy frecuentes, es como un resorte que se dispara en situaciones de peligro y en las proximidades de la muerte se han descrito ese tipo de fenómenos, también es muy frecuente que las interpretaciones que se hacen de estos fenómenos estén adornadas de misterio y se atribuyan a la intervención de entidades vigilantes o a la acción del mismo Dios. Se trata de las interpretaciones verticales o trascendentes, pero yo voy a ocuparme más bien de la versión inmanente. ¿De quién es esa voz?. Pues no cabe duda de que se trata del Gran Otro.
¿Quién es el Gran Otro?.-
Hay dos clases de voces: unas se oyen en el exterior y otras en el interior de la cabeza. se trata de las conocidas como alucinaciones acústicas o verbales. El individuo sensorializa un pensamiento inconsciente, es como algo que encontrara un resquicio para proyectarse en el exterior. Las alucinaciones que se oyen dentro de la cabeza son pseudoalucinaciones y para entender mejor como se forma una alucinación os recomiendo visitar el post donde cuento como Freud explicaba su famoso “esquema en peine” y donde explica como una representación inconsciente puede hacer el camino inverso y proyectarse en el medio ambiente perceptivo y consciente.
Pues es muy relevante que según el relato de Ron Di Francesco la voz procediera de fuera y fuera muy clara y al mismo tiempo tranquilizadora. Baste recordar ahora que las voces que oyen los esquizofrénicos no tienen este mismo cariz: son órdenes, insultos, voces que nos ofenden, nos interpelan, nos obligan a llevar a cabo acciones que no queremos hacer pero que son al fin y al cabo inapelables. Significa que proceda de donde proceda esa voz, lo cierto es que su comportamiento varía, para unos es benéfica incluso maravillosa tal y como aprendimos en esta oración
Angel de la guarda dulce compañía
no me desampares ni de noche ni de día
no me dejes solo que me perdería
Y en otras ocasiones es maligna, como si alguna entidad diabólica nos hubiera poseído, eso les sucede a algunos esquizofrénicos.
Sin embargo oír voces no es en absoluto patológico (aunque sea un síntoma psicótico),solo consideramos patológicas a las voces que interfieren con el bienestar del paciente o a aquellas que por su contenido torturan a los pacientes, usualmente en forma de conversaciones, comentarios hostiles o de mandatos.
Jim Van Os ha publicado recientemente (2000) un articulo epidemiológico (aqui hay una entrevista sobre sus hallazgos) que demuestra que las alucinaciones auditivas son mucho más frecuentes en la población general de lo que habíamos supuesto. Para Van Os cerca del 25% de la población entrevistada aseguraba haber tenido a lo largo de su vida algún tipo de alucinación acústica o auditiva. Se trata de un hallazgo sorprendente para nosotros los psiquiatras puesto que damos por cierto que alucinación auditiva y esquizofrenia son equivalentes.
Lo cierto es que no es así, y no lo es porque la voz es aquello que da sentido a lo que oímos, del mismo modo la mirada es lo que da sentido a lo que vemos, la diferencia es que la Voz siempre es la voz del otro y la mirada es nuestra y señala “lo que miramos”.
La voz es el Amo de la audición y del mismo modo lo es la mirada, pues organiza, ordena y jerarquiza lo que vemos u oímos. No deja de ser curioso que la mirada tenga un punto de fuga y la visión una fóvea, pero cuando vemos algo no vemos esa fóvea que es en realidad un punto ciego, pues la mirada con su punto de fuga es capaz de liquidar esa fóvea y no ver el campo invadido por un agujero. Lo mismo sucede con la voz, que es en realidad una palabra, un significante vacío que duerme en el inconsciente desplegando una cadena de significantes y significados que nos permiten dar sentido a lo que oímos. No deja de ser curioso que los esquizofrénicos comiencen oyendo ruidos a los que no saben dar sentido, son muy frecuentes las primeras consultas con individuos que se quejan de ruidos a veces intolerables y mucho más porque no saben quien los emite y que intenciones tiene. Más adelante -si la esquizofrenia evoluciona- ya encontrará un sentido a esos ruidos que son en realidad proto-voces.
El Gran Otro es un concepto de Jacques Lacan que designa a ese otro tan importante como es la madre para un bebé desvalido y que va cambiando en la vida asumiendo otros rostros. En todos nosotros duermevela ese Gran Otro original que ya he dicho que es un significante vacío y que cada uno va a rellenar a su manera, para un creyente es Dios, para un comunista Lenin, también puede ser un objeto cualquiera, una imagen religiosa. ¿No son las vírgenes cristianas “Grandes Otros” que amparan a todos sus creyentes?
En suma el Gran Otro es un otro muy especial y poderoso. Un Otro no castrado.
Si creemos en el inconsciente ya sabemos que además de un sujeto cartesiano que piensa racionalmente y computa la realidad de una manera formal sino que también habita en nuestra naturaleza dual un sujeto del inconsciente, un sujeto de la tontería que se manifiesta en los sueños, los chistes, los actos fallidos y los síntomas. ¿No es una tontería oír voces que no existen?¿No son tonterías nuestros sueños? Lacan llama tonterías a todas las formaciones del inconsciente que se manifiestan en nuestra conciencia en determinadas situaciones. Algunas personas son capaces de mantener conversaciones consigo mismos en su interior como si hablaran con otra persona mientras otras personas no pueden llevar a cabo este ejercicio (que no deja de ser un ejercicio cartesiano y pensante) pero son capaces que hacerse permeables a ese significante ( y digo significante porque ese Gran otro no es una persona, ni una representación como pensaba Freud sino una palabra). y ser capaces de escucharle, los niños hipersensibles sobre todo son muy capaces de llevarlo a cabo y no es necesario llevarlos al psicólogo.
Otras personas sin embargo son capaces de oírlo solamente en esas situaciones de graves estrés que permiten en cierta forma una disociación protectora. Entonces puede manifestarse ese efecto-ángel del que habla el libro que preside este post y no tiene nada de esotérico ni de manifestación divina. Si uno cree en el inconsciente claro.
De otra manera: el inconsciente es la asignatura menos conocida por los expertos en neurociencia.
Post relacionado.-
Aqui os dejo un post sobre el caso Sasoon el primer síndrome del superviviente conocido y reconocido.